viernes, 25 de agosto de 2017

El Estado Islámico amenaza al Papa y asegura que "estaremos en Roma"


Tras Barcelona, el Vaticano. El Estado Islámico difundió un vídeo, grabado en Filipinas, en el que un yihadista amenaza al Papa Francisco y asegura que "estaremos en Roma, si Dios quiere", mientras apunta con un fusil una imagen de Bergoglio, que acaba rompiendo.
"Recuerden esto, descreídos, estaremos en Roma. Haremos más venganza", se escucha en el vídeo, cuyas imágenes han sido difundidas por Al-Hayat Media Center, una de las redes oficiales del Estado Islámico. La cinta se grabó en Marawi, donde los yihadistas lograron quemar varias iglesias el pasado mes de mayo. No es la primera vez que el Estado Islámico amenaza con atentar contra el Vaticano, cuya seguridad se ha incrementado en los últimos tres años.
En el vídeo, que lleva por título "Dentro del Califato parte 3", los terroristas muestran escenas de la destrucción de la catedral de Marawi, en la isla de Mindanao, así como cuerpos soldados asesinados, y de terroristas destrozando imágenes de la Virgen, Jesús y otros símbolos religiosos. Además de la foto de Francisco, el terrorista también rompe otra de Benedicto XVI.
A su vez, una voz en off subraya que "después de todos sus esfuerzos, la que puede quebrarse sería la religión de la cruz. La enemistad de los cruzados hacia los musulmanes sólo sirvió para envalentonar a una generación de jóvenes".
Entretanto, el comandante de la Guardia Suiza, Christoph Graf, ha asegurado que este cuerpo está preparado para afrontar cualquier amenaza, incluso terrorista. Durante una reunión de responsables policiales de todo el mundo, el jefe del contingente encargado, desde hace cinco siglos, de proteger al Papa, admitió que "quizás solo es cuestión de tiempo para que un ataque de este tipo se verifique en Roma. Pero estamos listos también para ello".
"La Guardia Suiza adapta constantemente su formación a los desafíos de hoy. La Escuela fue llevada de dos a cuatro meses y tiene la colaboración de la policía del cantón de Ticino", aseguró Graf.
Jesús Bastante/Agencias

