sábado, 2 de abril de 2011

Hablar con Jesús

Ahora es sábado noche, muchas personas estarán divirtiéndose y eso está muy bien, Señor. Pero yo estoy delante del teclado y pensando en Tí Jesús. Y siento como te amo, como me siento amado por Ti, se que me amas intensamente, diste la vida por todos, y en particular la diste por mí. Y siento tu amor cuando estoy triste, cierro los ojos y te siento cerca, amándome, consolándome, diciéndome:  "Tranquilo, no te preocupes, déjalo en mis manos, Yo te amo".
Cuando estoy contento, también te siento Señor, en la felicidad de la gente, en la sonrisa de los niños, en la hermosura de tu creación, en pequeños detalles que otras veces pasan desapercibidos.
Pero Jesús, tu ya me conoces, también sabes de mis miedos, sabes de mi egoismo y de mi ingratitud. Tengo miedo de no hacer lo que tu deseas que haga, tengo miedo de no dar testimonio de Ti, tengo miedo de hacer daño a mis hermanos y entonces hacértelo a Ti. Tengo miedo de que esta cuaresma no sea una verdadera conversión en mi vida. Y tengo miedo, mucho miedo, de que al final del camino no estés TÚ esperándome.
 Pero otra vez estás aquí, amándome, queriéndome, llenando todo mi ser de tu amor y diciéndome: "¿Por qué me dices que me amas, si luego no lo demuestras?. Confía en mi, yo todo lo puedo y si tu me amas, dejálo en mi mano, tú solo di sí cuando te lo pida. Confía en mi, yo te amo."
Señor, yo confío en ti, yo también te amo.
CM