sábado, 26 de diciembre de 2015

SEÑOR, HAZ BRILLAR TU ROSTRO SOBRE TU SIERVO


Del Salmo 30:
 A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
Tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirígeme y guíame.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
A tus manos encomiendo mi espíritu:
Tú, el Dios leal, me librarás.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción.
A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu
Líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu Rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.

A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

EL QUE PERSEVERE HASTA EL FINAL SE SALVARÁ

Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,17-22):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles.

Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.

Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi Nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»

Palabra del Señor

El arzobispo de Canterbury advierte que el Estado Islámico quiere "eliminar" el Cristianismo

"Está encendiendo un sendero de miedo, violencia, odio y opresión"
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra, advirtió hoy de que el Cristianismo se enfrenta a la "eliminación" en Oriente Medio, a manos del grupo terrorista Estado Islámico (EI), en su sermón de Navidad.
El reverendo, líder espiritual de 85 millones de anglicanos en todo el mundo, alertó de que el EI "está encendiendo un sendero de miedo, violencia, odio y opresión", y se refirió a la organización yihadista como "el Herodes de hoy".
"Confiados en que estos son los últimos días,empleando la fuerza y una crueldad indescriptible, el EI parece dar la bienvenida a toda oposición, seguros de que el conflicto desatado confirma que este es, de hecho, el final de los tiempos", señaló el religioso en su sermón en la Catedral de Canterbury.
El arzobispo remarcó que el EI "odia la diferencia, bien si son los musulmanes los que piensan de forma diferente, los yazidíes o cristianos, y por ellos los cristianos se enfrentan a la eliminación en la misma región en la que se originó la fe cristiana".
"A todos aquellos que han sido o están siendo deshumanizados por la tiranía y la crueldad de un Herodes o un EI, un Herodes de hoy, el juicio de Dios llega en forma de buenas noticias porque promete justicia", agregó en su mensaje.

(RD/Agencias)

Madre Teresa, ¿santa en Calcuta? Los obispos indios piden al Papa que celebre la canonización en el subcontinente

El Gobierno de Nueva Delhi invitará oficialmente a Francisco a visitar el país a mediados de enero

La "santa de los pobres" quiere serlo, además, entre los pobres.Madre Teresa de Calcuta, que será canonizada por el Papa Francisco el próximo mes de septiembre, en uno de los actos más emocionantes que se prevén del Año de la Misericordia, podría ser elevada a los altares en una ceremonia presidida por el Pontífice allí donde llevó a cabo su obra, y sus milagros: en los mismísimos slums de Calcuta.

El rumor es, en realidad, un deseo de todos los católicos del subcontinente indio, y también de la Conferencia Episcopal del país, que de acuerdo con las Misioneras de la Caridad, ya ha escrito una misiva al Santo Padre invitándole a visitar la India en septiembre de 2016, y presidir allí la canonización de Madre Teresa.
La noticia ha sido confirmada por Sunil Lucas, presidente de la Asociación de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación: "Si el Papa hace el viaje, será un merecido homenaje a la Madre Teresa. Ella no es una santa que pertenece al pasdo. Madre Teresa vivió y trabajó en Calcuta, y se mantiene viva en los corazones de la gente de la ciudad y el resto de la India".
"Sería ideal que la canonización se celebrara en Calcuta, en lugar del Vaticano. Sólo así la ciudad tendrá la oportunidad de celebrar la santidad de la Madre, y desempeñar un papel en ella, en lugar de ver la ceremonia por televisión". La posibilidad es real y, de hecho, el Gobierno de Nueva Delhi invitará formalmente al Papa a visitar el país a mediados de enero.

