miércoles, 21 de diciembre de 2016

Nos vamos acercando a Belén


Nos vamos acercando a Belén... ya sentimos el olor de la llegada de Jesús... podemos saborear su cercanía... y con María, nos disponemos a hacer silencio para escucharle... DIOS hablará por primera vez con labios de hombre... y llorará...!!!
Cuando venga mi Hijo,
me callaré.
Si él es la Palabra
yo ¿qué?...
Belén está ya cerca,
casi se ve.
Se acaba la tarea
que comencé.
Porque cuando en mis brazos
nacido esté,
el “hágase” que dije
repetiré.
Y ya no diré nada.
Ya ¿para qué?
Si él es la Palabra
me callaré.
—José Luis Martín Descalzo
Fuente: Tengo sed de Ti.

«No es momento de palabras piadosas». Hay situaciones que «no podemos comprender»


No es tiempo de «palabras elocuentes y bonitas», sino más bien de «oración silenciosa», de «estar simplemente con la gente», reflexionaba el arzobispo de Berlín tras el atentado del lunes
«Es de noche en Berlín», decía el arzobispo, Heiner Koch, en un encuentro de oración al día siguiente del atentado que costó la vida a una docena de personas y heridas de consideración a cerca de 50. «No es momento de palabras piadosas», sino de reconocer que hay situaciones que «no podemos comprender», añadía ante la canciller Merkel, varios ministros y centenares de fieles en la llamada iglesia del recuerdo, templo luterano que conserva las huellas de los bombardeos de la II Guerra Mundial.
El terrorismo ha golpeado Alemania al comienzo de las fiestas navideñas, y también de lo que se anuncia ya como una larguísima campaña electoral hasta septiembre, con el corrosivo debate sobre la acogida a los refugiados que impulsó la canciller, especialmente en 2015, año en que el país recibió a más de un millón de solicitantes de asilo, la mayoría procedentes de Siria, Irak y Afganistán. Desde la populista y xenófoba Alternativa por Alemania se ha hablado de «los muertos de Merkel». De ahí que, en su primera reacción pública, el cardenal Marx, arzobispo de Múnich y presidente del episcopado alemán, resaltara que «en estos momentos difíciles para la ciudad de Berlín y para nuestro país es importante que estemos juntos como sociedad, que nos mantengamos unidos».
Tiempo para «la oración silenciosa»
La noticia del atentado sorprendió a monseñor Koch en Leipzig, a unos 200 kilómetros al sur de la capital. Lo primero que hizo fue hablar por teléfono con sus colaboradores y enviar a capellanes a los hospitales para atender a los heridos y a sus familiares.
«Naturalmente, en Berlín temíamos que algo así pudiera pasar», pero igualmente «el atentado ha provocado una fuerte conmoción», decía el prelado este martes en declaraciones a Dom Radio, emisora del Arzobispado de Colonia.
«Experimentamos aquí nuestra propia impotencia» y la incapacidad de encontrar sentido a unos hechos frente a los que «no es posible decir nada». Lo que sí pedía el arzobispo es «no ceder a la ira», aunque tampoco «trivializar los hechos», puesto que la gente tiene miedo y necesita comprender lo ocurrido.
Preguntado por la cercanía de la Navidad, Koch resaltaba que «realmente celebramos una noche. Era de noche en Belén, no solo en el sentido de la hora del día, sino también una noche de la impotencia y la desposesión del pueblo de Israel. Y en medio de esa noche ha venido Dios». «Hoy, igual que entonces, es de noche en Berlín».
Estos momentos de dificultad y desconcierto –afirmaba el prelado– «no son para las palabras elocuentes y bonitas», sino más bien para «la oración silenciosa». Y para «simplemente acompañar». «Igual que Dios permaneció entre nosotros, ahora debemos estar simplemente con la gente».
Ricardo Benjumea
Alfa y Omega

Monseñor Viganò invita a dejarse sorprender por Dios para comunicar la Buena Nueva


