domingo, 21 de agosto de 2016

Mohamed VI pide a musulmanes, cristianos y judíos "permanecer unidos" contra el yihadismo


Con ocasión del 63 aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo, el rey Mohamed VI ha pronunciado un discurso a toda la Nación. En el mismo, el monarca ha insistido en la "fuerte unión de los ciudadanos marroquíes a su rey y su sacrificio por la libertad e independencia de la patria", así como de los lazos que unen, a través de este día, a Marruecos y a Argelia.
"El movimiento de resistencia marroquí dio un respaldo moral y material a la revolución argelina, que en ese momento se enfrentaba a una dura campaña contra la fuerza colonial", ha recordado.
Por ello, Mohamed VI ha pedido "que la solidaridad y el compromiso sincero que siempre han unido a Argelia y a los pueblos marroquíes vuelva a encenderse para que podamos seguir trabajando juntos, de forma honesta y de buena fe, para estar a la altura de los desafíos en África".
De esta manera, ha insistido en el potencial del continente para hacer frente a las adversidades a pesar de los desafíos que presenta y ha detallado que el compromiso marroquí con el desarrollo africano es una prioridad para la política exterior alauita. "Lo que es bueno para Marruecos es bueno para África", ha resumido.
Por otro lado, Mohamed VI ha querido dejar claro que, a pesar de que Marruecos pueda beneficiarse de ser la puerta del continente para otros países, no lo hace con la "intención de explotar los recursos naturales del continente, a diferencia de las prácticas neocolonialistas".
Además, el rey también ha hablado del drama de la migración y ha destacado que "Marruecos fue uno de los primeros países del Sur a adoptar una verdadera política basada en la solidaridad en lo que respecta a los migrantes subsaharianos.", ha señalado a la vez que ha solicitado una política más integradora hacia quienes se ven obligados a abandonar su hogar.
En este sentido, ha sostenido que muchos de ellos huyen de terrorismo y ha hecho un llamamiento a los marroquíes residentes en el exterior " a permanecer comprometidos con sus valores religiosos y a sus tradiciones consagradas en el tiempo ya que se enfrentan a este fenómeno extremista que no tiene nada que ver con su cultura".
El monarca alauita ha criticado a quienes acosan a los musulmanes equiparándolos con terroristas, dejando muy claro, no obstante que condena "enérgicamente la muerte de personas inocentes. Matar a un sacerdote está prohibido por la religión; asesinar dentro de una iglesia es una locura imperdonable, porque él es un ser humano y un hombre religioso --incluso si él no es musulmán".
"Aquellos que se involucren en el terrorismo en el nombre del Islam no son musulmanes. Su único vínculo con el Islam es el pretexto que uilizan en sus crímenes para justificar su locura. Ellos se han desviado del camino correcto, y su destino es permanecer siempre en el infierno", ha enfatizado.
Por último, Mohamed VI ha pedido a musulmanes, cristianos y judíos que permanezca unidos ·con el fin de hacer frente a todas las formas de extremismo, el odio y la reclusión".

Monseñor Zenari: "Nos sentimos impotentes ante los oídos sordos de muchos"

En Siria, la situación se está volviendo "cada vez más grave", y "no se ve el final del túnel". Es más, en las últimas semanas se ha asistido a una "escalada de la violencia" que ha exacerbado aún más los términos del conflicto.
Lo declaró el nuncio apostólico en Damasco, Mons. Mario Zenari, en declaraciones a la agencia Asia News, en las que confirma las múltiples señales de alarma que llegan del país árabe, devastado por "cinco años y medio de un conflicto sangriento". "Se aguarda siempre llegar a ver el fin de la violencia -agrega el prelado- pero por el contrario, lo que surge es una intensificación de la guerra".
El enviado especial de la ONU para Siria, el italiano Staffan de Mistura, ha confirmado la suspensión de las actividades humanitarias de la task force de las Naciones Unidas, a causa de los continuos bombardeos que obstaculizan la distribución de ayuda. Él ha renovado el reclamo por una tregua de al menos 48 horas, sobre todo en Alepo convertida en epicentro del conflicto.
Y mientras en Siria está surgiendo un nuevo eje -Moscú, Teherán, Beijing- en las últimas horas, se ha vuelto símbolo del conflicto sirio la imagen de un niño de tan cinco años, llamado Omran Daqneesh, que apareció en un video filmado en Alepo. Sus ojos son el símbolo del conflicto.
"Continuamos haciendo llamamientos por la paz, por el fin de la violencia -concluye el prelado-, pero éstos caen en saco roto, y nos sentimos impotentes ante los oídos sordos de muchos. Sin embargo, es importante continuar relatando los sufrimientos" de un país y de un pueblo atormentando "por cinco años y medio de guerra".
Fuente: Religión Digital

LA UNIVERSALIDAD


Quizá este mes de agosto, tiempo en el que muchos viajamos y salimos de nuestro lugar habitual de residencia, es momento propicio para hacer una observación esperanzadora, al comprobar la diversidad de orígenes de las personas con las que se entabla relación y que expresan los mismos sentimientos religiosos.
Estos días estamos haciendo el Camino de Santiago, y es precisamente en su travesía donde de manera privilegiada se pueden intercambiar saludos con peregrinos procedentes de otros pueblos y naciones.
Justamente este domingo los “Amigos de Buenafuente” hacemos la invocación al Apóstol Santiago, momento de gran emoción, en el que veremos con nuestros ojos cumplirse la profecía que hoy se proclama como primera lectura: “Yo vendré para reunir a las naciones de toda lengua (…). Y de todos los países, como ofrenda al Señor, traerán a todos vuestros hermanos”.

