martes, 23 de agosto de 2016

23 de agosto: santa Rosa de Lima, virgen


Es la Patrona de América Latina. Gaspar Flores y María Oliva forman uno de los muchísimos matrimonios limeños que viven en pobreza y rondan la necesidad. Son nacidos en España. En su casa del virreinato del Perú vio la luz una niña el 20 de abril del año 1586. Su nombre de pila es Isabel, pero su cara es una rosa y Rosa se le quedó. Era el último cuarto del Siglo de Oro español.
El Viejo Mundo vive en Renacimiento y Reforma; disfrutan las gentes la tragedia de la división; los príncipes cristianos se divierten con guerras de religión; en la sociedad y la cultura hay un desorbitado gorgoteo de valores naturales y, como por algún sitio tiene que romperse la cuerda, le toca perder a los valores sobrenaturales.
El Nuevo Mundo tiene otros aires. Aún no ha pasado ni tan siquiera un siglo desde que Colón lo pisó y ya la evangelización está dando abundantísimos frutos gracias al enorme esfuerzo que se ha desplegado. Otros llaman a este fenómeno, solo por una parte, diciéndole «colonización»; pero los dos mil misioneros llegados hablan solo con su número de ansias transmisoras de Cristo. La organización de las diócesis es cabal. Ya van por el pasado III Concilio Limense que fue capaz de parir el primer catecismo postridentino en lengua española con el impulso del santo arzobispo de la Ciudad de los Reyes, Toribio Alfonso de Mogrovejo, «la mayor lumbrera del episcopado en América». La gracia de Dios y un titánico esfuerzo evangelizador consiguen en menos de un siglo –sin infraestructuras ni comunicaciones y con distancias escritas en mayúsculas–, a golpe de pezuña de mula o de pie humano y mucho corazón, convertir un mundo pagano en cristiano. Muchos misioneros han muerto extenuados; otros, enfermos; bastantes, martirizados. Pero vale la pena el esfuerzo, a Cristo ya se le conoce y se le ama en el campo, en el puerto, en la ciudad y en las nacientes universidades.
Es el contexto en el que nace Rosa. Conoció las verdades sobrenaturales desde que se abría su mente y se habituó a valorarlas. Arrimaba el hombro a las cargas familiares con los ingresos de su trabajo como bordadora y jardinera. Quisieron buscarle buen partido sus padres –especialmente su madre– para arreglarle un futuro, pero en este punto tropezaron con el muro imbatible de su negativa; ella tenía forjados otros planes bien firmes a los que sus padres habían cooperado inadvertidamente cuando le enseñaron a amar a Dios y también los dominicos que la habían admitido en la Tercera Orden, sin que llegara por ello a vestir hábito ni a hacer profesión religiosa.
Toma en todo lo que está en su mano el espíritu dominicano. Afea voluntariamente su hermosura con el corte de su cabello largo; consigue hacer de la habitación que ocupa en la casa, un tanto aislada, una estancia que le sirve para todo. Allí vivirá en un retiro absolutamente voluntario y deseado al estilo casi de los antiguos eremitas. Ese lugar de apartamiento es testigo de sus largas horas de oración, de sus mortificaciones con cilicios y disciplinas, de ayunos y vigilias, queriendo buscar la semejanza más perfecta con Jesús «varón de dolores». El deseo que tiene de agradar más y más al Amado le lleva a meter allí alguna enferma incurable que encontró en la miseria.
Sus experiencias místicas pusieron en guardia a las autoridades religiosas y, gracias a ello, se dispone hoy de las actas del interrogatorio que nos permiten asomarnos a lo que fue su intimidad. Apasionada en el amor a Jesucristo en la Eucaristía y en la veneración y trato con la Virgen María; aunque por quince años sufrió desolación y aridez espiritual a la que supo resistir. Pero también gozó de apariciones del Ángel custodio, de Catalina de Siena; oyó a la Virgen –en aquella ocasión en que quiso quitarse el nombre de Rosa con el que todos la conocían por parecerle atrevido y presumido– que la llamaba «Rosa de Santa María»; y hasta de los mismos labios de Cristo pudo escuchar la frase «Rosa de mi corazón, sé mi esposa».
No impidieron su fe ni los mimos del Señor el natural desarrollo de su vida de trabajo de la que vivía y hacía vivir, sin traslucir la hondura de su penitencia. Con gracia y alegría, hace lo que puede con los necesitados en el orden moral. Va donde sabe que puede ser útil, sin hacer diferencias entre el español, mestizo, indio o negro; llegó el caso de lanzarse a pedir limosna para atenderles en situaciones perentorias e, incluso, lo hizo para ayudar a algún candidato al sacerdocio en apuros.
Ni el cuerpo ni el espíritu la dejaron envejecer; dejó este mundo siendo guapa, joven –tenía treinta y un años–, alegre y activísima. Fue el día de san Bartolomé, 24 de agosto de 1617, mientras la acompañaba Luisa de Santa María, una de sus discípulas, justo el mismo día que ella había predicho.
A partir de este hecho, parece que los habitantes de Lima tienen un hueco que no aciertan a llenar. Se corre la noticia de su muerte como un reguero de pólvora encendida por la ciudad, y el pueblo sencillo añade adornos a su vida santa –con visos de irrealidad– contando que las flores volvían su cáliz al verla pasar.
En 1671 fue canonizada por el Papa Clemente X.
Archimadrid.org

