martes, 26 de noviembre de 2013

Tú me has seducido. Jeremías 20, 7-9




Lectura del libro de Jeremías 20, 7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; me forzaste y me pudiste. 

Yo era el hazmerreír todo el día, todos se burlaban de mí. 
Siempre que hablo tengo que gritar: «Violencia», proclamando: «Destrucción.» 
La palabra del Señor se volvió para mí oprobio y desprecio todo el día.


Me dije: «No me acordaré de él, no hablaré más en su nombre»; pero ella era en mis entrañas fuego ardiente, encerrado en los huesos; intentaba contenerlo, y no podía.