sábado, 27 de agosto de 2011

¡Estad vigilantes!

Sabemos que Jesucristo anunció que vendría de nuevo a la Tierra, y que esa venida sería definitiva.
Nosotros, los cristianos, debemos estar preparados para el encuentro con nuestro Señor. Debemos esperar su llegada como la amada espera al Amado. La espera debe ser alegre, tranquila, sin miedo, pero viviendo como hijos de Dios y estando vigilantes.
Benedicto XVI en su segundo libro de “Jesús de Nazaret” dice: " Jesús nos ha invitado a la sobriedad y a la vigilancia, que ha desarrollado en algunas parábolas, particularmente en la de las vírgenes sabias y necias (Mt 25, 1-13), así como en las palabras sobre el portero vigilante (Mc 13, 33-36). Estas palabras muestran precisamente cómo ha de entenderse el término “vigilancia”. No es un salir del presente, un especular sobre el futuro, un olvidar el cometido actual; muy al contrario, vigilancia significa hacer aquí y ahora lo que es justo, tal como se debería obrar ante los ojos de Dios.

 
Ser vigilante significa saberse ante la mirada de Dios y obrar como suele hacerse ante sus ojos"

Señor, ayúdanos a no descuidarnos y a estar preparados para el encuentro definitivo contigo.