‘Pax Vobis’ es el lema del viaje apostólico de Francisco a Georgia y Azerbaiyán


“Pax vobis”, es el lema de la próxima Visita Apostólica del papa Francisco a Georgia y Azerbaiyán, programada del 30 de septiembre al 2 de octubre próximos.
Este viaje apostólico completa la visita en el Cáucaso, tras el viaje en Armenia a finales de junio pasado, región donde el cristianismo echó raíces desde los primeros siglos de nuestra era.
En el logo del viaje a Georgia se representa una cruz estilizada, cuya forma recuerda la tradicional cruz de Santa Ninó (también conocida como Cristiana, Ninón o Ninny), quien fue la más grande evangelizadora de este país. Los colores amarillo y rojo evocan aquellos presentes en las banderas del Estado de la Ciudad del Vaticano y de Georgia.
Las dos palabras escritas en el logo de la visita están tomadas del capítulo 20 del Evangelio de San Juan y han sido reproducidas en latín y georgiano.
La elección del tema de la paz quiere subrayar la coincidencia del Viaje del Papa con el Año Santo de la Misericordia y representa un llamado a la pacificación del mundo y de aquella región asiática en particular, indica el diario vaticano El Osservatore Romano.
El mismo Papa Francisco, al anunciar su visita a estos países durante la Audiencia Jubilar del pasado 30 de junio, indicó los objetivos de su viaje: “De una parte, valorizar las antiguas raíces cristianas presentes en aquellas tierras –siempre con el espíritu de diálogo con las otras religiones y culturas– y de otra parte, promover la esperanza y los caminos para la paz”.
ZENIT

El discurso inédito durante la última audiencia de Pablo VI a madre Teresa

El 6 de mayo de 1978, exactamente tres meses antes de morir, Pablo VI recibe en el Vaticano a la Madre Teresa de Calcuta con un grupo de religiosas y colaboradores italianos.
Es el último encuentro entre Montini y la religiosa, que al inicio de la audiencia saluda al Pontífice en inglés con las palabras: «Usted es Cristo para nosotros». Y añade: «Doy las gracias a Vuestra Santidad en nombre de los pobres, nuestros pobres. Son ellos la entrega de nuestro amor. Queremos trabajar por los más pobres de los pobres».
El Papa pronuncia un discurso en italiano, añadiendo al texto ya preparado amplios y numerosos pasajes de forma espontánea: en especial en la parte central, donde se confiesa «indigno de ser maestro ante vosotros», y en la conclusión, donde exhorta a escuchar los «gemidos» y los «gritos» de quienes sufren.
El discurso, hasta ahora inédito en su totalidad, ha sido transcrito de la grabación de la audiencia y publicado en el libro «Paolo VI y Madre Teresa» (Edizioni Viverein, Roma, 2016, 184 páginas), en una obra dirigida por monseñor Leonardo Sapienza, regente de la Prefectura de la Casa pontificia.
«En la grabación del audio -comenta Sapienza- se nota la voz cansada del Papa pero, a pesar de todo, en algunos pasajes llena de vigor, por el afecto que Montini sentía por la Madre Teresa». En el libro, que recoge numerosos textos del Pontífice y de la religiosa ilustrados con imágenes y reproducciones autógrafas, se puede ver también una carta que la Madre Teresa había enviado a las hermanas de la congregación, donde relata otro detalle inédito de esa audiencia: «Mientras la hermana Nirmala colocaba en el cuello del Papa una guirnalda de flores, el Santo Padre me dijo: "Aceptadme como humilde colaborador en vuestra obra de amor". ¡Esto es lo que piensa el Santo Padre de nuestro trabajo!».
 (Osservatore Romano)

Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello

Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 23-26
En aquel tiempo, habló Jesús diciendo:
-«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro, y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor.

"Hay demasiadas personas encerradas en el rencor"

El Papa Francisco ha lamentado que hay "demasiadas personas encerradas en el rencor" y ha pedido a los católicos que sean testigos de la misericordia "suscitando deseo y capacidad de perdón", en una carta dirigida a los participantes de la Semana Litúrgica Nacional que tiene lugar en Gubbio (Italia).
"La misericordia del Padre no puede ser bloqueada en actitudes intimistas o de autoconsuelo porque ella se demuestra potente en la renovación de las personas y les permite ofrecer a los demás la experiencia viva del mismo don", ha señalado Francisco en el mensaje firmado por el secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, enviado al presidente del Centro de Acción Litúrgica, monseñor Claudio Maniago.
Sobre la liturgia, señala que debe ser el lugar "donde la misericordia es encontrada y acogida para ser donada" y donde el misterio de la reconciliación se hace "presente, anunciado, celebrado y comunicado". "Las específicas celebraciones de Sacramentos declinan el único grande don de la divina misericordia según las diversas circunstancias de la vida", agrega.
Asimismo, el Papa manifiesta que el rito de la penitencia debe ser concebido como una expresión de "Iglesia en salida" y como puerta a través de la cual se va al encuentro de las "periferias de una humanidad cada vez más necesitada de compasión".
En este sentido, llama a los católicos a anunciar el Evangelio a través de una "existencia reconciliada y reconciliadora". "Somos perdonados para perdonar; debemos ser testimonios de misericordia en todo ambiente, suscitando deseo y capacidad de perdón. Esta es una tarea a la que todos estamos llamados, especialmente ante el rencor en el que están encerradas demasiadas personas que necesitan encontrar nuevamente la alegría de la serenidad interior y el gusto de la paz", añade.

