martes, 14 de julio de 2015

Jesús no tiene buena memoria. Monseñor Francois-Xavier Nguyen van Thuan

Detenido en 1975 por su condición de obispo y encarcelado durante 13 años en las cárceles del Vietcong, nueve de ellos en completo aislamiento, en el año 2000 Juan Pablo II encarga a monseñor Van Thuan impartir los ejercicios espirituales de Cuaresma ante la curia vaticana.
 Al comienzo de los mismos, monseñor Van Thuan relata cómo a pesar de las duras condiciones de su prisión, su esperanza inquebrantable en Jesús despierta la admiración e incomprensión de sus compañeros de prisión y guardianes. He aquí el admirable testimonio que dio sobre su seguimiento a Jesús.
 En la cruz, durante su agonía, Jesús oyó la voz del ladrón a su derecha: «Jesús, acuérdate de mí cuando vengas con tu Reino» (Lc 23, 42). Si hubiera sido yo, le habría contestado: «No te olvidaré, pero tus crímenes tienen que ser expiados, al menos, con 20 años de purgatorio». Sin embargo Jesús le responde: «Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23, 43). Él olvida todos los pecados de aquel hombre.
 Algo análogo sucede con la pecadora que derramó perfume en sus pies: Jesús no le pregunta nada sobre su pasado escandaloso, sino que dice simplemente: «Quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor» (Lc 7, 47).
 La parábola del hijo pródigo nos cuenta que éste, de vuelta a la casa paterna, prepara en su corazón lo que dirá: «Padre, pequé contra el cielo y ante ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros» (Lc 15, 1819). Pero cuando el padre lo ve llegar de lejos, ya lo ha olvidado todo; corre a su encuentro, lo abraza, no le deja tiempo para pronunciar su discurso, y dice a los siervos, que están desconcertados: «Traed el mejor vestido y vestidle, ponedle un anillo en la mano y unas sandalias en los pies. Traed el novillo cebado, matadlo, y comamos y celebremos una fiesta, porque este hijo mío había muerto y ha vuelto a la vida; se había perdido y ha sido hallado» (Lc 15, 22-24).
 Jesús no tiene una memoria como la mía; no sólo perdona, y perdona a todos, sino que incluso olvida que ha perdonado.
Fuente: Catholic.net

La Santa Sede considera positivo el acuerdo sobre el programa nuclear iraní

La Santa Sede considera positivo el acuerdo sobre el programa nuclear iraní que se trató este martes en Viena. Después de 20 meses de negociaciones entre Irán y el Grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) se ha obtenido un acuerdo histórico con el que se detendrá proliferación de armas nucleares.
Sobre esto, y preguntado por los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el director de Radio Vaticano, el Padre Federico Lombardi ha asegurado que es un "gran logro", pero que son necesarios -agregó- "más esfuerzos".
Declaración completa del P. Federico Lombardi:
“Se trata de un resultado importante de las negociaciones llevadas a cabo hasta la fecha, pero que requiere la continuación del esfuerzo y del compromiso de todos para que dé frutos. Se espera que dichos frutos no se limiten solo al ámbito del programa nuclear, sino que se extiendan a otros sectores.
(MZ-RV)

MI ORACIÓN SE DIRIGE A TI, DIOS MÍO, QUE ME ESCUCHE TU GRAN BONDAD


Del Salmo 68:

Humildes, buscad al Señor,
y revivirá vuestro corazón

Me estoy hundiendo en un cieno profundo
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua,
me arrastra la corriente.

Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón

Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío,
el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude.

Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón

Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el Nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias.

Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón

Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos.

Humildes, buscad al Señor, y revivirá vuestro corazó

LAS CIUDADES QUE NO SE CONVIRTIERON


Evangelio según San Mateo 11,20-24.

Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido.

"¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza.

Yo les aseguro que, en el día del Juicio, Tiro y Sidón serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.

Y tú, Cafarnaún, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno. Porque si los milagros realizados en ti se hubieran hecho en Sodoma, esa ciudad aún existiría.

Yo les aseguro que, en el día del Juicio, la tierra de Sodoma será tratada menos rigurosamente que tú".

Fuente: News.va