martes, 5 de septiembre de 2017

Oración por la familia de Madre Teresa de Calcuta




Padre Celestial, nos has dado un modelo de vida en la Sagrada Familia de Nazaret. Ayúdanos, Padre amado, a hacer de nuestra familia otro Nazaret, donde reine amor, la paz y la alegría.
 
Que sea profundamente contemplativa, intensamente eucarística y vibrante con alegría. Ayúdanos a permanecer unidos por la oración en familia en los momentos de gozo y de dolor. Enséñanos a ver a Jesucristo en los miembros de nuestra familia especialmente en los momentos de angustia.
 
Haz que el corazón de Jesús Eucaristía haga nuestros corazones mansos y humildes como el suyo y ayúdanos a sobrellevar las obligaciones familiares de una manera santa.
 
Haz que nos amemos más y más unos a otros cada día como Dios nos ama a cada uno de nosotros y a perdonarnos mutuamente nuestras faltas como Tú perdonas nuestros pecados.
 
Ayúdanos, oh Padre amado, a recibir todo lo que nos das y a dar todo lo que quieres recibir con una gran sonrisa. Inmaculado Corazón de María, causa de nuestra alegría, ruega por nosotros.
 
Santos Angeles de la Guarda permaneced a nuestro lado, guiadnos y protegednos. Amén
-Madre Teresa M.C.

 Aleteia

"Compartiendo el viaje": campaña de Cáritas Internationalis


"Compartiendo el viaje", es el nombre de la campaña global que Cáritas Internationalisestá emprendiendo en favor de los migrantes del mundo en atención al llamamiento que en diversas ocasiones ha hecho el papa Francisco en favor de quienes han dejado todo en busca de mejores oportunidades. Con esta campaña global se tiene como valor esencial la visión de una sola familia humana, mundial y unida. Comenzará el 27 de septiembre de 2017 y durará hasta septiembre de 2019
Es una campaña de sensibilización pública que promueve oportunidades y espacios para que los migrantes y las comunidades se reúnan y compartan historias y experiencias, con el objetivo de fortalecer vínculos entre los migrantes y las comunidades.
Caritas Internationalis, una confederación mundial de 165 organismos nacionales para el desarrollo, es el brazo de la caridad de la Iglesia católica, la cual trabaja a nivel diocesano, nacional, regional e internacional, en temas como la pobreza, la migración, el cambio climático, el hambre, la salud y las emergencias.
El papa Francisco lanzará la campaña, desde la Plaza de San Pedro, el 27 de septiembre de 2017. Ese día, su santidad invitará a todo el mundo a ‘compartir el viaje' con los refugiados y migrantes.
El papa Francisco hizo numerosas exhortaciones para promover la cultura del encuentro, con el fin de combatir la cultura de la indiferencia, en el mundo actual. Significa ver a través de los ojos de los demás, en lugar de cerrar los ojos: "No sólo para ver, sino para mirar. No sólo para oír, sino para escuchar. No sólo para encontrar y pasar, sino para detenerse. Y no limitarse a decir ‘qué pena, pobre gente', sino dejarnos llevar por la misericordia", expresó el papa Francisco.
En el desarrollo de las actividades y actos estarán involucradas todas las organizaciones miembro de Cáritas. Las conferencias episcopales y las organizaciones religiosas estarán invitadas a compartir materiales en sus comunidades.
No obstante, todo aquel que esté interesado puede unirse a la campaña, especialmente personas con experiencia en la emigración, que pueden ser invitadas a compartir su viaje, ya sean migrantes o comunidades afectadas por la migración.
Los organizadores expresan que "Si a usted le apasiona el fenómeno de la emigración y siente curiosidad por lo que está sucediendo en nuestro mundo, entonces ésta es una campaña en la que usted puede marcar la diferencia, en todos los campos. Es una oportunidad para que comparta algo de usted mismo y lo ofrezca a cambio de amistad, en un viaje de descubrimiento".
(RD/Aica)

