Semidesnudos, torturados, tiroteados y envueltos en en bolsas de plásticos. Así es como aparecieron ayer los cadáveres decuatro jóvenes catequistas católicos en una huerta de limón en una comunidad del municipio de Apatzingán, en el estado deMichoacán, México.
Los cuatro jóvenes habían sido secuestrados el pasado sábado en el poblado de La Ruana, en el municipio de Buenavista Tomatlán. Se trataba de Willibaldo Hernández, Adán Valencia, Jesús López Urbina y Jesús Ayala Aguilar, todos integrantes del grupo evangelizador católico Arcoiris.
"Eran gente de bien, gente trabajadora", dijo Hipólito Mora, líder de un grupo de autodefensa de la zona, al que había pertenecido Jesús Ayala. "Estos muchachos trabajaban con sus papás, con sus familias; uno de los muertos, 'El Chuy', apenas acababa de darse de baja del movimiento para seguir en Arcoíris", dijo Mora.
Mora señaló al cártel de Los H-3, una organización que ha infiltrado a grupos de autodefensa, de ser el responsable de los asesinatos, y recordó que murieron tanto su propio hijo como el padre de Ayala en un reciente ataque perpetrado por este cártel.
En Michoacán operan el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), los Caballeros Templarios, Los Viagras, Los H-3 y la Nueva Familia, entre otras pequeñas organizaciones dedicadas a la producción y tráfico de la droga sintética conocida como cristal.
Apenas el pasado 19 de septiembre fue asesinado a balazos el sacerdote católico José Alfredo López Guillén en el municipio de Puruándiro. Luego esta misma semana fueron ejecutados dos curas del municipio de Poza Rica, Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Juárez de la Cruz, en el estado de Veracruz. (RD/Agencias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario