Desde lo hondo de mi corazón,
elevo mi súplica a Ti, Señor.
y reconozcan tu presencia en mi soledad.
Enséñame a recordar el pasado y vivir el presente, a estar solo y acompañado.
Ayúdame a aceptar mis sufrimientos con paciencia y gozar de las cosas pequeñas que me regalas .
Alienta los latidos de mi corazón para que ame hasta el final y espere, agradecido, tu abrazo eterno.
Padre, ahora que estoy enfermo, deja que mi corazón te busque y se desahogue en ti .
Desciende con tu bondad hasta mis miedos, mis oscuridades y dudas.
LLena con tu presencia mis silencios vacios,
dame anchura en el aprieto, aviva con tu Palabra mi esperanza decaída,
ayúdame a abandonarme en ti, y a ser agradecido, en todo momento.
Padre, ahora que vivo en la adversidad,haz que mis ojos no dejen de mirar a la cruz de tu Hijo,
pues en ella,según nos has dicho, encontraré la fuerza de amar más allá de mis límites.
Padre,que el espíritu me lleve a perseverar hasta el final del camino largo de la esperanza .
AMEN.
Isabel