Francisco: ‘En la confesión resplandece particularmente el don la misericordia’

Uno es perdonado para poder perdonar. La misericordia del Padre se demuestra potente en el renovar a las personas y volverlas capaces de ofrecer a los otros la experiencia viva de este mismo don.
Es esto en síntesis el corazón del mensaje que el santo padre Francisco ha enviado al presidente del Centro de Acción Litúrgica, el obispo de Castellaneta, Claudio Maniago, con motivo de la 67° semana litúrgica nacional italiana que inició hoy en la ciudad de Gubbio, con el tema: “La liturgia lugar de la misericordia. Reconcíliate para reconciliar” y que concluye el 25 de agosto.
En el texto firmado por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, el Papa exhorta a vivir el rito de la penitencia sacramental “como expresión de una ‘Iglesia en salida’, como ‘puerta’, no solamente para volver a entrar después de haberse alejado, sino también como ‘umbral’ abierto hacia las diversas periferias de la humanidad siempre más necesitada de compasión”.
Es en el sacramento de la Penitencia o reconciliación que de hecho “resplandece de manera toda particular” el don de la misericordia; en este sacramento “se cumple el encuentro con la misericordia recreadora de Dios de la cual salen hombres y mujeres nuevos para anunciar la vida buena del evangelio a través de una existencia reconciliada y reconciliadora”.
Citando las palabras de San León Magno, dice: “Lo que era visible y tangible en nuestro Redentor ha pasado a los sacramentos”. Esta idea, asegura Francisco, “nos ayuda a percibir toda la liturgia como un lugar donde se encuentra la misericordia para ser acogida y para ser donada, lugar en el que el gran misterio de la reconciliación se vuelve presente, anunciado, celebrado y comunicado”.
El deseo del Papa es por lo tanto que “de las reflexiones y de las celebraciones de la Semana litúrgica, se vuelva siempre más madura la compresión de la liturgia como fons et culmende una vida eclesial y personal llena de misericordia y de compasión, porque constantemente formada en la escuela del evangelio”.
La misiva concluye confiando “a la materna intercesión de María, Mater Misericordiae, los trabajos y las espectativas del importante evento litúrgico nacional”.
ZENIT

Madrid celebra la canonización de la beata madre Teresa de Calcuta

El próximo 4 de septiembre, el Santo Padre canonizará en Roma a la beata madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la Caridad. En la solemne ceremonia, que se celebrará en la plaza de San Pedro, concelebrará, entre otros presbíteros, uno de los capellanes de las misioneras en nuestra ciudad, Alberto Andrés, canciller secretario del Arzobispado y canónigo de la catedral.
También desde la Delegación Episcopal de Misiones se ha organizado una peregrinación.
No todas las hermanas de la congregación fundada por la madre Teresa podrán ir a Roma, sino que solo viajarán un par de ellas por cada una de las provincias que tienen en el mundo. Por eso, al día siguiente, 5 de septiembre, festividad litúrgica de la beata, se celebrará una solemne Misa de acción de gracias en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. Presidida por monseñor Osoro, y concelebrada por numerosos sacerdotes, la Eucaristía dará comienzo a las 19:00 horas.
Presencia en Madrid
Las Misioneras de la Caridad fueron fundadas por la madre Teresa de Calcuta en 1950 con el compromiso de atender a los más pobres. La orden consta actualmente de más de 4.500 monjas en más de 133 países. Deben hacer los votos de pobreza, castidad y obediencia, más un cuarto voto de servicio libre y de todo corazón a los más pobres de entre los pobres.
Los Hermanos de las Misioneras de la Caridad fueron fundados en 1963. Y una rama contemplativa de las hermanas, en 1976. En 1984, la Madre Teresa fundó junto al Padre Joseph Langford los Padres Misioneros de la Caridad.
En Madrid, las misioneras cuentan con una residencia y hogar para personas abandonadas y enfermos de sida, llamada Hogar Inmaculado Corazón de María. Está ubicada en el paseo de la Ermita del Santo, 46. Este hogar también es aspirantado para las hermanas de la Provincia Nuestra Señora de Lourdes, integrada por las casas de la congregación presentes en Suiza, Francia, España, Portugal y Marruecos.
Además, las misioneras tienen en la capital un comedor para pobres, en la calle Diligencia (Vallecas), desde el que reparten más de 250 comidas diarias, a partir de las 17:00 horas.
Desde ambas casas, las Misioneras reparten alimentos a los más necesitados.
Infomadrid