Santa Teresa de Calcuta, 5 de septiembre


«El ángel de los pobres. Entre otros galardones por su labor humanitaria, en 1979 obtuvo el Nobel de la Paz. Fallecida con fama de santidad en 1997, fue beatificada en 2003 por Juan Pablo II y canonizada por Francisco en 2016»
Pocos dudan de que la vida de Teresa es conmovedora y fascinante, aunque determinadas críticas mordaces atenten contra su nombre y quehacer. A través de ella ha irradiado la misericordia de Dios en los deprimidos rincones de Calcuta con una fuerza tal que se siente la tentación de considerarla irrepetible. Y ciertamente cada ser humano lo es ante el Padre. Pero esta mujer, de la que hoy se hace eco este santoral de ZENIT, acogió la gracia con tanto brío que multiplicó con creces los numerosos talentos que recibió, sembrándolos en el tembloroso corazón de esos hermanos y hermanas que jamás conocieron otro consuelo que el que ella les dio. Digan lo que digan sus detractores cuesta dudar de la presencia de Dios y de su infinita bondad cuando se examina el testimonio de Agnes Gonxha Bojaxhiu. El sello de los justos es fácil de reconocer porque tras de sí dejan una huella inextinguible, como la suya.
«Soy un lápiz en manos de Dios», le gustaba decir. Era albanesa. Había nacido en Skopje, hoy Macedonia, el 26 de agosto de 1910. En 1950 adquirió la ciudadanía india. Fue la benjamina de la familia. Influenciada por la honda fe materna, poco antes de cumplir los 12 años, y cuatro después de morir su padre, ya barajó la posibilidad de hacerse misionera. Participaba activamente en la parroquia del Sagrado Corazón. Un día, hallándose ante la imagen de la Virgen de Letnice, sintió que debía consagrarse a Dios. A la espera de tener edad para entrar en una Orden, se afilió a las Hijas de María, donde nació su vocación por los desfavorecidos. A los 18 años ingresó en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María (hermanas de Loreto) sito en una localidad irlandesa. Y queriendo emular a la santa de Lisieux, tomó el nombre de Teresa. Pocos meses más tarde se trasladó a la India. Llegó a Calcuta el 6 de enero de 1929. En 1931 comenzó a ejercer la docencia en la escuela femenina St. Mary, regida por la comunidad. En 1944 fue designada directora de la misma, y como tal ejerció hasta 1948. Cesó al ser autorizada para dedicarse por entero a la atención de los «más pobres de entre los pobres». Poseía todas las cualidades para ello: audacia, abnegación, espíritu de sacrificio, compasión, osadía, temple, misericordia, fortaleza, fidelidad, dotes organizativas, una fe insondable, etc. Y todo lo que hacía estaba impregnado de alegría.
Pero antes, como era una mujer de profunda oración, en ella fue vislumbrando la nueva vía que debía seguir. La denominó «llamada dentro de la llamada». Sucedió el 10 de septiembre de 1946 cuando iba de camino a Darjeeling para realizar el retiro anual y marcó el inicio de una travesía irreversible en la que su anhelo de amar a Cristo y a los demás llenó su vida por completo. En medio de una serie de locuciones y visiones se fue incrementando su sed por hallar «víctimas de amor» para Cristo. En una de ellas sintió que Él le decía: «Ven y sé mi luz. No puedo ir solo». Y fue dirigida por Cristo hacia el colectivo más desfavorecido de la tierra, para lo cual, según Él mismo le indicó, debía fundar una Congregación. Pasó dos años de pruebas y dificultades hasta que en agosto de 1948, obtenido el permiso correspondiente y vestida con su inmaculado sari de algodón, se dispuso a paliar todo el sufrimiento humano que le fuese posible sin ahorrar ningún esfuerzo, ni escatimar sacrificios.
Tras brevísima estancia con las Hermanas Médicas Misioneras de Patna, especializándose para su misión, y con las Hermanitas de los Pobres, en diciembre de ese mismo año comenzó su labor. Recibía la Eucaristía, y salía rosario en mano a buscar a los enfermos y moribundos, «los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba»; tanto daban hombres, mujeres, niños o ancianos, y lo mismo sucedía con el tipo de enfermedades que padeciesen. Ni repugnancia, ni temor a contagios, ninguna selección, la Madre Teresa no tenía otro horizonte que cubrir con su ternura al sufriente. Atendía, lavaba y curaba con delicadeza y misericordia a todos ellos en las calles donde se encontraban y también en sus casas. Vio la simbiosis entre amor y oración: «Dios nos ha creado para amar y para ser amados, y este es el comienzo de la oración, saber que Él me ama, que yo he sido creado para obras mayores», y que la santidad no es un lujo selectivo sino un deber de todos.
Pronto se fueron uniendo a la labor algunas de sus antiguas alumnas y surgió la congregación de las Misioneras de la Caridad, fundada en octubre de 1950 y aprobada por Pablo VI en 1965. Después nacieron los Hermanos Misioneros de la Caridad, los Misioneros de la Caridad Contemplativos y los Padres Misioneros de la Caridad. Creó también los colaboradores de Madre Teresa, y los colaboradores Enfermos y Sufrientes. Además, inició el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi. Luchó contra el aborto –«el niño es un regalo de Dios para la familia», decía, y la eutanasia. Abrió centros en distintos puntos del mundo para la atención de leprosos, ciegos, ancianos, enfermos de SIDA, así como orfanatos para niños pobres y abandonados. Consideraba que «las obras de amor son siempre obras de paz».
Espiritualmente vivió una prolongada «noche oscura» hasta el fin de sus días, que acrecentó su sed de amor divino. «El amor, para que sea auténtico, debe costarnos […]. Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él». Por su heroica labor fue galardonada con premios significativos como el Nobel de la Paz que obtuvo en 1979. En 1986 Juan Pablo II la visitó en Calcuta, en la conocida «Casa del moribundo». El 5 de septiembre de 1997, con el gozo de haber dejado nombrada una nueva superiora general, y su fundación extendida por diversos países, murió. El gobierno le dispensó un funeral de Estado, y de forma inmediata fue aclamada con fama de santidad en todo el mundo. Juan Pablo II la beatificó el 19 de octubre de 2003. Fue canonizada el 4 de septiembre de 2016 por el papa Francisco.

