En la eucaristía tenemos la concentración de todos los misterios dela redención. Ysi quisiéramos profundizar aúna más en el significado del gesto del pan y del vino como cuerpo y sangre del sacerdote de la nueva alianza, del Hijo entregado, podríamos ver realizada esta actitud en los otros dos vértices del triángulo: Getsemaní ( No se haga mi voluntad, sino la tuya ) y la cruz ( En tus manos encomiendo mi espíritu ). Es decir, lo que la eucaristía expresa se verifica y se realiza en la expresión "No se haga mi voluntad, sino la tuya" y en el hecho de poner la vida en las manos del Padre.
Hay que controlar juntos los tres vértices o puntas del triángulo, porque se iluminan y se esclarecen mutuamente formando la figura redentora del misterio, revelando el modo en que la Trinidad se manifiesta históricamente en Cristo: desde el cenáculo, pasando por Getsemaní, hasta la cruz se realiza la revelación definitiva del amor del Padre, expresada después en la resurrección.
Carlos María Martini