miércoles, 30 de agosto de 2017

El Papa a los jóvenes: “Encuentren tiempo para el diálogo con Dios”


El papa Francisco ha invitado a los jóvenes, enfermos y recién casados a “encontrar tiempo para su diálogo con Dios”.
Como cada miércoles en la Audiencia general, el Papa ha dirigido esta mañana 30 de agosto de 2017, unas palabras en italiano a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados.
Francisco ha animado a los jóvenes, que tras regresar después de las vacaciones a sus actividades habituales, “encuentren el tiempo para su diálogo con Dios todos los días y difundan su luz y paz a su alrededor”.
Asimismo, el Papa ha invitado a las personas enfermas, así como a los jóvenes y a los matrimonios a encontrar “consuelo en el Señor Jesús, que continúa su obra de redención en la vida de cada hombre”. Y en concreto, se ha dirigido a los recién casado y los ha exhortado a que “aprendan a orar juntos, en la intimidad doméstica, para que su amor sea siempre más verdadero, fecundo y duradero”.
Durante la audiencia el Pontífice recordó que “los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, se han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados”.
“También yo hoy quiero preguntarle a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?”, interrogo.
Y añadió: “Por favor, les recomiendo: no escuchemos a personas desilusionadas e infelices; no escuchemos a quien recomienda cínicamente no cultivar la esperanza en la vida; no confiemos en quien apaga desde su nacimiento todo entusiasmo diciendo que ningún proyecto vale el sacrificio de toda una vida; no escuchemos a los ‘viejos’ de corazón que sofocan la euforia juvenil”.
“Vayamos donde los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza. Cultivemos en cambio, sanas utopías: Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad. Soñar en un mundo diferente” concluyó.
(ZENIT – 30 Ago. 2017)

Jornada por la creación: llamado conjunto del Papa y Bartolomé


En la audiencia de este miércoles el papa Francisco hizo una invitación a participar a la Jornada de oración por el cuidado de la creación, en comunión y oración con los hermanos ortodoxos y con todas las personas de buena voluntad. El Santo Padre ha invitado así a superar la crisis ecológica que la humanidad está viviendo.
“Pasado mañana, el 1º de septiembre –dijo el Papa– se celebra la Jornada de oración por el cuidado de la creación. En esta ocasión el querido hermano Bartolomé, patriarca ecuménico de Constantinopla y yo, hemos preparado juntos un mensaje. En este invitamos a todos a asumir una actitud respetuosa y responsable hacia lo creado”.
Y añadió: “Hacemos además un llamado, a quienes ocupan roles influyentes para que escuchen el grito de la tierra y el grito de los pobres, quienes más sufren por los desequilibrios ecológicos”.
En Roma el Pontífice junto a los obispos, sacerdotes, personas consagradas, laicos y feles se reunirán este viernes por la tarde, a las 17 horas en la basílica de San Pedro, para una liturgia de la palabra.
Además en todo el mundo las diversas realidades eclesiales han programado oportunas iniciativas de oración y de reflexión, para volver esta Jornada, un momento fuerte, teniendo en cuenta también la adopción de estilos de vida coherentes.
Zenit

Las vigilias de los jóvenes con el arzobispo de Madrid se reanudan el 1 de septiembre



Adoremus es la vigilia de oración en la que el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, convoca a todos los jóvenes a la catedral de la Almudena para adorar juntos al Señor.
Después del paréntesis vacacional, estos encuentros se reanudan este viernes. 1 de septiembre.
Como viene siendo costumbre, a las 21:00 horas habrá una cena con bocatas en la plaza de San Juan Pablo II. Y a las 22:00 horas empezará la vigilia.
La celebración podrá seguirse también en streaming en la web del Arzobispado.
Infomadrid

«Es necesaria una respuesta decidida y urgente de creyentes y no creyentes» para proteger el planeta