Madrid volverá a «vibrar» en la fiesta de santa Teresa de Calcuta



Ante el primer aniversario de la canonización y la fiesta de su fundadora, las Misioneras de la Caridad en Madrid «dan muchas gracias a Dios» y solo piden «poder seguir trabajando entre los más pobres de entre los pobres»
José María Calderón se llevó a 300 personas a la canonización de la Madre Teresa de Calcuta, que este lunes cumple su primer aniversario. De la celebración, el delegado de Misiones del Arzobispado de Madrid y capellán de las Misioneras de la Caridad recuerda «el sentido de Iglesia» y cómo «vibraban los fieles con una mujer que ha sido testimonio de vida cristiana, de servicio a los más necesitados y de sacrificio para vivir lo que Dios le pedía».
En Madrid, esta efeméride se conmemorará el martes 5 de septiembre, precisamente el día de la festividad de la santa. El obispo auxiliar de la capital, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, presidirá a las 19 horas una Misa solemne en la casa que las misioneras tienen en el paseo de la Ermita del Santo. «Es el segundo año que se va a celebrar una Misa en honor de la santa en Madrid, con la diferencia de que a la del año pasado no pudo asistir mucha gente porque, precisamente, estaban en Roma en la canonización», explica Calderón.
Una congregación muy viva
Ante el primer aniversario de la canonización y la fiesta de su fundadora, las religiosas de la orden en Madrid «dan muchas gracias a Dios», afirma el capellán, y solo piden «poder seguir trabajando entre los más pobres de entre los pobres».
En esta labor les «ayudan voluntarios venidos de toda España», y de parte del extranjero. «Este verano ha venido a colaborar un grupo de seminaristas americanos, que estudian en Roma». Son «muchas las jóvenes que conocen a las religiosas y luego quieren hacer una experiencia espiritual con ellas», asegura Calderón. Ahora mismo hay doce jóvenes aspirantes que están viviendo en el paseo de la Ermita del Santo.
Todo esto hace que las misioneras se sientan «muy bendecidas por Dios», al que «no dejan de dar gracias».
José Calderero @jcalderero
Alfa y Omega

Nace la Y-Biblia, una edición más visual adaptada a los jóvenes


La Biblia tiene 1.200 páginas y 1.189 capítulos lo que, a priori, puede no ser la opción más tentadora de lectura para los jóvenes, acostumbrados cada vez más al lenguaje audiovisual. Para animar más gente a leerla, la Fundación YOUCAT ha creado Y-Bibliauna versión de la Biblia accesible para todos los públicos.
«La Biblia es un libro en el que Dios habla. Así que siempre hay gente que la lee esperando una revelación. Pero Él ya ha dicho todo lo que necesitamos saber. Está todo escrito en la Biblia. Por eso Y-Biblia quiere que la gente conozca la Palabra de Dios y la entienda mejor», asegura Clara Steber, coordinadora editorial de la Fundación YOUCAT, en una entrevista con la agencia de noticias Rome Reports.
A través de imágenes, fotos y dibujos, la Y-Biblia sirve de guía para la gente más joven, a quienes ayuda a entender mejor la Palabra de Dios y permite así profundizar más en su fe. «A la gente le está encantando. Gustan las ilustraciones, porque permiten que personas que tienen un conocimiento muy básico de la Sagrada Escritura entienda mejor los textos».
El Papa Francisco ha valorado positivamente esta edición, a la que definió «como el fuego». «Cuando dice eso, nos confirma que estas palabras no están muertas, es una historia que no ha terminado todavía». Este proyecto, añade Steber, unido a las catequesis de YOUCAT, hará que la Biblia sea mucho más fácil de comprender.
Alfa y Omega

El Papa critica las drogas, «donde la vida se agota en el horizonte de uno mismo»


Francisco ha recibido cerca de 3.000 miembros de la Comunidad Católica Shalom, que estos días celebra en Roma los 35 años de su fundación
El primer Centro Shalom, situado en Fortaleza (Brasil), estaba formado por una pizzería y una librería. Allí, en 1982, se acogía y evangelizaba a los jóvenes. De esto hace ahora 35 años, aniversario que la Comunidad Católica Shalom –presente a en 30 países– está celebrando en Roma entre el 3 y el 9 de septiembre. Ante el testimonio de un joven adicto a las drogas, el Papa ha recordado que en ellas «la vida se agota» y el corazón queda «completamente vacío».
En la mañana de esta segunda jornada, el Papa ha recibido cerca de 3.000 miembros de la comunidad en la sala Pablo VI. Francisco, que «ha estado muy cariñoso», les ha hablado «de la importancia de la gratuidad, de dar gratis lo que hemos recibido gratis», cuenta a Alfa y Omega el arzobispo de Granada, monseñor Javier Martínez, en cuya diócesis –la única en España– comenzó la comunidad hace cinco años.
Y a esa gratuidad, «ante el testimonio de vida de un joven que fue adicto a diversas sustancias», el Santo Padre ha contrapuesto la autorreferencialidad de las drogas, «donde la vida se agota en el horizonte de uno mismo» y que «deja el corazón completamente vacío», rememora monseñor Martínez.
Durante el encuentro, el Pontífice ha rechazado este efecto y ha subrayado «la importancia de sentirse amados» y de tener cerca «personas que nos ayuden en momentos de dificultad».En este sentido, Bergoglio ha invitado a los presentes –que en su mayoría eran adolescentes y familias– «al diálogo entre distintas generaciones», lo que definió como «uno de los desafíos del mundo».
En Granada, invitados por el arzobispo
La Comunidad Católica Shalom está desde hace cinco años en Granada, donde llegaron invitados por monseñor Martínez. «Su carisma es la evangelización de la juventud y Granada es una ciudad con mucha gente joven», explica el arzobispo, que conoció la comunidad hace ya una década. «Es precioso ver la sencillez, la alegría y el desprendimiento con el que trabajan entre la gente joven», añade.
José Calderero @jcalderero
Alfa y Omega

Primera vigilia de oración con jóvenes del curso: «Tened el pensamiento de Dios y amad a todos sin excepción»

El pasado viernes, 1 de septiembre, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidió la primera vigilia Adoremus del curso en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.
Tras el paréntesis vacacional, el purpurado volvió a congregar a los jóvenes de la Iglesia que peregrina en Madrid para animarlos a tener el pensamiento de Dios: «Tenedlo y no os arrepentiréis». Ese pensamiento, dijo, «que nos lleva a amar a todos sin excepción». Y también al contrario, señaló, «al que me hace daño y está contra mí», porque «Jesús murió por todos los hombres y no solamente por los que pensaban como Él». Así, «dio la vida por todos». Por tanto, aseveró, «pensemos como el Señor».
El arzobispo de Madrid, además, animó a los presentes a elegir «el camino del Señor». Y hacerlo «con su gracia» y «con su amor», porque Él «nos hace una oferta: pensar como Dios». Esto requiere por nuestra parte, en palabras del cardenal, «estar muchos ratos a solas con el Señor, pedirle que nos dé su manera de ser, de hacer, de construir y de mirar a los hombres», así como que «nos regale su mirada».
Y «qué distinta es la mirada de Jesús a la que a veces tenemos nosotros», señaló el cardenal. Este, con sus ojos fijos en los del Señor, invitó a descubrir en el Evangelio todos los pasajes en que está presente su mirada: «Mirada a la pecadora, a los leprosos, al que estaba tirado que le habían apaleado, a los que lo mataron…». Por ello, «merece la pena ser cristiano y salir por este mundo haciendo esta oferta», porque «no la hace nadie más que Jesucristo».
Asimismo, los alentó a «arriesgar todo por Jesús», a «tener su corazón, sus manos y su pensamiento» y a «regalar la amistad de Jesús». Porque Jesús «cargó con todo» y «cambió las cruces más pesadas amando y dando la vida», concluyó.
Infomadrid / Carlos González

