sábado, 13 de agosto de 2016

El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, comparte cena con los sintecho de San Antón

 El arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, compartió ayer una tarde con la comunidad de San Antón, la iglesia que gestiona Mensajeros de la Paz, la ONG del Padre Ángel. Después de oficiar la misa de las 19 h, colaboró en el reparto de las más de doscientas cincuenta cenas que se dan cada día en el centro social dentro del templo.
El arzobispo dijo en la homilía de la misa que los cristianos tienen la obligación de entregar el amor que Dios les dio y regalar a los demás ese amor. Animó a los presentes a que no se separen de Dios y a que trabajen a su favor, pues las obras nos sirven para acercarnos a él.
El padre Ángel recordó las palabras que le dijo hace algunos días el obispo de Callao, José Luis del Palacio, cuando visitó la iglesia y dijo que los pobres "son el tesoro con el que tiene que trabajar la Iglesia". También recordó en sus palabras al cardenal Tarancón, y le entregó al arzobispo una imagen de la Virgen de Covadonga en agradecimiento de su visita.
Tras terminar la misa, don Carlos habló con los fieles que habían participado en la ceremonia, especialmente con algunos de los sintecho que acuden a la iglesia, a los que preguntó por sus circunstancias personales. Saludó en la fila uno por uno a todos los usuarios que guardaban turno para coger la cena y colaboró en el reparto del menú, que estaba compuesto por bocadillo de lomo o vegetal, gazpacho, zumo y melocotón.
Don Carlos confesó al Padre Ángel sentirse de nuevo impresionado por el ambiente sanador y solidario que existe en San Antón. Por su parte, mientras el arzobispo leía los múltiples comentarios registrados en el cuaderno de firmas de la iglesia, el fundador y presidente de Mensajeros de la Paz contó que su amigo el arzobispo Osoro todavía no ha cogido vacaciones de verano. "No para de trabajar, y hoy ha venido a San Antón porque va a dedicar cada viernes a una obra de misericordia especial, como el Papa", detalló el Padre Ángel.
La iglesia de San Antón, en el centro de Madrid (Calle Hortaleza, núm. 63), está abierta las 24 horas y ofrece servicios básicos, atención afectiva y actividades culturales y de ocio a personas sin hogar.
(Mensajeros de la Paz)

La visita del Papa podría provocar una 'revolución franciscana' en la Iglesia polaca


La visita del Papa Francisco a Polonia en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud de Cracovia -evento que reunió a más de dos millones de jóvenes de 187 países, además de 50 cardenales, 850 obispos, 20.000 sacerdotes y 30.000 mujeres religiosas- desencadenará "presión desde abajo", para que la Iglesia "abandone la mala praxis" eclesial y pastoral, que aún persiste en el país, según Malgorzata Glabisz-Pniewska, católica fiel y presentadora de la radio nacional polaca.
Entrevistada esta semana por el corresponsal en Polonia del NCRGlabisz-Pniewska opinó que no es que una posible reforma de la Iglesia polaca se deba a que el papa haya conseguido convencer al episcopado nacional -después de un periplo de solo cinco días- a que abandone su conservadurismo histórico en temas como el aborto, el matrimonio, el divorcio, la homosexualidad o la acogida que se le debe a los refugiados que llegan a Europa.
Más bien, según esta periodista, el hecho de que el pontífice ya haya convencido a mucha gente de a pie, en su paso por Polonia, de su mensaje de misericordia, paz y perdón -o de "memoria, coraje y sembrar para el futuro", como él mismo lo plasmó en su improvisado discurso de despedida de la JMJ- podría hacer "que sea más difícil para los obispos mantener su actitud severa e intransigente" en cuestiones pastorales.
Con esta alusión al pensamiento "en blanco y negro" con el que los obispos polacos siguen enfocando las realidades sociales, Glabisz-Pniewska se refería, en primer lugar, a la lealtad que muchos aún profesan por su hijo predilecto, el papa conservador San Juan Pablo II.
Por otro lado, la inmovilidad de la jerarquía polaca encuentra explicación también en su peculiar interpretación de las líneas en Amoris laetitia al tenor de que "en cada país o región se pueden buscar soluciones más inculturadas" a las situaciones imperfectas en las que viven familias reales, respuestas que sean "atentas a las tradiciones y a los desafíos locales" (AL, 3).
Este es el artículo al que se aferran los obispos polacos como excusa para que todo siga igual, y como "valvula de escape" que les excuse de tener que implementar el cambio hacia el discernimiento y el acompañamiento pastoral que Francisco ha propuesto para toda la Iglesia.
La inercia que se experimenta en la Iglesia polaca se debe, pues, al miedo del episcopado de que el Papa Bergoglio no entienda ni la situación en Polonia ni la de Europa más ampliamente.  O al menos no tan bien como el Papa Wojtyla. Pero como explica Glabisz-Pniewska, ahora que los polacos -católicos o no- se han encontrado con el Francisco de carne y hueso pueden decidir por sí mismos si comprenden bien los desafíos a los que se enfrentan.
Para esta locutora de la radio polaca, todo apunta a que la gente del país sí ha sido receptiva al mensaje y persona del papa argentino. "El papa representa otra mentalidad completamente distinta respecto al lugar de la Iglesia en la vida cotidiana", señaló Glabisz-Pniewska. "Ciertamente habrá atraído a muchos católicos polacos normales. Gente así quedó conmovida por sus palabras y gestos, y sintió que  el Papa entendió sus necesidades", prosiguió en la entrevista al NCR.
Pero más allá del despertar meramente "eclesial" que el papa haya podido inspirar a su paso por Polonia, hay signos de que el mensaje de Francisco sobre la importancia "de acoger a los que huyen de las guerras y del hambre" pueda traducirse en políticas más humanitarias hacia los migrantes por parte del gobierno nacional.
Aunque, de momento, la primera ministra de Polonia, Beata Szydlo, sigue manteniendo que la llamada del pontífice a mantener "el corazón abierto" a los refugiados no significa que haya que asilarlos en el país, no hay nada que impida pensar que si la población polaca -de la cual el 94% se defina como católico- puede presionar a sus obispos para que adopten posturas más compasivas, no pueda hacer lo mismo con sus políticos también.
(Cameron Doody)

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.


Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19 

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Oh, Dios, crea en mi un corazón puro, 
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro, 
no me quites tu santo espíritu.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Devuélveme la alegría de tu salvación, 
afiánzame con espíritu generoso. 
Enseñaré a los malvados tus caminos, 
los pecadores volverán a ti.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.
Los sacrificios no te satisfacen: 
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. 
El sacrificio agradable a Dios 
es un espíritu quebrantado; 
un corazón quebrantado y humillado, 
tú, oh, Dios, tú no lo desprecias.

Oh Dios, crea en mí un corazón puro.

No impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos


Lectura del santo Evangelio según san Mateo 19, 13-15
En aquel tiempo, le presentaron unos niños a Jesús para que les impusiera las manos y orase, pero los discípulos los regañaban.
Jesús dijo:
-«Dejadlos, no impidáis a los niños acercarse a mí; de los que son como ellos es el reino de los cielos».
Les impuso las manos y se marchó de allí.
Palabra del Señor.