jueves, 5 de mayo de 2016

REFLEXIÓN DEL PAPA FRANCISCO EN FIESTA DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR: JESÚS ESTÁ CON NOSOTROS DE UN MODO NUEVO


"Hoy, en Italia y en otros países, se celebra la Ascensión de Jesús al Cielo, que tuvo lugar cuarenta días después de la Pascua. (...)

Jesús sale, asciende al Cielo, es decir, vuelve al Padre, que lo había mandado al mundo. (...) Pero no se trata de una separación, porque Él permanece para siempre con nosotros, de una forma nueva. 

Con su ascensión, el Señor resucitado atrae la mirada de los Apóstoles —y también nuestra mirada— a las alturas del cielo para mostrarnos que la meta de nuestro camino es el Padre. Él mismo había dicho que se marcharía para prepararnos un lugar en el cielo. 

Sin embargo, Jesús permanece presente y activo en las vicisitudes de la historia humana con el poder y los dones de su Espíritu; está junto a cada uno de nosotros: aunque no lo veamos con los ojos, Él está. Nos acompaña, nos guía, nos toma de la mano y nos levanta cuando caemos. (...)

Jesús, cuando vuelve al cielo, lleva al Padre un regalo. ¿Cuál es el regalo? Sus llagas. Su cuerpo es bellísimo, sin las señales de los golpes, sin las heridas de la flagelación, pero conserva las llagas. 

Cuando vuelve al Padre le muestra las llagas y le dice: «Mira Padre, este es el precio del perdón que Tú das». Cuando el Padre contempla las llagas de Jesús nos perdona siempre, no porque seamos buenos, sino porque Jesús ha pagado por nosotros. Contemplando las llagas de Jesús, el Padre se hace más misericordioso. 

Este es el gran trabajo de Jesús hoy en el cielo: mostrar al Padre el precio del perdón, sus llagas. Esto es algo hermoso que nos impulsa a no tener miedo de pedir perdón; el Padre siempre perdona, porque mira las llagas de Jesús, mira nuestro pecado y lo perdona.

Pero Jesús está presente también mediante la Iglesia, a quien Él envió a prolongar su misión. La última palabra de Jesús a los discípulos es la orden de partir: «Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos» (Mt 28, 19). Es un mandato preciso, no es facultativo. (...)

A sus discípulos misioneros Jesús dice: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos» (v. 20). Solos, sin Jesús, no podemos hacer nada. En la obra apostólica no bastan nuestras fuerzas, nuestros recursos, nuestras estructuras, incluso siendo necesarias. 

Sin la presencia del Señor y la fuerza de su Espíritu nuestro trabajo, incluso bien organizado, resulta ineficaz. Y así vamos a decir a la gente quién es Jesús.

Y junto con Jesús nos acompaña María nuestra Madre. Ella ya está en la casa del Padre, es Reina del cielo y así la invocamos en este tiempo; pero como Jesús está con nosotros, camina con nosotros, es la Madre de nuestra esperanza".

CANTAD AL SEÑOR UN CÁNTICO NUEVO


Del Salmo 97:

El Señor revela a las naciones su victoria

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo.
El Señor revela a las naciones su victoria

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia
y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
El Señor revela a las naciones su victoria

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;
gritad, vitoread, tocad.

El Señor revela a las naciones su victoria

SU TRISTEZA SE CONVERTIRÁ EN GOZO


Evangelio según San Juan 16,16-20. 

Jesús dijo a sus discípulos: "Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver". 

Entonces algunos de sus discípulos comentaban entre sí: "¿Qué significa esto que nos dice: 'Dentro de poco ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'?. ¿Y que significa: 'Yo me voy al Padre'?". 

Decían: "¿Qué es este poco de tiempo? No entendemos lo que quiere decir". 

Jesús se dio cuenta de que deseaban interrogarlo y les dijo: "Ustedes se preguntan entre sí qué significan mis palabras: 'Dentro de poco, ya no me verán, y poco después, me volverán a ver'. 

Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo."