lunes, 8 de mayo de 2017

La sorprendente conexión entre Nuestra Señora de Fátima y el islam



A medida que nos aproximamos al 100º aniversario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima, un aspecto que a menudo pasa desapercibido es su sutil conexión con el Islam. La Santísima Virgen María se apareció a los tres jóvenes pastores cerca de la ciudad de Fátima, en Portugal, un lugar cuyo nombre honra tanto a una princesa musulmana como a la hija de Mahoma.
Durante el siglo XII, ejércitos cristianos trataron de tomar ciudades de España y Portugal que habían sido ocupadas por fuerzas musulmanes. En este periodo, un caballero de nombre Gonzalo Hermigues y sus compañeros capturaron a una princesa musulmana de nombre Fátima.
Algunas historias dicen que, tras su captura, Fátima se enamoró de Gonzalo y que poco después se comprometieron. Antes de su matrimonio, Fátima fue bautizada en la fe cristiana y recibió el nombre de Oureana. Se dice que las ciudades portuguesas de Fátima y Ourém reciben su nombre en honor de esta princesa musulmana.
Lo interesante es que la princesa musulmana llevaba el nombre de una de las hijas de Mahoma, Fátima bint Muhammad, mujer de gran reverencia en el islam.
La hija de Mahoma recibió también el título de al-Zahra, «la Brillante», y Mahoma dijo una vez de ella: «Tú serás la más bendita de todas las mujeres en el paraíso, después de María» (aunque los musulmanes no comparten las mismas creencias que los católicos en relación a la Virgen María, sí le guardan el más profundo de los respetos).
Según el sacerdote Miguel Ángel Ayuso, secretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, esta conexión puede ser una puerta hacia el diálogo.
Según señaló en el VIII Encuentro de Oración Islámico-Cristiana en 2014, «la Iglesia católica reconoce que los musulmanes honran a María, la Virgen madre de Jesús, e incluso la invocan con piedad. (…) María es mencionada varias veces en el Corán. El respeto por ella es tan evidente que cuando se la nombra en el Islam se añade Alayha l- salam (la paz sea con ella). (…) María, modelo para los musulmanes y los cristianos, es también modelo de diálogo».
El venerable Fulton Sheen establece una interesante conexión entre la reverencia de los musulmanes hacia María y la hija de Mahoma y la aparición de Nuestra Señora en Fátima.
«¿Por qué la Santísima Virgen, en este siglo XX, debió haberse manifestado en un insignificante pequeño pueblo de Fátima, para que a todas las generaciones futuras la conocieran como Nuestra Señora de Fátima? Como nada sucede fuera del cielo sin la delicadeza de todos los detalles, creo que la Virgen escogió ser conocida como Nuestra Señora de Fátima como una promesa y un signo de esperanza para el pueblo musulmán y para asegurar que quienes le muestran gran respeto, algún día también aceptarán a su Divino Hijo».
Sorprendentemente, además de atraer a peregrinos cristianos, el santuario de Fátima también ha atraído a un gran número de musulmanes. Acuden a ver el lugar donde la Virgen María apareció en una ciudad nombrada en honor de una de las mujeres más reverenciadas en el islam.
En definitiva, la Santísima Virgen María en Fátima llamó a los cristianos a rezar por la paz en el mundo. En una época en la que se recurre a la violencia en el nombre del islam, es más necesario que nunca recurrir a Nuestra Señora de Fátima.
Continuemos trabajando por la paz en el mundo y miremos a Nuestra Señora como un puente entre musulmanes y cristianos, supliquémosle que ponga fin al odio que ha causado tantísima violencia en todo el mundo.
Philip Kosloski/Aleteia.org

El Museo de la Catedral de la Almudena desvela la obra de Rupnik



El Museo de la Catedral de la Almudena (plaza de la Almudena) celebra su décimo aniversario. Fue inaugurado el 1 de mayo de 2007 por iniciativa del Cabildo Catedral con la idea de dar a conocer su patrimonio y, de esa forma, hacer partícipes a los visitantes de la historia de la Iglesia en Madrid y sus dos patronos: la Virgen de la Almudena y san Isidro Labrador.
Con un horario de apertura de lunes a sábados de 10 a 14:30 horas, al recorrerlo se puede contemplar la casulla que usó san Juan Pablo II en la consagración de la catedral de Santa María la Real de la Almudena en 1993 o conocer el proyecto original de la misma. También se pueden ver de cerca la custodia de la Real Esclavitud, el cáliz de Pascua usado en la boda de los Reyes en 2004 o los mosaicos del jesuita esloveno Marko Ivan Rupnik; teniendo además la posibilidad de admirar Madrid desde lo alto del templo.
Durante diez semanas, el museo irá revelando algunos de sus secretos en otros tantos vídeos. El primero, hecho público este lunes, está dedicado a la sala capitular y la sacristía mayor, obra del jesuita esloveno Marko I. Rupnik.




Rezar el rosario por la paz, como ha pedido la Virgen de Fátima


«En este mes de mayo», mes de María, el Papa Francisco invita a los católicos del mundo a rezar el rosario por la paz, como lo ha pedido la Virgen María en Fátima a donde El va estos próximos viernes y sábado.
El Papa ha hablado de su peregrinación después de la oración mariana del Regina Coeli, este 7 de mayo del 2017, en la plaza San Pedro y también de la tradicional  «Súplica» a la Virgen María, una oración del santuario de Pompeya (Italia), que se ora en todas las parroquias de Italia. Unas 25.000 personas estaban presentes.
«Mañana haremos la oración de Súplica a la Virgen del Rosario de Pomeya. En este mes de mayo, recemos el rosario en particular por la paz. Yo les pido: recemos el rosario por la paz, como la Virgen lo ha pedido en Fátima, donde iré en peregrinación dentro de unos días con ocasión del centenario de la primera aparición», ha dicho el Papa Francisco.
Después del Regina Coeli, el Papa ha saludado también la beatificación  en Gerona, el sábado 6 de mayo de 7 misioneros del Sagrado Corazón, mártires de la guerra civil española, y el trabajo de la asociación Meter para la protección de los niños. Acababa de ordenar a 10 nuevos sacerdotes en la basílica de San Pedro. Cuatro de ellos, del seminario de Letrán, han dado junto con él la bendición desde la ventana.
He aquí la traducción del francés de esta Súplica a la Virgen María escrita por el beato Bartolo Longo. Se recita tradicionalmente en Italia al mediodía, el 8 de mayo, y el primer domingo de octubre.
Súplica a la Reina del Rosario de Pompeya
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Oh Augusta Reina de las Victorias, oh Soberana del Cielo y de la Tierra, en tu nombre se alegran los cielos y tiemblan los abismos, oh Reina gloriosa del Rosario, nosotros tus hijos devotos, reunidos en tu Templo de Pompeya (en este día solemne: el 8 de mayo y el primer domingo de octubre), derramamos las afecciones de nuestro corazón” y con una confianza filial total, te expresamos nuestras miserias.
Tu Trono de clemencia, donde tu estás sentada como Reina, vuelve, oh María, tu mirada compasiva sobre nosotros, sobre nuestras familias, sobre Italia, sobre Europa, y sobre el mundo.
Ten compasión de las angustias y de los tormentos que ensombrecen nuestra vida. Mira oh Madre, mira como los peligros en el alma y el cuerpo lo mismo que las calamidades y aflicciones nos oprimen.
Oh Madre implora sobre nosotros la misericordia de tu divino Hijo y vence por la clemencia del corazón de los pecadores son nuestros hermanos y tus hijos que costaron tanta sangre a Jesús y que entristecieron tu corazón tan sensible. Muéstrate a todos tál y como tu eres , Reina de la paz y del perdón.
Dios te salve María
Es verdad que nosotros, primero aunque seamos tus hijos, por nuestros pecados, te crucificados de nuevo en nuestro corazón Jesús.
Nosotros confesamos: merecemos el más duro castigo, pero tu, acuérdate que en el Gólgota has recogido con la sangre divina, el testamento del Redentor moribundo que ha designado como nuestra Madre, Madre de pecadores. Como nuestra Madre ,tu eres nuestra abogada, nuestra esperanza.  Y nosotros gimiendo, extendemos nuestras manos suplicantes, hacia ti gritamos Misericordia!.
Oh Madre de bondad, ten piedad de nosotros, de nuestras almas, de nuestras familias, de nuestros padres, de nuestros amigos, de nuestros difuntos, y sobre todo  de nuestros enemigos y de todos aquellos que se dicen cristianos y que por tanto ofenden al corazón amable de tu Hijo. Imploramos hoy piedad por las Naciones equivocadas, por toda Europa, por el mundo entero, a fin de que se arrepientan y regresen a tu corazón.
Misericordia para todos, oh Madre de Misericordia!.
Dios te salve María.
Dígnate escucharnos con benevolencia oh María!  Jesús ha puesto en tus manos  los tesoros de sus gracias y de sus misericordias.
Tu estás sentada coronada Reina, a la derecha de tu Hijo, resplandeciente de tu gloria inmortal sobre los Coros de los Ángeles. Tu extiendes tu dominio sobre toda la extensión del cielo y la tierra y todas las criaturas están sometidas a ti.
Tu eres la todopoderosa por gracia, tu puedes ayudarnos. Y si tu no quieres ayudarnos por que nosotros somos hijos ingratos e indignos de tu protección, no sabríamos a quién dirigirnos. Tu corazón de Madre no permitirá ver a tus hijos perdidos. El niño que vemos en tu regazo y la Corona mística que nosotros admiramos en tu mano, nos inspira confianza de que seremos escuchados. Y nosotros tenemos plena confianza en ti, nos abandonamos como débiles hijos entre los brazos de la más tierna de las madres, y, hoy mismo esperamos de ti las gracias tan deseadas.
Dios te salve María.
Pedimos la bendición de María
Una última gracia, te pedimos ahora oh Reina, y tú no puedes rechazarla (en este día tan solemne). Concédenos a todos tu amor fiel y de una manera especial tu bendición materna.
No nos separaremos de ti hasta que tu no nos hayas bendecido. Bendíce oh María en este momento, al Soberano Pontífice. En el esplendor antiguo de tu Corona, en los triunfos de tu Rosario, por la cuál eres llamada Reina de las Victorias,  añade esto oh Maria : concede el triunfo a la religión y la paz Sociedad humana. Bendice a nuestros Obispos, a nuestros sacerdotes, y en particular a todos aquellos que se han dedicado por el honor de tu Santuario. Bendice a todos los asociados de tu Templo de Pompeya y a todos aquellos que cultivan y difunden la devoción del Santo Rosario.
Oh Rosario bendito de María, que nos une a Dios, lugar de amor que nos une a los Ángeles, torre de salvación contra los asaltos del infierno, puerto en el que el naufrago  común, no te dejaremos jamás.
Tu serás nuestro aliento en la hora de la agonía, a ti el último beso de la vida que se extingue.
Y el último acento en nuestros labios será tu suave nombre, oh Reina del Rosario de Pompeya,  oh nuestra querida Madre, oh Refugio de los pecadores, oh Soberana consoladora de los afligidos.
Bendita seas por siempre en la tierra y en el cielo.
Amén.
Salve, oh Reina.
Traducción por Raquel Anillo
Zenit/Anita Bourdin

