viernes, 7 de abril de 2017

Hacia una catequesis más experiencial



La catequesis que queremos en Madrid es el lema del Encuentro Diocesano de Catequistas que se celebra este sábado, «un encuentro ineludible, porque los catequistas son enviados cada año para llevar a cabo la labor de enseñar la fe, que es un ministerio del propio obispo que delega en ellos», afirma Manuel Bru, delegado de Catequesis.
El encuentro, que tendrá lugar en la parroquia San Juan de la Cruz a partir de las 10 horas, servirá para dar a conocer cómo va el proceso de renovación de la catequesis que el cardenal Osoro pidió a la delegación. Un equipo de expertos se está replanteando, con las aportaciones del equipo de coordinadores de las vicarías, los objetivos, los procesos, los itinerarios y métodos, y los materiales de la catequesis, y aunque el trabajo está en su primera fase y aún no hay decisiones concretas, ya pueden conocer algunas claves. Manuel Bru destaca tres: la catequesis que se quiere realizar en la diócesis «debe llevar a la experiencia de Dios, que no sea solo de contenidos, ni solo de valores; se trata de buscar la experiencia personal y comunitaria de Dios. Porque muchos niños y jóvenes vienen de una vida pagana, de desconocimiento del Señor, y hay que suscitar en ellos el primer despertar religioso». En este sentido, el delegado subraya que «la catequesis tiene mucho de enseñanza, pero tiene más de acompañamiento y de testimonio. Y lo que tiene de enseñanza no es para transmitir conocimientos solo, sino sobre todo para vivir una vida cristiana».
Un segundo objetivo es «buscar una catequesis más pegada al año litúrgico, y que entre en el misterio de la celebración», explica. Y el tercer aspecto es «trabajar en la madurez de la persona, desarrollar una catequesis que haga personas más maduras, que acompaña la experiencia humana» de los catecúmenos.
Trabajo con los padres
El encuentro comenzará con una oración y predicación del cardenal Osoro y la proyección de un video sobre el Jubileo de los catequistas en el Año de la Misericordia. Seguirá una mesa redonda con Manuel Bru, el profesor de San Dámaso Juan Carlos Carvajal, el director de la revista Catequistas, Álvaro Ginel, y el director del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y Catequéticas San Pío X, José María Pérez. El acto concluirá con un diálogo abierto con el cardenal arzobispo y los ponentes.
El delegado de Catequesis manifiesta también que en el horizonte del proceso de renovación hay algunos desafíos, como «el trabajo con los padres de los niños que van a catequesis, con la mirada puesta a la situación familiar de muchos de ellos»; o la experiencia de Oratorio de Niños Pequeños, un método que aúna oración, cantos, formación, Escritura, diálogo y presencia eucarística, y que «tan buen resultado está dando» para acercar a los más pequeños a Jesús. E insiste asimismo en la necesidad de «cambiar el lenguaje y no hablar de catequesis de Primera Comunión o de Confirmación, sino hablar de Iniciación cristiana; porque nos tenemos que quitar la idea de que la catequesis es una convocatoria para obtener una especie de diploma, lo que al final repercute en que quien lo consigue, ya no vuelve…».
Aunque de momento no hay decisiones concretas, «estamos pensando cómo se puede llevar todo esto a la práctica, porque las claves las tenemos claras».
Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Alfa y Omega

"No hay un solo cristiano en todo Marruecos que no sufra"

Los cristianos marroquíes han salido de la clandestinidad en la que viven y a cara descubierta han planteado oficialmente sus demandas: reclaman derecho a un nombre cristiano, a rezar en una iglesia y a ser enterrados fuera de un cementerio musulmán.
Ahora hasta se atreven a recibir en grupo a los periodistas en un café de Mohamedía (entre Casablanca y Rabat), frente a una iglesia a la que no pueden entrar porque las iglesias de Marruecos, construidas durante la colonización francesa y española, están vetadas a los marroquíes, y la policía las vigila discretamente para que así sea.
Las leyes marroquíes consideran a todo ciudadano por defecto como musulmán, salvo un estatus especial concedido a la exigua comunidad judía, lo que significa que los matrimonios los oficia un juez musulmán, las escuelas imparten obligatoriamente la Educación Islámica y la infracción del ayuno en Ramadán está castigada, entre otros muchos detalles.
La identidad musulmana va tan unida a la marroquí que los cristianos cuentan que les es muy difícil ser aceptados como tales entre sus familiares y vecinos: "Antes aceptan a un criminal que a un cristiano", dice Zoheir.
Mustafa explica, por ejemplo, cómo en su trabajo en una oficina del Estado le "hicieron el vacío desde que supieron que era cristiano, y evitan acercarse" a él; o Hanán reconoce que ella tuvo que mudarse a Casablanca ante la incomprensión encontrada en su entorno en su Tarudant natal.
Y pese a todo, aseguran que son "miles" los cristianos -casi todos evangélicos-, que existen en comunidades en todas las grandes ciudades y aun en muchos pueblos, y que se las arreglan para reunirse clandestinamente y practicar juntos su religión, "trayendo del extranjero biblias de contrabando, como si fueran hachís o cocaína", bromea Zoheir.
Como tienen prohibido entrar en las iglesias, se reúnen en casas particulares, en salas de fiesta o en acampadas fuera de las ciudades, pero "siempre con miedo a que aparezca un funcionario o la policía y nos detenga", dice Hanán.
Sin embargo, la misma Hanán reconoce que las detenciones ya no son habituales, pero solo desde hace tres años: en 2013, un joven de un pueblo del norte marroquí que se había convertido al cristianismo escuchando unos programas de radio fue condenado a dos años y medio de cárcel, pero el escándalo internacional fue mayúsculo y en el juicio en apelación quedó absuelto.
Hay un artículo en el Código Penal que pende sobre los cristianos: condena a tres años de cárcel a quien "trate de quebrantar la fe de un musulmán", y aunque se refiere claramente a las acciones de proselitismo, se ha usado de forma abusiva para castigar a todo marroquí que practique otra fe distinta al islam.
Los cristianos que estos días han salido a la luz ponen mucho cuidado en desmarcarse de toda actividad de evangelización o proselitismo, pero son evasivos a la hora de explicar cómo su fe crece en adeptos, aparte de reconocer que "ocasionalmente" suministran materiales (libros, aparatos de radio) a aquellos correligionarios que viven en lugares aislados.
Además, ponen énfasis en que ellos forman "una iglesia marroquí", que su lengua es el árabe dialectal -se empeñan en no usar el francés ni en las entrevistas- y que no tienen relación orgánica con movimientos cristianos extranjeros, algo muy sensible en la cultura marroquí.
"Lo habitual es que seamos tratados de agentes, espías o traidores, y nos cuesta mucho convencer a nuestros paisanos de que somos tan marroquíes y tan patriotas como ellos", dice Zoheir.
Hartos de tanta incomprensión y animados por algunas señales que aseguran haber observado en discursos del rey Mohamed VI y hasta del ministro de Asuntos Islámicos, han formado una Coordinadora Nacional de Cristianos Marroquíes y han presentado sus demandas ante el Consejo Nacional de Derechos Humanos, un organismo oficial y consultivo que se comprometió simplemente a estudiarlas.
Entre esas demandas, además de nombre, templo y tumba, figuran el derecho a un matrimonio civil y a una educación laica, porque, como dice Hanán: "Mi hija (de 11 años) me pregunta por qué se ve obligada a estudiar el Corán si ella es cristiana".
Zoheir, Mustafa y Hanán no se muestran especialmente optimistas, y ven los frutos de su combate en un plazo de diez o de veinte años. Por el momento, les basta con ser reconocidos en su derecho a existir.
Aunque hayan sacado la cabeza de las catacumbas, "no hay un solo cristiano en todo Marruecos que no sufra", lamenta Zoheir a la sombra de la iglesia prohibida. 
(RD/Agencias)

El Papa elige por tercera vez una cárcel para el rito del lavatorio de pies el Jueves Santo


El Papa Francisco ha elegido por tercera vez en su pontificado que el rito del lavatorio de pies previsto para el Jueves Santo, el próximo 13 de abril, tenga lugar en una cárcel, en concreto, en la Casa de Reclusión de Paliano, una localidad al sur de Roma. Según ha informado la Santa Sede será una celebración con carácter «estrictamente privado» y, por lo tanto, sin cámaras de televisión ni periodistas.
La Casa de Reclusión de Paliano es un centro penitenciario con una sección para hombres y otra para mujeres, en el que están recluidas 140 personas que han colaborado con la justicia. La filosofía de esta prisión, según Radio Vaticano, es que los detenidos pasen la mayor parte del tiempo ocupándose de labores del campo, de restauración, o en otras actividades productivas como el funcionamiento de una pizzería interna.
Es la tercera vez en el pontificado de Francisco que elige una prisión para esta ceremonia. Además, será la segunda vez que lave los pies después de que en enero de 2016 cambiara las leyes de este rito para que pudieran acceder las mujeres. Si bien, en 2013 el Papa ya había lavado los pies a dos chicas, una italiana católica y una de Serbia, musulmana, en la prisión de menores Casal del Marmo.
En 2014, Francisco lavó los pies a personas con discapacidad del Centro Santa María de la Providencia de Roma; en 2015 a reclusos de cárcel de Rebibbia y en 2016 a un grupo de refugiados en un centro de la capital italiana. En aquella ocasión el pontífice se arrodilló ante católicos, ortodoxos, musulmanes e hindúes, con una petición: «Somos hermanos y queremos vivir en paz».
200 jóvenes de Centroamérica recibirán la cruz de la JMJ
El pistoletazo de salida de las celebraciones de Semana Santa tendrá lugar con la Misa del Domingo de Ramos, el próximo 9 de abril, con la Eucaristía oficiada por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. Después de la ceremonia, cerca de 200 jóvenes de Panamá y Centroamérica, recibirán la cruz y el icono de la Virgen, símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), de manos de jóvenes polacos.
El Jueves Santo 13 de abril, el Papa presidirá la Misa Crismal a las 9:30 horas en la Basílica de San Pedro, a la que asistirán sacerdotes, cardenales y obispos de toda Italia. Como es habitual, el pontífice argentino bendecirá los óleos que se utilizarán en la administración de los principales sacramentos durante el año.
Ese mismo día por la tarde, el Obispo de Roma presidirá la Misa Vespertina de la Cena del Señor, en la que se recuerda la última cena de Jesús y lavará los pies a las doce personas elegidas, que representan a los doce apóstoles.
El Viernes Santo 14 de abril, Francisco estará presente en la celebración de la Pasión del Señor prevista a las 17,00 horas en la Basílica Vaticana, mientras que por la noche acudirá al Coliseo de Roma para presidir el Vía Crucis, las catorce estaciones que recorren desde la condena a muerte de Jesús hasta su sepultura.
Una mujer escribe las meditaciones del Via Crucis
La principal novedad de este año es que será una mujer la encargada de escribir los textos que inspiran las meditaciones, la biblista francesa Anne-Marie Pelletie, conocida por haber ganado el Premio Joseph Ratzinger en 2014. Si bien, no es la primera mujer que escribe las meditaciones de Viernes Santo, ya que en el año 2012, una pareja de esposos que iban a cumplir 60 años de casados, Danilo y Ana María Zanzucchi, fue elegida por Benedicto XVI para esta misión.
Asimismo, en el año 2011, Benedicto XVI encomendó escribir las meditaciones a Sor Maria Rita Piccione, presidenta de la Federación de Monasterios Agustinos de Italia Nuestra Señora del Buen Consejo.
El Sábado Santo, Francisco entrará en procesión a la basílica de San Pedro a oscuras portando el cirio Pascual para celebrar la Vigilia Pascual y finalmente el 27 de marzo, Domingo de Resurrección, presidirá la Misa en la Plaza de San Pedro a las 10:15 horas, tras la cual dará al mundo entero la bendición Urbi et Orbi, al mediodía, que solo se imparte en Semana Santa, Navidad y tras la elección de un Pontífice.
Espiritualidades light
El pasado año, en la primera celebración de Semana Santa, el Papa advirtió a los sacerdotes contra un «exceso de espiritualidades light» y les pidió que no se dejasen distraer por las tentaciones del mundo moderno. «Sentimos que nuestra alma anda sedienta de espiritualidad», enfatizó.
Además, durante el Via crucis de 2016, una de las etapas más importantes de la Semana Santa, que recuerda el calvario de Cristo, el Pontífice denunció con firmeza las lacras o problemas que afligen al mundo en la actualidad como los cristianos perseguidos en el mundo, la guerra o la trata de personas.
Europa Press