El salmista rubrica la visión de Isaías y nos invita a entonar un himno de alabanza, junto con todos los creyentes del mundo, e incluso con quienes de buena voluntad viven en el respeto a la creación, y aman la paz: “Alabad al Señor, todas las naciones, aclamadlo, todos los pueblos”.

Es Jesús quien de manera provocativa dice a su pueblo: “Vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios”. Estas palabras molestaron mucho a los contemporáneos del Maestro de Nazaret, y cabe que también sean una llamada de atención para quienes hemos heredado la fe cristiana y sin embargo vivimos con menos radicalidad que los peregrinos de países sin tantas raíces apostólicas.
El autor de la Carta a los Hebreo apela a la necesidad de la corrección para despertarnos de la posible inercia. Uno de los frutos que se perciben cuando se ve a otros vivir la fe es el estímulo de la sana emulación. ¡Ojalá que el tiempo de vacaciones se esté convirtiendo en el mejor ejercicio de salir de nosotros mismos, de enriquecimiento cultural, y de estímulo para vivir con mayor coherencia nuestra pertenencia a Jesucristo!
Al declinar el mes de agosto, no perdamos la ocasión de impregnarnos de universalidad, para que durante el tiempo de trabajo en nuestros lugares habituales, no perezcamos por pérdida de horizonte, y la memoria del testimonio de tantos creyentes, como ha sucedido en la JMJ de Cracovia, nos estimule a permanecer gozosos en la fidelidad al Evangelio.
Ángel Moreno de Buenafuente

No todo vale

Jesús va caminando hacia Jerusalén. Su marcha no es la de un peregrino que sube al templo para cumplir sus deberes religiosos. Según Lucas, Jesús recorre ciudades y aldeas «enseñando». Hay algo que necesita comunicar a aquellas gentes: Dios es un Padre bueno que ofrece a todos su salvación. Todos son invitados a acoger su perdón.
Su mensaje sorprende a todos. Los pecadores se llenan de alegría al oírle hablar de la bondad insondable de Dios: también ellos pueden esperar la salvación. En los sectores fariseos, sin embargo, critican su mensaje y también su acogida a recaudadores, prostitutas y pecadores: ¿no está Jesús abriendo el camino hacia una relajación religiosa y moral inaceptable?
Según Lucas, un desconocido interrumpe su marcha y le pregunta por el número de los que se salvarán: ¿serán pocos?, ¿serán muchos?, ¿se salvarán todos?, ¿solo los justos? Jesús no responde directamente a su pregunta. Lo importante no es saber cuántos se salvarán. Lo decisivo es vivir con actitud lúcida y responsable para acoger la salvación de ese Dios Bueno. Jesús se lo recuerda a todos: «Esforzaos por entrar por la puerta estrecha».
De esta manera, corta de raíz la reacción de quienes entienden su mensaje como una invitación al laxismo. Sería burlarse del Padre. La salvación no es algo que se recibe de manera irresponsable de un Dios permisivo. No es tampoco el privilegio de algunos elegidos. No basta ser hijos de Abrahán. No es suficiente haber conocido al Mesías.
Para acoger la salvación de Dios es necesario esforzarnos, luchar, imitar al Padre, confiar en su perdón. Jesús no rebaja sus exigencias: «Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso»; «No juzguéis y no seréis juzgados»; «Perdonad setenta veces siete» como vuestro Padre; «Buscad el reino de Dios y su justicia».
Para entender correctamente la invitación a «entrar por la puerta estrecha», hemos de recordar las palabras de Jesús que podemos leer en el evangelio de Juan: «Yo soy la puerta; si uno entra por mí será salvo» (Juan 10,9). Entrar por la puerta estrecha es «seguir a Jesús»; aprender a vivir como él; tomar su cruz y confiar en el Padre que lo ha resucitado.
En este seguimiento a Jesús, no todo vale, no todo da igual; hemos de responder al amor de Padre con fidelidad. Lo que Jesús pide no es rigorismo legalista, sino amor radical a Dios y al hermano. Por eso, su llamada es fuente de exigencia, pero no de angustia. Jesucristo es una puerta siempre abierta. Nadie la puede cerrar, solo nosotros si nos cerramos a su perdón.
José Antonio Pagola

Vendrán de oriente y occidente y se sentarán a la mesa en el reino de Dios

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús, pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó:
- «Señor, ¿son pocos los que se salven?».
Él les dijo:
«Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo:
"Señor, ábrenos"; pero él os dirá:
"No sé quiénes sois".
Entonces comenzaréis a decir.
"Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas".
Pero él os dirá:
"No sé de dónde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad."
Allí será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a lsaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios.
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».
Palabra del Señor.