Los obispos españoles han pedido no reducir la protección del planeta a «puro ecologismo» y «fomentar los comportamientos éticos», con motivo de la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por el Papa Francisco en 2015, que se celebra este viernes 1 de septiembre.
«Los cristianos, desde nuestra fe en el Creador de todas las cosas, además de valorar y proteger la creación, estamos invitados a promover en la sociedad una mayor atención hacia la misma, evitando reducirla a puro ecologismo, fomentando los comportamientos éticos y actuando siempre desde una libertad responsable», subrayan en un mensaje publicado por la Comisión Episcopal de Pastoral Social.
«La fe en Jesucristo nos ofrece fundamentos extraordinarios para la práctica de una ecología integral y para el desarrollo pleno de la humanidad», continúa el mensaje, que acto seguido recuerda el punto 64 de la encíclica Laudato si en la que se explica que «será un bien para la humanidad y para el mundo que los creyentes reconozcamos mejor los compromisos ecológicos que brotan de nuestras convicciones».
Además, los obispos de la comisión hacen un llamamiento para no utilizar el planeta como «un depósito» del que extraer todas las «riquezas» que se deseen y advierten de que la tierra «protesta» en forma de catástrofes. «Estas manifestaciones violentas de la naturaleza nos están indicando que es necesario respetar la creación y no manipularla», avisan.
Laudato si, en el horizonte
Los prelados también recuerdan la encíclica ‘Laudato si’ del Papa Francisco, publicada hace dos años, en la que el Pontífice aborda los principales problemas sobre la relación del ser humano con sus semejantes y con la naturaleza y en la que invita a «practicar una ecología integral».
«Para hacer frente a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a los perniciosos efectos de la contaminación ambiental es necesaria una respuesta decidida y urgente de creyentes y no creyentes», subrayan los obispos.
En este sentido, los prelados consideran que «el gran crecimiento tecnológico» de las últimas décadas no ha estado acompañado de un desarrollo del ser humano «en responsabilidad, valores y conciencia».
Según los prelados, como consecuencia de «una libertad mal entendida, de la búsqueda ciega del egoísmo y de las necesidades inmediatas» el hombre de hoy está, tal y como dice el Papa, «desnudo y expuesto a su propio poder, que sigue creciendo, sin tener los elementos para controlarlo».
Controlar «gastos superfluos»
Por ello, y para «atajar el deterioro» del medio ambiente y la «destrucción» del planeta, consideran indispensable que «crezca el amor entre todos los habitantes» del mismo.
Asimismo, para lograr una ecología integral, proponen «un cambio profundo» de «los criterios tan arraigados en la cultura actual, que favorecen el consumismo y la búsqueda de los propios intereses, olvidando la dimensión espiritual de la persona y las necesidades de los semejantes».
En concreto, sugieren «un uso moderado de bienes materiales, control de los gastos superfluos y atención de los más frágiles» así como «un cambio efectivo de mentalidad y de estilo de vida, en las opciones de consumo y en las inversiones».
Finalmente, rezan a Dios por la «conversión» de «quienes, considerándose dueños y señores de la creación, abusan de sus recursos y se olvidan de los millones de hermanos que, en distintos rincones del planeta, sufren hambre, enfermedades y miseria debido a una mala distribución de los bienes».
Alfa y Omega

Sois hijos de los que asesinaron a los profetas


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 23, 27-32
En aquel tiempo, Jesús dijo:
« ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que os parecéis a los sepulcros blanqueados! Por fuera tienen buena apariencia, pero por dentro están llenos de huesos y podredumbre; lo mismo vosotros: por fuera parecéis justos, pero por dentro estáis repletos de hipocresía y crueldad.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los profetas y ornamentáis los mausoleos de los justos, diciendo: "Si hubiéramos vivido en tiempo de nuestros padres, no habríamos sido cómplices suyos en el asesinato de los profetas"! Con esto atestiguáis en vuestra contra, que sois hijos de los que asesinaron a los profetas. ¡ Colmad también vosotros la medida de vuestros padres!».
Palabra del Señor.

«La memoria de la vocación reaviva la esperanza». Catequesis del Papa en español

Queridos hermanos y hermanas:
En la catequesis de hoy reflexionamos sobre la relación entre la esperanza y la memoria de la vocación. Los primeros discípulos de Jesús recordaban de forma nítida el momento de su llamada.
Juan y Andrés escucharon cómo su maestro Juan el Bautista decía de Jesús: «Ese es el Cordero de Dios». Esta fue la chispa que dio comienzo a su historia de seguimiento. Ellos iniciaron a estar con él y muy pronto se transformaron en misioneros, haciendo que sus hermanos Simón y Santiago también siguieran a Jesús.
Y nosotros, ¿cómo podemos descubrir nuestra vocación? Se puede hallar de muchas formas, pero toda vocación, ya sea al matrimonio, al sacerdocio o a la vida consagrada, comienza con un encuentro personal con Jesús, que nos llena de inmensa alegría. El Señor no quiere que lo sigamos sin ganas, sino con el corazón lleno de gozo, y esa felicidad de estar con él es la que evangeliza el mundo.
El cristiano, como la Virgen María, conserva en su corazón la llama del primer encuentro con el Señor, y ante las pruebas de la vida vuelve a ese sagrado fuego, que lo conforta y que fue encendido una vez para siempre.
*  *  *
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular los grupos provenientes de España y Latinoamérica. Los animo a que se acuerden de ese primer encuentro con Jesús en sus vidas, para que puedan reavivar ese fuego de amor, que los invita a seguirle con alegría y que es llama de esperanza.
Muchas gracias
(Radio Vaticano)

El Papa en la catequesis: “Toda vocación verdadera inicia con el encuentro con Jesús” 0

