Sal
144, 2-3. 4-5. 10-11
Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi
rey.
Día
tras día, te bendeciré
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.
y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza,
es incalculable su grandeza.
Bendeciré
tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Una generación
pondera tus obras a la otra,
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.
y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad,
y yo repito tus maravillas.
Bendeciré
tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.
Que todas tus
criaturas te den gracias, Señor,
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
que te bendigan tus fieles;
que proclamen la gloria de tu reinado,
que hablen de tus hazañas.
Bendeciré
tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey.