jueves, 2 de septiembre de 2010

Gracias Señor, Dios mío



Hoy siento la necesidad de darte las gracias Dios mío.
 Gracias por llamarme,  por darme el don de escucharte y decirte sí, por no abandonarme en mis días amargos, por mis buenos días, porque te siento cerca, porque el día que no te siento cerca ,me has dado la fe suficiente para saber que estás a mi lado. Gracias por escuchar mis oraciones y gracias por hacerme entender que no siempre me conviene lo que te pido. Gracias por ser tan paciente conmigo. Gracias por la gente que me quiere, gracias por la gente que quiero. Gracias por todos las personas que has puesto a mi lado. Gracias, porque aunque no me exprese bien, te siento muy dentro. Gracias por darme la vida. Gracias por todo, Señor mío





Salmo 11
Acción de gracias
Amo al Señor, porque escucha
mi voz suplicante,
porque inclina su oído hacia mí
el día que lo invoco.
Me envolvían redes de muerte,
me alcanzaron los lazos del abismo,
caí en tristeza y angustia.
Invoqué el nombre del Señor:
"Señor, salva mi vida".

El Señor es benigno y justo,
nuestro Dios es compasivo;
el Señor guarda a los sencillos:
estando yo sin fuerzas, me salvó.

Alma mía, recobra tu calma,
que el Señor fue bueno contigo:
arrancó mi alma de la muerte,
mis ojos de las lágrimas,
mis pies de la caída.

Caminaré en presencia del Señor
en el país de la vida.


A. G.