La ofensiva de los rebeldes armados se encuentra en su tercer día. Por una parte, avanzan por el oeste, conquistando la Dahiyet Al assad y, por otra parte, el bombardeo con fuego de morteros cae sobre todos los barrios de Alepo: en el oeste por donde entran los atacantes y en el este donde están atrapados los sitiados.
Muchos de los habitantes de Alepo son presa del pánico, especialmente los que viven en Hamadaniye y Halab Al Jadida que ya han abandonado sus casas. Desde el viernes, 28 de octubre, se han producido muchas muertes y heridos, de civiles y de militares sirios. Se dice que los hospitales están repletos de heridos. Las autoridades municipales han decretado el cierre de escuelas durante una semana.
"¿Quién es mi prójimo?"
Hoy, 30 de octubre, los maristas azules hemos vivimos nuestra "pausa" mensual con el equipo de los Maristas Azules. Leyla y yo (Nabil Antaki), hemos organizado este día con el tema "¿quién es mi prójimo?"
Comenzamos leyendo la parábola del buen samaritano para resaltar lo que significa "prójimo" según la visión cristiana. Las 10 personas del grupo: los 2 hermanos George, Margo, Louma, Mirna, Hadi, Kamel, Aline, Leyla y yo, empezamos visitando a 3 familias de las que acuden a nosotros y se benefician de nuestros programas.
Componen la familia S. la madre y dos adultos con discapacidad mental, el padre, enfermo mental, está siendo atendido por las hermanas de Madre Teresa. En tiempo normal, las estrechas calles de Midane son feas, pero ahora, debido a la guerra, están infectadas: callejones sucios, cables eléctricos colgando por doquier, edificios ruinosos, un olor nauseabundo.
Subimos 5 pisos para llegar a la casa de los S. Un pequeño apartamento: una habitación para 3 personas y una estancia de 8 m2. La madre es muy mayor y tiene que hacer todo el trabajo ella misma, incluyendo el subir el agua hasta la quinta planta. Z, su hijo, enfermo mental y con visión muy deficiente. Nos habla en "extranjero", un idioma compuesto por palabras de su invención. Su hermano, con retraso mental como él, pero que posee movilidad, no estaba en casa.
Fuimos después a Achrafiye, un barrio popular pobre que fue bombardeado por los rebeldes-terroristas de Bani Zeid durante 4 años y que estaba considerado, antes de la guerra, como el barrio de los kurdos. Gran multitud de gente por las calles, casas medio destruidas por las bombas, pero habitadas.
Nos dirigimos a la casa de los Sa. El papá padece un problema de visión con restricción del campo visual a pesar de las dos operaciones quirúrgicas que ha sufrido y no puede trabajar. La mamá tiene que hacerlo todo y cuidar de 5 hijos. El mayor de ellos tiene 12 años. Viven en un local infectado, más bien, en un barrio de tugurios sin agua o grifos. Afortunadamente, la Media Luna Roja ha instalado 2 grandes tanques de agua en la rotonda. Tienen que desplazarse hasta allí cada día para disponer de agua. Cuando llegamos, solo estaban en casa los niños porque los padres habían acudido al entierro de un primo, muerto el día anterior durante los combates.
Nuestra 3ª visita nos llevó hasta la rotonda Chihane donde vive la familia H.R. Una mujer y sus 9 hijos, el menor de 16 meses que no conoció a su padre porque abandonó a la familia hace más de un año para vivir solo o para desplazarse con otra esposa hasta Turquía. Antes de la guerra, esta familia vivía en Boustan Al Bacha.
En julio de 2012, cuando los rebeldes invadieron la zona este de Alepo, ella huyó y llegó a instalarse en una de las escuelas de Sheik Maksoud donde la conocimos nosotros. Cuando los rebeldes invadieron el barrio, en marzo de 2013, huyó por segunda vez para instalarse en "1070", un proyecto inmobiliario sin terminar levantado con restos de edificios sin paredes o sanitarios. Se las arregló para transformar una esquina en un falso apartamento.
Mientras tanto, la madre ha conseguido casar a dos de sus hijas muy jóvenes, 15-16 años. Los niños, incluyendo al mayor de 12 años, rebuscaban en la basura para recoger el plástico y cartón que vendían para reciclar y ganar unas libras y mantener así a la familia. El trabajo de Hammoude, de 10 años, nuestro protegido, consistía en transportar las latas de agua desde el tanque central de "1070" hasta la "casa".
Nos acompañaba cada día para recibir la comida caliente que servimos a mediodía a más de 800 personas. Hiciera bueno o malo, con lluvia o bajo el sol, caminaba durante más de una hora para venir hasta nuestra casa y otro tanto para regresar con los recipientes de comida. Es rubio de ojos azules, pero frecuentemente está tan sucio que su pelo parece de color marrón. Cuando se bañaba en nuestra casa, recupera su color natural.
Hace un mes, "1070" fue invadido por los rebeldes y, por tercera vez, la familia H.R. tuvo que marcharse para buscar refugio en una de las hijas casadas. Posteriormente encontraron refugio en la 5ª planta de un edificio medio destruido en la rotonda de Chihane. Cuando fuimos a visitarles a su casa, nos sorprendimos al ver que parte de las paredes estaban recubiertas con planchas de madera sin fijar que podían caer al vacío con simplemente empujarlas con la mano.
Hasta aquí, algunos ejemplos del sufrimiento y miseria de unos cuantos miles de familias de las que nos ocupamos y que ayudamos a sobrevivir.
(Nabil Antaki, maristas azules).