Francisco enseña a los jóvenes a discernir


El Papa pide jóvenes inconformistas, pero no adanistas, de los que piensan y actúan como si el mundo hubiera empezado a girar ayer
La juventud es –o debería ser– una época de grandes ideales. A ellos apela Francisco para establecer nuevos puentes de comunicación con los jóvenes, animándolos a «movilizarse por las grandes causas del mundo». El Vídeo del Papa de abril se dirige a los chicos y chicas retándolos a no conformarse con los sucedáneos que a menudo les ofrece «la moda del momento».
Lo que se necesitan son jóvenes inconformistas, lo cual es un reto también para la Iglesia, que debe aprender a escuchar sus esperanzas, preocupaciones e incluso reproches, más que ver en ellos una amenaza a la tranquilidad del orden establecido. De la sinceridad con que se trabaje este punto dependerá en gran medida el éxito de la misión, urgente de modo especial en Europa. El Viejo Continente asiste al envejecimiento de la población y al descenso de las vocaciones al matrimonio y a la vida sacerdotal y religiosa, como resultado de estilos de vida alejados de las propuestas del Evangelio. Los jóvenes van a ser cada vez menos y la Iglesia no puede permitirse el lujo de perderlos.
El Papa pide jóvenes inconformistas, pero no adanistas, de los que piensan y actúan como si el mundo hubiera empezado a girar ayer. Francisco les invita a cultivar cierto sentido histórico, a tomar conciencia de sus raíces, para desde el apego a la tradición –que no es tradicionalismo, aclara– «lanzarse con fidelidad creativa a la construcción de tiempos nuevos». Es todo un método de discernimiento lo que el Papa plantea en su mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud, que el Domingo de Ramos se celebra en las diócesis con el horizonte de la JMJ de 2019 en Panamá y del Sínodo que, en 2018, estará dedicado a los jóvenes.
Entre las propuestas del mensaje está escuchar y aprender de los ancianos, o adoptar rutinas como un examen de la propia vida al final de cada día mediante la reflexión y la oración. Todo lo cual introduce al joven en el arte de tomarse su existencia en serio. Solo entonces estará en condiciones de responder a la vocación a la que Dios le llama. Eso es, en definitiva, discernir. Enseñar a hacerlo es el gran objetivo de toda pastoral juvenil y vocacional.
Alfa y Omega

Intentaron detenerlo, pero se les escabulló de las manos


Lectura del santo Evangelio según san Juan 10,31-42

En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Él les replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: "Yo os digo: sois dioses"? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor.

