jueves, 30 de junio de 2016

30 de junio: Protomártires de la Iglesia Romana


Tanto el historiador pagano Tácito, en su obra Annales o Historiae –el primero de sus dos principales trabajos: la historia del Imperio romano desde el 69 hasta el asesinato del emperador Domiciano en el 96–, como el Papa Clemente, en su Carta a los Corintios, testifican que muchos cristianos sufrieron martirio en medio de indecibles tormentos con la persecución desencadenada por el emperador Nerón después del incendio de Roma, en el año 64.
En ese verano hubo en la Ciudad que llaman Eterna un pavoroso incendio, posiblemente el mayor que ha conocido Roma a lo largo de su historia, a pesar de ser tan larga y de tanta guerra y saqueo, porque, según cuentan lenguas, aquel no fue ocasional, ni bélico; se debió al desenfrenado deseo lúdico de la maldad del loco que se hacía llamar dios y deseaba tener motivo de inspiración poética digna de dioses.
Luego, para acallar los rumores populares y los ayes de la desgracia, desvió la responsabilidad soberana haciendo que las miradas se fijasen en una casta suficientemente odiada por el pueblo por sus desmesurados excesos, llamada vulgarmente como los cristianos.
El historiador pagano de los Anales refiere que «el autor de este nombre fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea; y aunque por entonces se reprimió algún tanto aquella perniciosa superstición, tornaba otra vez a reverdecer, no solamente en Judea, origen de este mal, sino también en Roma».
«Fueron, pues, detenidos al principio los que profesaban públicamente esta religión, y después, por delaciones de aquellos, una multitud infinita, no tanto por el delito del incendio que se les imputaba, como por hallarse convictos de aborrecimiento al género humano. Añadióse a la justicia que se hizo de estos la burla y escarnio con que se les daba la muerte».
«A unos vestían de pellejos de fieras, para que de esta manera los despedazasen los perros; a otros ponían en cruces; a otros echaban sobre grandes rimeros de leña a los que pegaban fuego para que, ardiendo con ellos, sirviesen de alumbrar en las tinieblas de la noche».
Así se cuentan los hechos que hicieron tantos mártires cristianos anónimos, desconocidos. Aunque seguramente la mayor parte eran gente humilde, del pueblo, no es improbable que también se contaran importantes políticos, militares o ricos. No se sabe. Cierto es que Nerón empezó a castigar a los culpados de ser cristianos con todas las exquisiteces de tormentos inventadas hasta el momento. Y hasta es posible que la estupidez humana adquiriera cotas tan altas que justificara aquello como bueno. Fue por estos tiempos por los que testificaron al máximo el amor a Cristo Pedro y Pablo.
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LA LEY DEL SEÑOR ES PERFECTA



Del Salmo 18:

 Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. 

Los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos
News. Va

¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'?




Evangelio según San Mateo 9,1-8. 

Jesús subió a la barca, atravesó el lago y regresó a su ciudad.

Entonces le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver la fe de esos hombres, Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados". 

Algunos escribas pensaron: "Este hombre blasfema". 

Jesús, leyendo sus pensamientos, les dijo: "¿Por qué piensan mal? 


¿Qué es más fácil decir: 'Tus pecados te son perdonados', o 'Levántate y camina'? 

Para que ustedes sepan que el Hijo del hombre tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados -dijo al paralítico- levántate, toma tu camilla y vete a tu casa". 


El se levantó y se fue a su casa.


Al ver esto, la multitud quedó atemorizada y glorificaba a Dios por haber dado semejante poder a los hombres. 

Dolor de Papa Francisco por el atentado de Turquía, “Que el Señor convierta los corazones de los violentos”