El prefecto de la Secretaría para la Comunicación, monseñor Dario Edoardo Viganò, ha presidido este lunes en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, la celebración de la Misa navideña, con numerosos empleados del dicasterio. Además –informa Radio Vaticana– han concelebraron unos veinte sacerdotes, entre los cuales Monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación; el padre Giuseppe Costa, director de la Librería Editorial Vaticana, y el padre Andrzej Majewski, director de los Programas de Radio Vaticano.
En su homilía, el prefecto ha pedido que «nos dejemos sorprender por Dios para poder comunicar al mundo la Buena Nueva de su Misericordia». Además, ha reflexionado sobre las figuras propuestas por las Lecturas del día, que muestran que «nada es imposible para quien se encomienda al Señor».
Deteniéndose en la misión de quien está llamado en la Santa Sede a comunicar la Buena Noticia de la Misericordia de Dios, monseñor Viganò ha desarrollado su homilía como «una peregrinación ideal siguiendo las huellas de los personajes propuestos por la Palabra de Dios».
Por otro lado, el prefecto ha recordado que «Dios que nos visita y pide que lo escuchemos, incluso cuando se revela de manera sorprendente, o fuera de nuestros esquemas e incluso en tiempos no previstos por nosotros». Y ha señalado que el Papa Francisco repite que «la oración es una llave que abre el corazón de Dios».
Al mismo tiempo ha precisado que «en estos oasis, en estos refugios del espíritu», el Señor «nos revela lo que desea de nosotros», «para responder a su llamada». Si no escuchamos, se ha preguntado, «¿cómo podemos dar una respuesta?». Una buena regla de comunicación: «escuchar, para entender y responder de modo sensato».
Monseñor Viganò ha exhortado a los empleados de la Secretaría para la Comunicación a «sentirse como dones recíprocos, o chispas de belleza», tanto «en el trabajo como en la propia familia».
«Se nos pide compromiso – ha añadido – respeto de las reglas, superación de las inevitables dificultades y tentaciones» que nos producen «fatigas, incomprensiones y decepciones, pero que nos hacen encontrar el camino de la fidelidad a Dios, a su llamada».
Zenit

COMENTARIO AL EVANGELIO DE SAN LUCAS (1,39-45) POR SANTA TERESA DE CALCUTA



“Después que María fue visitada por el ángel, se puso rápidamente en camino a casa de su prima Isabel, la cual también esperaba un hijo. Y el niño que había de nacer, Juan Bautista, saltó de gozo en el vientre de Isabel. ¡Qué maravilla! ¡El Dios todopoderoso, para anunciar la venida de su Hijo, escogió a un niño que había de nacer!

María, a través del misterio de la Anunciación y de la Visitación, representa el modelo de vida que deberíamos llevar. Primero acogió a Jesús en su existencia; seguidamente, compartió lo que había recibido. 

Cada vez que recibimos la Santa Comunión, Jesús, el Verbo, se hace carne en nuestra vida –don de Dios, al mismo tiempo bello, gracioso, singular. Esta fue la primera Eucaristía: María ofrece a su Hijo en ella, en quien Él había puesto el primer altar. María, la única que podía afirmar con una confianza absoluta: «Esto es mi cuerpo», a partir de ese primer momento ofreció su propio cuerpo, su fuerza, todo su ser, para la formación del Cuerpo de Cristo.

Nuestra Madre la Iglesia ha elevado, delante del rostro de Dios, a un gran honor a las mujeres proclamando a María Madre de la Iglesia.

El regocijo y el gozo eran la fuerza de Nuestra Señora. Fue su hijo quien hizo de ella la presurosa sirvienta de Dios, porque desde que entró en ella «se fue a toda prisa». Solamente el gozo podía darle la fuerza para marchar a toda prisa más allá de las colinas de Judea y convertirse en la servidora de su prima. 

