miércoles, 27 de mayo de 2015

Las comunidades cristianas sufren nuevos ataques en Siria y Pakistán


Una bomba detonó este domingo durante la liturgia de Primera Comunión de un grupo de niños del arzobispado siro-ortodoxo de Alepo, en Siria. La misa fue interrumpida por la explosión y los menores fueron llevados del templo al interior del arzobispado, según informó el diario Avvenire, citando fuentes locales. 


Afortunadamente, esta vez no hubo que lamentar víctimas mortales ni heridos. Aun así, el explosivo afectó al muro detrás del altar y dañó seriamente el segundo piso del edificio en donde se encuentra la biblioteca del arzobispado, que pertenece a Mar Gregorios Yohanna Ibrahim, el metropolita siro-ortodoxo de Alepo que lleva secuestrado desde el 22 de abril de 2013. 



A continuación publicamos el vídeo del incidente, tomado del canal de YouTube del periódico de la Conferencia Episcopal Italiana: 

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Por otra parte, la situación de los cristianos que residen en Lahore (Pakistán), sigue siendo grave tras los ataques y saqueos de este domingo por la tarde por parte de un nutrido grupo de musulmanes. 



Según la información de los medios locales recogida por la agencia Misna, la turba incendió una iglesia y unas quince casas en el barrio de Dhoop Saari, debido a un supuesto caso de blasfemia. El autor sería un joven cristiano llamado Humayon Masih, enfermo mental, que fue acusado de quemar unas páginas que contenían versos del Corán. 



Sayed Zeeshanul Haq, una de las personas que acusó a Humayon, dijo al periódico The Express Tribune que el propietario de un quiosco de té le señaló al joven mientras quemaba las páginas del Corán. “Muchas personas se reunieron en el lugar cortando el paso e intentaron quemarlo vivo, pero yo lo salvé y lo entregué a la policía”, relató Haq a los periodistas. 



La mayor parte de los residentes de Dhoop Saari no había regresado aún a sus casas este lunes, temiendo que se repitieran los ataques que se produjeron el pasado mes de marzo en el barrio de Youhanabad, también en Lahore, cuando más de 200 viviendas de cristianos fueron arrasadas y resultaron heridas decenas de personas. 



La "ley contra la blasfemia" en teoría trata de proteger las costumbres de la sociedad musulmana, ya que Pakistán se define en su constitución como un país islámico. Pero en la práctica ha servido como un marco legal de fondo con el que justificar revanchas políticas y personales entre musulmanes, así como abusos contra las minorías no musulmanas del país, algo que vienen denunciando desde hace tiempo los activistas de derechos humanos.

«TODA MI ESPERANZA ESTÁ PUESTA EN TU GRAN MISERICORDIA»

Del libro de las Confesiones de san Agustín, obispo
(Libro 10, 26, 37-29, 40: CSEL 33, 255-256)
Señor, ¿dónde te hallé para conocerte -porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese-, dónde te hallé, pues, para conocerte, sino en ti mismo, lo cual estaba muy por encima de mis fuerzas? Pero esto fue independientemente de todo lugar, pues nos apartamos y nos acercamos, y, no obstante, esto se lleva a cabo sin importar el lugar. ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y, a un mismo tiempo, respondes a todos los que te interrogan sobre las cosas más diversas. […]
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera […].
Cuando yo me adhiera a ti con todo mi ser, ya no habrá más dolor ni trabajo para mí, y mi vida será realmente viva, llena toda de ti. Tú, al que llenas de ti, lo elevas, mas, como yo aún no me he llenado de ti, soy todavía para mí mismo una carga. [...]
En las cosas adversas deseo las prósperas, en las cosas prósperas temo las adversas. ¿Qué lugar intermedio hay entre estas cosas, en el que la vida humana no sea una lucha? ¡Ay de las prosperidades del mundo, pues están continuamente amenazadas por el temor de que sobrevenga la adversidad y se esfume la alegría! […] 
Pero toda mi esperanza estriba sólo en tu muy grande misericordia.

 News.va

EL QUE QUIERA SER EL PRIMERO, QUE SE HAGA SERVIDOR DE TODOS


Evangelio según San Marcos 10,32-45.

Mientras iban de camino para subir a Jerusalén, Jesús se adelantaba a sus discípulos; ellos estaban asombrados y los que lo seguían tenían miedo. Entonces reunió nuevamente a los Doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

"Ahora subimos a Jerusalén; allí el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos:
ellos se burlarán de Él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán. Y tres días después, resucitará".

Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir".

El les respondió: "¿Qué quieren que haga por ustedes?".

Ellos le dijeron: "Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria".

Jesús les dijo: "No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?".

"Podemos", le respondieron. 

Entonces Jesús agregó: "Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados".

Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.

Jesús los llamó y les dijo: "Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.

Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud".

La riqueza que no es compartida genera corrupción, dijo el Papa en su homilía

Es necesario hacer de modo que si se poseen riquezas éstas sirvan al “bien común”. Porque la abundancia que se vive de manera egoísta es “triste”, quita “esperanza” y genera “todo tipo de corrupción”, grande o pequeña. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de laMisa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.

El camello y el ojo de la aguja, es decir, cómo el “entusiasmo” por Cristo se transforma en pocos instantes en “tristeza y cerrazón en sí mismo”. La escena que el Santo Padre comentó en su homilía es una de las más famosas del Evangelio. El joven rico que encuentra a Jesús, pide seguirlo y le asegura que quiere vivir desde siempre los mandamientos, pero después cambia totalmente su humor y actitud cuando el Maestro le dice que el último paso que debe cumplir, eso que le falta es vender sus bienes, darlos a los pobres y entonces seguirlo. De golpe, “la alegría y la esperanza” desaparecen en aquel joven, porque él, no quiere renunciar a su riqueza:

“El apego a las riquezas es el inicio de todo tipo de corrupción, por doquier: corrupción personal, corrupción en los negocios, también la pequeña corrupción comercial, la de aquellos que quitan 50 gramos al peso justo, corrupción política, corrupción en la educación… ¿Por qué? Porque aquellos que viven apegados al propio poder, a las propias riquezas, creen que están en el paraíso. Están cerrados, no tienen horizonte, no tienen esperanza. Y al final, deberán dejar todo”.

Ricos y estériles

El Papa observó que “hay un misterio en la posesión de las riquezas”. Porque “las riquezas tienen la capacidad de seducir, de llevarnos a una seducción y de hacernos creer que estamos en un paraíso terrenal”. En cambio – afirmó Francisco – aquel paraíso terrenal es un lugar sin “horizonte”, semejante a aquel barrio que el Papa Bergoglio recordó haber visto en la década de los años setenta, en que vivía gente acomodada que había fortificado los límites para defenderse de los ladrones:
“Y vivir sin horizonte es una vida estéril, vivir sin esperanza, es una vita triste. El apego a las riquezas nos da tristeza y nos hace estériles. Digo ‘apego’, no digo ‘administrar bien las riquezas’, porque las riquezas son para el bien común, para todos. Y si el Señor a una persona se las da es para que las utilice para el bien de todos, no para sí mismo, no para que las encierre en su corazón, que después con esto se vuelve corrupto y triste”.

Abrir la mano y el horizonte

El Santo Padre insistió en que las riquezas que carecen de generosidad, “nos hacen creer que somos poderosos, como Dios. Y al final nos quitan lo mejor, la esperanza”. Pero Jesús – recordó Francisco –  en el Evangelio indica cuál es la justa modalidad para vivir una abundancia de bienes:
“La primera Bienaventuranza: ‘Bienaventurados los pobres de espíritu’, es decir, despojarse de este apego y hacer que las riquezas que el Señor le ha dado a él sean para el bien común. La única manera. Abrir la mano, abrir el corazón, abrir el horizonte. Pero si tú tienes la mano cerrada, tienes el corazón cerrado como aquel hombre que hacía banquetes y se vestía lujosamente, no tienes horizontes, no ves a los demás que tienen necesidad y terminarás como aquel hombre: lejos de Dios”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).