Cuestión de fe


Impresiona leer en el Evangelio de hoy el señorío y la fuerza de la palabra de Cristo ante el endemoniado de Cafarnaún. Los que estaban escuchando su enseñanza en la sinagoga se asombraron de la autoridad con la que enseñaba y del poder para someter a los espíritus inmundos; y muchos se preguntaban con extrañeza: ¿quién es este? ¿qué clase de palabra y de autoridad es esta? Pero, nada: el relato no habla de ninguno que empezara a creer en Él. Y todos vieron cómo arrojaba al demonio de aquel poseído, pero no consta que ninguno pasara de la extrañeza y la admiración a la fe en Cristo. Seguramente salieron todos de allí comentando lo que habían visto y haciendo correr la noticia por toda la comarca, pero ninguno dio el paso a la fe. Se fueron sin conocer a Jesús.
El que sí lo tenía claro era el demonio que salió del poseído: “Sé quien eres: el Santo de Dios”. Hay que reconocer que, aunque sea en boca del demonio, es una confesión de fe bella y sublime. ¿Es posible que aquel espíritu inmundo tuviera más fe en Jesús que muchos de aquellos sabiondos escribas y fariseos, que conocían la Escritura al dedillo, la enseñaban a la gente, se proclamaban maestros, apelaban a la autoridad de Moisés y esperaban oficialmente al Mesías? ¿Cómo es posible que reconociendo la autoridad de Jesús, admirándose de su palabra, viendo sus milagros, no daban el paso a la fe? ¿ceguera del corazón, orgullo de la inteligencia, miedo a perder su status, cobardía, ganas de no complicarse la vida, compincheo con lo políticamente correcto…?
Hoy se habla poco y mal del demonio. A veces nos lo tomamos a chirigota, por ser algo ya pasado, propio de un cristianismo tenebroso y pesimista, nada acompasado a los tiempos modernos. Y otras veces nos pasamos al otro extremo: le vemos en todo y en todos, y lo demonizamos todo, como si fuera la única causa del pecado y del mal. Olvidamos que en el Génesis quien pecó no fue la serpiente sino el hombre, es decir, que aunque el tentador me instigue al pecado y al mal, al final quien peca soy yo: puedo pecar, quiero pecar y ¡zas! caí…. Claro que hoy tampoco hablamos del pecado, pues lo que existe ahora es el error humano. Y tampoco está de moda el agua bendita, porque ahora lo que se lleva es ahúyentar las malas energías con un poco de incienso perfumado y poner hojas de laurel en la entrada de la casa, para ahuyentar a los duendes y fantasmas.
¡Pues ahí está el evangelio! Más claro que el agua clara. Uno de los personajes más recurrentes en los evangelios y que más aparece en toda la Escritura es precisamente el demonio. Eso no significa que sea el personaje central, pero sí el que más nos interesa saber que existe, porque precisamente toda su táctica de enemigo es hacernos creer que no existe. Esa ceguera de todos aquellos que estaban en la sinagoga y que vieron el milagro de Jesús, pero siguieron sin querer creer. Es cuestión de fe.

Archimadrid

Sé quién eres: el Santo de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Lucas, 4, 31-37
En aquel tiempo, Jesús bajó a Cafarnaún, ciudad de Galilea, y los sábados les enseñaba.
Se quedaban asombrados de su enseñanza, porque su palabra estaba llena de autoridad.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu de demonio inmundo y se puso a gritar con fuerte voz:
«¡Basta! ¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros? Sé quién eres: el Santo de Dios».
Pero Jesús le increpó diciendo:
«¡Cállate y sal de él!»
Entonces el demonio, tirando al hombre por tierra en medio de la gente, salió sin hacerle daño.
Quedaron todos asombrados y comentaban entre sí:
«¿Qué clase de palabra es esta? Pues da órdenes con autoridad y poder a los espíritus inmundos, y salen».
Y su fama se difundía por todos los lugares de la comarca.
Palabra del Señor.