martes, 28 de febrero de 2017

Fray Michelini: le hablaré al Papa durante los Ejercicios de cuaresma, de la humanidad de Jesús


Los ejercicios espirituales en los que participarán del 5 al 10 de marzo el papa Francisco y la Curia romana, en la casa Divin Maestro, en las afueras de Roma, serán realizados por un sacerdote franciscano, el fraile menor Giulio Michelini, profesor del Instituto teológico de Asís quien en esta entrevista, le cuenta a ZENIT los temas que abordará.
¿Cuándo supo que había sido elegido para realizar los Ejercicios espirituales en los que participará el papa Francisco?
— Padre Michelin: Lo supe el primer domingo de Adviento. Me llamó un colaborador del Papa para darme esta noticia y para avisarme que después el Santo Padre me iba a llamar.

¿Cómo fue la conversación telefónica con el Papa?
— Padre Michelin: El Santo Padre fue muy cortés. Le expliqué que tendría alguna dificultad en hablar delante de él y de la Curia romana; le dije también que podría aconsejar a personas más capaces que yo. El Papa me respondió: “Hagamos así, padre Julio. Siga pensando que hay personas más capaces que usted, Pero por favor háganos los Ejercicios”.

¿Ya había conocido personalmente al Santo Padre?
— Padre Michelin: Tuve la suerte de poder saludarlo y abrazarlo, pero nunca mantuve una conversación con él. La primera vez cuando vino a Asís encontró a toda la comunidad franciscana de Santa María de los Ángeles. Después en Florencia, cuando encontró a los miembros de la junta preparatoria del Congreso eclesial nacional, de la cual formaba parte. Y la tercera vez que lo vi fue en noviembre pasado, cuando junto a colegas y docentes de la Asociación bíblica italiana fuimos recibidos en audiencia en el Vaticano.

¿Qué sensación tuvo en estas tres ocasiones breves?
— Padre Michelin: Me di cuenta que el Papa no tiene miedo de las miradas, más aún las busca. Para mi es la mirada de Pedro. De hecho el título del libro que he elegido para recoger las meditaciones –que será publicado por Ediciones Porziuncola, después de los Ejercicios– es ‘Estar con Jesús, estar con Pedro‘. Para un franciscano es una experiencia particular.

Ud. indicó que para prepararse mejor a estos Ejercicios se ha retirado unos diez días en Tierra Santa.
— Padre Michelin: Durante los Ejercicios hablaré también de la humanidad de Jesús. Porque la cruz, la pasión, muerte y sepultura, hablan de la humanidad de Jesús, que debemos redescubrir.

En Cafarnaúm, donde Jesús inició la misión, se pueden encontrar vestigios de las calles que recorrió, del lago que cruzó y de la casa dónde estuvo, la de Simón. Saber que mis pies se encontraban en los mismos lugares cruzados por Jesús fue para mi conmovedor. Hay además un segundo elemento cultural: la idea de que en Tierra Santa a pesar de los conflictos, llegan visitantes y peregrinos de todo el mundo. Y para nosotros los franciscanos menores es un honor ser custodios de esta tierra.
Las meditaciones serán sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesús de acuerdo al Evangelio de san Mateo, ¿por qué?
— Padre Michelin: Todos los Evangelios son utilizados en el tiempo de Cuaresma. Recuerdo que en la liturgia post ambrosiana prevale el Evangelio de Juan, en cambio en la romana leemos los tres evangelios sinópticos. Yo he elegido Mateo porque es el Evangelio que conozco mejor. He escrito un libro sobre este, pero lo que diré al Papa es completamente nuevo.

Usted quizo que además de sus reflexiones haya una elaborada por una pareja de esposos, y otra de una monja clarisa de clausura. ¿Por qué?
— Padre Michelin: Porque desde hace años trabajo con ellos, fue una decisión que hice sin reflexionar mucho. He escrito ocho libros con los esposos Gillini Zattoni. Ellos son expertos en las relaciones matrimoniales. De la monja clarisa en cambio, leeré una nota que me escribió, porque dará una contribución femenina y claustral, que yo no lograría dar.

¿Usará también otros textos?
— Padre Michelin: Sì. Tuve la suerte de estudiar literatura, y citaré a Romano Guardini, Massimo Gramelline, Amos Oz, Emanuel Carrére, también al Franz Kafka. Durante las refecciones leeremos en cambio una antología de textos marianos y el libro ‘Un instante antes del alba’, del padre Ibrahim Alsabagh, que cuenta lo que sucedía en la ciudad de Alepo durante la Guerra.

