viernes, 14 de enero de 2011

Renovación de las promesas del bautismo



Este miércoles, los niños de la parroquia que van a hacer la primera comunión este año, renovaron las promesas, que hicieron en su nombre sus padres, el día de su bautizo.
Fue una ceremonia muy enriquecedora para todos, la iglesia estaba llena de niños, padres, abuelos, padrinos y naturalmente, sus catequistas y D. Lucas que dirigía la celebración.
Los niños se portaron muy bien, sabían que estaban realizando un paso importante en su caminar como hijos de Dios.

Gracias a Dios, también nosotros hemos recibido este don maravilloso. Pero, ¿cuántos de nosotros somos conscientes de este regalo tan extraordinario y nos acordamos de él con frecuencia para darle gracias al Señor, para renovar nuestra fe con el rezo del Credo y ratificar nuestro compromiso cristiano? El Vaticano II nos recuerda que, por el bautismo, todos los cristianos tenemos el deber de tender a la santidad y de ser auténticos apóstoles de Cristo en el mundo: con nuestra palabra, nuestro testimonio y nuestra acción. ¿Somos cristianos de verdad? ¿De vida y de obras, y no sólo de nombre, de cultura o tradición?