sábado, 18 de junio de 2016

Nota Eclesial: un amor que se dona gratuitamente


Reconocer a Jesús y reconocerno«¿Quién dice la gente que soy yo?» (L 9, 18), y asumir los compromisos que adquirimos por su amor misericordioso.
s en Él son las tareas que como cristianos debemos vivir como muestra de nuestra fe, para dar respuesta a su interrogante: 
Al fijar la mirada en Cristo, reconocernos el rostro misericordioso del Padre, cuyo “amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión” (Misericordiae Vultus, 8)
Al reconocer su amor también debemos reconocernos en Él, por ello advierte San Pablo  “todos son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús” (Gál 3, 26). Así la fe nos abre un espacio de encuentro con la misericordia de Dios para vivirla y compartirla con los demás, porque ser hijos de Dios también nos hace participes de su misión.
De manera personal, cada quien, debe responder a la pregunta de Cristo, no solo con palabras sino también con la fe y las buenas obras que gritan al mundo que Jesús es un amor que se dona gratuitamente. Y exige renunciar a las vanidades para seguirle: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga» (Lc 8, 23).
 P. Johan Pacheco para RADIO VATICANA.

Convertirse significa cambiar de rumbo para volver de nuevo a Dios. Audiencia Jubilar del Papa.

En la catequesis jubilar del sábado 18 de junio el Papa Francisco se refirió a dos aspectos que califican la misericordia de Dios:  el perdón de los pecados y la conversión.A partir del capítulo 24 del Evangelio según san Lucas, que narra una de las apariciones del Señor, que sienta las bases de la predicación, el pontífice explicó con exactitud la dimensión profunda de la conversión: "Queridos hermanos y hermanas, Jesús se manifestó después de su resurrección varias veces a sus discípulos y les indicó que la predicación se debía centrar en el “perdón de los pecados” y en la “conversión” -dijo hablando en español. Esta última, la conversión, está presente en toda la Sagrada Escritura. Para los profetas, convertirse significa cambiar de rumbo para volver de nuevo a Dios. También Jesús predicó la conversión y lo hacía desde la cercanía con los pecadores y necesitados; de ese modo les manifestaba el amor de Dios. Todos se sentían amados por el Padre a través de él y llamados a cambiar vida".
En la catequesis que impartió en italiano, el Santo Padre precisó que Jesús hizo de laconversión la primera palabra de su predicación (cfr. Mc 1,15), y explicó que respecto a la predicación de los profetas, Cristo insiste en la dimensión interior de la conversión, en la cual toda la persona está involucrada, con corazón y mente, para volverse una persona nueva. "La auténtica conversión -señaló - se produce cuando experimentamos en nosotros el amor de Dios y acogemos el don de su misericordia; y un signo claro de que la conversión es auténtica es cuando caemos en la cuenta de las necesidades del prójimo y salimos a su encuentro para ayudarle".
No faltó en esta Audiencia Jubilar un ejemplo concreto para plasmar el concepto de conversión. En efecto, hablando en italiano, Francisco se refirió a las veces que sentimos la exigencia de un cambio que involucre toda nuestra persona: "Cuántas veces decimos 'tengo que cambiar, no puedo seguir así', 'mi vida por este camino no dará frutos' [...] Mientras que "Jesús, a nuestro lado, con la mano extendida nos dice 'Ven, ven conmigo. Yo haré el trabajo, yo te cambiaré el corazón, te cambiaré la vida'".
Finalizando la alocución en italiano, el Obispo de Roma exhortó a abrir la puerta de nuestro corazón al Señor, para recibir el don de su misericordia, porque "es Él quien, con el Espíritu Santo, siembra en nosotros la inquietud para cambiar de vida y ser un poco mejores". "No pongamos resistencia", insistió, "abrámosle la puerta y Él hará todo el resto". 
“Que el Señor Jesús – concluyó- nos conceda la gracia de la auténtica conversión de nuestra vida. Si nos abrimos a la misericordia de Dios, encontraremos la verdadera alegría del corazón. Muchas gracias”.
(Griselda Mutual - Radio Vaticano) (from Vatican Radio)

El disputado voto del "señor Católico". "Un católico, si lo hace en conciencia, puede votar a cualquier partido"


