lunes, 1 de marzo de 2010

La transfiguración del Señor




Lucas, capítulo 9
Ocho días después de estos discursos, tomó a Pedro, Juan y Santiago y subió a una montaña a orar.Mientras oraba, su rostro cambió de aspecto y sus vestidos resplandecía de blancura.De pronto dos hombres hablaban con él: eran Moisés y Elías,que aparecieron gloriosos y comentaban la partida de Jesús que se iba a consumar en Jerusalén.Pedro y sus compañeros tenían mucho sueño. Al despertar, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él.Cuando éstos se retiraron, dijo Pedro a Jesús: ---Maestro, ¡qué bien se está aquí! Armemos tres tiendas: una para ti, una para Moisés y una para Elías --no sabía lo que decía--.Apenas lo dijo, vino una nube que les hizo sombra. Al entrar en la nube, se asustaron.Y se escuchó una voz que decía desde la nube: ---Éste es mi Hijo elegido. Escuchadle.Al sonar la voz, se encontraba Jesús solo. Ellos guardaron silencio y por entonces no contaron a nadie lo que habían visto.



Desde la antigüedad el hombre ha buscado a Dios en los montes, Moisés en el Sinaí, Abrahán en el Moria, Jesús fue al Monte de los Olivos para acercarse a su Padre en los momentos que más lo necesitaba.

Jesús se llevó a sus tres discípulos al monte Tabor para orar y para que contemplaran su gloria antes de acompañarle en su pasión.
Cada uno de nosotros debemos subir a nuestro monte (nuestros pecados, nuestras preocupaciones,...) para rezar.
Señor, que en el día a día te escuchemos, que los problemas, el ajetreo diario y nuestras preocupaciones no nos impidan oirte y dedicarte un rato de oración.
MEMM