viernes, 14 de octubre de 2016

La visita del Papa a Suecia ya tiene logo

Cristo está en el centro de todo: de la cruz y del banquete al cual están llamados todos los pueblos de la tierra. Este es el motivo inspirador de la imagen del logotipo de la visita que Papa Francisco realizará a Suecia del 31 de octubre al 1 de noviembre, con motivo de los 500 años de la Reforma protestante.
El logo lo dio a conocer el diario vaticanoL'Osservatore Romano, en su edición del miércoles 5 de octubre. La obra pertenece al artista salvadoreño Christian Chavarría Ayala.
En la cruz está representado Dios uno y trino, creador y reconciliador, señala la nota del diario vaticano. En la base, las manos divinas tienen juntas todas las cosas creadas.
Jesucristo, palabra de Dios, que se hace presente en la Eucaristía, es el culmen de toda la vida. Él sostiene toda la creación y renueva la vida del hombre con su muerte y resurrección. El viñedo y la vid representados simbolizan a Cristo y al pueblo de Dios.
La paloma que se ve en tres partes representa el Espíritu Santo. Es la certeza de que la obra de salvación de Dios continúa expresando su potencia en cada tiempo y situación, según la promesa divina.
La fuente bautismal además simboliza el agua viva que regenera al hombre y lo inserta en el cuerpo de Cristo, en la comunión de los santos.
La Eucaristía manifiesta la comunión visible de la Iglesia. Jesucristo, en el centro del banquete, se ofrece como nutrimento para el viaje, para reforzar la unidad y reconciliar a todas las personas derribando los muros de división. La cruz, efectivamente, representa el más profundo deseo de una Eucaristía compartida.

14 de octubre: san Calixto I, primer sucesor de Pedro mártir


Calixto nació siendo esclavo. Trabajó como administrados de los bienes de un funcionario llamado Carpóforo, de religión cristiana. En su trabajo se vio envuelto en una malversación de fondo y fue condenado a trabajos forzosos durante tres años. En 190 consiguió ser liberado y fue entonces cuando se decidió a estudiar el cristianismo a fondo. Se convirtió y empezó a evangelizar a sus vecinos.
El Papa Ceferino le encomendó la tarea de dirigir las catacumbas, lugar donde enterraban a sus hermanos cristianos. Calixto realizó un gran trabajo, ensanchó los túneles y los dispuso de forma muy organizada.
Al morir el Papa, el pueblo lo nombró como nuevo Santo Padre. A su nombramiento se opuso Hipólito, argumentando que el nuevo Papa decía que si un pecador se convertía y hacía penitencia podía volver a ser admitido entre los católicos. Calixto también defendía a los obispos que hubieran cometido pecados y que posteriormente hubieran pedido perdón y hecha penitencia.
Calixto convirtió a muchos de sus contemporáneos romanos al cristianismo y curó a numerosos enfermos. Ayunaba de todo alimento y bebida durante muchos días seguidos. Acostumbró a su cuerpo a ello y cuando lo apresaron por su fe, lo echaron a un pozo para que se desesperase por la hambruna. Sus captores, después de muchos días sin comer ni beber se maravillaron de que no se desesperará y Calixto, con gran calma, les explicó que estaba acostumbrado al ayuno por amor a Cristo.
Estando encarcelado curó con su oración a la esposa del carcelero y éste, con toda su familia, se convirtieron.
Calixto fue el segundo Papa, después de san Pedro, que sufrió el martirio. Su tumba fue descubierta en 1960 y en ella se observan los detalles de su martirio. Calixto I fue bastoneado hasta la muerte y, posteriormente, fue arrojado a un pozo donde hoy se alza la basílica de Santa María en Trastévere, que él mismo fundó.
José Calderero @jcalderero
Alfa y Omega

NO TEMAN A LOS QUE MATAN EL CUERPO, SINO A LA CONDENA DEL ALMA



Lectura del santo evangelio según san Lucas (12,1-7):

En aquel tiempo, se reunieron miles de personas, hasta el punto de atropellarse unos a otros. Jesús comenzó a decir, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuídense de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía.

