Del Salmo 103:
Bendice,
alma mía, al Señor
Bendice, alma mía, al Señor,
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.
Bendice,
alma mía, al Señor
Asentaste la tierra sobre
sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas.
Bendice,
alma mía, al Señor
De los manantiales sacas
los ríos,
para que fluyan entre los montes;
junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto.
. Bendice, alma mía, al Señor
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