martes, 1 de junio de 2010

Oración de entrega. San Ignacio de Loyola

En la Oración ante el Santísimo del día 15 de abril rezamos esta oración:


Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad,
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad; todo mi haber y mi poseer.
Vos me disteis, a Vos, Señor, lo torno.
Todo es Vuestro: disponed
de ello según Vuestra Voluntad.
Dadme Vuestro Amor y G.acia,
que éstas me bastan.

La Santísima Trinidad


Sabemos que Dios es un Ser tri-personal. De eso se trata el misterio de la Santísima Trinidad: Dios es uno, pero hay tres Personas en Dios. Imposible de entender. Difícil de explicar.

Y esas Tres Personas que son cada una el mismo y único Dios, se aman entre sí y nos aman a nosotros con un Amor que es Infinito, como Infinito es Dios.

En la verdad y realidad cristianas, Dios se da a los seres humanos y espera que nosotros nos demos a Él. Él nos comunica su Amor y desea que le amemos a Él . El nos ama para que nosotros le amemos y para que nos amemos entre nosotros con ese Amor con que El nos ama.
Después de la Pascua lo primero que celebramos es la fiesta de la Santísima Trinidad, para recordamos a quién pertenecemos, de donde venimos y a donde vamos.
Dios creó el Universo, el Hijo nos enseñó al Padre y al Espíritu de Dios que procede del Padre y del Hijo.
¿Amamos a Dios como Dios desea ser amado? ¿nos amamos entre nosotros como Dios quiere que nos amemos?
¿Realmente Dios está presente en nuestras vidas?
El sentir a Dios con nosotros, en los momentos felices y en los duros, verdaderamente es un regalo de Dios, que muchas veces no sabemos apreciar.
Pidamos a nuestro Señor que nuestro amor hacia El siga creciendo, para que también crezca el amor a los demás.