Barcelona, capital mundial de la esperanza

Decenas de confesiones religiosas que conviven en Barcelona han rechazado el terrorismo y han pedido paz en el acto interreligioso organizado por el Ayuntamiento y la Generalitat, al que han asistido casi un millar personas al cumplirse una semana de los atentados.
Han participado en el acto -en el Museu Marítim, cercano a La Rambla- comunidades de las diversas confesiones presentes en la ciudad, como la musulmana, judía, cristiana ortodoxa, católica, evangélica, budista, taoísta, sikh, bahá e hinduista, y también personas de tradición atea y laica, entre otras creencias.
Entre las autoridades, han asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el ministro de Justicia, Rafael Catalá; el diputado de Presidencia de la Diputació de Barcelona, Jaume Ciurana; el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.
Cuatro jóvenes miembros de Constructores de Puentes -proyecto impulsado por la Asociación Unesco por el Diálogo Interreligioso (Audir)- han leído fragmentos de textos bíblicos, budistas, del Corán y de la Torá, que han hecho referencia a la fraternidad, el amor, la bondad, la felicidad y la generosidad.
"Quien mata a un inocente sería como si matase a toda la Humanidad; si alguien salva una vida, sería como si hubiera salvado la vida de toda la Humanidad", ha destacado uno de los jóvenes leyendo el Corán.
 De la Biblia, han resaltado el amor, porque sin amar "no se es nada" y amando uno es paciente, bondadoso y no tiene envidia ni se alegra de la mentira.
Los textos budistas han destacado la importancia de ser feliz y vivir libre de sufrimiento; y las lecturas del Torá han defendido la justicia y la solidaridad hacia los demás, también hacia el inmigrante y el forastero.
El acto, conducido por la actriz Carme Sansa, ha empezado con la Orquesta Árabe de Barcelona tocando el 'Cant dels Ocells' y nombrando a las víctimas del atentado de hace una semana: "Todas merecen nuestro homenaje y recuerdo, todas las víctimas de tantos y tantos rincones del mundo", ha añadido Sansa, que ha leído versos que el poeta Federico García Lorca dedicó a La Rambla y ha sostenido que los jóvenes son la esperanza del futuro.
"Queremos insistir otra vez: No tenemos miedo", ha aseverado la conductora del acto, que ha defendido que convivir en la diferencia humaniza y que es esta idea la que han querido destruir los atentados, ante lo que ha pedido responder con paz y con el reconocimiento de la diferencia como parte de la unidad.
Una treintena de jóvenes han acercado ramilletes de flores al escenario mientras tocaba la Orquesta Árabe de Barcelona, y las flores se han ido colocando para formar un ramo que después se ha depositado como ofrenda floral en el mosaico de Joan Miró de La Rambla, donde paró la furgoneta que arrolló a los peatones.
Diversos jóvenes y participantes en el acto se han desplazado desde el Museu Marítim hacia La Rambla para hacer esta ofrenda floral en el mosaico, lugar en el que muchos ciudadanos han colocados velas, peluches y mensajes en recuerdo de las víctimas y contra el terrorismo.
Los consellers de la Generalitat Raül Romeva, Meritxell Borràs, Clara Ponsatí, Antoni Comín, Lluís Puig, Santi Vila y Meritxell Serret han acudido al acto, en el que también ha estado el director de Asuntos Religiosos del Govern, Enric Vendrell; los alcaldes de Ripoll (Girona), Jordi Munell -de donde eran la mayoría de los terroristas- y el de Sant Hipòlit de Voltregà (Barcelona), Xavier Vilamala, ya que una de las víctimas era de la localidad.
También ha acudido los tenientes de alcalde barceloneses Gerardo Pisarello, Laia Ortiz y Jaume Asens; concejales de grupos municipales -entre ellos el ex alcalde y líder del grupo Demòcrata, Xavier Trias; de ERC, Alfred Bosch, y del PP, Alberto Fernández-; la Síndica de Greuges de Barcelona, Maria Assumpció Vilà; la líder de Cs en el Parlament, Inés Arrimadas, y la portavoz del PSC en el Parlament, Eva Granados, entre muchos otros.