COMENTARIO AL EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (10, 11-18) POR EL PAPA FRANCISCO:




«El buen Pastor da su vida por las ovejas» (Jn 10, 11): estas palabras se realizaron plenamente cuando Cristo, obedeciendo libremente a la voluntad del Padre, se inmoló en la Cruz. Entonces se vuelve completamente claro qué significa que Él es «el buen Pastor»: da la vida, ofreció su vida en sacrificio por todos nosotros: por ti, por ti, por ti, por mí ¡por todos! ¡Y por ello es el buen Pastor!

Cristo es el Pastor verdadero, que realiza el modelo más alto de amor por el rebaño: Él dispone libremente de su propia vida, nadie se la quita, sino que la dona en favor de las ovejas. En abierta oposición a los falsos pastores, Jesús se presenta como el verdadero y único Pastor del pueblo: el pastor malo piensa en sí mismo y explota a las ovejas; el buen pastor piensa en las ovejas y se dona a sí mismo. 

A diferencia del mercenario, Cristo Pastor es un guía atento que participa en la vida de su rebaño, no busca otro interés, no tiene otra ambición que la de guiar, alimentar y proteger a sus ovejas. Y todo esto al precio más alto, el del sacrificio de su propia vida.

En la figura de Jesús, Pastor bueno, contemplamos a la Providencia de Dios, su solicitud paternal por cada uno de nosotros. ¡No nos deja solos! La consecuencia de esta contemplación de Jesús, Pastor verdadero y bueno, es la exclamación de conmovido estupor que encontramos en la segunda Lectura de la liturgia de hoy: «Mirad qué amor nos ha tenido el Padre...» (1 Jn 3, 1). 

Es verdaderamente un amor sorprendente y misterioso, porque donándonos a Jesús como Pastor que da la vida por nosotros, el Padre nos ha dado lo más grande y precioso que nos podía donar. Es el amor más alto y más puro, porque no está motivado por ninguna necesidad, no está condicionado por ningún cálculo, no está atraído por ningún interesado deseo de intercambio. Ante este amor de Dios, experimentamos una alegría inmensa y nos abrimos al reconocimiento por lo que hemos recibido gratuitamente.

