miércoles, 23 de marzo de 2016

Mensaje de Semana Santa 2016 por D. Carlos Osoro, arzobispo de Madrid

Con Jesús la muerte es Vida


Cuándo tiene sentido la cruz
Preguntas de Semana Santa
En plena Semana Santa me vuelvo a preguntar qué sentido tiene la cruz en nuestra vida.

Cuándo no tiene sentido la cruz
• No le veo sentido a la cruz por la cruz. Hay personas que han sacralizado el sufrimiento en sí mismo, como si pasarlo mal fuera per se algo positivo. Eso no es una virtud, es una enfermedad.
• No tiene sentido la cruz como autoflagelación mental. Es decir, dejar a la mente que te pase películas negativas. Es otro morbo perjudicial en que se recrea mi peor yo, mi personaje más falso. A ese no hay que hacerle ni caso.
• Carece de sentido autoculparse para sufrir más. Procede de no perdonarse a uno mismo por lo que hice en el pasado. Dios te ha perdonado y tú no te perdonas. Se trata de un penitencia buscada para hacerme daño, que lejos de liberarme, me hunde más.
 Es una cruz falsa la que me impongo porque otro está sufriendo. Por ejemplo, mi madre, mi amigo, un ser querido está sufriendo y yo me siento culpable si no lo paso igual de mal que él. No caigo en la cuenta de que es al revés: tengo que estar bien para poder ayudarle; tengo que salir del pozo para poder sacarle.

Cuándo tiene sentido la cruz
• La cruz tiene sentido cuando es una consecuencia de opción auténtica de vida o de una verdad asumida. Por ejemplo, si sufro por llevar adelante una causa justa, por defender a seres humanos, por evitar un mal o denunciar una injusticia. Jesús no muere en la cruz para buscar el sufrimiento, sino por ser consecuente hasta el final con su mensaje: el amor incondicional de Dios.
• La cruz salva cuando es cruz por los demás. Si me sacrifico por estar al lado del que sufre, por sacarle de su sufrimiento, aunque sea solo por consolarle y acompañarle. Pero nunca es sufrimiento buscado, sino un dolor o privación que brota del amor.
• La cruz se ilumina cuando requiere el abrazo de una situación inevitable. Si la enfermedad no tiene cura, si la muerte del ser querido me lo arrebata, si una catástrofe natural o una guerra imparable nos zahiere, crezco cuando abrazo esa cruz y la supero espiritualmente.
• La cruz libera cuando no acaba en cruz, sino en resurrección. Mientras la llevamos es liviana, si cuenta con un horizonte de esperanza. "Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera"(Mt 11, 28-30).
 La cruz glorifica cuando no me empeño en llevarla a solas, sino cuando camino por la vía de la amargura al lado de Jesús. Porque el yugo solo puede soportarse entre dos. Porque con Jesús la muerte es Vida y el caminar por la fugacidad del tiempo un encuentro con una luz que tiene vocación de eternidad.


(Pedro Miguel Lamet).

El padre salesiano, raptado tras el asesinato de cuatro religiosas, podría ser torturado y crucificado el próximo viernes. Convocada una oración intensa el Jueves Santo

OTRAS FUENTES INDICAN QUE ES FALSO.


El sacerdote Tom Uzhunnalil, de 56 años, era el capellán de las misioneras de Madre Teresa muertas por yihadistas en Adén, en Yemen, el pasado 4 de marzo. Desde la terrible tragedia que costó la vida a 16 personas, en el convento todavía no tienen noticias del padre salesiano, secuestrado mientras se encontraba en la capilla durante el transcurso de los hechos. No obstante, unos oscuros rumores llegados hasta la India hablan de una posible ejecución por “crucifixión” del padre salesiano el Viernes Santo, el próximo 25 de marzo, día de la Pasión y muerte de Cristo en la cruz.
A modo de respuesta, el rector mayor de los salesianos, el padre Ángel Fernández Artime, invita a todos los salesianos a unirse a “un momento muy intenso de oración” por la paz, con una intención especial para el padre Tom, en la tarde del Jueves Santo, “día especial de vigilias y de intensos momentos de oración”. El Jueves Santo es un momento fundamental en el año litúrgico, porque fue en Jueves Santo cuando Jesús instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio, cuando comenzó su Pasión y se abandonó definitivamente a la voluntad del Padre. El comunicado está recogido en la agencia de noticias de los salesianos, ANS.
En un mensaje por vídeo difundido en 20 idiomas este lunes 21 de marzo a través de las redes sociales, el rector de los salesianos expresa, en nombre de toda la congregación, “nuestra cercanía y nuestra solidaridad” con la familia del padre Uzhunnalil, natural del estado de Kerala, en la India. Miembro de una familia profundamente católica, su tío Matthieu, también salesiano, fallecido el año pasado, fue el fundador de la misión en Yemen.
La crucifixión, ¿información o propaganda?
Los rumores de torturas y de la inminente ejecución del padre Tom, según un plan orquestado por los yihadistas, no están confirmados en absoluto, y se consideran “aparentemente carentes de ningún fundamento” por los salesianos, aunque son lo suficientemente alarmantes como para alimentar los temores acerca de la suerte del salesiano y la de “tantas personas de diferentes religiones y confesiones, que sufren un auténtico martirio” en diversas partes del mundo.
El vídeo del mensaje del Rector Mayor está disponible en 20 idiomas en el canal ANSChannel de YouTube. “Ojalá toda nuestra familia salesiana en el mundo y nuestros jóvenes pudiéramos estar unidos en las horas respectivas en esta misma oración por la paz”, concluye el padre Fernández.
El padre Tom estaba listo para el martirio
En las redes sociales circulan también imágenes de una carta enviada por fax y atribuida a la Madre Sally, la superiora de las Misioneras de la Caridad en Adén, única superviviente de la masacre. Según dicha carta, que describe el ataque, la religiosa había ido en busca del capellán para advertirle de lo que estaba ocurriendo. Sin embargo, al capellán ya le constaba el estado de la situación a causa de los gritos que surgían del convento y, en lugar de huir, había ido a la capilla para consumir todas las hostias consagradas y evitar que los asaltantes cometieran actos sacrílegos. En otro pasaje, una hermana recuerda que el padre Uzhunnalil decía todos los días: “Preparémonos para el martirio”.

“No sabemos nada, no sabemos dónde está y si aún está vivo. Esperamos y oramos por él”, afirmaba también el obispo Paul Hinder, OFM Cap, Vicario Apostólico para Arabia del Sur (cf. Fides). Mientras tanto, Yemen sigue sufriendo la sacudida de la violencia y los ataques militares. El 14 de marzo, un centenar de personas murió en el bombardeo de un mercado abarrotado en Al Khamis, en la provincia de Hajjah, un bombardeo obra de una coalición dirigida por Arabia Saudí. El conflicto en Yemen ha provocado al menos 10.000 muertos y la evacuación de más de un millón y medio de personas.
Fuente: Aleteia

Hoy es un buen día para pedirle perdón por nuestras ofensas

Hoy es un día que podemos recordar cuando Jesús anuncia la traición de Judas. Acompañar a Jesús con nuestra contrición, con nuestra búsqueda de la conversión. Un buen día para pedirle perdón por nuestras ofensas, de hacer un buen examen de conciencia de nuestras traiciones grandes o pequeñas y de acudir al sacramento de la reconciliación.
A continuación presentamos una propuesta de examen de conciencia del Cardenal Stafford que puede servirte de apoyo en tu meditación de hoy.
Un examen de conciencia
"Al invitar a un examen de conciencia, la Iglesia sugiere ayudarse del Sermón de la montaña. Las palabras de Jesús son el texto representativo de la nueva Ley. La cruz es la imagen fundamental del discurso. El cuerpo desgarrado de Jesús es la luz que no fue derrotada por las tinieblas. La oscuridad del pecado nunca podrá suprimir la luz de lamisericordia divina. Los penitentes disipan la oscuridad gracias a una confesión sincera de sus pecados.
Para que profundicéis vuestra compunción os propongo el siguiente examen:
¿Renuncio al orgullo, la envidia y la ambición, para seguir el camino de humildad de Jesús? ¿Soy dócil y abierto a la palabra de Dios? ¿Estoy dispuesto a dejarme juzgar por ella, en vez de juzgarla yo a ella? ¿Paso demasiado tiempo leyendo periódicos y revistas, viendo la televisión y navegando por internet? ¿Cuánto tiempo dedico a la meditación y a la lectura de la sagrada Escritura?
¿Soy pobre de espíritu? ¿He puesto mi felicidad en poseer bienes materiales? ¿He animado a los que dudaban o erraban a seguir lo verdadero y lo bueno?
¿He tenido la humildad de invocar la venida del reino de Dios y de no resistirme a ella?
¿He sentido hambre y sed de justicia?
¿He sido misericordioso, perdonando las ofensas de los demás?
¿He sido puro de corazón o he caído en la tentación dela doblez?
¿Me he esforzado por llevar la paz, actuando como auténtico hijo de Dios?
¿He recibido las cosas buenas como dones de Dios con profundo sentido de gratitud? ¿He aceptado con paciencia las cosas malas que me han pasado?
¿He practicado la justicia, que regula mis relaciones con los demás y tiene como finalidad la instauración de la paz?
En mi trabajo y en el desempeño de mis responsabilidades civiles y políticas, ¿he reconocido que la perfección de todas las bienaventuranzas reside en la aceptación de la persecución por el bien del reino de Dios?
¿He seguido los preceptos de la nueva justicia que Jesús menciona después de las bienaventuranzas, es decir, los preceptos del ayuno, la oración y el perdón?

Reunidos en torno a la tumba del apóstol san Pedro, recordemos que su amor a Jesús fue el motivo por el cual lloró, arrepentido, y decidió obedecer sus mandamientos. También los penitentes deberían esforzarse por cumplir los mandamientos sólo por amor. Basta para ello la revelación del corazón traspasado de Jesús. (...) Nada es necesario, excepto el amor de Jesús. Todo lo demás es consecuencia.”
CELEBRACIÓN PENITENCIAL: FRAGMENTO DE HOMILÍA DEL CARD. JAMES FRANCIS STAFFORD EN EL ALTAR DE LA CONFESIÓN DE LA BASÍLICA VATICANA, Martes Santo, 11 de abril de 2006. Texto completo

Fuente: Catholic.net

El episcopado español condena los atentados de Bruselas contra "el sagrado tesoro de la vida"


Ricardo Blázquez escribe una carta de condolencias a monseñor De Kesel.
Pide el descanso de las víctimas, "la paz para sus familias y la conversión del corazón de los terroristas"

El Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, ha remitido una carta de condolencia al arzobispo de Malinas-Bruselas, Mons. Josef De Kesel. El cardenal, en nombre de los obispos de la CEE, le transmite "nuestros sentimientos de condolencia ante unos hechos que atentan contra el sagrado tesoro de la vida humana y dañan gravemente todos los derechos inherentes a nuestra naturaleza".
Texto íntegro dela carta del cardenal Blázquez
Muy estimado Mons. Jozef De Kesel:
He recibido con dolor y tristeza la noticia de los atentados que han tenido lugar durante esta mañana en Bruselas, que ha dejado una numerosa cifra de víctimas, muertos y heridos. En nombre de los obispos de la Conferencia Episcopal Española, quiero transmitirle nuestros sentimientos de condolencia ante unos hechos que atentan contra el sagrado tesoro de la vida humana y dañan gravemente todos los derechos inherentes a nuestra naturaleza.
Encomendamos al Señor de la vida a todas las víctimas y pedimos el consuelo y la fortaleza para sus familiares, así como para las autoridades y las instituciones que son también atacadas en estos atentados y que tienen la misión de proteger y garantizar la paz y la concordia.
En estos días, en que celebramos la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, confiamos al autor de la vida el alma de los fallecidos, la paz y la serenidad para sus familias y la conversión del corazón de los terroristas.
Pido también a usted que traslade estos sentimientos de condolencia y solidaridad a las familias de las víctimas y a todos los católicos belgas, así como la seguridad de nuestra oración.
Quedo suyo affmo. en el Señor.
+ cardenal Ricardo Blázquez Pérez
Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española

MIÉRCOLES SANTO. LA ORACIÓN


Estos próximos días estamos llamados a estar con Jesús, a ir con El a la Cena, a Getsemaní, y por el Camino de la Cruz, hasta el Calvario. Son días de acompañar en silencio las últimas horas en la tierra del Nazareno. Con las muestras de la piedad popular, las celebraciones litúrgicas y la oración personal se nos invita a mantener una relación de amistad con el Señor.
Hay momentos de la vida que no se prestan a especulación; son aquellos en los que el dolor, la enfermedad, la prueba, el sufrimiento se enseñorean y parece que impondrán de manera despótica un desenlace fatal.
En la experiencia del límite, cuando la mente es propicia a adelantar el abismo, y el corazón se encoge, ante el riesgo inminente de la peor noticia, una posibilidad favorable, al menos para mantener la calma, es permanecer en la contemplación de los sufrimientos de Jesús, y al mismo tiempo que surge la compasión, se nos devuelve la fuerza para sobrellevar nuestra prueba.
La oración de estos días es de contemplación, de unión, de amor, de estar con el Señor, de vivir de forma discreta cada hora en la resonancia de aquella otra “Hora” en la que Jesucristo padeció por nosotros los tormentos de la Pasión, para que siempre tengamos la certeza de que no estamos solos, aun en las peores circunstancias.
La participación en las celebraciones litúrgicas, la asistencia a actos de piedad, la permanencia silenciosa en adoración de la Eucaristía y de la Santa Cruz, el movimiento compasivo de acompañar a María, la Madre Dolorosa, la especial sensibilidad con todos los que sufren hoy la deportación, la soledad, la extrema necesidad, son expresiones solidarias que se transforman en consuelo interior.
¡Cuánto ayuda en los momentos recios no quedar atrapados en un dolorismo intrascendente! ¡Cuánto ayuda poder transformar la prueba en ofenda por tantos que necesitan sentir una mano tendida, un acompañamiento silencioso y afectivo!
Hemos recorrido la cuarentena, ya no hay tiempo de lucubrar sobre cómo vivir el tiempo pasado, pero es momento de intentar vivir lo más consciente posible los días en los que los cristianos celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo. De ello va a depender que nuestra historia personal se transforme en experiencia de salvación.

¡Santos días!
Ángel Moreno de Buenafuente

"Les aseguro que uno de ustedes me entregará".


Evangelio según San Mateo 26,14-25. 

Uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a ver a los sumos sacerdotes  y les dijo: "¿Cuánto me darán si se lo entrego?". Y resolvieron darle treinta monedas de plata. 



Desde ese momento, Judas buscaba una ocasión favorable para entregarlo. 



El primer día de los Acimos, los discípulos fueron a preguntar a Jesús: "¿Dónde quieres que te preparemos la comida pascual?". 



El respondió: "Vayan a la ciudad, a la casa de tal persona, y díganle: 'El Maestro dice: Se acerca mi hora, voy a celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos'". 



Ellos hicieron como Jesús les había ordenado y prepararon la Pascua. 



Al atardecer, estaba a la mesa con los Doce  y, mientras comían, Jesús les dijo: "Les aseguro que uno de ustedes me entregará".



Profundamente apenados, ellos empezaron a preguntarle uno por uno: "¿Seré yo, Señor?". 



El respondió: "El que acaba de servirse de la misma fuente que yo, ese me va a entregar. 



El Hijo del hombre se va, como está escrito de él, pero ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre será entregado: más le valdría no haber nacido!". 



Judas, el que lo iba a entregar, le preguntó: "¿Seré yo, Maestro?". "Tú lo has dicho", le respondió Jesús.