«Cada enfermo es una imagen real de Dios. Todo ser humano lo es», dijo el cardenal arzobispo de Madrid el viernes pasado durante una visita a la Fundación Vianorte-Laguna, una entidad dedicada a la atención de personas que necesitan cuidados paliativos, personas mayores, o que sufren Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Allí se encontró con Lucía, una mujer que en estos momentos está esperando un pulmón. «No soy muy practicante, porque a veces rezamos solo cuando nos vemos mal, pero me gustó mucho que viniera a verme. No es muy habitual que venga un cardenal a verte, ¡nada menos!»; y con Carmela, a quien le pareció «un hombre muy humano y muy amable. Es muy sencillo y cercano, y humilde. Yo le dije que rezamos por él todos los días en Misa, todos los días pedimos por él»; o con Luis, un enfermo terminal «bastante pachucho ya...», dicen sus familiares, quienes vivieron un rato «de mucha emoción, porque no nos esperábamos esta visita. Estamos muy agradecidos por entrar en nuestra habitación para hablar con nosotros y darnos su bendición».
El cardenal Osoro afirmó ante los profesionales del centro que «el valor de las personas no se encuentra solo en su capacidad o en la actividad que desempeñen, sino que uno de los valores fundamentales del ser humano es su capacidad de amar, y que ese valor debe transmitirse a la sociedad para conseguir que sea más humana». Además, el trabajo de los profesionales que se dedican a las labores de cuidados «puede marcar a un ser humano»; por eso «ayudar a vivir de una manera o de otra el final de la vida es trascendente. Tenéis que trabajar con amor, y también con sabiduría: las dos cosas vienen de Dios», les dijo.
El arzobispo viistó también la Unidad de Día Pediátrica, la única de España dedicada a asistir durante el día a niños que sufren enfermedades raras e incurables, necesitadas de tratamiento especializado. Esta unidad, gratuita para familias con escasos recursos, permite que los padres puedan conciliar el trabajo con la atención familiar y el descanso. Allí bendijo a todos los niños enfermos, uno por uno, antes de terminar su visita saludando también a los mayores del Centro de Día psicogeriátrico, que estaban preparando ya el belén de Navidad.
Infomadrid / J.L.V.D.-M. / Fotos: Fundación Vianorte-Laguna