lunes, 9 de febrero de 2015

Frases sobre el hambre y la injusticia en el mundo

"No vayas a pensar que por el hecho de que los ricos no paguen aquí sus injusticias, están libres de pecado. Si fuera posible castigar con justicia a los ricos, las cárceles estarían llenas de ellos." (San Juan Crisóstomo)

"Siempre que posees algo superfluo, posees lo ajeno... Quizá ése a quien acoges es justo y si él necesita pan, tú necesitas verdad, él necesita techo y tú el cielo, él carece de dinero y tú de justicia.” (San Agustín)

Por tanto, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si tiene sed, dale de beber. Actuando así harás que enrojezca de vergüenza.
San Pablo

La pobreza, el desprendimiento de todo lo que nos ata y nos aleja de Dios, sea o no material, nos deja vacíos, para que Dios puede entrar plenamente en nuestro corazón.
Teresa de Calcuta

En un mundo donde hay tantas riquezas, tantos recursos para dar de comer a todos, es imposible entender qué haya tantos niños que pasan hambre, tantos niños sin educación, tantos pobres. La pobreza hoy es un grito”. Papa Francisco


Lo que da realmente valor definitivo a nuestra vida y actuación en este mundo— dependerá de la actitud que haya tenido cada persona frente a la hermana o hermano en necesidad. Pues la pregunta decisiva con la que nos veremos confrontados al encontrarnos al final de la vida con Jesús resucitado será: “¿Tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme?” (cf. Mt 25,35-36). Y esa pregunta será tan decisiva para todo el mundo, creyente o no, porque según la presentación que de Jesús nos hace Mateo, en toda persona que padece necesidad, lo sepamos o no, allí está presente Jesús. Lo sepamos o no, el pobre, el necesitado, el excluido, es el sacramento universal de Jesús en este mundo.

EL PAPA FRANCISCO: HAMBRE EN EL MUNDO EN 10 FRASES

1. “Es un escándalo que todavía haya hambre y malnutrición en el mundo. Nunca pueden ser consideradas un hecho normal al que hay que acostumbrarse, como si formara parte del sistema".

2. "Hay que abatir con decisión las barreras del individualismo, del encerrarse en sí mismos, de la esclavitud de la ganancia a toda costa; y esto, no sólo en la dinámica de las relaciones humanas, sino también en la dinámica económica y financiera global".

3. "Sólo cuando se es solidario de una manera concreta, superando visiones egoístas e intereses de parte, también se podrá lograr finalmente el objetivo de eliminar las formas de indigencia determinadas por la carencia de alimentos".

4. "La solidaridad no se reduce a las diversas formas de asistencia, sino que se esfuerza por asegurar que un número cada vez mayor de personas puedan ser económicamente independientes".

5. "Se han dado muchos pasos en diferentes países, pero todavía estamos lejos de un mundo en el que todos puedan vivir con dignidad".

6. "Debemos cambiar nuestro estilo de vida, incluido el alimentario, que en tantas áreas del planeta está marcado por el consumismo, el desperdicio y el despilfarro de alimentos.

7. "Los datos proporcionados por la FAO indican que aproximada-mente un tercio de la producción mundial de alimentos no está disponible a causa de pérdidas y derroches cada vez mayores. Bastaría eliminarlos para reducir drásticamente el número de hambrientos".

8. "El desperdicio de alimentos no es sino uno de los frutos de la 'cultura del descarte' que a menudo lleva a sacrificar hombres y mujeres a los ídolos de las ganancias y del consumo; un triste signo de la globalización de la indiferencia".

9. "El reto del hambre y de la malnutrición no tiene sólo una dimensión económica o científica, que se refiere a los aspectos cuantitativos y cualitativos de la cadena alimentaria, sino también y sobre todo una dimensión ética y antropológica".


10. Educar en la solidaridad significa entonces educarnos en la humanidad. Apoyar y proteger a la familia para que eduque a la solidaridad y al respeto es un paso decisivo para caminar hacia una sociedad más equitativa y humana

¿Custodiar la Creación es de los ‘verdes’? ¡No, es cristiano!

Los cristianos están llamados a custodiar la Creación. Lo subrayó el Papa Francisco en la misa matutina en la casa deSanta Marta. El Pontífice reflexionó sobre la “segunda creación” obrada por Jesús que ha “recreado” lo que había sido arruinado por el pecado.Dios crea el universo pero la creación no termina, “Él continuamente sostiene aquello que ha creado”. El Papa ha desarrollado su homilía deteniéndose en el pasaje del Génesis, en la Primera Lectura, que narra la creación del universo. En el Evangelio del día, dijo, vemos “la otra creación de Dios”, “aquella de Jesús que viene a re-crear aquello que había sido arruinado por el pecado”.

¿Cómo respondemos a la creación de Dios?

Vemos a Jesús entre la gente, dijo, y “quienes lo tocaban eran salvados”: es la “recreación”.Esta ‘segunda creación’ – explicó Francisco – es más maravillosa que la primera; este segundo trabajo es más maravilloso”. Al final “hay otro trabajo”, aquel de la “perseverancia en la fe” que lo hace el Espíritu Santo:

“Dios trabaja, continúa trabajando y nosotros podemos preguntarnos cómo debemos responder a esta creación de Dios, que nació del amor, porque Él trabaja por amor. A la ‘primera creación’ debemos responder con la responsabilidad que el Señor nos da: ‘La Tierra es vuestra, llévenla adelante, domínenla, háganla crecer’. También nosotros tenemos la responsabilidad de hacer crecer la Tierra, de hacer crecer la Creación, de custodiarla y hacerla crecer según sus leyes. Nosotros somos señores de la Creación, no dueños”.

Custodiar la Creación es deber del cristiano


El Papa advirtió que debemos “tener cuidado de no adueñarnos de la Creación, sino de hacerla seguir adelante, fieles a sus leyes”. Por lo tanto – agregó – “ésta es la primera respuesta al trabajo de Dios: trabajar para custodiar la Creación”:
“Cuando nosotros escuchamos que la gente hace reuniones para pensar en cómo custodiar la Creación, podemos decir: ‘pero no, ¡son los verdes!’. ¡No, no son los ‘verdes’! ¡Esto es cristiano! Es nuestra respuesta a la ‘primera creación de Dios. Es nuestra responsabilidad. Un cristiano que no custodia la Creación, que no la hace crecer, es un cristiano al cual no le importa el trabajo de Dios, aquel trabajo nacido del amor de Dios por nosotros. Y ésta es la primera respuesta a la primera Creación: custodiar la Creación, hacerla crecer”.

Dejémonos reconciliar con Jesús

Francisco se preguntó cómo respondemos “a la segunda creación”. San Pablo – recordó – nos dijo que nos dejemos “reconciliar con Dios”, “recorrer el camino de la reconciliación, de lareconciliación comunitaria, porque la reconciliación es obra de Cristo”. Y luego, recordando al Apóstol de los Gentiles, el Pontífice dijo que no debemos entristecer al Espíritu Santo que está en nosotros, que está dentro de nosotros y trabaja dentro de nosotros. Y agregó: nosotros “creemos en un Dios personal”: “es persona Padre, persona Hijo y persona Espíritu Santo”:

“Y los tres están involucrados en esta Creación, en esta re-creación, en esta perseverancia en la re-creación. Y a los tres respondemos: custodiar y hacer crecer la Creación, dejarnos reconciliar con Jesús, con Dios en Jesús, en Cristo, cada día, y no entristecer al Espíritu Santo, no echarlo: es el huésped de nuestro corazón, aquel que nos acompaña, nos hace crecer”.
“Que el Señor – concluyó el Obispo de Roma – nos dé la gracia de entender que Él está obrando y nos dé la gracia de responder justamente a este trabajo de amor”.
(María Cecilia Mutual – RV)

BENDICE, ALMA MÍA AL SEÑOR


Del Salmo 103:
Bendice, alma mía, al Señor
Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.

Bendice, alma mía, al Señor
Asentaste la tierra sobre sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas.

Bendice, alma mía, al Señor
De los manantiales sacas los ríos,
para que fluyan entre los montes;
junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto.

. Bendice, alma mía, al Señor

SANA A LOS ENFERMOS

Evangelio según San Marcos 6,53-56.

En aquel tiempo, cuando Jesús y sus discípulos terminaron la travesía, tocaron tierra en Genesaret, y atracaron. Apenas desembarcados, algunos lo reconocieron, y se pusieron a recorrer toda la comarca; cuando la gente se enteraba de dónde estaba Jesús, le llevaba los enfermos en camillas. 

En la aldea o pueblo o caserío donde llegaba, colocaban a los enfermos en la plaza, y le rogaban que les dejase tocar al menos el borde de su manto; y los que lo tocaban se ponían sanos.

Enfermos, camino privilegiado para encontrar a Cristo: el Papa en el Ángelus

Al rezar la oración del Ángelus en el V domingo del tiempo ordinario, con los miles de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco se refirió al pasaje del Evangelio de Marcos que nos muestra a Jesús dedicado a curar a tantos enfermos.
Predicar y curar: ésta es la actividad principal de Jesús en su vida pública, afirmó el Pontífice, de este modo “Él anuncia el Reino de Dios y con las curaciones demuestra que nos está cerca, está en medio de nosotros”.

Francisco destacó que Jesús, que vino al mundo para anunciar y salvar a todos los hombres “muestra una particular predilección por aquellos que están heridos en el cuerpo y en el espíritu: los pobres, los pecadores, lo endemoniados, enfermos y marginados rebelándose medico de almas y cuerpo, buen samaritano del hombre”
“Tal realidad de la curación de los enfermos por parte de Cristo – dijo – nos invita a reflexionar sobre el sentido y el valor de la enfermedad. A esto nos llama la Jornada Mundial del Enfermo, que celebraremos el próximo miércoles 11 de febrero, memoria liturgia de la Beata Virgen María de Lourdes”. Y prosiguió: “Bendigo las iniciativas preparadas para esta Jornada, en particular la Vigilia que tendrá lugar en Roma en la tarde del 10 de febrero”.
El Obispo de Roma explicó que esta obra salvífica de Cristo “continúa mediante la Iglesia, sacramento del amor y de la ternura de Dios por los hombres. Jesús, enviando en misión a sus discípulos – continuó – les confiere un doble mandato: anunciar el Evangelio de la salvación y curar a los enfermos (cfr Mt 10,7-8). Por ello, “la Iglesia siempre ha considerado la asistencia a los enfermos parte integrante de su misión” y “considera a las personas enfermas como una vía privilegiada para encontrar a Cristo, para acogerlo y servirlo”.
Cada uno de nosotros, dijo el Pontífice, está llamado a llevar la luz del Evangelio y la fuerza de la gracia a aquellos que sufren y a cuantos los asisten, familiares, médicos, enfermeros, para que su servicio al enfermo sea cumplido siempre con más humanidad, con dedicación generosa, con amor evangélico.
Francisco concluyó pidiendo a la Madre de Dios, “Salud de los enfermos”, para que toda persona en la enfermedad pueda experimentar, gracias a la atención de quien le está cerca, la potencia del amor de Dios y la consolación de su ternura paternal.
(MCM – RV)