¿Cómo se está preparando para esta experiencia?
— Padre Michelin:  Me he detenido algunos días en el lago de Tiberíades, ahora he retornado a mi trabajo como docente. Me preparo por lo tanto con los empeños cotidianos y con la constante oración y la misa. Entretanto debo confiar que me acompaña una sensación de paz que nunca percibí antes, la cual creo sea porque muchos amigos están rezando por mi y por el Papa.
Zenit

Porque quiero


«Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral». La frase es del gran G.K. Chesterton y viene al caso por el último éxito del progreso médico, que evidencia, a su vez, el gran fracaso moral de nuestra nueva sociedad.
«Una mujer de 64 años da a luz a gemelos». Lo habrán leído en la prensa. Y habrán leído, además, que la flamante madre ya dio a luz, a los 58 años, a una niña que hoy vive en Canadá tras la decisión de los servicios sociales de retirar la custodia a la anciana madre. Pero eso, en realidad, es lo de menos. Porque aunque fuera una madre modelo, aunque pudiera cuidar –o tuviera una excelente red familiar para sustituirla, en caso necesario– de dos, cinco o diez niños, no habría motivo alguno para celebrar un acto médico que atenta contra el más básico sentido común. Y volvemos así al progreso de Chesterton. El que va de la mano del código moral. Y vemos lo mal que lo hemos hecho.
La medicina estadounidense fabrica, previo pago de varios miles de dólares, embarazos a la carta y contra natura. España debate sobre la legalización de la maternidad subrogada, una forma políticamente correcta de referirse a la compra de un útero que sacie un capricho de paternidad. Es la misma ciencia médica capaz de acabar con la vida de bebés no nacidos –aborto químico, por desmembramiento, con inyección salina, temprano, tardío…– cuando el capricho no es el de ser padre, sino el de no serlo. Y la misma medicina que administra muertes programadas con forma de cóctel piadoso a ancianos inservibles, enfermos incurables y mentes cansadas de vivir, que es el último y terrorífico logro de los proeutanasia.
Y el único denominador común de estas diversas realidades aparece en forma de verbo: quiero/no quiero. Da igual cómo se conjugue, da igual si es quiero ser madre o no quiero vivir. En todo caso indica que el mundo moderno progresa sin saber hacia dónde, sin ese credo definido y ese código moral que son esenciales para entender que no todo lo posible es conveniente y que la propia voluntad no es, casi nunca, el mejor juez. Porque progresar sin entender que la verdadera libertad reside, casi siempre, en el dominio de uno mismo (Michael de Montaigne) es caminar hacia la esclavitud.
Rosa Cuervas-Mons
Alfa yOmega

