martes, 20 de octubre de 2015

Padre Ángel desde la frontera con Macedonia: "Esto es inhumano"."Esperan la decisión de los gobernantes europeos que parecen haberles olvidado"

 A las puertas de Europa solo encuentran alambradas, burocracia y sufrimiento
El fundador de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, que se encuentra en la frontera con Macedonia supervisando los trabajos de ayuda a los refugiados, ha invitado a los políticos y obispos a que vayan a celebrar allí sus reuniones sobre refugiados para que conozcan de primera mano las necesidades de la gente que huye de la guerra.
"Yo invito a la autoridades políticas, a los obispos, a que vengan aquí a hacer esas reuniones donde todos hablan pero ninguno mueve ficha. Deberían conocer las necesidades que tiene esta gente, que llama a nuestra puerta, huyendo de la guerra, y a la que nadie escucha ni abre", ha subrayado.
Para el padre Ángel es "inadmisible" que estas personas que han hecho un viaje tan largo se encuentren "a la intemperie, sin techo ni luz ni saneamientos". Mensajeros de la Paz reparte entre ellos, gracias a unas cocinas ambulantes, comidas calientes, atendiendo a una media de 4.000 personas al día, en fronteras de Serbia (Belgrado), Macedonia (Preshevo) y Croacia (Tovarnik) así como en Atenas, en colaboración con REMAR.
"Cada día llegan aquí, a Preshevo, en la frontera de Serbia, Macedonia y Croacia, unas tres mil personas, más de la mitad son menores. Nosotros hacemos lo que podemos, acogerles, darles comida y quitarles un poco el frío que traen en los huesos. Pero es tremendo. No pueden esperar un minuto más", advierte.
Por ello, urge a los gobiernos a que aceleren los permisos de paso a Europa de estos refugiados y recuerda que "cientos de españoles se han ofrecido a acoger a estas familias", que "las ONG tiene preparados albergues para recibirles" y que "hasta en los ayuntamientos hay carteles dándoles la bienvenida".
"Es inhumana la situación de miles de personas que esperan la decisión de los gobernantes europeos que parecen haberles olvidado", insite el fundador de la fundación.
En Mensajeros de la Paz tienen preparados varios centros para recibirles en diferentes puntos de España. "Por su situación los refugiados sirios están amparados por todos los tratados internacionales, pero a las puertas de Europa solo encuentran alambradas, burocracia y sufrimiento", denuncia el sacerdote.
Mensajeros de la Paz trabaja desde hace más de 25 años ayudando a los refugiados y desplazados a causa de los diversos conflictos, especialmente a población iraquí, palestina y siria. Desde 2012 colabora en la atención del campamento de Al Zaatari, en la frontera jordana, enviando alimentación, materiales de primera necesidad, así como una unidad medica móvil.
También ha levantado casas prefabricadas para alojar a la población más vulnerable: enfermos, recién nacidos, y ancianos. Este campamento de Al Zaatari se ha convertido en tres años en la cuarta "ciudad" más grande de Jordania, acogiendo a más de 80.000 refugiados sirios. (RD/Ep)
Mensajeros de la Paz pide solidaridad y ayuda para atender a los refugiados sirios.
- Información y Donaciones "on line" en la Webwww.fundacionmensajerosdelapaz.com

Donaciones o transferencias a C/C SANTANDER IBAN: ES73 0049 5104 17 2316068596 (Titular: Fundación Mensajeros de la Paz)

Homilía del Papa: “La salvación es la amistad entre nosotros y Dios”

 Dios da siempre con generosidad su gracia a los hombres que, en cambio, tienen “la costumbre de medir las situaciones”: comprender la abundancia del amor divino es siempre fruto de una gracia. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.  
Abundante. El amor de Dios por el hombre es así. De una generosidad que al hombre en cambio se le escapa, demasiado habituado a medirse cuando decide donar algo de lo que posee. Es la clave con la que el Papa Bergoglio leyó el pasaje de San Pablo. La salvación que trae Jesús, que supera la caída de Adán, es una demostración de este darse con abundancia. Y la salvación – explicó el Santo Padre –, “es la amistad entre nosotros y Él”:

“¿Cómo da Dios, en este caso la amistad, toda nuestra salvación? Da como dice que nos dará a nosotros cuando hacemos una obra buena: nos dará una medida buena, apretada, colma, desbordante… Pero esto hace pensar en la abundancia y esta palabra, ‘abundancia’,  en este pasaje es repetida tres veces. Dios da en abundancia hasta el punto que Pablo dice, como resumen final: ‘Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia’. Sobreabunda, todo. Y esto es el amor de Dios: sin medida. Todo sí mismo”.

Un Dios que sale
Sin medida como el padre de la parábola evangélica, que todos los días otea el horizonte para ver si su hijo ha decidido volver a él. “El corazón de Dios – afirmó Francisco – no está cerrado: siempre está abierto. Y cuando nosotros llegamos, como aquel hijo, nos abraza, nos besa: un Dios que hace fiesta”:
“Dios no es un Dios mezquino: Él no conoce la mezquindad. Él da todo. Dios no es un Dios inmóvil: Él mira, espera que nosotros nos convirtamos. Dios es un Dios que sale: sale a buscar, a buscar a cada uno de nosotros. ¿Pero esto es verdad? Cada día Él nos busca, nos está buscando. Como ya ha hecho, como ya ha dicho, en la Parábola de la oveja perdida o de la moneda perdida: busca. Siempre es así”.
Abrazo sin medida

El Santo Padre reafirmó asimismo que en el cielo se hace “más fiesta” por un solo pecador que se convierte que por cien que permanecen justos. Y sin embargo  – reconoció Francisco  – “no es fácil, con nuestros criterios humanos”, pequeños y limitados, “comprender el amor de Dios”. Se lo comprende por una “gracia”, como lo había comprendido – recordó el Pontífice – la religiosa de 84 años de edad que conoció en su diócesis, y que aún se desplazaba constantemente por los pasillos del hospital para hablar con una sonrisa del amor de Dios a los enfermos. Ella –  concluyó el Papa – ha tenido “el don de entender este misterio, esta sobreabundancia” del amor de Dios, que la mayoría no ve:
“Es verdad, nosotros siempre tenemos la costumbre de medir las situaciones, las cosas con las medidas que nosotros tenemos: y nuestras medidas son pequeñas. Por esto nos hará bien pedir al Espíritu Santo la gracia, rezar al Espíritu Santo, la gracia de acercarnos al menos un poco para entender este amor y tener el deseo de ser abrazados, besados con aquella medida sin límites”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).

Bergoglio homenajea al cardenal Martini

El papa Francisco rindió este lunes un homenaje especial al fallecido cardenal italiano Carlo Maria Martini, gran figura del ala progresista de la Iglesia católica, muy crítico con la institución y proclive a los cambios, fallecido en 2012.
En una introducción a un libro que recopila la obra del cardenal, firmada por el papa Francisco y publicada por el diario Il Corriere della Sera, el pontífice elogia la capacidad del prelado de promover el debate interno, los sínodos y asambleas de obispos de todo el mundo, introducidos a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965).
El texto del pontífice se publica un día después de un importante discurso de Francisco ante los obispos reunidos en el Vaticano para un sínodo sobre los retos de la familia moderna que ha generado divisiones y fricciones sobre temas candentes.
"Nunca dejó de interrogarse", recuerda Francisco, que se formó con los textos de Martini, jesuita como él.
"La invitación a acoger a los olvidados y marginados fue el eje central del magisterio del cardenal Martini", escribió el papa quien también elogia el "talento pastoral para comunicar la palabra de Dios a todos los creyentes, laicos, intelectuales y gente sencilla".
Martini "no hizo concesiones a las modas ni a las encuestas sociológicas", pero era "consciente de la presencia en la Iglesia de tantas sensibilidades diferentes, de los contextos culturales, por lo que es indispensable un debate libre y humilde", recuerda.
Gran estudioso de la Biblia, el cardenal italiano figuró entre los "papables" en el cónclave que eligió a Joseph Ratzinger como sustituto de Juan Pablo II en 2005 y abogó siempre a favor del diálogo de la Iglesia con el mundo, sobre temas controvertidos para la doctrina, tales como la prohibición de la anticoncepción, la ordenación de mujeres y la concesión de la comunión a los divorciados que se vuelven a casar.
Todos asuntos que cerca de 400 obispos y cardenales de todo el mundo debaten en el Vaticano hasta el 24 de octubre a pedido de Francisco.
(RD/Ep)


El Sínodo entra en la recta final

Esta semana concluye el Sínodo de los Obispos sobre la familia, debatiendo la última parte del Instrumentum Laboris, con la redacción y aprobación del texto final 

El Sínodo de los Obispos, iniciado el pasado domingo 4 de octubre, entró este lunes en la semana final. Para explicar lo que está sucediendo, en la Sala de Prensa de la Santa Sede expusieron hoy el patriarca Latino de Jerusalén, Fouad Twal; el arzobispo australiano, metropolita de Brisbane y relator de un Círculo menor, Mark B. Coleridge; y monseñor Enrico Solmi, obispo italiano de Parma, acompañados por el director de la oficina de prensa de la Santa Sede, el padre Federico Lombardi.

El patriarca ha asegurado sentirse estos días “en familia, como en casa”, viviendo un signo bellísimo de colegialidad. Asimismo ha precisado que es normal que haya diversidad de opiniones porque “venimos de contextos diferentes, los desafíos no son los mismos. Aunque también los hay que son comunes”. Por eso, ha indicado que hay un punto que les reúne a todos y es que “todos queremos el bien de las familias”. Subrayando el intenso trabajo de estas dos semanas, el patriarca ha indicado que “no hay un aspecto de la familia que no haya sido tratado”.

Por su parte, monseñor Coleridge ha observado que el trabajo no termina este domingo porque “el camino del Sínodo continúa”. Además, ha recordado que “este es un Sínodo pastoral, se necesita la doctrina pero es primordialmente un Sínodo pastoral”.  También ha manifestado su preocupación por “el enfoque de todo y nada de antes del Sínodo”, porque la realidad de la experiencia humana es mucho más matizada y amplia.

Monseñor Enrico Solmi ha asegurado que estos días se vive un fuerte sentido de catolicidad de la Iglesia, “venir a Roma y encontrar el mundo”. Al respecto ha indicado que en al Aula llegan “todas las familias del mundo con sus particularidades”. Y el Sínodo, ha observado, continúa el clima del año pasado, “hablar con franqueza” aunque haya distintos pensamientos y opiniones.
Uno de los temas que acapara gran atención en esta tercera parte del debate del Sínodo sobre la familia, es la situación de los divorciados vueltos a casar por lo civil. Al respecto, los padres sinodales han recordado que no todos los casos son iguales. El patriarca ha asegurado que es un campo delicado y no se puede generalizar “mejor estudiar caso por caso, mirando a la misericordia sin olvidar la doctrina”.

Así Coleridge indicó que no sabe si habrá cambios por lo que se refiere a la situación de los divorciados y vueltos a casar. Y que es necesario distinguir entre "segundo matrimonio estable vivido en amor y fidelidad y con hijos educados cristianamente" que no es la misma cosa que una "escapada a un hotel".

A propósito del camino penitencial propuesto para los divorciados vueltos a casar por lo civil, monseñor Solmi ha confirmado la importancia de que la Iglesia acompañe a las personas en dificultad sobre todo con el discernimiento.

Finalmente ha deseado que el Sínodo sepa incidir en la vida de la Iglesia, poniendo a la familia en el lugar que le corresponde en la Iglesia. “Y espero que esto puede convertirse en una señal fuerte para nuestra sociedad y nuestros países que a menudo se olvidan sistemáticamente de la familia”.
Por otro lado, el arzobispo australiano ha comentado las palabras del papa Francisco en ocasión del 50º aniversario del Sínodo de los Obispos. Según el prelado, se ha tratado de un discurso “programático”, “el más importante del Sínodo. Lo que más me ha conmovido --ha explicado-- es que ha hablado de la sinodalidad en toda la Iglesia. Y en este contexto el Papa habla de colegialidad episcopal. Es la eclesiología del Concilio Vaticano II.


