miércoles, 18 de mayo de 2016

Una empresa británica desminará la zona donde fue bautizado Jesús.Israel impide el acceso a siete iglesias y monasterios desde la Guerra de los Seis Días

El coste del proyecto, que arrancará en breve, ascenderá a cuatro millones de euros
La zona de Qasr al-Yahud, que se extiende alrededor de la orilla occidental del río Jordán, a la altura del sitio que la tradición identifica como el lugar del bautismo de Jesús, se realizará la remoción de minas y otros artefactos que aún se encuentran dispersos, cincuenta años después de la Guerra de los
seis días (5-10 de junio de 1967).
Según reporta la prensa israelí, el área que será limpiada de minas se extiende aproximadamente por 100 hectáreas y es inaccesible desde 1967. El proyecto de remoción de minas se llevará a cabo bajo la supervisión del Ministerio de Defensa de Israel, y contará con la colaboración de lacompañía británica Halo Trust, que está especializada en la eliminación de minas y municiones bélicas sin explotar. El trabajo de remoción debe comenzar a finales de 2016.
Qasr el-Yahud, a pocos kilómetros de la ciudad de Jericó, se encuentra en los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, justo en la frontera con Jordania. El área cuenta con antiguas iglesias y monasterios que hasta ahora han sido considerados como inseguros debido a las minas. Desde 2011, Israel ha hecho accesible una única ruta directa a un lugar para las ceremonias cristianas, en la orilla del Jordán.
El acceso está permitido a los peregrinos hasta ahora bajo la supervisión del ejército israelí que controla la zona. El llamado Qaser al Yahud (Castillo de los Judíos) es un campo minado de 136 acres (unos 550 metros cuadrados) que ha impedido el acceso a siete iglesias desde que concluyó la Guerra de los Seis Días de 1967.
La retirada de las minas permitirá ahora que estas iglesias, que pertenecen a lasortodoxias copta, etíope, griega, católica romana, siria y rusa, sean restauradas y puedan ser visitadas por peregrinos y turistas. Asimismo, también está prevista la retirada de las minas de un lote de terreno perteneciente a la Iglesia Armenia Ortodoxa.

Según ha explicado HALO Trust en un comunicado, la Autoridad Nacional de Acción Contra Minas Israelí (INMAA) se puso en contacto con ellos tras su exitosa labor en la eliminación de este tipo de artefactos en otros puntos de Cisjordania.
La ONG ha estimado que el coste del proyecto de desminar el lugar del bautismo de Jesús ascenderá a unos 4 millones de dólares, por lo que ha invitado a organizaciones y donantes a hacer aportaciones.
Para el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha admitido que es "doloroso" que un lugar histórico como en el que fue bautizado Jesús "sea un sitio marcado por los escombros de la guerra". Su recuperación, ha añadido, "traerá un símbolo de esperanza a una región que lucha contra las profundas y arraigadas diferencias".
Por su parte, el arzobispo de la Iglesia Siria Ortodoxa en Jerusalén, monseñor Severios Malke Mourad, ha resaltado que "en un momento en el que muchos sitios religiosos están siendo destruidos en Oriente Próximo, las actividades de desminado en estas iglesias por parte de HALO Trust traerán un poderoso símbolo de esperanza".
El fraile Pierbattista Pizzaballa, custodio de Tierra Santa, ha reconocido que aunque los franciscanos siguen usando el lugar pero con un acceso limitado, esperan "con ansias el día en el que, gracias a HALO, podamos celebrar el Sacramento del Bautismo de Cristo en paz".



Para convertirnos no tenemos que esperar eventos prodigiosos. El Papa en la catequesis