Nueve de cada diez votantes del PP se declaran católicos. Hasta aquí, todo normal. No lo parece tanto que lo hagan ocho de cada diez votantes del PSOE, siete de Ciudadanos, y, ¡ojo!, cinco de cada diez de Podemos.
Estas son algunas de las conclusiones de la encuesta publicada por Vida Nueva (enhorabuena a José Beltrán por la idea), la primera que se realiza en España en cuanto a intención de voto de los católicos españoles. Rajoy ganaría, pero no por goleada. Éste es, precisamente, uno de los titulares del sondeo:ya no existe esa identificación católico-PP. Ojalá sirva para los adalides del enfrentamiento, en uno y otro lado.
Y es que vivimos tiempos nuevos, donde por primera vez en su historia los obispos no emiten "recomendaciones" para el "voto católico", entre otras cosas porque éste, como se comprueba en la encuesta, no existe como tal. Un católico, si lo hace en conciencia, puede votar a cualquier partido. Y, esta es la otra razón, porque los católicos apenas hacen caso a los obispos en estas situaciones (habría que hacer otra encuesta para ver si les prestamos atención en otros asuntos, y en cuáles): apenas un 28% de los encuestados se sienten concernidos por las opiniones "políticas" de la Conferencia Episcopal. Una buena noticia, sin duda, y una muestra de que los creyentes españoles, políticamente hablando, formamos parte de una sociedad madura y democrática.
¿Se puede ser católico y votar a Podemos? Por supuesto. ¿Un católico puede apostar por el PP de Mariano Rajoy? También. ¿Pedro Sánchez o Albert Rivera son candidatos que un católico podría apoyar? Claro que sí. Por fortuna, la identificación de lo católico por parte de una ideología política determinada, es cosa del terrible pasado que no debemos recuperar. Y que deben entender todos aquellos que, de un lado y otro, siguen empeñados en dividir este país entre cleriales y anticlericales.
Un buen amigo ha escrito en sus redes sociales lo siguiente, a cuenta de la estúpida profanación de la capilla de la Autónoma: "No me gusta que profanen capillas. Ni a personas quitándoles su dignidad. Para quienes tenemos fe, en ambos sitios está Dios. Por ambos habría que escandalizarse".
El papel del católico es el de denunciar las injusticias, estén donde estén, y trabajar por un mundo más justo. Y eso puede hacerse desde cualquier parámetro ideológico, siempre que se respeten la ley y la convivencia. La encuesta de Vida Nueva nos demuestra que, más allá de los prejuicios y la dinámica del blanco-negro, bueno-malo, los católicos son, como no podía ser de otra manera, ciudadanos. Y que se comportan como tales. También a la hora de ejercer el voto. Libre y responsablemente.
Jesús Bastante

Francisco sostiene que la gran mayoría de los matrimonios sacramentales "son nulos"

El Papa ha señalado que una gran mayoría de los matrimonios sacramentales "son nulos" mientras que ha advertido a los jóvenes de que no deben casarse solo porque dejaron a la "chica embarazada".
Francisco ha hecho estas declaraciones este jueves durante la apertura de un congreso diocesano en Roma (Italia), al responder a preguntas de un laico que se refirió a la crisis matrimonial y culpó a la "cultura de lo provisorio" de dañar la vida matrimonial.
Francisco ha señalado que casarse sólo por el embarazo no se debe hacer "porque tal vez no son libres". En este sentido, ha invitado a esperar. "He visto parejas que luego de dos o tres años se han casado y yo los he visto entrar a la iglesia: papá, mamá, con el niño de la mano, pero sabían bien lo que hacían", ha lamentado.
"La crisis del matrimonio es porque no se sabe qué cosa es el sacramento, la belleza del sacramento. No se sabe que es indisoluble, no se sabe que es para toda la vida", ha advertido.
El pontífice ha señalado "la importancia que se debe dar a la preparación para el matrimonio" y ha señalado que la "cultura de lo provisional" es un fenómeno que no solo afecta la vocación al matrimonio, sino también a la "vida sacerdotal y religiosa".

Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura.

Evangelio según San Mateo 6,24-34.
Dijo Jesús a sus discípulos: 
Nadie puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero. 
Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir. ¿No vale acaso más la vida que la comida y el cuerpo más que el vestido? 
Miren los pájaros del cielo: ellos no siembran ni cosechan, ni acumulan en graneros, y sin embargo, el Padre que está en el cielo los alimenta. ¿No valen ustedes acaso más que ellos? 
¿Quién de ustedes, por mucho que se inquiete, puede añadir un solo instante al tiempo de su vida? 
¿Y por qué se inquietan por el vestido? Miren los lirios del campo, cómo van creciendo sin fatigarse ni tejer. 
Yo les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos. 
Si Dios viste así la hierba de los campos, que hoy existe y mañana será echada al fuego, ¡cuánto más hará por ustedes, hombres de poca fe! 
No se inquieten entonces, diciendo: '¿Qué comeremos, qué beberemos, o con qué nos vestiremos?'. 
Son los paganos los que van detrás de estas cosas. El Padre que está en el cielo sabe bien que ustedes las necesitan. 
Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura. 
No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción.