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy quisiera regresar sobre un tema importante: la relación entre la esperanza y la memoria, con particular referencia a la memoria de la vocación. Y tomo como ícono la llamada de los primeros discípulos de Jesús. En sus memorias se quedó tan marcada esta experiencia, que alguno registró incluso la hora: «Era alrededor de las cuatro de la tarde» (Jn 1,39). El evangelista Juan narra el episodio como un nítido recuerdo de juventud, que se quedó intacto en su memoria de anciano: porque Juan escribió estas cosas cuando era anciano.
El encuentro había sucedió cerca del río Jordán, donde Juan Bautista bautizaba; y aquellos jóvenes galileos habían escogido al Bautista como guía espiritual. Un día llega Jesús, y se hizo bautizar en el río. Al día siguiente pasó de nuevo, y entonces el que bautizaba – es decir, Juan Bautista – dijo a dos de sus discípulos: «Este es el Cordero de Dios» (v. 36).
Y para estos dos fue la “centella”. Dejaron a su primer maestro y se pusieron en el seguimiento de Jesús. Por el camino, Él se gira hacia ellos y les plantea la pregunta decisiva:  «¿Qué quieren?» (v. 38). Jesús aparece en los Evangelio como un experto del corazón humano. En ese momento había encontrado a dos jóvenes en búsqueda, sanamente inquietos. De hecho, ¿qué juventud es una juventud satisfecha, sin una pregunta de sentido? Los jóvenes que no buscan nada, no son jóvenes, son jubilados, han envejecido antes de tiempo. Es triste ver jóvenes jubilados. Y Jesús, a través de todo el Evangelio, en todos los encuentros que le suceden a lo largo del camino, se presenta como un “incendiario” de corazones. De ahí ésta pregunta que busca hacer emerger el deseo de vida y de felicidad que cada joven se lleva dentro: “¿Qué cosa buscas?”. Hoy quisiera preguntarles a los jóvenes que están aquí en la Plaza y a aquellos que nos escuchan a través de los medios de comunicación: “¿Tú, que eres joven, qué cosa buscas? ¿Qué cosa buscas en tu corazón?”.
La vocación de Juan y de Andrés comienza así: es el inicio de una amistad con Jesús tan fuerte que impone una comunión de vida y de pasiones con Él. Los dos discípulos comienzan a estar con Jesús y enseguida se transforman en misioneros, porque cuando termina el encuentro no regresan a casa tranquilos: tanto es así que sus respectivos hermanos – Simón y Santiago – son enseguida incluidos en el seguimiento. Fueron donde estaban ellos y les han dicho: “¡Hemos encontrado al Mesías, hemos encontrado a un gran profeta!”, dan la noticia. Son misioneros de ese encuentro. Fue un encuentro tan conmovedor, tan feliz que los discípulos recordaran por siempre ese día que iluminó y orientó su juventud.
¿Cómo se descubre la propia vocación en este mundo? Se puede descubrir de varios modos, pero esta página del Evangelio nos dice que el primer indicador es la alegría del encuentro con Jesús. Matrimonio, vida consagrada, sacerdocio: cada vocación verdadera inicia con un encuentro con Jesús que nos dona una alegría y una esperanza nueva; y nos conduce, incluso a través de pruebas y dificultades, a un encuentro siempre más pleno, crece, ese encuentro, más grande, ese encuentro con Él y a la plenitud de la alegría.
El Señor no quiere hombres y mujeres que caminan detrás de Él de mala gana, sin tener en el corazón el viento de la felicidad. Ustedes, que están aquí en la Plaza, les pregunto – cada uno responda a sí mismo – ustedes, ¿tienen en el corazón el viento de la felicidad? Cada uno se pregunte: ¿Yo tengo dentro de mí, en el corazón, el viento de la felicidad? Jesús quiere personas que han experimentado que estar con Él nos da una felicidad inmensa, que se puede renovar cada día de la vida. Un discípulo del Reino de Dios que no sea gozoso no evangeliza este mundo, es uno triste. Se convierte en predicador de Jesús no afinando las armas de la retórica: tú puedes hablar, hablar, hablar pero si no hay otra cosa. ¿Cómo se convierte en predicador de Jesús? Custodiando en los ojos el brillo de la verdadera felicidad. Vemos a tantos cristianos, incluso entre nosotros, que con los ojos te transmiten la alegría de la fe: con los ojos.
Por este motivo el cristiano – como la Virgen María – custodia la llama de su enamoramiento: enamorados de Jesús. Cierto, hay pruebas en la vida, existen momentos en los cuales se necesita ir adelante no obstante el frío y el viento contrario, no obstante tantas amarguras. Pero los cristianos conocen el camino que conduce a aquel sagrado fuego que los ha encendido una vez por siempre.
Y por favor, le pido: no escuchemos a personas desilusionadas e infelices; no escuchemos a quien recomienda cínicamente no cultivar la esperanza en la vida; no confiemos en quien apaga desde el inicio todo entusiasmo diciendo que ningún proyecto vale el sacrificio de toda una vida; no escuchemos a los “viejos” de corazón que sofocan la euforia juvenil. Vayamos donde los viejos que tienen los ojos brillantes de esperanza. Cultivemos en cambio, sanas utopías: Dios nos quiere capaces de soñar como Él y con Él, mientras caminamos bien atentos a la realidad. Soñar en un mundo diferente. Y si un sueño se apaga, volver a soñarlo de nuevo, recurriendo con esperanza a la memoria de los orígenes, a esas brazas que, tal vez después de una vida no tan buena, están escondidas bajo las cenizas del primer encuentro con Jesús.
Es esta pues, una dinámica fundamental de la vida cristiana: recordarse de Jesús. Pablo decía a su discípulo: “Recuérdate de Jesucristo” (2 Tim 2,8); este es el consejo del gran San Pablo: “Recuérdate de Jesucristo”. Recordarse de Jesús, del fuego de amor con el cual un día hemos concebido nuestra vida como un proyecto de bien, y a vivificar con esta llama nuestra esperanza. Gracias.
(Traducción del italiano, Renato Martinez – Radio Vaticano)
(from Vatican Radio)