El cardenal de Barcelona, Juan José Omella, también participó en el acto, y fuentes de la diócesis han apuntado que participará en la manifestación del próximo domingo en repulsa por los atentados.
(RD/Ep)

Padre Baggio: Francisco pide hacer más para integrar a los migrantes


El subsecretario de la Sección inmigrantes y refugiados del Dicasterio vaticano para el servicio del desarrollo humano integral, el padre Fabio Baggio, ilustró algunas ideas que el papa Francisco señaló en su reciente mensaje dedicado al tema “Acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y refugiados”.
Esta sección del dicasterio está dirigida directamente por el papa Francisco y su subdirector, el padre Baggio, quien pertenece a la congregación de San Carlos, Scalabrinianos, muy activos en el mundo con centros de recepción de inmigrantes y en Italia en particular con los latinoamericanos.
En una entrevista a Radio Vaticano, el padre Baggio precisa que “es necesario que los migrantes tengan alternativas seguras y legales a las que hoy en cambio ofrecen los traficantes o mafias locales”. Y precisa que lamentablemente “muchas veces las personas se encuentran en la imposibilidad de acceder a canales legales, porque las vías están excluidas o porque no se ofrecen canales humanitarios que puedan llevar a estas personas a lugares seguros”.
En particular, el padre Baggio se refiere a todas las personas que se escapan de conflictos, persecuciones, guerras, y algunas que lo hacen de la pobreza extrema “por razones de supervivencia”.
El scalabriniano indica que “el Papa se refiere a las experiencias que se realizaron hasta ahora: la concesión de visas humanitarias” que deben ser reconocidas “cuando no hay una protección internacional garantizada por la Convención de Ginebra de 1951”. Esto es, las visas deberían ser entregadas antes de cruzar los desiertos o los mares.
ZENIT – Roma, 24 Ago. 2017)
Sobre las deportaciones masivas en campos de refugiados de un país vecino, precisa que el Papa se alinea con las declaraciones internacionales retieradas diversas veces. Porque las expulsiones que son hechas sumariamente, muchas veces a la discreción de quienes compilan los módulos de expulsión, sin posibilidad de un apelo y que no permiten a las personas presentar los casos particulares.
Precisa aún que la detención “es como considerar un crimen, lo que en realidad es una carencia burocrática y administrativa”. Porque además existen sistemas alternativos como se realizaron con menores, en los que se los confía a la comunidad y a los servicios sociales. Se trata de un control hasta que se llegue a su regularización. Y que las regularizaciones extraordinarias como la realizadas en Italia, indican la posibilidad de resolver un problema burocrático.
Refiriéndose a la solicitud del Papa sobre el derecho universal a una nacionalidad, el padre Baggio señala que “este debe ser reconocido en el momento del nacimiento”. Así como es necesario darla a aquellos que quedaron sin nacionalidad porque su Estado desapareció, o por decisión de un Estado. “Vale también”, explica, “para que los recién nacidos puedan recibir la nacionalidad del Estado donde han nacido”, o sea el Ius Soli.
Interrogado sobre la necesidad de promover la inserción social y laboral de los migrantes, el sacerdote scalabriniano señala que el Papa “subraya esta doble valencia de la integración, donde el inmigrante se integra y también el autóctono con el inmigrante” además de reconocer “al otro como un valor agregado a nuestra existencia”.
Refiriéndose a los pactos globales dedicados a refugiados y migrantes, el sacerdote señaló que juntos con el Santo Padre “hemos llegado a redactar 20 puntos de acción, toda una serie de indicaciones muy prácticas que provienen de la experiencia de la Iglesia, o sea de las buenas prácticas que las Iglesias locales están haciendo para ser directas en nuestras propuestas”.