Pero contemplar y agradecer no basta. También hay que seguir al buen Pastor. En particular, cuantos tienen la misión de guía en la Iglesia —sacerdotes, obispos, Papas— están llamados a asumir no la mentalidad del mánager sino la del siervo, a imitación de Jesús que, despojándose de sí mismo, nos ha salvado con su misericordia...

Que María Santísima obtenga para mí, para los obispos y para los sacerdotes de todo el mundo la gracia de servir al pueblo santo de Dios mediante la alegre predicación del Evangelio, la sentida celebración de los Sacramentos y la paciente y mansa guía pastoral. 

(Papa Francisco, Regina Coeli del 26 de abril de 2015)

EVANGELIO DE HOY: EL BUEN PASTOR DA LA VIDA POR LAS OVEJAS

Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-18:

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas.

Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.

Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor.

Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre».

Palabra del Señor.

“En este mes de mayo recemos el Rosario por la paz”, el Papa después del Regina Coeli

“Los mártires españoles, el mes de María y su próxima peregrinación a Fátima”, en el corazón del Papa Francisco al final de la oración mariana del Regina Coeli, del primer domingo de mayo, IV Domingo de Pascua.
Después de la oración a la Madre de Dios, el Santo Padre recordó que, “ayer, en Girona, España, fueron proclamados Beatos: Antonio Arribas Hortigüela y seis compañeros, religiosos de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón”. Estos fieles y heroicos discípulos de Jesús – precisó el Pontífice – fueron asesinados por odio a la fe en un tiempo de persecución religiosa. “Su martirio, aceptado por amor a Dios y por fidelidad a su vocación, suscite en la Iglesia el deseo de testimoniar con fuerza el Evangelio de la Caridad”.
También, el Obispo de Roma saludó a los grupos parroquiales, a las asociaciones y a todos los peregrinos procedentes de Italia y de diversos Países presentes en la Plaza de San Pedro, especialmente a los peregrinos de Varsovia (Polonia), Aalen (Alemania), Liébana (Austria), Chennai (India) y de Texas (Estados Unidos); como también a los profesores y alumnos del “Corderius College” de Amersfoort (Países Bajos).
Así mismo, el Obispo de Roma dirigió un saludo especial a la Asociación “Meter”, que desde hace más de veinte años lucha contra toda forma de abuso sobre los menores. “Gracias por su compromiso en la Iglesia y en la sociedad, dijo el Papa; sigan adelante con valentía”. Además, el Pontífice saludó a los participantes en la reunión nacional del Arma de los Carabineros, la delegación del Sindicato Autónomo de Policía, a los fieles de Pomezia y Palestrina, a la Asociación del Santo Sepulcro de Foligno, a la Filarmónica Valsoldese y a los jóvenes de Modica.
Antes de concluir sus saludos, el Papa Francisco invitó a que mañana dirijamos una “Suplica a la Virgen del Rosario de Pompeya; en este mes de mayo – señaló el Papa – recemos el Rosario en particular por la paz, como lo ha pedido la Virgen en Fátima, a dónde me dirigiré en peregrinación dentro de pocos días, con ocasión del centenario de las primera aparición”. A todos – agregó el Papa – les deseo un buen domingo. Y por favor no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta la vista!
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
(from Vatican Radio)