De aceptar el reto, el simbolismo sería innegable: el Papa de la misericordia canonizando a la santa de los pobres en mitad de uno de los rincones con mayor miseria de la Tierra. Un auténtico aldabonazo a despertar las conciencias del mundo rico, como ya hiciera en vida Madre Teresa, y como se empeña en repetir una y otra vez Bergoglio.
Jesús Bastante

La Natividad del Señor. San León Magno


Hoy, queridos hermanos, ha nacido nuestro Salvador; alegrémonos. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.
Nadie tiene por qué sentirse alejado de la participación de semejante gozo, a todos es común la razón para el júbilo: porque nuestro Señor, destructor del pecado y de la muerte, como no ha encontrado a nadie libre de culpa, ha venido para liberarnos a todos. Alégrese el santo, puesto que se acerca a la victoria; regocíjese el pecador, puesto que se le invita al perdón; anímese el gentil, ya que se le llama a la vida.
Pues el Hijo de Dios, al cumplirse la plenitud de los tiempos, establecidos por los inescrutables y supremos designios divinos, asumió la naturaleza del género humano para reconciliarla con su Creador, de modo que el demonio, autor de la muerte, se viera vencido por la misma naturaleza gracias a la cual había vencido.
Por eso, cuando nace el Señor, los ángeles cantan jubilosos: Gloria a Dios en el cielo, y anuncian: y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Pues están viendo cómo la Jerusalén celestial se construye con gentes de todo el mundo; ¿cómo, pues, no habrá de alegrarse la humildad de los hombres con tan sublime acción de la piedad divina, cuando tanto se entusiasma la sublimidad de los ángeles?
Demos, por tanto, queridos hermanos, gracias a Dios Padre por medio de su Hijo, en el Espíritu Santo, puesto que se apiadó de nosotros a causa de la inmensa misericordia con que nos amó; estando nosotros muertos por los pecados; nos ha hecho vivir con Cristo, para que gracias a él fuésemos una nueva criatura, una nueva creación.
Despojémonos, por tanto, del hombre viejo con todas sus obras y, ya que hemos recibido la participación de la generación de Cristo, renunciemos a las obras de la carne.
Reconoce, cristiano, tu dignidad y, puesto que has sido hecho partícipe de la naturaleza divina, no pienses en volver con un comportamiento indigno a las antiguas vilezas. Piensa de qué cabeza y de qué cuerpo eres miembro. No olvides que fuiste liberado del poder de las tinieblas y trasladado a la luz y al reino de Dios.

Gracias al sacramento del bautismo te has convertido en templo del Espíritu Santo; no se te ocurra ahuyentar con tus malas acciones a tan noble huésped, ni volver a someterte a la servidumbre del demonio: porque tu precio es la sangre de Cristo.
De los sermones de san León Magno, papa
(Sermón 1 en la Natividad del Señor, 1-3: PI. 54,190-193)
Fuente: News va.

El patriarca de Jerusalén pide por "los millones de refugiados que viven en campamentos y chabolas"

Twal preside la Misa del Gallo en Belén entre fuertes medidas de seguridad.


Recuerda a "los propietarios de casas demolidas en Jerusalén y las tierras confiscadas en Palestina"

El patriarca latino de Jerusalén, Fuad Twal, recordó a los refugiados del mundo y pidió misericordia para ellos en su tradicional homilía de Nochebuena en la ciudad de Belén, durante un servicio en el que participaron el presidente palestino Mahmud Abás y el primer ministro Rami Hamdala.
"Nuestros corazones están con los millones de refugiados que viven en campamentos y chabolas, sufriendo por el frío penetrante; las personas que huyen de las zonas de conflicto, muchos están a la deriva en la inmensidad de sus aguas a bordo de frágiles embarcaciones, y el mar convirtiéndose en un cementerio colectivo", dijo Twal.
El arzobispo, que dirigió la Misa del Galloantes miles de palestinos cristianos y peregrinos de todo el mundo llegados especialmente a la cuna del cristianismo, recordó que "en el pasado reciente, ha habido muchos incidentes desgarradores por todo el mundo".
"Estamos tristes de decir que hemos perdido nuestra humanidad y los valores espirituales, la religión se ha convertido en un motivo para matar en nombre de Dios, en vez de ser una motivación para la empatía y la fraternidad. En estos días y el tiempo, sufrimos de falta de compasión en nuestros corazones - como si la venida de Jesucristo y el mensaje de la Navidad fueron en vano".
Por ello, insistió en el mensaje del papa Francisco de dedicar el año 2016 a "meditar sobre la misericordia divina en todas sus dimensiones" y anunció la dedicación de una de las puertas de la Iglesia de Santa Catalina, adyacente a la Basílica de la Natividad, como Puerta de la misericordia, "confiando en que muchos peregrinos y fieles pasarán a través de él durante este año jubilar".