San José de Calasanz, 25 de agosto


«Fundador de los escolapios. Devoto de María, gran pedagogo, comprometido por la enseñanza de la niñez y la juventud. Pionero en el mundo con la creación de escuelas populares y gratuitas, Pío XII lo declaró patrón de todas los centros cristianos de este cariz» 
Cuando san Alfonso María de Ligorio pasó por circunstancias difíciles, leía la vida de José y halló en ella consuelo. Nació el 11 de septiembre de 1557 en Peralta de la Sal, Huesca, España. Era el benjamín de seis hermanos. Siendo niño se propuso perseguir al diablo cuchillo en mano para matarle; tal era su odio al pecado que le inculcó su madre, en cuyo regazo aprendió a amar a Dios, a la Virgen y a los santos. Estudió gramática en Estadilla y fue designado prior del colectivo de alumnos aragoneses. Completó su formación en la universidad de Lérida, donde cursó filosofía y derecho. Luego realizó teología en las de Valencia y Alcalá de Henares finalizando en 1581.
El proceso hacia su sacerdocio se produjo en 1582 en el transcurso de una grave enfermedad. Prometió a la Virgen que se ordenaría si sanaba, y así sucedió. Al año siguiente recibía este sacramento. Desempeñó su ministerio en distintos lugares de las comarcas pirenaicas, entre otras, La Seu d’Urgell, cerca de la frontera francesa, y en Tremp donde asumió las misiones complementarias de visitador oficial y vicario general de tres poblaciones añadidas a la de Tremp. Era una época llena de peligros para las gentes que eran asaltadas por malhechores en emboscadas, lo que suponía pérdida de bienes y hasta de la propia vida. José hizo lo posible para que el virrey solventase la situación.
En 1592, después de doctorarse en teología en Lérida, desprenderse de sus posesiones y dejar en marcha obras de caridad, partió a Roma, su último destino. Bajo la protección del cardenal Colonna, antiguo compañero de curso en Alcalá, que lo nombró teólogo consultor y le encomendó la formación de su sobrino, se integró en la ciudad. Junto a san Camilo de Lelis destacó por su atención a los afectados por la peste. Ambos pugnaban para ser los más relevantes en la entrega a los enfermos y moribundos. José, que era miembro de la cofradía de la Doctrina Cristiana, ya había advertido la gravísima carencia educativa de los niños huérfanos y abandonados que deambulaban por las calles. Y aunque a muchos podía instruirlos los domingos, era insuficiente. Veía que para poder llegar a todos, la formación debía ser gratuita. Buscó ayuda en diversas órdenes religiosas y en el senado, pero se dio cuenta de que debía ser él quien se dedicara a tan delicada labor. El padre Brendani, párroco de Santa Dorotea del Trastévere, le animó y ayudó.
En noviembre de 1597 en una de las habitaciones que le prestó creó una escuela, dando inicio a la fecunda labor pedagógica que culminaría con la fundación de las Escuelas Pías. Su cariz popular y gratuito hizo que José fuese pionero en el mundo de una empresa como ésta. A la semana había un centenar de chicos. Dos años más tarde abrió otra casa y el cardenal Colonna autorizó que tres profesores que sentían predilección por la infancia y ejercían provechosamente la docencia comenzaran vida comunitaria junto a él. En 1602, cuando los muchachos se acercaban al millar, inauguró una nueva escuela para albergarlos en un espacio colindante a la basílica de Sant’Andrea della Valle. Allí sufrió un accidente. Accedía por una escalera con una campana y se cayó desde lo alto fracturándose la pierna, cuya secuela fue una cojera. Volcado por completo en la tarea educativa y la atención a los chicos, abandonó el palacio de Colonna y convivió con ellos. Les entregó la oración mariana «La corona de las 12 estrellas», un catecismo y el «Reloj de la Pasión de Cristo», amén de escribir casi cinco mil cartas de gran valor espiritual y pedagógico.
En 1610 redactó las líneas maestras de su pedagogía, un reglamento para el profesorado y otro para los alumnos. Al año siguiente adquirió un «palazzo» cerca de San Pantaleón albergando un millar de estudiantes. Admiraba la ciencia de Galileo que incluía en la formación integral que proporcionaba a los pequeños aunando: «Piedad y Letras». Todo discurrió con rapidez. En 1614 Pablo V autorizó el vínculo entre las Escuelas Pías y la congregación de Lucca de san Juan Leonardi que había ayudado a José. Viendo que tal unión no funcionaba –eran carismas distintos–, en 1617 el padre Calasanz obtuvo del pontífice el plácet para erigir su propia fundación. El camino, aunque breve, había sido doloroso, sembrado de envidias y recelos de muchos, incluidos miembros de otras órdenes religiosas, celosos de la protección que gozó del pontífice y de otras personalidades destacadas. En la primavera de ese año el santo y los catorce primeros integrantes formalizaron su compromiso en la capilla de la Aparición, en San Pantaleón. A los votos ordinarios añadieron la dedicación a la educación de la juventud. Quiso que todos fueran «cooperadores de la verdad».
José era el general de la Orden. Pero en 1630 ingresó en ella el padre Sozzi, una persona conflictiva que movió los hilos para convertirse en provincial de los Clérigos Regulares de las Escuelas Cristianas de Toscana, al margen de la autoridad del santo. El malévolo sacerdote llegó al extremo de acusarle ante el Santo Oficio, y el fundador fue arrestado y conducido por Roma como un vulgar delincuente. Fue liberado con la mediación del cardenal Cesarini, pero Sozzi no cesó sus intrigas y le sometió a toda clase de humillaciones. Tras su muerte no cambiaron las cosas porque el sucesor, padre Cherubini, siguió esta línea hasta que en 1645 José fue restituido como superior general. Cherubini murió en sus brazos. El santo recibió nuevo varapalo a sus 90 años al ver reducida su fundación a Asociación por el papa Inocencio X. Al conocer la noticia, emulando a Job, manifestó: «Dios me lo dio, Dios me lo quitó. ¡Bendito sea!». El 25 de agosto de 1648 exhalaba su último aliento; sufrió mucho por causa de su hígado, aunque los médicos no apreciaron la lesión. Nueve años más tarde, tal como había advertido convencido de que su obra era de Dios, Alejandro VII la reconoció. Clemente XIII lo canonizó el 16 de julio de 1767. En 1948 Pío XII lo declaró «celestial patrono de todas las escuelas populares cristianas».
ZENIT