Esto sirve igualmente para nosotros; igual que ella debemos ser siervos del Señor y cada día, después de la santa comunión, apresurarnos para ir más allá de las dificultades que nos encontremos al ofrecer con todo nuestro corazón nuestro servicio a los pobres. Dar Jesús a los pobres en tanto que siervas del Señor.

El gozo es la oración, el gozo es la fuerza, el gozo es el amor, es una red de amor gracias a la cual podréis alcanzar a las almas. «Al que da de buena gana lo ama Dios» (2Co 9,7). El que da gozosamente, da más. 

Si en el trabajo encontráis dificultades y las aceptáis con gozo, con una amplia sonrisa, en esto, como en muchas otras cosas, daréis prueba de que vuestras obras son buenas y el Padre será glorificado en ellas. La mejor manera de mostrar vuestro agradecimiento a Dios y a los hombres es aceptándolo todo con gozo. Un corazón gozoso proviene de un corazón que arde en amor”.

(De “El amor más grande”, de Santa Teresa de Calcuta)

LO QUE HA DICHO EL SEÑOR SE CUMPLIRÁ (EVANGELIO DE HOY)



Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,39-45):


En aquellos días, María se levantó y puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y, levantando la voz exclamó:

«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues, en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que le ha dicho el Señor se cumplirá».

Palabra del Señor


Cercanía del Papa Francisco con el pueblo ruso por el asesinato del embajador en Turquía

El Papa Francisco envió un telegrama de pésame a través del Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, al Presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, tras el asesinato ayer, en Ankara (Turquía), del embajador ruso en ese país, Andrei Karlov.
“Su Santidad, el Papa Francisco ha recibido con profunda tristeza la noticia del acto de violencia en Ankara, se lee en el mensaje, que ha causado la muerte del embajador Andrei Karlov. El Pontífice da su más sentido pésame a cuantos lloran su pérdida y, en especial a los familiares del difunto Embajador. Al mismo tiempo, que encomienda el alma del fallecido a Dios Todopoderoso, el Papa Francisco, le asegura, al entero pueblo de la Federación Rusa, sus oraciones y su solidaridad espiritual en estos momentos”.
Por otra parte, esta mañana, el Secretario Vaticano para las Relaciones con los Estados, Mons. Richard Gallagher, se comunicó telefónicamente con el Embajador ruso ante la Santa Sede, Alexander Avdeev, para expresarle sus condolencias por el asesinato del Embajador.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
(from Vatican Radio)

“Que la locura homicida no encuentre más espacios en nuestro mundo”. Pésame del Papa por el atentado en Berlín

“Me uno a todas las personas de buena voluntad comprometidas en que la locura homicida del terrorismo no encuentre más espacios en nuestro mundo”, lo dice el Papa Francisco a través del Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Pietro Parolin, en un telegrama de pésame enviado al Arzobispo de Berlín Mons. Heiner Koch, con motivo del atentado contra un mercadillo de Navidad en el centro de Berlín, a última hora de la tarde de ayer, en el que resultaron fallecidas 12 personas y heridas 45.
“El Santo Padre ha recibido con profunda consternación las noticias del terrible acto de violencia sucedido en Berlín – se lee en el telegrama – en el cual, además del considerable número de heridos, han encontrado la muerte muchas personas. Asimismo, Su Santidad manifiesta su participación en el luto de los familiares expresándoles su compasión y asegurándoles cercanía en su dolor. En sus oraciones confía a los difuntos a la misericordia de Dios al que suplica también la curación de los heridos. Igualmente, el Santo Padre da las gracias a los servicios de socorro y de seguridad por los esfuerzos realizados. El Papa Francisco se une a todas las personas de buena voluntad comprometidas en que la locura homicida del terrorismo no encuentre más espacios en nuestro mundo. Para ello, Su Santidad implora de Dios Padre misericordioso el consuelo, la protección y la bendición consoladora”.

(Renato Martinez – Radio Vaticano)