"La misericordia debe incluir a todas las personas cercanas y lejanas, personas a las que nos gusta y disgusta", subrayó Twal para quien es "fácil de mostrar misericordia a aquellos con los que estamos relacionados por la sangre, el parentesco, la religión y la raza".
"Sin embargo, es difícil extender la relación para incluir a los presos pobres y marginados, a los prisioneros y a las víctimas de la violencia y el terrorismo en Palestina y en nuestros países vecinos", señaló en alusión a los conflictos en la región y al que enfrenta a palestinos e israelíes.
En la ola de violencia que sacude la región desde octubre han muerto al menos 135 palestinos, más de la mitad en ataques o supuestos ataques contra israelíes, que han dejado 24 personas muertas entre estos últimos.
Dentro de este espíritu de misericordia, mencionó que "pensamos en los propietarios de casas demolidas en Jerusalén y las tierras confiscadas en Palestina, los afectados por los castigos colectivos y de los niños y jóvenes privados de un futuro brillante".
Y exhortando a la calma agregó que "también pensamos en las víctimas de todas las formas de terrorismo en todas partes. No importa quiénes son y de dónde vienen, estas personas son todos nuestros hermanos y hermanas en la humanidad".

Donde nace Dios, nace la paz y no hay lugar para odio ni guerra: Mensaje Urbi et Orbi

