sábado, 10 de septiembre de 2016

Omella participará en el acto institucional de la Diada


El arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, asistirá mañana al acto institucional de conmemoración de la Diada de Cataluña que se celebrará en el Born, pero no presidirá la tradicional misa que organiza la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat el 11 de septiembre porque no ha sido invitado.
Fuentes religiosas han mostrado a Efe su extrañeza porque la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat envió el pasado 9 de junio una carta al arzobispo, que lleva menos de un año en el cargo, en la que le pedía una audiencia y en la que textualmente se decía: "le queríamos hacer sabedor de la misa que promovemos cada 11 de septiembre" en la iglesia de Santa María del Mar.
Los miembros de la junta directiva de la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat no invitaron explícitamente al arzobispo a presidir esta misa, que sí fue presidida en los dos años anteriores por el cardenal, ahora emérito, Lluis Martínez Sistach.
En la carta que la Lliga Espiritual de la Mare de Déu de Montserrat, su junta directiva pedía al arzobispo una audiencia para conocerse "personalmente y compartir proyectos" y, según las mismas fuentes, ésta ha sido la única comunicación que ha existido entre este grupo religioso, fundado por el obispo Torras i Bages en 1899, y monseñor Omella. (RD/Agencias)

Francisco a los obispos misioneros: "El diablo intenta destruir la Iglesia desde dentro con las divisiones y con el dinero"


El Papa ha invitado a los obispos a prestar atención a la preparación de los sacerdotes que están en los años del seminario y a ser ejemplos "concretos y tangibles" para ellos, durante el discurso que ha dirigido a los participantes del foro de actualización para los Obispos de Territorios en Misión, promovido por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
"Traten de participar con ellos en los principales momentos formativos, teniendo siempre cuidado también de la dimensión personal", ha pedido Francisco.
Asimismo, ha señalado que el dinamismo del sacramento del orden, la vocación misma y la misión episcopal, así como el deber de seguir atentamente los problemas y las cuestiones concretas de la sociedad a evangelizar "piden a cada obispo tender hacia la plenitud de la madurez de Cristo".
"Cada obispo está llamado a manifestar con la vida y el ministerio episcopal la paternidad de Dios, la bondad, la misericordia, la dulzura. Y junto a la autoridad de Cristo que vino para dar vida, hacer de todos los hombres una sola familia, reconciliada en el amor del Padre", ha recordado.
Recordando la diversidad de los territorios de misión, Francisco destacó el privilegio y la responsabilidad que implica el estar en primera fila en la evangelización. Y en este sentido destacó que "a imagen del Buen Pastor" los obispos son enviados a cuidar del rebaño, ir a la búsqueda de las ovejas "especialmente aquellas alejadas o perdidas" y a "buscar nuevas modalidades para anunciar, para salir al encuentro de las personas", "para que los creyentes tibios o no practicantes descubran nuevamente la alegría de la fe".
"En primer lugar, corresponde al Obispo la tarea de alentar, acompañar y estimular todos los intentos y esfuerzos que ya se realizan para mantener viva esperanza y fe", dijo Santo Padre invitándolos además a prestar particular atención en la preparación y acompañamiento de los presbíteros. "Sepan ofrecerles, dijo, un ejemplo concreto y tangible".
En las palabras del Obispo de Roma el llamado a vigilar "atentamente para que todo lo que se realiza para la evangelización" "no sea dañado o frustrado por divisiones ya presentes o que se pueden crear".
"Las divisiones son el arma que el diablo tiene más a mano para destruir la Iglesia desde adentro". "La otra es el dinero".
"Las diferencias debidas a las varias etnias presentes en un mismo territorio no deben penetrar en la comunidad cristiana hasta prevalecer sobre su bien". Porque "la Iglesia, aseguró, está llamada estar más allá de toda connotación tribal-cultural y el Obispo, visible principio de unidad, tiene la tarea de edificar incesantemente la Iglesia particular en la comunión de todos sus miembros".(RD/Ep/RV)

¿Por qué me llamáis «Señor, Señor», y no hacéis lo que digo?


Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-49
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.
¿Por qué me llamáis "Señor, Señor", y no hacéis lo que digo?
Todo el que viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida.
El que escucha y no pone en práctica se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa».
Palabra del Señor.

Homilía del Papa: evangelizar no es una función, es testimonio de vida

No hay que reducir la evangelización a un irse de paseo, a un funcionalismo, ni a un proselitismo. Es la advertencia del Papa Francisco en su homilía matutina en la Santa Misa, en Capilla de la Casa de Santa Marta. Subrayando la importancia del testimonio de vida, puso en guardia contra la tentación de intentar convencer con las palabras.
Con la primera lectura, de la Carta de San Pablo a los Corintios, el Obispo de Roma reflexionó sobre qué significa dar testimonio de Cristo. Empezando por lo que no quiere decir evangelizar: reducir la evangelización a una función.
Evangelizar no es una vanagloria, ni un mero funcionalismo
Lamentando que aun hoy hay cristianos que viven el servicio como una función, el Papa señaló que hay laicos y sacerdotes que se vanaglorian por lo que hacen:
«Vanagloriarse… me vanaglorio… Es reducir el Evangelio a una función o a una vanagloria: voy a evangelizar y llevo a la Iglesia a tantos… Hacer proselitismo: esto también es vanagloria. Evangelizar no es hacer proselitismo. Es decir, evangelizar no es irse de paseo, ni reducir el Evangelio a una función, ni hacer proselitismo. Es lo que nos dice Pablo aquí: ‘no lo hago para gloriarme’ – y añade-  ‘al contrario, es para mí una necesidad imperiosa’. Un cristiano tiene la obligación, con esta fuerza, como una necesidad, de llevar el nombre de Jesús, desde su mismo corazón».
Reiterando que anunciar el Evangelio no puede ser vanagloria, sino como nos exhorta San Pablo, una ‘obligación’, el Papa habló del ‘estilo’ de la evangelización… ¿Cómo estar seguros de que no sea un simple paseo, de que no sea hacer proselitismo y de que no se reduzca la evangelización a un funcionalismo? La respuesta está – afirmo el Santo Padre – en que el estilo sea el ‘hacerse todo para todos’. El estilo es ir y compartir la vida de los demás, acompañar en el camino de la fe, hacer crecer en el camino de la fe».
Evangelizar es dar testimonio, sin demasiadas palabras
Tenemos que ponernos en la condición del otro: ‘si está enfermo, acercarme, no atosigarlo con argumentos’. Acercarse, asistir, ayudar. Se evangeliza con la actitud de la misericordia y con el testimonio de nuestra vida. En este contexto, el Papa recordó una pregunta que le planteó un chico en el almuerzo con los jóvenes en la JMJ de Cracovia: le preguntó qué le puede decir a un amigo ateo:
«¡Qué buena pregunta! Todos conocemos a personas que se alejaron de la Iglesia: ¿qué les tenemos que decir? Yo le respondí: ‘¡escucha, la última cosa que tienes que hacer es decirle algo!’ Empieza a hacer y él verá lo que haces y te preguntará. Y cuando te pregunte tú dile…’ Evangelizar es dar testimonio: yo vivo así, porque creo en Jesucristo. Despierto en ti la curiosidad de una pregunta… ¿por qué haces eso? Porque creo en Jesucristo y anuncio a Jesucristo, no sólo con la Palabra – se debe anunciar con la Palabra - sino también con mi vida».
 a Cristo es vivAnunciarir la fe, donando gratuitamente el amor de Dios
En el día de la memoria litúrgica de San Pedro Claver, el Papa evocó su apostolado misionero: fue a anunciar el Evangelio, compartiendo su vida con los ‘descartados’ de ese tiempo, con los esclavos, los negros, que llegaban desde África para ser vendidos:
«Este hombre no se fue de paseo diciendo que evangelizaba. No redujo la evangelización a un funcionalismo, tampoco a un proselitismo. ¡Anunció a Jesucristo con los gestos, hablando con los esclavos, viviendo con ellos, viviendo como ellos! ¡Y como él hay tantos en la Iglesia! Tantos que se anonadan a sí mismos para anunciar a Jesucristo. También todos nosotros, hermanos y hermanas, tenemos la obligación de evangelizar, que no quiere decir llamar a la puerta del vecino, de la vecina,  decir: ¡Cristo ha resucitado!’. Es vivir la fe, es hablar con mansedumbre, con amor, sin querer convencer a nadie, sino gratuitamente. Es dar gratis lo que Dios me ha dado gratis a mí: esto es evangelizar»
(CdM – RV)
(from Vatican Radio)