ZENIT.org. Rocío Lancho García

Cáritas Europa: "La UE sacrifica el bienestar de millones de personas que están escapando de conflictos

Denuncia que las últimas medidas refuerzan la imagen de una Europa "cansada y pesimista"
(Cáritas).- Cáritas Europa ha hecho pública su valoración sobre la reunión del Consejo de la Unión Europea celebrada los pasados 15 y 16 de octubre en Bruselas, en la que, lamentablemente, sus miembros no dieron respuesta a las peticiones lanzadas desde numerosas instancias ciudadanas y sociales de toda Europa para abordar con humanidad y solidaridad la actual situación migratoria.
La propuesta del Consejo de reforzar la cooperación con terceros Estados (no miembros de la UE) a fin de proteger todavía más las fronteras exteriores de la Uniónestá alejando a las personas y sus necesidades del centro de las políticas públicas. Este tipo de prácticas sacrifica el bienestar de millones de personas que están escapando de situaciones de conflicto, de los efectos del cambio climático y de la pobreza, condenándolos a vivir en un limbo jurídico en terceros países, que se encuentran también empobrecidos y con muchos menos recursos que la UE para ofrecer ayuda.
Cáritas Europa entiende que desplazar la responsabilidad de la acogida de los refugiados y las personas migrantes a países más empobrecidos que no son miembros de la UE refuerza la imagen de una Europa "cansada y pesimista", con un papel cada vez menos relevante en el mundo, tal y como dijo el Papa Francisco a los líderes europeos en noviembre de 2014.
Según el testimonio de nuestras Cáritas, tanto en los Estados miembros como en las fronteras exteriores, las personas subsaharianas que están llegando a Sicilia no están autorizadas a abandonar los barcos que deberían llevarles a puerto. Están siendo sometidas a procedimientos de urgencia para evaluar, con carácter previo, sus posibilidades de solicitar asilo en Europa.
A aquellos que vienen de lo que se ha dado en denominar "países seguros", se les comunica una orden de expulsión y son transferidos directamente a un centro de internamiento. No tienen ninguna posibilidad de acceder a los puntos de entrada (hotspots) en el lugar de llegada y solicitar asilo, tal y como establecen los tratados internacionales sobre asilo y refugio.
"Estas informaciones describen prácticas contrarias a la Convención de Ginebra. Es absolutamente terrorífico lo que está ocurriendo en la UE y la propuesta de crear más de estos puntos. Lo que estas personas necesitan no es más Europa fortaleza, sino una Europa humana y solidaria. Necesitan soluciones constructivas a largo plazo, que pongan fin a todo este sufrimiento innecesario" manifiesta Shannon Pfohman, responsable de Incidencia Política de Cáritas Europa.
Por tanto, ante la Cumbre de La Valeta sobre migración y cooperación entre la UE y la Unión Africana, que tendrá lugar los días 11 y 12 de noviembre, Cáritas Europa urge a los Gobiernos de la UE que aseguren el apoyo a las personas allí dónde se encuentren:
1. Comprometiéndose a hacer esfuerzos reales para la construcción de la paz y el desarrollo en aquellos países que están sufriendo violencia y pobreza. Que incrementen la ayuda oficial al Desarrollo del 0.4% del producto interior bruto de la UE al prometido 0,7%.
2. Absteniéndose de amenazar a los países que no pertenecen a la UE con reducciones en la ayuda al desarrollo si no aceptan la inclusión de cláusulas de readmisión y expulsión en acuerdos bilaterales o regionales.
3. Protegiendo a las víctimas del tráfico de personas, en vez de criminalizarlas, estableciendo controles que rompan la impunidad de las mafias que operan en Europa. Y, en paralelo, intensificar las operaciones de búsqueda y salvamento en las fronteras exteriores, levantando las sanciones a los transportistas.
4. Asegurando medidas humanas y estables, tanto en la acogida como en la posterior integración de estas personas migrantes y refugiadas.

Cáritas Europa mantiene la esperanza en que los líderes europeos demostrarán en La Valeta que la solidaridad y la humanidad son pilares fundamentales de la identidad de la Unión Europea.