Papa: Cristo, Buen Pastor, puerta de salvación para la humanidad

 Antes de rezar la oración mariana de este tiempo pascual, es decir el Regina Coeli del primer domingo de mayo, conocido como “Domingo del Buen Pastor”, el Papa Francisco reflexionó con el Evangelio de Juan que nos presenta a Jesús mediante dos imágenes. A saber, la del Pastor y la de la Puerta del corral de las ovejas. El Santo Padre afirmó que todos nosotros somos el rebaño, que conoce la voz del Pastor y se deja conducir por Él.
Sí, porque Jesús, es el pastor bueno y la puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, un jefe que para gobernar da la vida y no pide a los demás que la sacrifiquen. De manera que podemos fiarnos de un jefe así, Cristo, que representa una presencia amiga, fuerte y dulce y que al mismo tiempo nos protege, consuela y cura.
El Pontífice invitó a no perder de vista la dimensión espiritual y afectiva de la experiencia cristiana.  Sabiendo que estamos unidos al Señor por un vínculo especial, al igual que las ovejas a su pastor. Y pidió que no racionalicemos demasiado la fe, porque de este modo corremos el riesgo de perder la percepción del timbre de la voz de Jesús Buen Pastor, que anima y fascina. De manera que hoy – dijo el Papa – estamos invitados a no dejarnos distraer por las falsas sabidurías de este mundo, sino a seguir a Jesús, el Resucitado, como único guía seguro que da sentido a nuestra vida.
En esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Obispo de Roma pidió que invoquemos a la Virgen María para que acompañe a los diez nuevos sacerdotes a quienes ordenó durante la Santa Misa celebrada anteriormente en la Basílica Vaticana, y con el deseo de que sostenga con su ayuda a cuantos el Señor sigue llamando.
(María Fernanda Bernasconi - RV).
Texto y audio del Santo Padre Francisco antes de rezar a la Madre de Dios:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
En el Evangelio de este domingo (Cfr. Jn 10, 1-10), llamado “el domingo del Buen Pastor”, Jesús se presenta con dos imágenes que se completan recíprocamente. La imagen del Pastor y la imagen de la Puerta del corral de las ovejas. El rebaño, que somos todos nosotros, tiene como habitación un corral que sirve de refugio, donde las ovejas viven y descansan después de las fatigas del camino. Y el corral tiene un recinto con una puerta, donde hay un guardián. Al rebaño se acercan diversas personas: está quien entra en el recinto pasando por la puerta y quien “entra por otro lado” (v. 1).
El primero es el pastor, el segundo un extraño, que no ama a las ovejas, quiere entrar por otros intereses. Jesús se identifica con el primero y manifiesta una relación de familiaridad con las ovejas, expresada a través de la voz, con la que las llama, y que ellas reconocen y siguen (Cfr. v. 3). Él las llama para conducirlas afuera, a los prados herbosos donde encuentran buen sustento.
La segunda imagen con Jesús se presenta es la de la “puerta de las ovejas” (v. 7). En efecto dice: “Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará” (v. 9), es decir, tendrá la vida y la tendrá en abundancia (Cfr. v. 10). Cristo, Buen Pastor, se ha convertido en la puerta de la salvación de la humanidad, porque ha ofrecido la vida por sus ovejas.
Jesúspastor bueno y puerta de las ovejas, es un jefe cuya autoridad se expresa en el servicio, un jefe que para gobernar da la vida y no pide a otros que la sacrifiquen. De un jefe así nos podemos fiar, como las ovejas que escuchan la voz de su pastor porque saben que con Él se va a prados buenos y abundantes. Basta una señal, una llamada y ellas lo siguen, obedecen, se encaminan guiadas por la voz de aquel que sienten como una presencia amiga, fuerte y dulce al mismo tiempo, que dirige, protege, consuela y cura.
Así es Cristo para nosotros. Hay una dimensión de la experiencia cristiana que tal vez dejamos un poco en la sombra: la dimensión espiritual y afectiva. El hecho de sentirnos unidos al Señor por un vínculo especial, como las ovejas a su pastor. A veces racionalizamos demasiado la fe y corremos el riesgo de perder la percepción del timbre de aquella voz, de la voz de Jesús Buen Pastor, que anima y fascina. Como les sucedió a los dos discípulos de Emaús, a los que les ardía el corazón mientras el Resucitado hablaba a lo largo del camino.
Es la experiencia maravillosa de sentirse amados por Jesús. Pregúntense: ¿Yo me siento amado por Jesús? ¿Yo me siento amada por Jesús? Para Él jamás somos extraños, sino amigos y hermanos. Y sin embargo, no siempre es fácil distinguir la voz del Pastor Bueno. Estén atentos. Siempre existe el riesgo de estar distraídos por el bullicio de tantas otras voces. Hoy estamos invitados a no dejarnos distraer por las falsas sabidurías de este mundo, sino a seguir a Jesús, el Resucitado, como único guía seguro que da sentido a nuestra vida.
En esta Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones – en especial por las vocaciones sacerdotales, para que el Señor nos envíe buenos pastores – invocamos a la Virgen María: Que Ella acompañe a los diez nuevos sacerdotes a quienes he ordenado hace poco. He pedido a cuatro de ellos, de la diócesis de Roma, que se asomaran para dar la bendición junto a mí. Que la Virgen  sostenga con su ayuda a cuantos están llamados por Él, a fin de que estén listos y sean generosos para seguir su voz.
(from Vatican Radio)