Padre Jorge nos regala otra hermosa reflexión en forma de carta. Esta vez atiende la problemática de la depresión en los jóvenes, dándoles consuelo y esperanza, pero sobre todo, dejándoles saber que su familia siempre estará a su lado por difícil que pueda parecer la prueba. Saberse acompañados puede ser la diferencia entre levantarse nuevamente o caer irremediablemente al abismo.
Carta a mi hija con depresión:
Te parecerá extraño que estando tan cerca de ti haya optado por escribirte esta carta y no hablarte personalmente.
He tenido que recurrir a este medio porque no quiero que los nervios me traicionen, que me veas llorar o algo así. A este papá que ves siempre fuerte, lo debilita y lo doblega el ver sufrir a su hija querida.
Quiero que sepas que estoy contigo. Quiero que sepas que papá siempre estará ahí cuando me necesites: sana o enferma, alegre o triste.
Sé lo que hemos luchado juntos para ayudarte a salir de tu depresión. Te hemos llevado a psicólogos, consejeros, pastores y no escatimaremos en nada que nos auxilie a conseguir que logres sobreponerte de tu enfermedad.
Sabemos que no has escogido lo que sientes, que esta enfermedad doblega tu voluntad. No es culpa tuya lo que te está pasando. No eres la primera ni la única que está padeciendo lo que tú, por eso no tienes que sentirte la rara, la desequilibrada. Lo que tienes a cualquiera le puede suceder.
Sabes… de noche, después de que te echo la bendición y veo que te duermes, te contemplo, y en ese momento oro intensamente por ti. Le digo al Todopoderoso que te cuide y te proteja, que nos dé la sabiduría necesaria para poder acompañarte lo mejor posible en tu situación.
Recuerda que en tu papá tienes un hombro donde llorar e inclinar la cabeza buscando descanso para tu alma atribulada.
Mis brazos siempre estarán abiertos para el abrazo confortante y cariñoso que estés necesitando. Mis ojos te mirarán con compasión y ternura. Mis oídos estarán alertas para escucharte. Mis labios para recitar por ti una oración. Mis pies para llevarte doquiera lo necesites. Mi pensamiento para recordarte a cada momento y mi corazón para expresarte cuánto te quiero.
Te quiere,
Papá
P. JSC. Fuente: Tengo sed de Ti.