Homilía del Papa: Pensar en la fidelidad de Dios

Dios siempre es fiel a su alianza: fue fiel con Abraham y a la salvación prometida en Su Hijo Jesús. Lo afirmó el Santo Padre en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta. Francisco exhortó a detenernos hoy, durante unos diez minutos, para pensar en nuestra propia historia y descubrir la belleza del amor de Dios, incluso en medio de las cosas feas, que todos conocemos en la vida.
El Pontífice desarrolló su meditación entorno a la figura Abraham, presentada por la liturgia del día. En efecto, en la Primera Lectura se narra acerca de la alianza que Dios hizo con él, a quien Jesús llama “padre”. También aludió a los fariseos, a quienes se refiere el Evangelio. De Abraham el Papa Bergoglio dijo que confía en Dios y obedece cuando es llamado a irse a otra tierra que habría recibido en herencia.
Abraham, hombre de fe, experimenta que Dios no lo había engañado
Hombre de fe y de esperanza, cree cuando se le dice que habría tenido un hijo, “a la edad de más de100 años”, con “la mujer estéril”. “Si alguien tratara de hacer una descripción de la vida de Abraham, podría decir: ‘Éste es un soñador’” – dijo el Papa – y añadió que algo de soñador tenía, pero de “aquel sueño de la esperanza”, no era un loco, y explicó:
“Puesto a la prueba, después de haber tenido el hijo, hijo muchacho, adolescente, se le pide que lo ofrezca en sacrificio: obedeció y fue contra toda esperanza. Y éste es nuestro padre Abraham, que va adelante, adelante, adelante y cuando Jesús dice que Abraham vio su día, vio a Jesús, estuvo lleno de alegría. Sí: vio en promesa eso y esa alegría de ver la plenitud de la promesa de la alianza, la alegría de ver que Dios no lo había engañado, que Dios – como hemos rezado en el Cántico litúrgico  – es siempre fiel a su alianza”.
El mismo Salmo responsorial invita a recordar las maravillas, Sus prodigios. Esto para nosotros, estirpe de Abraham, es como cuando pensamos en nuestro padre que se ha ido, y recordamos “las cosas buenas de papá” y pensamos: “Pero ¡es grande papá!”.
La promesa de Dios es hacer a Abraham padre de una multitud de naciones y él obedece
El pacto, por parte de Abraham, consiste en haber “obedecido siempre”, dijo Francisco. La promesa de Dios es convertirlo en “padre de una multitud de naciones”. “Ya no te llamarás Abram, sino Abraham” le dice el Señor. Y Abraham creyó. Después, en otro diálogo, siempre en el libro del Génesis, Dios le dice que su descendencia será numerosa como las estrellas del cielo y la arena que está en la orilla del mar. Y hoy nosotros “podemos decir”: “Yo soy una de aquellas estrellas. Yo soy un granito de arena”.
Mirar la Historia: somos un pueblo
Por lo tanto, entre Abraham y nosotros, está la otra Historia – dijo el Papa – la historia del Padre de los Cielos y de Jesús que por esto dice a los fariseos que Abraham exultó en la esperanza de ver “mi día”. “Lo vio y estuvo pleno de alegría”. Éste es el gran mensaje y la Iglesia hoy invita precisamente a detenerse y a mirar “nuestras raíces”, “a nuestro padre” que “nos ha hecho pueblo, cielo pleno de estrellas, playas llenas de granitos de arena”:
“Mirar la Historia: yo no estoy solo, soy un pueblo. Vamos juntos. La Iglesia es un pueblo. Pero un pueblo soñado por Dios, un pueblo que ha dado un padre a la Tierra que obedeció, y tenemos un hermano que ha dado su vida por nosotros, para hacernos pueblo. Y así podemos mirar al Padre, agradecer; mirar a Jesús, agradecer; y mirar a Abraham y a nosotros, que somos parte del camino”.
Dios es fiel: detenerse para descubrir, también en medio de las cosas feas de la vida, la belleza del amor de Dios
Por último el Papa Francisco invitó a hacer “un día de memoria”, poniendo de manifiesto que “en esta gran Historia, en el marco de Dios y de Jesús, está la pequeña historia de cada uno de nosotros”:
“Los invito a dedicar hoy cinco minutos, diez minutos, sentados, sin radio, sin tv; sentados y pensar en la propia historia: las bendiciones y los problemas, todo. Las gracias y los pecados: todo. Y ver allí la fidelidad de aquel Dios que permaneció fiel a su alianza, ha permanecido fiel a la promesa que había hecho a Abraham, ha permanecido fiel a la salvación que había prometido en Su Hijo Jesús. Estoy seguro de que en medio de las cosas, tal vez feas – porque todos las tenemos, tantas cosas feas en la vida – si hoy hacemos esto, descubriremos la belleza del amor de Dios, la belleza de Su Misericordia, la belleza de la esperanza. Y estoy seguro de que todos nosotros estaremos llenos de alegría”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
(from Vatican Radio)