“Queridos hermanos y hermanas. La parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro presenta dos modos de vivir que se contraponen. El rico disfruta de una vida de lujo y derroche; en cambio, Lázaro está a su puerta en la más absoluta indigencia, y es una llamada constante a la conversión del opulento, que este no acoge”.
Si excluimos al pobre, excluimos a Dios. En la catequesis impartida en italiano, el pontífice nota un particular en la parábola: el rico no tiene nombre, mientras el nombre del pobre se repite cinco veces. Lázaro significa “Dios ayuda”, dice Francisco, e indica que al excluir a Lázaro, el rico no está considerando ni al Señor ni a su Ley:
“La situación se invirtió para ambos después de la muerte. El rico fue condenado a los tormentos del infierno, no por sus riquezas, sino por no compadecerse del pobre. En su desgracia, pidió ayuda a Abrahán, con quien estaba Lázaro. Pero su petición no pudo ser acogida, porque la puerta que separaba al rico del pobre en esta vida se había transformado después de la muerte en un gran abismo”.
He aquí la clave de lectura. Porque bienes y males fueron distribuidos de modo de compensar la injusticia terrena, aquella puerta que separaba al rico del pobre en la tierra, después de la muerte se convierte en “un abismo”, explicó Francisco, al señalar que es el mismo Abrahán quien da la clave de lectura en la parábola, cuando declara imposible atender el pedido del hombre rico. “Mientras ambos estaban con vida, había posibilidad de salvación” afirma el Papa, a la vez que indica que la parábola nos pone claramente en guardia: “la misericordia de Dios está unida a la nuestra con el prójimo”. “Si yo no abro las puertas de mi corazón al pobre, esa puerta, permanece cerrada también para Dios. Y esto es terrible”.
“Esta parábola -continuó diciendo en nuestro idioma- ,nos enseña que la misericordia de Dios con nosotros está estrechamente unida a la nuestra con el prójimo;  cuando falta nuestra misericordia con los demás, la de Dios no puede entrar en nuestro corazón cerrado. Dios quiere que lo amemos a través de aquellos que encontramos en nuestro camino”.    
Para convertirnos no tenemos que esperar eventos prodigiosos. Concluyendo la catequesis en italiano, el Obispo de Roma hace referencia al final de la parábola, cuando el rico piensa en sus hermanos y pide a Abrahán que Lázaro regrese al mundo para advertirlos, y a aquello que Abrahán les responde: “tienen a Moisés y a los profetas, que los escuchen”. “Para convertirnos no debemos esperar eventos prodigiosos sino abrir el corazón a la Palabra de Dios, que nos llama a amar a Dios y al prójimo”. “Ningún mensajero y ningún mensaje podrán sustituir a los pobres que encontramos en el camino, porque en ellos viene a nuestro encuentro el mismo Jesús”. 
Por último, en la conclusión de la catequesis impartida en nuestro idioma, el Santo Padre nos invitó a todos “a no perder la oportunidad, que se presenta constantemente, de abrir la puerta del corazón al pobre y necesitado, y a reconocer en ellos el rostro misericordioso de Dios”.
(Griselda Mutual - Radio Vaticana)

EL QUE NO ESTÁ CONTRA NOSOTROS, ESTÁ CON NOSOTROS



Evangelio según San Marcos 9,38-40. 

Juan le dijo a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros". 

Pero Jesús les dijo: "No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. 

Oración para pedir ser misericordiosos. Faustina Kowalska


Ayúdame, oh Señor, a que mis ojos sean misericordiosos, para que yo jamás recele o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle. 

Ayúdame, oh Señor, a que mis oídos sean misericordiosos, para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus sufrimientos y quejas. 

Ayúdame, oh Señor, a que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable negativamente de mi prójimo, sino que siempre tenga una palabra de consuelo y perdón para todos. 

Ayúdame, oh Señor, a que mis manos sean misericordiosas y estén llenas de buenas obras, para que sepa hacer a mi prójimo exclusivamente el bien y cargue sobre mí las tareas más difíciles y penosas. 

Ayúdame, oh Señor, a que mis pies sean misericordiosos, para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, venciendo mi propia fatiga y cansancio. 

El reposo verdadero está en el servicio al prójimo. Ayúdame, oh Señor, a que mi corazón sea misericordioso, para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. 

A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos que sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordioso Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose en mí. 

(Faustina Kowalska)

La misericordia en la comunidad cristiana. San Agustín


El que ama al prójimo debe hacer tanto bien a su cuerpo como a su alma, y esto no consiste sólo en acudir al médico, sino también en cuidar el alimento, la bebida, el vestido, la habitación, y proteger el cuerpo contra todo lo que pueda resultar molesto [...]. Son misericordiosos los que ponen cortesía y humanidad al proporcionar lo necesario para resistir males y dolores [...]. ¿No sabéis que tener misericordia significa hacerse uno mismo miserable, condoliéndose del otro? (San Agustín, Sobre las costumbres de la Iglesia Católica, 1, 28, 56).


¿Qué has dado sino lo que de mí recibiste? Das cosas terrenas, recibes cosas celestiales. De lo mío has dado, yo me entrego a ti. Si Cristo se te ha dado, ¿cómo no vamos a darnos también nosotros a Cristo, a quien encontramos en los necesitados? Cristo alimenta y pasa hambre por ti; da y está necesitado. Cuando da, quieres recibir; ¿y no vas a querer dar cuando está necesitado? Cristo está necesitado cuando lo está un pobre. Quien está dispuesto a dar a todos los suyos el bien de la vida eterna se ha dignado recibir bienes temporales en cualquier pobre. Deseas encontrar al Cristo que se sienta en el trono celestial. Pues espera encontrarlo durmiendo bajo un puente, espera encontrarlo hambriento y tembloroso de frío, espera encontrarlo como extranjero. (San Agustín, sermón 38,8) San Agustín Imágenes, expresiones y acciones bíblicas de la misericordia.