La gran lección de San León Magno fue que seguir a Cristo garantiza que siempre vas a servir al hombre
Madrid, Infomadrid, 11-11-2009.- En la festividad de San león Magno, el Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, se acercó a la parroquia de la que es titular el santo obispo para celebrar una solemne Eucaristía con la comunidad parroquial. Concelebraron en la Misa el Vicario Episcopal de la V, Gil González, los Vicarios episcopales de Pastoral, Ángel Matesanz, y del Clero, Justo Bermejo, y los sacerdotes de la parroquia.
En su homilía, el Cardenal hizo alusión al santo titular de la parroquia, cuyo templo actual fue inaugurado hace tres años, y recordó que “la Iglesia es una comunidad de hombres, de seres humanos, de personas, que vive esa triple gran fuerza de la fe, la esperanza y el amor”, afirmando que “desde su construcción, esta parroquia ha crecido en su fe, en su esperanza y en su amor”. Por ello, añadió, hoy es “un día de gozo para la parroquia de San León Magno, y para dar gracias a Dios e ir creciendo en la fe, en la esperanza y en la caridad. Tres cosas que tienen un punto central, una persona que hace posible la fe, que hace posible la esperanza, y que hace posible la caridad: esa persona es Jesucristo”.
En referencia al santo titular de la parroquia, recordó que “el Papa León Magno fue un gran testigo de Jesucristo. Toda su acción pastoral estaba centrada en el testimonio de Jesús. Y toda su palabra, la vida de la Iglesia, nos lleva a Dios”. Haciendo repaso de la época histórica en la que vivió el Papa San León Magno, señaló que este romano del siglo V nos enseña a “recordar y hacer presente a Cristo”. “Aquel Papa retomó la gran confesión de fe de Pedro. Les decía a los fieles de Roma y de toda la Iglesia: tú eres el Cristo, el hijo de Dios vivo. Y lo defendió y lo predicó hasta su muerte, entregando la vida a ese Cristo”. Por ello, afirmó que “el que entrega la vida a Cristo, es un gran servidor del hombre”, pero “difícilmente se puede servir al hombre si no se entrega la vida a Cristo”.De San León Magno, añadió, nacieron “muchas obras de caridad y de justicia. Fue un Papa que sirvió a la Iglesia, sirviendo a Jesucristo y sirviendo a los hombres. Esa es la gran lección de San León Magno para nosotros: seguir a Cristo garantiza que siempre vas a servir al hombre. Pero si no sirves a Cristo, difícilmente vas a servir al hombre. Si en la verdad de nuestra vida no lo encontramos a Él, difícilmente lo vamos a encontrar”.
Y es que, añadió, para conocer a Cristo no basta con asomarse a la vida de los cristianos pecadores, porque así no lo vamos a encontrar del todo. “Hay que dar un paso más”. Es algo “que nos ocurre mucho en nuestras vidas”, ya que no vemos que “también hay muchos testigos de Jesús, muchísimos, y a veces no caemos en la cuenta de ellos”. En este sentido, destacó que “los niños son muy amigos de Jesucristo, tienen una sensibilidad de enorme” añadió. También vemos a Cristo “reflejado en muchos rostros. Lo tocamos y lo palpamos en la Eucaristía. Sabemos que la ciencia de la Cruz es la que nos salva, unidos en la fe y en la esperanza. El que cree en Jesucristo sabe que la muerte no le va a vencer, y que el dolor y la enfermedad son instrumentos de vida, no de muerte”.Por ello, exhortó a los fieles a vivir “unidos en la esperanza, en el amor y en la caridad, para seguir creciendo en esta comunidad parroquial. Unidos como un gran familia, por un vínculo muy difícil de romper: Jesucristo”.Concluyó pidiendo a la Virgen bajo la advocación de la Almudena “que ayude a los jóvenes en la peregrinación por Madrid con la Cruz de la JMJ, para que lo hagan con valentía, y proponiendo, no imponiendo, como dijo Juan Pablo II en el aeródromo de Cuatro Vientos en 2003”.