 Queridos hermanos y hermanas,
ayer por la noche, en Estambul, se llevó a cabo un atroz ataque terrorista que ha matado y herido a muchas personas. Recemos por las víctimas, por los familiares y por el querido pueblo turco. Que el Señor convierta los corazones de los violentos y sostenga nuestros pasos sobre la vía de la paz.  Recemos todos en silencio. Ave María (…)
Se ha concluido hace poco en Roma, la Conferencia Internacional sobre las inversiones responsables de impacto social, titulada: “Hacer del Año de la Misericordia un acto de impacto para los pobres”. Que puedan las inversiones privadas, junto con aquellas públicas, favorecer a la superación de la pobreza de tantas personas marginadas.
Dirijo un cordial saludo a todos ustedes, familias, grupos parroquiales, asociaciones y fieles individuales provenientes de Italia y de tantas partes del mundo, especialmente de España, de Ucrania y de China. Saludo a los estudiantes de las escuelas católicas de Londres y de los Estados Unidos de América, y las Hermanas USMI de Lombardía.
Mi saludo de hoy va sobre todo para los fieles de Roma, ¡en la fiesta de los Santos Pedro y Pablo, Patronos de la Ciudad! Por esta ocasión la asociación “Pro Loco” de Roma ha promovido la tradicional “Infiorata”, -alfombra de flores- realizada por diversos artistas y por los voluntarios del Servicio Civil. ¡Gracias por esta iniciativa y por las bellas representaciones florales! También deseo recordar el espectáculo pirotécnico que tendrá lugar esta noche en la Plaza del Pueblo, cuya recaudación irá destinada a apoyar obras de caridad en Tierra Santa y en los Países de Medio Oriente.
 A todos les deseo una buena fiesta. La fiesta de los patronos de Roma. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(Mónica Zorita- Radio Vaticano)
(from Vatican Radio)

Pedro y Pablo mensajeros aún hoy de la misericordia y paz de Jesús, dijo el Papa y encomendó al mundo a María, antes del rezo del Ángelus

«Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!
Celebramos hoy la fiesta de los santos Apóstoles Pedro y Pablo, alabando a Dios por su predicación y su testimonio. Sobre la fe de estos dos Apóstoles se funda la Iglesia de Roma, que desde siempre los venera como patronos. Sin embargo, es toda la Iglesia universal la que mira hacia ellos con admiración, considerándolos dos columnas y dos grandes luces que brillan, no sólo en el cielo de Roma, sino en el corazón de los creyentes de Oriente y de Occidente.
En la narración de la misión de los Apóstoles, el Evangelio nos dice que Jesús los envió de dos en dos (cfr Mt 10,1 – Lc 10,1). En cierto sentido, también Pedro y Pablo, desde Tierra Santa, fueron enviados hasta Roma, para predicar el Evangelio. Eran dos hombres muy distintos entre sí: Pedro «un humilde pescador». Pablo «maestro y doctor», como reza la liturgia de hoy. Pero si aquí en Roma conocemos a Jesús, si la fe cristiana es parte viva y fundamental del patrimonio espiritual y de la cultura de este territorio, se debe al coraje apostólico de estos dos hijos del Cercano Oriente. Ellos, por amor de Cristo, dejaron su patria y descuidando las dificultades del largo viaje y de los riesgos y de la desconfianza que habían de encontrar, llegaron a Roma. Aquí se hicieron anunciadores y testigos del Evangelio entre la gente y sellaron con el martirio su misión de fe y caridad.
Pedro y Pablo vuelven hoy idealmente entre nosotros, vuelven a recorrer las calles de esta Ciudad, llaman a la puerta de nuestras casas, pero sobre todo de nuestros corazones. Quieren volver a traer a Jesús, su amor misericordioso, su consolación, su paz ¡Tenemos tanta necesidad de ello! ¡Acojamos su mensaje! ¡Atesoremos su testimonio! La fe escueta y firme de Pedro, el corazón grande y universal de Pablo nos ayudarán a ser cristianos alegres, fieles al Evangelio y abiertos al encuentro con todos.
Durante la Santa Misa, en la Basílica de San Pedro, esta mañana, he bendecido los Palios de los Arzobispos Metropolitanos nombrados en el último año, provenientes de diversos países. Renuevo mi saludo y les deseo a ellos, a sus familiares y a cuantos los han acompañado en esta peregrinación. Y los aliento a proseguir con alegría su misión al servicio del Evangelio, en comunión con toda la Iglesia y en especial con la Sede de Pedro, como expresa precisamente el signo del Palio.
En la misma celebración, he acogido con alegría y afecto a los Miembros de la Delegación llegada a Roma en nombre del Patriarca Ecuménico, el queridísimo hermano Bartolomé. También esta presencia es signo de los fraternos lazos que existen entre nuestras Iglesias. Oremos para que se refuercen cada vez más los vínculos de comunión y el testimonio común.
A la Virgen María, Salus Populi Romani, encomendamos hoy al mundo entero, y, en particular esta ciudad de Roma, para que pueda encontrar siempre en los valores espirituales y morales que la enriquecen el fundamento de su vida social y de su misión en Italia, en Europa y en el mundo».
(Traducción del italiano: Cecilia de Malak – RV)
(from Vatican Radio)