Francisco de Sales o la inteligencia del corazón

En este mes de agosto se acaban de cumplir 450 años del nacimiento de san Francisco de Sales, un santo de los años difíciles de las guerras religiosas en Europa, en las que el cristianismo fue secuestrado por las ideologías y la omnipotente razón de Estado. Precisamente por haber vivido en tiempos en los que muchos pensaban que la única forma de defender las diferencias religiosas, por no decir políticas, era a golpe de espada, Francisco es un santo muy oportuno para nuestros días. No solo fue un precursor de la presencia activa de los laicos en el seno de la Iglesia, partiendo de una profunda vida interior, sino que también fue conocido como el santo de la dulzura y de la paciencia, pese a que todos los testimonios son unánimes en señalar que tenía un carácter fuerte.
Francisco de Sales fue nombrado, a principios del siglo XVII, obispo de una Ginebra de mayoría calvinista, en la que el culto a Dios y al César no estaba diferenciado. Casi un siglo de luchas religiosas podían haber hecho su labor imposible. No pocos pensarían que la única forma de que un obispo católico pudiera volver a residir en Ginebra, pues Francisco vivía “exiliado” en la cercana Annecy, sería por la fuerza de las armas. Hubiera bastado, por ejemplo, una entrada por sorpresa de los ejércitos del católico duque de Saboya en la ciudad suiza para resolver la cuestión. Así sería más tarde el sistema político de Westfalia (1648), que sirvió para confirmar que la religión de los gobernantes habría de ser forzosamente la religión de sus súbditos.
No pensaba así el obispo Francisco, pues su espiritualidad le hacía desconfiar de reformas y reformadores que se quedaban solo en lo externo. La verdadera reforma tenía que nacer del corazón. En su Introducción a la Vida Devota, escribe: «Por el contrario, hay que empezar por el interior… Quien tiene a Jesús en su corazón no tardará en tenerlo en todas sus acciones… Quien gana el corazón del hombre, gana por entero al hombre». Todavía hoy seguimos sin asimilar este consejo, y estamos persuadidos, en la mayoría de los aspectos de la vida, que son las normas, escritas o de uso social, las que únicamente contribuyen a configurar al individuo y a la sociedad. Somos, en gran parte, tributarios de la ética formalista de Inmanuel Kant o de la teoría pura del Derecho de Hans Kelsen. Y no es que las normas no sean importantes, pero como diría Pascal, nacido en 1622, el mismo año de la muerte de Francisco de Sales, el corazón tiene razones que la razón no comprende.
Francisco fue conocido como hombre de paciencia, y quien tiene paciencia, es propenso al diálogo que no ha de ser entendido como una opción para la síntesis de ideas contrarias. Por el contrario, el diálogo es una oportunidad para la sencillez y la naturalidad, un momento para proponer, no para imponer, y tampoco para tergiversar las convicciones propias o ajenas. El auténtico diálogo es el que nace del corazón. Sigamos este consejo del santo obispo de Ginebra: «Es necesario que nuestras palabras salgan del corazón antes que de la boca. El corazón habla al corazón, y la lengua solo habla a los oídos».
Francisco de Sales da muestras en su vida de un carácter semejante a la de los grandes personajes bíblicos. Tiene la paciencia de David y la sabiduría de Salomón, sabiendo combinar la inteligencia con el corazón, lo que no deja de ser un reflejo de un Dios que no se queda en el exterior sino que se acerca al interior del hombre. Pocos años antes de ser obispo, Francisco demostró celo apostólico en el trato con los calvinistas, pero no obtuvo ningún éxito.
Seguramente fracasaba por limitarse a exponer razones, argumentos de índole teológica, como si se tratara de una lucha de esgrima, en la que habría que aprovechar el punto débil del adversario para dejarle tocado. Esto me recuerda lo que decía Aramis, el mosquetero de Dumas que nunca llegaba a ordenarse sacerdote, de que se había batido en duelo por culpa de una afirmación de san Agustín en la que él y su adversario no estaban de acuerdo.
La reacción de algunas personas ante la oposición de los calvinistas habría sido una deriva hacia el espiritualismo y el rigorismo teológico. No actuará así Francisco de Sales, partidario de un humanismo devoto, en el que resulta imprescindible intentar no perder la paciencia, aun a riesgo de parecer frágil y vulnerable a los ojos de algunos. La dulzura de carácter de Francisco de Sales, que no tiene prisa y está siempre dispuesto a escuchar a las personas, es el resultado de su paciencia y del completo abandono en las manos de Dios. Con estas armas, tan poco llamativas y fundamentadas en su fe, Francisco será a la vez fuerte y valiente.
Antonio R. Rubio Plo/Páginas digital

Parolin cierra su viaje a Rusia tras ver a Putin. El presidente alabó el diálogo entre católicos y ortodoxos