No hay nada oculto que no deba ser revelado, ni nada secreto que no deba ser conocido. Por eso, todo lo que ustedes han dicho en la oscuridad, será escuchado en pleno día; y lo que han hablado al oído, en las habitaciones más ocultas, será proclamado desde lo alto de las casas.

A ustedes, mis amigos, les digo: No teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más. Yo les indicaré a quién deben temer: teman a aquél que, despues de matar, tiene el poder de arrojar al infierno. Sí, les repito, teman a ese.

¿No se venden acaso cinco pájaros por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos. Ustedes tienen contados todos sus cabellos: no teman, porque valen más que muchos pájaros."

Palabra del Señor

HEMOS SIDO ELEGIDOS POR DIOS, QUE NOS HA SOÑADO, NOS AMA Y NOS PERDONA



El Papa Francisco desarrolló su homilía de hoy a partir de la Carta de San Pablo a los Efesios, propuesta en la Primera Lectura del día. Y se detuvo a considerar los “rasgos de esta bendición” para un cristiano. A la vez que observó que “el cristiano es una persona elegida”.

Dios nos llama uno a uno, “no como una multitud oceánica”. No – reafirmó el Santo Padre – hemos sido elegidos y esperados por el Padre:

“Pensemos en una pareja cuando espera un niño: ‘¿Cómo será? ¿Y cómo será su sonrisa? ¿Y cómo hablará?’ Yo oso decir que también nosotros, cada uno de nosotros, ha sido soñado por el Padre como un papá y una mamá sueñan al hijo que esperan. Y esto te da gran seguridad. El Padre te ha querido a ti, no a la masa de gente, no: a ti, a ti, a ti. A cada uno de nosotros. Es el fundamento, es la base de nuestra relación con Dios. Nosotros hablamos a un Padre que nos ama, que nos ha elegido, que nos ha dado un nombre”.

Por tanto, el cristiano “es uno elegido, uno soñado por Dios”. Y cuando vivimos así – agregó – “sentimos gran consuelo en el corazón”, no nos sentimos “abandonados”, no se nos dice “arréglate como puedas”. 

El segundo rasgo de la bendición del cristiano es el hecho de sentirse perdonados. “Un hombre o una mujer que no se siente perdonado” – advirtió Francisco – no es plenamente “cristiano”:

“Todos nosotros hemos sido perdonados al precio de la sangre de Cristo. ¿Qué es lo que me ha perdonado el Señor? Haz un poco de memoria y recuerda las cosas feas que tú has hecho, no aquellas que ha hecho tu amigo, tu vecino, tu vecina: las tuyas. ‘¿Qué cosas feas he hecho yo en la vida?’. El Señor ha perdonado estas cosas. He aquí: soy bendecido, soy cristiano". 

Recapitulando: "El primer rasgo: soy elegido, soñado por Dios, con un nombre que Dios me ha dado, amado por Dios. Segundo rasgo: perdonado por Dios”.

Y, tercer rasgo: el cristiano “es un hombre o una mujer en camino hacia la plenitud, hacia el encuentro con Cristo, que nos ha redimido”:

“No se puede comprender a un cristiano detenido. El cristiano siempre debe ir adelante, debe caminar. El cristiano detenido es aquel hombre que había recibido el talento y, por temor a la vida, por miedo a perderlo, por miedo al patrón, por miedo o por comodidad, ha enterrado el talento y lo deja ahí, y él está tranquilo, y pasa la vida sin andar. 

El Santo Padre sintetizó la identidad cristiana con las siguientes palabras: “Bendecidos, porque elegidos, porque perdonados y porque en camino”. 

Nosotros – concluyó – “no somos anónimos, nosotros no somos soberbios”, hasta el punto de no tener “necesidad de perdón”. Y nosotros “no estamos quietos”. “Que el Señor – fue la invocación del Papa – nos acompañe con esta gracia de la bendición que nos ha dado, es decir, la bendición de nuestra identidad cristiana”.