Queridos hermanos y hermanas, feliz Navidad.
Cristo nos ha nacido, exultemos en el día de nuestra salvación.
Abramos nuestros corazones para recibir la gracia de este día, que es Él mismo: Jesús es el «día» luminoso que surgió en el horizonte de la humanidad. El día de la misericordia, en el cual Dios Padre ha revelado a la humanidad su inmensa ternura. Día de luz que disipa las tinieblas del miedo y de la angustia. Día de paz, en el que es posible encontrarse, dialogar, sobre todo, reconciliarse. Día de alegría: una «gran alegría» para los pequeños y los humildes, para todo el pueblo (cf. Lc 2,10).
En este día, ha nacido de la Virgen María Jesús, el Salvador. El pesebre nos muestra la «señal» que Dios nos ha dado: «un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre» (Lc 2,12). Como los pastores de Belén, también nosotros vamos a ver esta señal, este acontecimiento que cada año se renueva en la Iglesia. La Navidad es un acontecimiento que se renueva en cada familia, en cada parroquia, en cada comunidad que acoge el amor de Dios encarnado en Jesucristo. Como María, la Iglesia muestra a todos la «señal» de Dios: el niño que ella ha llevado en su seno y ha dado a luz, pero que es el Hijo del Altísimo, porque «proviene del Espíritu Santo» (Mt 1,20). Por eso es el Salvador, porque es el Cordero de Dios que toma sobre sí el pecado del mundo (cf. Jn 1,29). Junto a los pastores, postrémonos ante el Cordero, adoremos la Bondad de Dios hecha carne, y dejemos que las lágrimas del arrepentimiento llenen nuestros ojos y laven nuestro corazón.
Sólo Él, sólo Él nos puede salvar. Sólo la misericordia de Dios puede liberar a la humanidad de tantas formas de mal, a veces monstruosas, que el egoísmo genera en ella. La gracia de Dios puede convertir los corazones y abrir nuevas perspectivas para realidades humanamente insuperables.
Donde nace Dios, nace la esperanza. Donde nace Dios, nace la paz. Y donde nace la paz, no hay lugar para el odio ni para la guerra. Sin embargo, precisamente allí donde el Hijo de Dios vino al mundo, continúan las tensiones y las violencias y la paz queda como un don que se debe pedir y construir. Que los israelíes y palestinos puedan retomar el diálogo directo y alcanzar un entendimiento que permita a los dos pueblos convivir en armonía, superando un conflicto que les enfrenta desde hace tanto tiempo, con graves consecuencias para toda la región.
Pidamos al Señor que el acuerdo alcanzado en el seno de las Naciones Unidas logre cuanto antes acallar el fragor de las armas en Siria y remediar la gravísima situación humanitaria de la población extenuada. Es igualmente urgente que el acuerdo sobre Libia encuentre el apoyo de todos, para que se superen las graves divisiones y violencias que afligen el país. Que toda la Comunidad internacional ponga su atención de manera unánime en que cesen las atrocidades que, tanto en estos países como también en Irak, Yemen y en el África subsahariana, causan todavía numerosas víctimas, provocan enormes sufrimientos y no respetan ni siquiera el patrimonio histórico y cultural de pueblos enteros. Quiero recordar también a cuantos han sido golpeados por los atroces actos terroristas, particularmente en las recientes masacres sucedidas en los cielos de Egipto, en Beirut, París, Bamako y Túnez.
Que el Niño Jesús les dé consuelo y fuerza a nuestros hermanos, perseguidos por causa de su fe en distintas partes del mundo.
Pidamos Paz y concordia para las queridas poblaciones de la República Democrática del Congo, de Burundi y del Sudán del Sur para que, mediante el diálogo, se refuerce el compromiso común en vista de la edificación de sociedades civiles animadas por un sincero espíritu de reconciliación y de comprensión recíproca.
Que la Navidad lleve la verdadera paz también a Ucrania, ofrezca alivio a quienes padecen las consecuencias del conflicto e inspire la voluntad de llevar a término los acuerdos tomados, para restablecer la concordia en todo el país.
Que la alegría de este día ilumine los esfuerzos del pueblo colombiano para que, animado por la esperanza, continúe buscando con tesón la anhelada paz.
Donde nace Dios, nace la esperanza¸ y donde nace la esperanza, las personas encuentran la dignidad. Sin embargo, todavía hoy muchos hombres y mujeres son privados de su dignidad humana y, como el Niño Jesús, sufren el frío, la pobreza y el rechazo de los hombres. Que hoy llegue nuestra cercanía a los más indefensos, sobre todo a los niños soldado, a las mujeres que padecen violencia, a las víctimas de la trata de personas y del narcotráfico.
Que no falte nuestro consuelo a cuantos huyen de la miseria y de la guerra, viajando en condiciones muchas veces inhumanas y con serio peligro de su vida. Que sean recompensados con abundantes bendiciones todos aquellos, personas privadas o Estados, que trabajan con generosidad para socorrer y acoger a los numerosos emigrantes y refugiados, ayudándoles a construir un futuro digno para ellos y para sus seres queridos, y a integrarse dentro de las sociedades que los reciben.
Que en este día de fiesta, el Señor vuelva a dar esperanza a cuantos no tienen trabajo, que son muchos, y sostenga el compromiso de quienes tienen responsabilidades públicas en el campo político y económico para que se empeñen en buscar el bien común y tutelar la dignidad toda vida humana.
Donde nace Dios, florece la misericordia. Este es el don más precioso que Dios nos da, particularmente en este año jubilar, en el que estamos llamados a descubrir la ternura que nuestro Padre celestial tiene con cada uno de nosotros. Que el Señor conceda, especialmente a los presos, la experiencia de su amor misericordioso que sana las heridas y vence el mal.
Y de este modo, hoy todos juntos exultemos en el día de nuestra salvación. Contemplando el portal de Belén, fijemos la mirada en los brazos de Jesús que nos muestran el abrazo misericordioso de Dios, mientras escuchamos el gemido del Niño que nos susurra: «Por mis hermanos y compañeros voy a decir: “La paz contigo”» (Sal 121 [122], 8).
Después del mensaje Urbi et Orbi el Papa dedicó unas palabras a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y a los que le siguieron por los medios de comunicación:
A ustedes, queridos hermanos y hermanas, llegados de diferentes partes del mundo en esta Plaza, y a los que desde diversos países están conectados con la radio, la televisión y los otros medios de comunicación, les envío mi cordial felicitación.
Es la Navidad del Año Santo de la Misericordia, por eso deseo a todo que puedan acoger en su propia vida la misericordia de Dios, que Jesucristo nos ha donado, por ser misericordiosos con nuestros hermanos. ¡Así haremos crecer la paz!

¡Feliz Navidad!