El presidente de Rusia, Vladímir Putin, recibió en Sochi, balneario a orillas del mar Negro, al secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y aseguró sentirse satisfecho por las nuevas relaciones que se han establecido entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa rusa.
«Estoy al tanto de su encuentro con el patriarca (ortodoxo) Cirilo», le dijo Putin a Parolin. «Saludamos este diálogo directo que ha comenzado entre la Santa Sede y la Iglesia ortodoxa rusa», añadió el presidente según los medios locales.
El jefe del Kremlin agregó que los valores humanitarios que defienden la Santa Sede y la Iglesia ortodoxa rusa son la base de las relaciones entre ambas confesiones y entre Rusia, como Estado, y el Vaticano.
Parolin, que realiza su primera visita a Rusia, fue recibido el martes por el patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa, Cirilo, quien destacó que las relaciones con el Vaticano han entrado en una nueva etapa.
«Realmente ha comenzado una nueva etapa en el desarrollo de nuestras relaciones, marcada por importantes acontecimientos», dijo el cabeza de la Iglesia Ortodoxa.
En este sentido, Cirilo aseguró que el acontecimiento más importante después de la histórica reunión de La Habana con el Papa –la primera acaecida en la historia entre el líder de los católicos y el de los ortodoxos rusos– ha sido el envío a Moscú y luego a San Petersburgo de una reliquia de San Nicolás de Bari, patrono de Rusia, Grecia y Turquía, para su veneración por creyentes ortodoxos rusos.
Asimismo, recordó que en la reunión que celebró con el Papa Francisco en La Habana, el 12 febrero de 2016, consensuaron posiciones sobre «problemas muy importantes de la actualidad».
«Las posturas comunes nos permiten diseñar planes y dotarlos de contenido real», añadió el patriarca.
Cirilo apuntó la posibilidad de que la Iglesia Ortodoxa Rusa y la Iglesia Católica desarrollen proyectos conjuntos para aliviar la situación de las personas que sufren las consecuencias de los conflictos armados en Oriente Medio.
En este sentido, indicó que poco después de su reunión con el Papa un grupo de trabajo conjunto de la Iglesia ortodoxa rusa y de la Iglesia católica visitó Siria y el Líbano.
En Moscú, el secretario de Estado vaticano se reunió también con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
La visita a Rusia del secretario de Estado Vaticano termina este jueves 24 de agosto. El cardenal Parolin cogerá hoy mismo un vuelo con destino a Roma.
Alfa y Omega/EFE

El Papa pide que la cárcel no sea un «instrumento de tortura»


El paso de una persona por la cárcel debe tener un horizonte de esperanza, dijo este jueves el Papa. De no ser así, «es solamente un instrumento de tortura», aseguró Francisco en un vídeo mensaje enviado a los presos del centro de estudiantes universitarios del complejo penitenciario argentino de Ezeiza.
«Los internos están pagando una pena, una pena por un error cometido. Pero no olvidemos que para que la pena sea fecunda debe tener un horizonte de esperanza», dijo el Santo Padre
«De lo contrario, queda encerrada en sí misma y es solamente un instrumento de tortura, no es fecunda”, agregó el Santo Padre en su mensaje.
En este mismo sentido, Bergoglio aseguró que la «pena con esperanza de reinserción social es fecunda». Para ello es necesario, continuó, «capacitación social, mirando al futuro, y esto es lo que están haciendo ustedes».
Siempre habrá problemas
En el video mensaje, el Papa demostró conocer a la perfección el centro penitenciario, así como su taller de música con el que los presos «están mirando a la reinserción social». Por eso quiso dar las gracias a todos los que lo hacen posible.
Asimismo, animó a los presos a continuar con sus estudios impartidos por la Universidad de Buenos Aires con los que «ya os estáis reinsertando. Ya estáis mirando a la reinserción social».
Antes de despedirse, el Santo Padre quiso dejar claro que «problemas hay y los habrá, pero el horizonte es más grande que los problemas, la esperanza supera todos los problemas», concluyó.
Alfa y Omega

Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo,



Lectura del santo Evangelio según san Mateo 22, 34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».
Él le dijo:
«"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente".
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
"Amarás a tu prójimo como a ti mismo".
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
Palabra del Señor.

