sábado, 24 de octubre de 2015

Homilía del Papa: Leer los signos de los tiempos fieles al Evangelio

“Los tiempos cambian y nosotros los cristianos debemos cambiar continuamente”, con libertad y en la verdad de la fe. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta
El Pontífice reflexionó sobre el discernimiento que la Iglesia debe hacer viendo los “signos de los tiempos”, sin ceder a la comodidad del conformismo, sino dejándose inspirar por la oración.
Los tiempos hacen lo que deben: cambian. Y los cristianos deben hacer lo que quiere Cristo, a saber: evaluar los tiempos y cambiar con ellos, permaneciendo “firmes en la verdad del Evangelio”. Lo que no se admite es el tranquilo conformismo que, de hecho, hace que permanezcamos inmóviles.
Sabiduría cristiana

Inspirándose en un pasaje de la Carta de San Pablo a los Romanos, el Santo Padre explicó que el Apóstol predica con “mucha fuerza la libertad que nos ha salvado del pecado”. Mientras el Evangelio relata que Jesús habla de los “si
gnos de los tiempos” definiendo hipócritas a quienes saben comprenderlos pero no hacen lo mismo con el tiempo del Hijo del Hombre.Dios nos ha creado libres y “para tener esta libertad  – afirmó el Papa – debemos abrirnos a la fuerza del Espíritu y entender bien qué cosa sucede dentro y fuera de nosotros”, usando el “discernimiento”:
“Tenemos esta libertad para juzgar lo que sucede fuera de nosotros. Pero para juzgar debemos conocer bien lo que sucede fuera de nosotros. ¿Y cómo se puede hacer esto? ¿Cómo se puede hacer esto, que la Iglesia llama ‘discernir los signos de los tiempos’? Los tiempos cambian. Es precisamente de la sabiduría cristiana conocer estos cambios, conocer los diversos tiempos y conocer los signos de los tiempos. Lo que significa una cosa y lo que significa otra cosa. Y hacer esto sin miedo, con libertad”.

Silencio, reflexión y oración

El Papa Bergoglio reconoció que no es una cosa “fácil”, porque son demasiados los condicionamientos externos que también afectan a los cristianos induciendo a muchos a un más cómodo “no hacer”:
“Este es un trabajo que nosotros no solemos hacer: nos conformamos, nos tranquilizamos con ‘me han dicho, he oído, la gente dice, he leído…’. Así estamos tranquilos… ¿Pero cuál es la verdad? ¿Cuál es el mensaje que el Señor quiere darme con aquel signo de los tiempos? Para entender los signos de los tiempos, ante todo es necesario el silencio: hacer silencio y observar. Y después reflexionar dentro de nosotros. Un ejemplo: ¿por qué hay tantas guerras ahora? ¿Por qué ha sucedido algo? Y rezar… Silencio, reflexión y oración. Sólo así podremos comprender los signos de los tiempos, y qué cosa quiere decirnos Jesús”.

Libres en la verdad del Evangelio

Y comprender los signos de los tiempos no es un trabajo exclusivo de una élite cultural. Jesús – recordó Francisco – no dice “miren cómo hacen los universitarios, miren cómo hacen los doctores, miren cómo hacen los intelectuales…”. Y subrayó que Jesús habla a los campesinos que, “en su sencillez” saben “distinguir el trigo de la cizaña”:
“Los tiempos cambian y nosotros los cristianos debemos cambiar continuamente. Debemos cambiar firmes en la fe en Jesucristo, firmes en la verdad del Evangelio, pero nuestra actitud debe  moverse continuamente según los signos de los tiempos. Somos libres. Somos libres por el don de la libertad que nos ha dado Jesucristo. Pero nuestro trabajo es mirar qué cosa sucede dentro de nosotros, discernir nuestros sentimientos, nuestros pensamientos; y ver qué cosa sucede fuera de nosotros y discernir los signos de los tiempos. Con el silencio, con la reflexión y con la oración ”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).


La Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas espera que el Sínodo contribuya a una mayor valorización de la mujer

Se puede decir que el Sínodo, que está reflexionando sobre la vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo, tiene como desafío prioritario el poder conciliar la doctrina con la misericordia.
El Papa Francisco nos invita continuamente a esta conversión pastoral. Dicha conversión tiene como objetivo el poder tocar y experimentar la bondad y la ternura de Dios Padre misericordioso.
La familia es el primer lugar donde se aprende la ternura y el amor humano, donde "se aprende a convivir en la diferencia y a pertenecer a otros" (EG 66), donde se aprende el respeto, la aceptación y el perdón mutuo. En un mundo en el que “el individualismo posmoderno y globalizado favorece un estilo de vida que debilita el desarrollo y la estabilidad de los vínculos entre las personas, y que desnaturaliza los vínculos familiares.
La acción pastoral debe mostrar mejor todavía que la relación con nuestro Padre exige y alienta una comunión que sane, promueva y afiance los vínculos interpersonales" (EG 67). Estas dificultades requieren un apoyo, una ayuda para que la familia pueda seguir siendo la escuela de amor donde se aprende el arte de tejer relaciones, el arte de dar cabida a los diferentes puntos de vista, el de superar las barreras inter-generacionales y donde cada uno es consciente de su propia dignidad.
Como se indica en el Instrumentum Laboris, las mujeres tienen un papel crucial en el crecimiento de la familia y de la sociedad. Las mujeres esperan con confiada esperanza el apoyo del Sínodo para el reconocimiento de su dignidad.
En muchos lugares, a las mujeres todavía les resulta difícil reconocer y hacer que sea reconocida la riqueza de su contribución, indispensable para la Iglesia y para la sociedad de los países y continentes. Con demasiada frecuencia, incluso dentro de la comunidad cristiana, las mujeres siguen encontrando dificultades en vez de ser alentadas a realizar plenamente su vocación. Si todavía hay un largo camino por recorrer, también hemos de reconocer los muchos avances de las últimas décadas.
La Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) espera que el Sínodo contribuya a "una mayor valorización (de la mujer) de su responsabilidad en la Iglesia: su intervención en los procesos de decisión; su participación, no sólo formal, en el gobierno de algunas instituciones; su participación en la formación de los ministros ordenados" (IL 30).
La prioridad sigue siendo un trabajo formativo que ayude a redefinir en la familia "las tareas de los cónyuges en su reciprocidad y en la común responsabilidad respecto a la vida familiar" (Ibid), de modo que todos los padres, hijos e hijas puedan acoger y vivir plenamente su vocación.
La familia ha de ser el lugar privilegiado de la formación integral donde "se aprende a pedir permiso sin avasallar, a decir « gracias » como expresión de una sentida valoración de las cosas que recibimos, a dominar la agresividad o la voracidad, y a pedir perdón cuando hacemos algún daño"(LS 213). Serán precisamente las mujeres las primeras en recibir los beneficios, pues no hemos de olvidar que son ellas las primeras víctimas de la violencia.
Por ello, para la UMOFC son importantes temas relacionados con la familia, tales como: la migración, la trata de seres humanos - en el que las mujeres y los niños son las primeras víctimas- y los conflictos en los que, no sólo las mujeres sino todos los cristianos viven en situaciones minoritarias.
Maria Giovanna Ruggieri - Presidenta General de la Unión Mundial dºe Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC)
El objetivo de la UMOFC es promover la presencia, participación y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la sociedad y en la Iglesia, para que puedan cumplir con su misión evangelizadora y trabajar por el desarrollo humano. Reúne unas 100 organizaciones miembros de todos los continentes y tiene representación en el ECOSOC de Nueva York y Ginebra, en la UNESCO, la FAO y en el Consejo de Europa. Es una Asociación Pública Internacional de Fieles. Fue fundada en 1910 y representa a unos 5 millones de mujeres católicas de múltiples países y culturas.
Zenit

Si no os convertís, todos pecerecéis de la misma manera.


Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 1-9
En una ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:
_« ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.»
Y les dijo esta parábola:
-«Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
"Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?
Pero el viñador contestó:
"Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas." »
Palabra del Señor