Papa Francisco: Iglesia y laicos en salida, misericordia y servicio a familia y vida

Laicos, familia y vida. «Iglesia en salida – laicado en salida», mirando con renovada esperanza al futuro y dando gracias al Señor por el servicio y apostolado desarrollado en casi medio siglo, cumpliendo el mandato del Concilio Vaticano II. Son algunas de las exhortaciones del Papa Francisco, al recibir a los participantes en la Plenaria del Pontificio Consejo para los Laicos.
Con su cordial bienvenida, el Papa recordó que, como ya anunció, este Consejo «asumirá una nueva fisonomía. Se trata de la conclusión de una etapa importante y de la apertura de una nueva, para el Dicasterio de la Curia Romana, que ha acompañado la vida, la maduración y las transformaciones del laicado católico, desde el Concilio Vaticano II hasta hoy».
Destacando el importante servicio desarrollado por el Dicasterio - que el beato Pablo VI no dudó en calificar como «uno de los mejores frutos del Concilio Vaticano II» -  el Papa Bergoglio se refirió, entre otros importantes logros, al acompañamiento de tantos movimientos y comunidades nuevas con gran impulso misionero, al papel de la mujer en la Iglesia, a las Jornadas Mundiales de la Juventud, que creó san Juan Pablo II. Y, agradeciendo al Señor por los abundantes frutos recibidos, exhortó a acoger con esperanza la reforma de la Curia Romana:
«A la luz del camino recorrido, es hora de mirar nuevamente con esperanza al futuro. Queda aún mucho por hacer, ampliando los horizontes y recogiendo los nuevos desafíos que la realidad nos presenta. De aquí nace el proyecto de reforma de la Curia, en particular la unión de vuestro Dicasterio con el Pontificio Consejo para la Familia, en conexión con la Academia para la Vida. Los invito, por lo tanto a acoger esta reforma, que los verá implicados, como signo de valorización y de estima por el trabajo que desarrollan y como signo de renovada confianza en la vocación y misión de los laicos en la Iglesia de hoy. El nuevo Dicasterio que nacerá tendrá como ‘timón’, para proseguir su navegación, por un lado la Christifideles laici y, por otro, la Evangelii gaudium y la Amoris laetitia, teniendo como campos privilegiados de trabajo la familia y la defensa de la vida».
«En este particular momento histórico y en el contexto del Jubileo de la Misericordia, la Iglesia está llamada a tomar cada vez más conciencia de la necesidad de ser «la casa paterna donde hay lugar para cada uno con su vida a cuestas» (Exhortación Apostólica Evangelii gaudium, 47). De ser Iglesia en permanente salida, ‘comunidad evangelizadora’, que sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos» (ibid 24)», reiteró el Papa Francisco, con una propuesta:
«Quisiera proponerles, como horizonte de referencia para su futuro inmediato, un binomio que se podría formular así: ‘Iglesia en salida – laicado en salida’. Así pues, también ustedes levanten la mirada, miren ‘fuera’, a los muchos ‘lejanos’ de nuestro mundo, a las tantas familias en dificultad y necesitadas de misericordia, a los tantos campos de apostolado aún por explorar, a los numerosos laicos con corazón bueno y generosos, que con gusto pondrían al servicio del Evangelio, sus energías, su tiempo, sus capacidades, si se les implicara, valorizara y acompañara con afecto y dedición, de parte de los pastores y de las instituciones eclesiásticas. Tenemos necesidad de laicos bien formados, animados por una fe escueta y límpida, cuya vida ha sido tocada por el encuentro personal y misericordioso con el amor de Cristo Jesús».
«Es el momento en que los jóvenes tienen necesidad de los sueños de los ancianos: en esta cultura del descarte, no nos acostumbremos a descartar a los ancianos. Animémoslos para que sueñen, para que como dice el profeta Joel, tengan sueños, aquella capacidad de soñar que nos dé la fuerza de nuevas visiones apostólicas», pidió el Obispo de Roma.
Y, renovando su agradecimiento, el Papa Francisco los alentó a abrirse «con docilidad y humildad a las novedades de Dios», «como hizo María, nuestra madre y maestra en la fe».
(CdM – RV)
(from Vatican Radio)