El Papa al Centro de Acción Litúrgica: “La reforma litúrgica es irreversible”

“La Iglesia está viva, si formando un solo ser viviente con Cristo, es portadora de vida, es materna, es misionera, sale al encuentro del prójimo, solícita para servir sin perseguir poderes mundanos que la hacen estéril”, es la exhortación del Papa Francisco a los participantes en la 68° Semana Litúrgica Nacional, organizado por el Centro de Acción Litúrgica (CAL) de Italia, a quienes recibió en Audiencia este 24 de agosto, en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En su discurso, el Santo Padre recordó que, el Centro de Acción Litúrgica este año cumple 70 años de fundación, y que este arco de tiempo es un periodo en el cual, en la historia de la Iglesia y, en particular, en el de la liturgia, han sucedido eventos sustanciales y no superficiales como el Concilio Vaticano II y la Reforma Litúrgica que de ella ha surgido. Eventos, señaló el Pontífice, que no han florecido espontáneamente, sino que han sido preparados largamente. Desde los cambios introducidos por San Pío X a la liturgia, hasta el Concilio Vaticano II y la promulgación de la Constitución Sacrosanctum Concilium (SC), como así también, los libros litúrgicos promulgados por el Beato Pablo VI.
“Y hoy todavía hay mucho que hacer en esta dirección – afirmó el Papa – en particular redescubriendo los motivos de las decisiones realizadas con la reforma litúrgica, superando lecturas infundadas y superficiales, recepciones parciales y prácticas que la desfiguran. No se trata de repensar la reforma revisando las opciones – precisó el Pontífice – cuanto de conocer mejor las razones subyacentes, incluso por medio de los documentos históricos, como también de interiorizar los principios inspiradores y de observar la disciplina que la rige”.
La liturgia es viva por la presencia de Cristo resucitado
Después de haber recorrido la memoria histórica del movimiento litúrgico, el Papa Francisco reflexionó sobre algunos aspectos de la liturgia a la luz del tema elegido para la 68° Semana Litúrgica Nacional: “Una liturgia viva para una Iglesia viva”.
“La liturgia es viva en razón de la presencia viva de Aquel que muriendo ha destruido la muerte y resucitando nos ha devuelto la vida. Sin la presencia real del misterio de Cristo – afirmó el Papa – no existe ninguna vitalidad litúrgica. Lo que define la liturgia es de hecho la actuación, en los santos signos, del sacerdocio de Jesucristo, es decir, la entrega de su vida hasta extender sus brazos en la cruz, sacerdocio hecho presente en modo constante a través de los ritos y las oraciones, máximamente en su Cuerpo y Sangre, pero también en la persona del sacerdote, en la proclamación de la Palabra de Dios, en la asamblea congregada en oración en su nombre”.
La liturgia es vida para todo el pueblo de la Iglesia
Por su naturaleza, señaló el Papa Francisco, la liturgia es vida para todo el pueblo de Dios, de hecho, dijo, es “popular” y no clerical, ya que es una acción para el pueblo y del pueblo.
“La liturgia es vida para el entero pueblo de la Iglesia. Por su naturaleza – puntualizó el Papa – la liturgia es de hecho ‘popular’ y no clerical, siguiendo la etimología, es una acción para el pueblo, pero también del pueblo. Como lo recuerdan tantas oraciones litúrgicas, es la acción que Dios mismo realiza en favor de su pueblo, pero también es la acción del pueblo que escucha a Dios que habla y responde alabándolo, invocándolo, acogiendo la inagotable fuente de vida y de misericordia que fluye en los santos signos”.
Esta dimensión “popular” de la liturgia, afirmó el Santo Padre, nos recuerda que es inclusiva y no exclusiva, promotora de comunión entre todos, sin homologar los diferentes carismas y vocaciones en la Iglesia, cuerpo de Cristo.
La liturgia es vida y no una idea por entender
Por ello, la liturgia dijo el Papa, es vida y no una idea por entender. Es una acción que transforma el modo de pensar y de comportarse, es fuente de vida y de luz para nuestro camino de fe.
“La liturgia es vida y no una idea por entender. De hecho, nos lleva a vivir una experiencia transformadora del modo de pensar y de comportarse, y no enriquece el propio bagaje cultural de las ideas de Dios. El culto litúrgico no es sobre todo una doctrina por comprender, o un rito por realizar; es naturalmente también esto, pero de otro modo, es esencialmente diverso: es una fuente de vida y de luz para nuestro camino de fe”.
Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco invitó a los responsables del Centro de Acción Litúrgica a proseguir en fidelidad a la inspiración original de servir a la oración del pueblo santo de Dios. “Es una tarea que todavía hoy les pido – dijo el Papa – de ayudar a los ministros ordenados, como a los demás ministros, los cantores, los artistas, los músicos, a cooperar para que la liturgia sea fuente y culmen de la vitalidad de la Iglesia”.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)
(from Vatican Radio)