17 de diciembre, cumpleaños del Sano Padre. Este sábado en el Vaticano no hay festejos especiales. Francisco inició sus actividades del día con una misa en la Capilla Paulina con los cardenales presentes en Roma.
El Evangelio según Mateo marcó la homilía del Papa. En el momento en el que la espera vigilante se hace más intensa en este trayecto del Adviento – dijo- en este momento en el que la Iglesia se acerca a la Navidad, la Liturgia nos hace detenernos un poco. Dice: “Detengámonos” ¿Qué significa este detenerse en un momento que aumenta en intensidad? Simplemente, la Iglesia quiere que hagamos memoria: “Detente, y haz memoria. Mira hacia atrás, mira el camino”. "Este es el significado de la jornada litúrgica de hoy: la gracia de la memoria. Es necesario pedir la gracia de no olvidar", reflexionó Francisco.
No olvidar es una propiedad del amor, puntualizó luego el Obispo de Roma: tener siempre presente todo lo bueno que hemos recibido. “Es una propiedad del amor mirar la historia, de dónde venimos, nuestros padres, nuestros antepasados, el camino de la fe… Y esta memoria nos hace bien, porque hace aún más intensa la vigilante espera de la Navidad”.
Finalizando la celebración en la Capilla Paulina el Papa agradeció a los cardenales por “haber compartido este día”, y reflexionando en que la “vejez es sede de sabiduría”, Francisco se auguró que sea así también con él.
"La vejez no tiene que ser una palabra fea, que asusta", puntualizó Francisco. Se debe pensar en ella como una etapa de la vida en la que se da alegría, sabiduría, esperanza, en la que uno recomienza a vivir. Citando al poeta alemán Friedrich Hölderlin: «La vejez es tranquila y religiosa» – el Santo Padre pidió rezar por él para que su vejez sea así: "tranquila, religiosa y fecunda… Y también alegre".
Mientras tanto los fieles de Italia y del mundo no han dejado de saludar al Papa y mostrarle su afecto de muchas maneras. En estos días han llegado a Santa Marta presentes y felicitaciones de todas partes.Hasta la mañana del sábado Francisco ha recibido casi 50 mil saludos a través del correo electrónico. Los más numerosos son en español, inglés e italiano.
Ocho sin techo, dos mujeres y seis hombres llegaron a la Casa de Santa Marta para saludar al Papa. Estuvieron acompañados por Mons. Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad, quien muy temprano los encontró en los alrededores de San Pedro: cuatro italianos, un moldavo, dos rumanos y un peruano.
A las 7.15 el Papa saludó afectuosamente a cada uno. Estas personas regalaron al Papa tres ramos de girasoles que Francisco hizo colocar inmediatamente en la capilla de Santa Marta. Luego el Pontífice los invitó a tomar desayuno con él.
El día de hoy en muchos comedores de Roma, al final de la comida se ofrece en nombre del Santo Padre un dulce de cumpleaños, mientras que los huéspedes de diversos dormitorios reciben una bolsa con un recuerdo de Francisco por Navidad y un pequeño presente.
Gracias a todos por los saludos