lunes, 1 de noviembre de 2010

Llegar a santos con ayuda de Cristo



"Los santos son hombres como nosotros, con problemas complicados... La santidad crece con la capacidad de conversión, de arrepentimiento, de disponibilidad para volver a comenzar, y sobre todo con la capacidad de reconciliación y de perdón". "Y todos podemos aprender este camino de santidad". -31 enero 2007 Benedicto XVI.

Que el Señor nos de fuerza, a través de la oración y los sacramentos, para llegar a esa conversión diaria.
Para que todos nos unamos y nos apoyemos en el camino que tenemos que recorrer hasta llegar a la felicidad eterna con nuestro Creador.

Oración:

La mano joven se une a la mano vieja y, entre ellas, se cruza la mano eterna del Cristo.
La mano débil se une a la mano fuerte y, entre ellas, se cruza la mano firme del Cristo.
La mano blanca se une a la mano negra y, entre ellas, se cruza la mano santa del Cristo.
La mano del médico se une a la mano del paciente y, entre ellas, se cruza la mano ensangrentada del Cristo.
La mano de la ignorancia se une a la mano de la sabiduría y, entre ellas, se cruza la mano omniesciente del Cristo.
La mano pecadora se une a la mano de la gracia y, entre ellas, se cruza la mano del perdón del Cristo.
Lamentablemente, solamente las manos cerradas no se unen a otras manos cerradas.
Y, aun así, entre ellas se puede; ¡es que entre ellas se cruza la mano abierta del Cristo¡