quiero escuchar tu voz.
Toma mi mano, guíame al desierto.
Que nos encontremos a solas, Tú y yo.
Necesito contemplar tu rostro,
me hace falta el calor de tu voz,
caminar juntos …
Callar,
para que hables Tú
descubrir en que tengo que cambiar,
afianzar lo que anda bien,
sorprenderme con lo nuevo que me pides.
Me pongo en tus manos,
Ayúdame a dejar a un lado las prisas,
las preocupaciones que llenan mi cabeza
Barre mis dudas e inseguridades,
quiero compartir mi vida y revisarla a tu lado.
Ver dónde aprieta el zapato
para urgir el cambio
Me tienta el activismo.
Me tienta la seguridad,
Hay que hacer, hacer y hacer.
Y me olvido del silencio,
aflojo la oración.
¿Leer tu Palabra en la Biblia?, …
para cuando haya tiempo.
Me tienta la incoherencia.
Hablar mucho y hacer poco.
Mostrar facha de buen cristiano,
pero dentro,
donde solo Tú y yo conocemos,
tenemos mucho que cambiar
Llévame al desierto de la oración, Señor,
despójame de lo que me ata,
sacude mis certezas
y pon a prueba mi amor.
Para empezar de nuevo,
humilde, sencillo,
con fuerza y Espíritu
para vivir fiel a Ti. Amén.