El Papa quiere viajar a Sudán del Sur con el primado de la Iglesia anglicana


La visita sería un gesto fuerte para el ecumenismo y la paz en este país que atraviesa desde finales de 2013 una guerra civil. La invitación parte de un obispo anglicano, uno presbiteriano y otro católico que visitaron a Francisco
El Papa planea viajar a Sudán del Sur, un país que se desangra por la guerra civil desde finales 2013. Pero su intención no es ir solo, sino en compañía del arzobispo de CanterburyJustin Welby, gesto ecuménico que recordaría al que realizó con su viaje de un día a la isla griega de Lesbos (lugar entonces de llegada masiva de refugiados) junto al patriarca ortodoxo Bartolomé, de Constantinopla.
Lo anunció Francisco este domingo al responder a la pregunta de un seminarista africano durante su visita a la parroquia anglicana de Todos los Santos de Roma, la primera que realizaba nunca un Pontífice. Se trataba de celebrar el 200 aniversario del templo (el primero anglicano de Roma) y los 50 años de diálogo entre católicos y anglicanos.
La idea del viaje a Sudán del Sur fue una sugerencia que partió del propio país: «Vinieron a verme el obispo anglicano, el obispo presbiteriano y el católico, y me dijeron: “¡Vaya usted! Pero no solo, vaya con el arzobispo de Canterbury”», contó Francisco.
De materializarse la visita, sería un gesto fuerte por la paz en un país que alcanzó la independencia en 2011, y que se ha visto prácticamente desde entonces envuelto en enfrentamientos motivados por la lucha de poder entre el entonces presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, y los partidarios del vicepresidente, Riek Machar, de la etnia Nuer.
El Vídeo del Papa, iniciativa de la Red Mundial de Oración del Papa, lleva a cabo una iniciativa conjunta por la liberación de los niños soldados con la ong Entreculturas y el Servicio Jesuita de los Refugiados, uno de cuyos focos es precisamente Sudán del Sur.
Ecumenismo global
Al responder a algunas preguntas tras la celebración ecuménica, el Papa destacó la importancia del ecumenismo en los países del sur, donde este diálogo «es más fácil» por no existir el recuerdo de siglos de agravios, si bien admitió que es también «más sólido en Iglesias más maduras». «Las dos cosas son necesarias», dijo, tras recordar su amistad con los anglicanos de Buenos Aires.
El Papa aludió en ese sentido a la situación en las Misiones del Norte de Argentina, donde cuando un católico no puede ir a la celebración católica, acude a la anglicana, o a la inversa. «La Congregación para la Doctrina de la fe lo sabe que los dos obispos [católico y anglicano] trabajan juntos y las dos comunidades son amigas», aclaró.
Francisco insistió también en el llamado «ecumenismo de sangre», y recordó que, entre los mártires de Uganda, Pablo VI hubiera deseado beatificar también a los catequistas asesinados anglicanos, no solo a los católicos, «pero en ese momento no era posible».
Superar los prejuicios
Durante la celebración ecuménica, el Papa pidió a católicos y anglicanos liberarse de «nuestros respectivos prejuicios» y refuercen sus lazos, comparando estas divisiones actuales entre cristianos con las que san Pablo encontró entre los corintios.
Cuando, por primera vez hace algo más de 200 años, se estableció en la iglesia de Todos los Santos la primera comunidad anglicana, ambos grupos «se miraban con desconfianza y hostilidad», pero «mucho ha cambiado desde entonces», y ahora se reconocen mutuamente «hermanos y hermanas en Cristo, mediante el bautismo común».
Ricardo Benjumea
Alfa y Omega

Pablo Ráez: «El día de mi trasplante fue el día del Carmen. Me enviaban fotos de la Virgen para apoyarme»


El joven marbellí se había convertido en un símbolo de la batalla contra la leucemia tras someterse a un trasplante de médula el pasado mes de julio. Pablo Ráez Martínez (1996) ha muerto este sábado en su casa rodeado de sus familiares. Rescatamos parte de la entrevista que concedió a la revista DiócesisMálaga
¿Cómo es su relación con Pepe, su párroco?
Yo creo en lo que he aprendido de Pepe, mi párroco. Recibí el Bautismo, la Comunión y la Confirmación con 16 años. Él fue mi padrino de Bautismo y hoy día somos íntimos amigos. El día del trasplante tenía mucho miedo y Pepe vino a verme. Me pasé una hora entera llorando y después de eso ya sabía que me iba a curar. Además, era el día de la Virgen del Carmen y mucha gente me mandó fotos de la Virgen demostrándome su apoyo. Eso a mí me dio esperanza, el apoyo siempre se agradece y todo eso a mí me ha salvado.
Todos le debemos la vida a nuestros padres, gracias a ellos estamos aquí, pero en su caso podríamos decir que doblemente, ¿no?
La relación con mi padre ha cambiado mucho desde entonces, él es muy feliz de haber podido donarme la médula y a mí me basta con eso. Creo firmemente que se debería fomentar la donación, es de lo más importante de la vida porque podemos ayudar a otras personas sin ni siquiera estar presentes. Yo siempre he querido hacerlo porque me entusiasmaba la idea de hacer algo bueno y pienso que dar nunca puede ser malo.
Cuenta que antes de la enfermedad sus preocupaciones eran como las de cualquier chico de su edad, estudiar principalmente. ¿Cuáles son sus preocupaciones ahora?
Hoy día no me preocupo por nada, cada persona es como es y creo que preocupándose por las cosas que realmente importan es como mejor se vive. Ahora sé que hay muchas posibilidades de hacer muchísimas cosas. Sigo queriendo ser bombero, pero no solo quiero ser eso, quiero ser Macgyver, quiero hacerlo todo.
Es un ejemplo de superación, ¿Qué le diría a aquellas personas que estén pasando por algo parecido?
Es difícil, pero lo único que puedo decir es mucho ánimo, que de esto se sale.
Rocío Merino/Diócesis de Málaga
Alfa y Omega

COMENTARIO DEL PAPA FRANCISCO AL EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (10,28-31)






¿Cual será la recompensa que recibiremos por seguirte? El Papa Francisco desarrolló su homilía partiendo de esta interrogante de Pedro que, en el fondo, tiene que ver con la vida de todo cristiano. Jesús, observó el Papa, responde que aquellos que lo sigan tendrán “tantas cosas bellas” pero “con persecución”. El camino del Señor “es un camino de ‘humillación’, un camino que termina en la Cruz”. 

He aquí el por qué “siempre habrá dificultades y persecuciones”. Existirán siempre, “porque Él tomó este camino antes” que nosotros. El Santo Padre hizo notar que “cuando un cristiano no tiene dificultades en la vida – todo va bien, todo es bello – algo no funciona”. Se puede pensar que sea “muy amigo del espíritu del mundo, de la mundanidad”. y esto, constató, “es la tentación propia de un cristiano”:

“Seguir a Jesús sí, pero sólo hasta un cierto punto; seguir a Jesús como una forma cultural: soy cristiano, tengo esta cultura… Pero sin la exigencia de la verdadera secuela de Jesús, la exigencia de ir sobre su camino. Si se sigue a Jesús como una propuesta cultural, se usa este camino para ascender cada vez más, para tener más poder. Y la historia de la Iglesia está llena de esto, comenzando por algunos emperadores y después tantos gobernantes y tantas otras personas, ¿no? Y también algunos - no quiero decir tantos sino algunos - sacerdotes, algunos obispos, ¿no? Algunos dicen que son bastantes… algunos que piensan que seguir a Jesús es hacer carrera”.

El Papa recordó que había un tiempo, “en la literatura de hace dos siglos”, en el que a veces se acostumbraba decir que uno “de niño tenía ganas de hacer la carrera eclesiástica”. Y recalcó que “tantos cristianos, tentados por el espíritu del mundo, piensan que seguir a Jesús es bueno porque se puede hacer carrera, se puede ascender”. 

En cambio, el cristiano “sigue a Jesús por amor y cuando se sigue a Jesús por amor, la envidia del diablo hace tantas cosas”. El “espíritu del mundo – observó – no tolera esto, no tolera el testimonio”:

“Piensen en la Madre Teresa: ¿qué cosa dice el espíritu del mundo sobre la Madre Teresa? ‘Ah, la Beata Teresa es una mujer buena, ha hecho tantas cosas buenas por los demás…’. El espíritu del mundo no dice jamás que la Beata Teresa, todos los días, por tantas horas, permanecía en adoración… ¡Jamás! Reduce la actividad cristiana a hacer el bien social. Como si la existencia cristiana fuese un barniz, una pátina de cristianismo. El anuncio de Jesús no es una pátina: el anuncio de Jesús llega a los huesos, al corazón, va hasta adentro y nos cambia. Y esto no lo tolera el espíritu del mundo, no lo tolera y por esto ocurren las persecuciones”.

Quien deja la propia casa, la propia familia para seguir a Jesús recibe cien veces más “ya ahora en este tiempo”. Cien veces, pero junto a las persecuciones. Y esto no puede ser olvidado:

“La secuela de Jesús es justamente esto: ir con Él por amor, tras de Él: el mismo camino, el mismo camino. Y el espíritu del mundo será aquel que no lo tolerará y nos hará padecer un sufrimiento como el de Jesús. Pidamos esta gracia: seguir a Jesús por el camino que Él nos ha hecho ver y que Él nos ha enseñado. Esto es bello, porque jamás nos deja solos. ¡Jamás! Está siempre con nosotros. Así sea”.

(De la Homilía del Papa Francisco en Santa Marta el 28-5-2013. Fuente: Radio Vaticano)

QUIEN DEJA LO ALGO PARA SEGUIR A JESÚS RECIBE CIEN VECES MÁS




Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,28-31):

En aquel tiempo, Pedro se puso a decir a Jesús: 

«Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido».

Jesús dijo: 

«En verdad os digo que no hay nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, que no reciba ahora, en este tiempo, cien veces más —casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones— y en la edad futura, vida eterna. Muchos primeros serán últimos, y muchos últimos primeros».