La tragedia de México ha calado hondo en el corazón de toda la Iglesia. También, en la española, que ha movilizado a sus entidades sociales para colaborar, en lo posible, con las víctimas del terremoto. En cabeza, el presidente de la CEE, Ricardo Blázquez, quien ha escrito al presidente del Episcopado hermano, José Francisco Robles, transmitiendo su "dolor por la catástrofe ocurrida, y esperanza en la pronta restauración".
En la carta, el cardenal se encomienda a la Virgen de Guadalupe, a quien piden "el pronto restablecimiento de los heridos, el descanso eterno para los difuntos, y el consuelo para quienes han perdido familiares y amigos, así como sus bienes materiales. Que el misterio de Cristo, muerto y resucitado, les ilumine la oscuridad de este difícil momento".
Junto a Blázquez, otros obispos han mostrado, a través de las redes sociales, su pesar por la tragedia en el país hermano. Así, en su cuenta de Twitter, el obispo de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel Heras, cmf, apuntó que "oramos por México en estos momentos difíciles tras el terremoto. Nos duele todo el daño sufrido y cada tragedia personal".
Por su parte, el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, subrayó que "rezo por nuestros hermanos afectados por el terremoto y acompaño en su dolor a los familiares de los fallecidos y a todo el pueblo mexicano".
"Que la Virgen de Guadalupe consuele las lágrimas de quienes han sufrido el azote de la naturaleza. Rezamos por vosotros", añadió el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, mientras que el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol,ofreció una oración "por los difuntos, familiares y amigos del terremoto de México. Que la Virgen de Guadalupe les consuele". Finalmente, el obispo de Albacete, Ciriaco Benavente, aseguró tener en "corazón y los labios al pueblo mejicano y les encomiendo a Ntra Sra de Guadalupe".
Mientra tanto, Cáritas Mexicana y la Unidad de Medio Ambiente, Gestión de Riesgo y Emergencia de Cáritas Latinoamericana y del Caribe se han movilizado para coordinar en el terreno las primeras acciones de respuesta a los damnificados por el fuerte terremoto de intensidad 7,1 que ayer golpeó los estados de Morelos, Puebla y México DF.
Hasta la capital mexicana se trasladó Wilfredo Cervantes, experto de Cáritas Honduras, quien ya se encontraba en el país para coordinar las repuestas de la red Cáritas al seísmo de hace dos semanas en Chiapas y Oaxaca, con objeto de valorar con el equipo local de Cáritas México la situación y las prioridades de los damnificados.
Los servicios públicos de emergencia están atendiendo a los afectados y movilizándose en las zonas de desastre. Las líneas de teléfono están saturadas, al igual que el tránsito viario. Mientras, continúan las alertas por las posibles réplicas y el estado precario de algunos edificios que puedan derrumbarse.
Cáritas Española ha transmitido ya a los responsables de Cáritas Mexicana su solidaridad ante este nuevo desastre natural y toda su disponibilidad para apoyar la respuesta a la emergencia en aquellas necesidades que se consideren prioritarias.
Jesús Bastante