viernes, 19 de febrero de 2016

Las mejores imágenes del Papa Francisco en Méjico

Jugosísima entrevista del Papa a bordo del avión de regreso a Roma

Jugosísima entrevista del Papa a bordo del avión de regreso a Roma. Caso Maciel y pederastia, licitud del uso de anticonceptivos en casos extremos como la amenaza de contagio por el virus zika, malestar en los católicos ucranianos por la declaración conjunta firmada con el patriarca de Moscú…
No había hablado abiertamente del caso Maciel durante su viaje a México, pero lo hizo, y de qué forma, en la rueda de prensa en el avión de regreso.
«Un obispo que cambia a un sacerdote de parroquia cuando se detecta una pederastia es un inconsciente, y lo mejor que puede hacer es presentar la renuncia. ¿Clarito?», advirtió el Papa.
Francisco aprovechó entonces para «rendir un homenaje al hombre que luchó en momentos que no tenía fuerza para imponerse hasta que logró imponer… Ratzinger, el cardenal Ratzinger, sí, un aplauso para él».
Como Prefecto de la Doctrina de la Fe, «hizo las investigaciones y llegó y llegó y llegó… Y no pudo ir más allá en la ejecución. Pero, si ustedes se acuerdan, diez días antes de morir san Juan Pablo II, aquel Vía Crucis del Viernes Santo le dijo a toda la Iglesia que había que limpiar las porquerías de la Iglesia. Y en la misa Pro eligendo Pontifice, pese a que él sabía que era candidato, no es tonto, no le importó maquillar su postura, dijo exactamente lo mismo. O sea, fue el valiente que ayudó a tantos a abrir esta puerta. Así que lo quiero recordar, porque a veces nos olvidamos de estos trabajos escondidos que fueron los que prepararon los cimientos para destapar la olla».
El Papa detalla a continuación los trabajos que se están realizando en el Vaticano para combatir y prevenir la pederastia, y cómo, por ejemplo, ha nombrado a un tercer secretario adjunto en la Doctrina de la Fe «para que se encargue solamente de estos casos, porque la Congregación no se da abasto con todos los que tiene». Y habla del trabajo en la Comisión para la tutela de menores. «O sea, que se va trabajando. Pero yo doy gracias a Dios que se haya destapado esta olla y hay que seguir destapándola. Y tomar conciencia. Y lo último que quiero decir es que esto es una monstruosidad porque un sacerdote está consagrado para llevar a un niño a Dios y ahí se lo come en un sacrificio diabólico. Lo destruye».
«Y lo de Maciel… Bueno, lo de Maciel… Volviendo a la congregación, tuvo una intervención, y hoy día el gobierno de la congregación está semi-intervenido. O sea, el superior general, que es elegido por el consejo, por el capítulo general, pero el vicario lo elige el Papa. Dos consejeros generales los elige el consejo, el capítulo general, y los otros dos los elige el Papa. De tal manera que así vamos ayudando a revisar cuentas antiguas».

Uso de anticonceptivos en casos extremos

La corresponsal de Cope, Paloma García Ovejero, le pregunta a Francisco por la angustia de las mujeres embarazadas en países latinoamericanos con el virus zika. «Algunas autoridades han propuesto el aborto o evitar el embarazo. En este caso, ¿la Iglesia puede tomar en consideración el concepto de mal menor?», pregunta la corresponsal.
«El aborto no es un mal menor: es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto», responde el Papa.
Francisco sí deja abierto que se considere mal menor «lo de evitar el embarazo». «Hablamos en términos de conflicto entre el Quinto y el Sexto mandamiento. Pablo VI, el grande, en una situación difícil en África permitió a las monjas usar anticonceptivos para casos en los que fueron violentadas. No confundir el mal de evitar el embarazo, por sí solo, con el aborto». «Es un mal en sí mismo». «En cambio, evitar el embarazo no es un mal absoluto. En ciertos casos, como en este, como en el que he nombrado de Pablo VI, era claro. También yo exhortaría a los médicos a que hagan de todo para encontrar también las vacunas contra estos dos mosquitos que contagian esta enfermedad. Sobre esto se debe trabajar».

El enfado de los ucranianos

En cuanto al Sínodo panortodoxo de junio en Creta, el Papa confiesa que les gustaría ir, «pero hay que respetar el Sínodo. Habrá observadores católicos y detrás de su trabajo estaré yo, rezando con los mejores deseos para que los ortodoxos puedan salir adelante. Sus obispos son obispos como nosotros. Con Kirill, mi hermano, nos abrazamos y besamos, y luego tuvimos un coloquio de dos horas, en el que hablamos como hermanos, sinceramente: nadie sabe de qué hablamos».
Francisco habla a continuación del malestar entre los católicos ucranianos expresados por el arzobispo de Kiev, Sviatoslav Schevchuk, a quien conoce bien de sus tiempos en Buenos Aires. «Lo respeto, nos hablamos de tú; me pareció un poco extraña su declaración», aunque «él se declara hijo de la Iglesia, en comunión con el obispo de Roma». «Sobre la parte dogmática, ninguna dificultad: es doctrina católica. Y luego cada quien tiene el derecho de expresar sus opiniones, son sus ideas personales. Todo lo que dijo fue sobre el documento, no sobre el encuentro con Kirill. El documento es discutible, y también hay que añadir que Ucrania está en un momento de guerra, de sufrimiento: muchas veces he manifestado mi cercanía al pueblo ucraniano. Se comprende que un pueblo en esa situación sienta esto, el documento es opinable sobre esta cuestión de Ucrania, pero en esa parte de la declaración se pide detener esta guerra, que se llegue a acuerdos».

«¿El Patriarca le invitó a Moscú?», le preguntan entonces a Francisco. «Prefiero detenerme solo en lo que dijimos en público. El coloquio privado es privado, pero puedo decir que salí feliz, y también él».
Fuente: Alfa y Omega

EFLEXIÓN DE SAN JUAN PABLO II SOBRE EL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO 5,20-26

Hay una palabra que hay que incluir en el vocabulario de todo cristiano, especialmente cuando se han levantado barreras de odio y desconfianza. Esta palabra es reconciliación: "Si vas, pues, a presentar una ofrenda ante el altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, ve primero a reconciliarte con tu hermano y luego vuelve a presentar tu ofrenda". 

Este mandamiento de Jesús es más firme que cualquier barrera que pueda levantar la incapacidad humana o la malicia. Aun cuando vuestra creencia en la bondad fundamental de todo ser humano haya sido sacudida o minada, incluso cuando profundas convicciones y actitudes hayan endurecido vuestros corazones, hay una fuente de poder más firme que toda decepción, amargura o desconfianza arraigada. Este poder es Cristo Jesús, que trajo el perdón y la reconciliación al mundo.

(…) El espíritu de perdón cristiano demostrado por tantos como han sufrido en sus personas o en sus seres queridos, han servido de inspiración a las multitudes. En los años futuros, cuando las palabras de odio y los actos de violencia hayan sido olvidados, serán las palabras de amor y los hechos de paz y de perdón los que serán recordados. Es esto lo que inspirará a las generaciones futuras.

A todos los que me estáis escuchando, quiero decir: no creáis en la violencia, no sostengáis la violencia. No es éste el camino cristiano. No es el camino de la Iglesia católica. Creed en la paz, en el perdón y en el amor, porque son de Cristo.

Comunidades que están unidas por su aceptación del mensaje supremo de amor de Jesús, manifestado en la paz y en la reconciliación, y por su repulsa de la violencia, constituyen una fuerza irresistible para lograr lo que muchos han llegado a aceptar como imposible y destinado a permanecer. (…) 
Volved a Cristo que murió para que los hombres pudiesen vivir en perdón y en paz. El os está esperando, anhelando que cada uno de vosotros venga a Él para poder deciros: tus pecados están perdonados, vete en paz.

Aunque hayáis sido atrapados en los caminos de la violencia, incluso hayáis llevado a cabo actos de violencia, volved a Cristo, cuyo don de despedida al mundo fue la paz. Solamente si volvéis a Cristo, hallaréis paz para vuestras conciencias perturbadas y reposo para vuestras almas angustiadas.


Y a vosotros, padres y madres, quiero decir: enseñad a vuestros niños cómo se perdona, haced de vuestros hogares lugar de amor y de perdón; haced de vuestras calles y vecindarios centros de paz y reconciliación. Sería un crimen contra la juventud y su futuro permitir que un niño crezca sin otra experiencia que la violencia y el odio.

(San Juan Pablo II, homilía del 29 de septiembre de 1979)

VE A RECONCILIARTE CON TU HERMANO

Evangelio según San Mateo 5,20-26.
Jesús dijo a sus discípulos: 
Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos. 
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego. 
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. 

Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.