martes, 25 de febrero de 2014

Carta a mi hija con depresión

Padre Jorge nos regala otra hermosa reflexión en forma de carta. Esta vez atiende la problemática de la depresión en los jóvenes, dándoles consuelo y esperanza, pero sobre todo, dejándoles saber que su familia siempre estará a su lado por difícil que pueda parecer la prueba. Saberse acompañados puede ser la diferencia entre levantarse nuevamente o caer irremediablemente al abismo.

Carta a mi hija con depresión

Carta a mi hija con depresión:

Te parecerá extraño que estando tan cerca de ti haya optado por escribirte esta carta y no hablarte personalmente.
He tenido que recurrir a este medio porque no quiero que los nervios me traicionen, que me veas llorar o algo así. A este papá que ves siempre fuerte, lo debilita y lo doblega el ver sufrir a su hija querida.
Quiero que sepas que estoy contigo. Quiero que sepas que papá siempre estará ahí cuando me necesites: sana o enferma, alegre o triste.
Sé lo que hemos luchado juntos para ayudarte a salir de tu depresión. Te hemos llevado a psicólogos, consejeros, pastores y no escatimaremos en nada que nos auxilie a conseguir que logres sobreponerte de tu enfermedad.
Sabemos que no has escogido lo que sientes, que esta enfermedad doblega tu voluntad. No es culpa tuya lo que te está pasando. No eres la primera ni la única que está padeciendo lo que tú, por eso no tienes que sentirte la rara, la desequilibrada. Lo que tienes a cualquiera le puede suceder.
Sabes… de noche, después de que te echo la bendición y veo que te duermes, te contemplo, y en ese momento oro intensamente por ti. Le digo al Todopoderoso que te cuide y te proteja, que nos dé la sabiduría necesaria para poder acompañarte lo mejor posible en tu situación.
Recuerda que en tu papá tienes un hombro donde llorar e inclinar la cabeza buscando descanso para tu alma atribulada.
Mis brazos siempre estarán abiertos para el abrazo confortante y cariñoso que estés necesitando. Mis ojos te mirarán con compasión y ternura. Mis oídos estarán alertas para escucharte. Mis labios para recitar por ti una oración. Mis pies para llevarte doquiera lo necesites. Mi pensamiento para recordarte a cada momento y mi corazón para expresarte cuánto te quiero.
Te quiere,
Papá
P. JSC. Fuente: Tengo sed de Ti.

Queridas familias del mundo oremos juntos para afrontar los retos actuales con la luz del Evangelio, alienta el Papa

Queridas familias: Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano. Se trata de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema “Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia.
 

Este señalado encuentro es importante para todo el Pueblo de Dios, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la oración. 

El apoyo de la oración es necesario e importante especialmente de parte de ustedes, queridas familias. Esta Asamblea sinodal está dedicada de modo especial a ustedes, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos, y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia. Por tanto, les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad. Como saben, a esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá un año después la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Así pues, oremos todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio.
 

Les escribo esta carta el día en que se celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En el Evangelio de Lucas vemos que la Virgen y San José, según la Ley de Moisés, llevaron al Niño al templo para ofrecérselo al Señor, y dos ancianos, Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu Santo, fueron a su encuentro y reconocieron en Jesús al Mesías (cf. Lc 2,22-38). Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios porque finalmente había “visto” la salvación; Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza. En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día.
 

Queridas familias, su oración por el Sínodo de los Obispos será un precioso tesoro que enriquecerá a la Iglesia. Se lo agradezco, y les pido que recen también por mí, para que pueda servir al Pueblo de Dios en la verdad y en la caridad. Que la protección de la Bienaventurada Virgen María y de San José les acompañe siempre y les ayude a caminar unidos en el amor y en el servicio mutuo. Invoco de corazón sobre cada familia la bendición del Señor.