miércoles, 31 de agosto de 2011

PERDONAR A LOS QUE NOS OFENDEN

En el “Sermón de la Montaña”, Jesús nos dice lo siguiente: “Amen a sus enemigos, hagan bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difamen”. (Lc. 6, 27-38)


¡Qué difícil es seguir estas palabras de Jesús! Siendo Dios y Hombre verdadero, Él bien sabe que ante la crítica, la injusticia, los insultos y calumnias, la naturaleza humana herida como está por el pecado, automáticamente reacciona con sentimientos de rencor, de desquite … y hasta de venganza. Con todo y esto, la máxima que nos da el Señor no es un acto de heroísmo exigido sólo a los más santos, sino que es un deber “normal” de todo cristiano.

A lo largo de todo el Evangelio, Jesús nuestro Señor nos invita -y más que invitarnos, nos obliga- a perdonar. Y no sólo nos lo dice de palabra, sino que nos da su ejemplo: mientras agonizaba colgado de la cruz, nos enseña con su oración al Padre cómo nos perdona. A los verdugos que lo torturaban y lo mataban no les reclama nada, sino que oraba así: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc. 23, 34). ¿Qué mayor ejemplo podemos tener para nosotros perdonar a los que nos hacen daño? ¿Qué mayor seguridad podemos tener de que Dios nos perdona, aunque hayamos cometido el peor de los delitos, si perdonó así a sus propios asesinos?

Sin embargo, siempre nos asalta la objeción: ¿Cómo hacer para perdonar? ¿Cómo perdonar, si nuestra tendencia natural nos lleva al resentimiento, al desquite e incluso a la venganza?

Para respondernos esto, debemos estar convencidos de que si Dios nos pide algo, es porque podemos hacerlo. Y podemos hacerlo, porque Él nos da la gracia para hacerlo ... más aún, es Él Quien perdona en nosotros.

Perdonar es amar, pero también sabemos que cuanto más amamos a una persona más nos duelen sus ofensas. Y si creemos que le hemos perdonado algo nos queda en el alma, ¿dolor o rencor?. Debemos desechar el rencor con todas nuestras fuerzas y con la ayuda del Señor.

Cuando nos sea difícil perdonar una ofensa, perdonar a una persona en particular, ayuda mucho pedir a Dios la gracia del perdón, pensando en esa ofensa o en esa persona cada vez que rezamos esa frase del Padre Nuestro: “perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden".

Jesús, ayúdanos, nos ponemos en tus brazos, ¡enseñános a perdonar "de verdad"!.


martes, 30 de agosto de 2011

GRATITUD A DIOS

Hemos recibido regalos maravillosos de Dios: su misericordia, su Amor, su Hijo. Esta verdad toca el corazón de cada bautizado, es el centro de nuestra fe, enciende la esperanza, alimenta la caridad.
Cuando abrimos el alma a los dones de Dios, cuando reconocemos que nos libró del pecado, que nos sacó de las tinieblas, que nos condujo a la luz, que nos abrió las puertas del cielo, surge casi espontánea, gozosa, la gratitud.

Desde la gratitud, ¡qué fácil sería vivir los mandamientos, huir del pecado, enraizar en el amor! Porque un corazón agradecido busca maneras concretas para corresponder a quien nos lo ha dado todo
Vivir a fondo la gratitud nos aparta, por lo tanto, del mal. Muchos de nuestros pecados surgen porque no somos plenamente agradecidos. En otras palabras, casi no haría falta la penitencia (confesión) si viviésemos a fondo la gratitud.

El Concilio de Trento lo explicaba así: “Si tuviesen todos los reengendrados tanto agradecimiento a Dios, que constantemente conservasen la santidad que por su beneficio y gracia recibieron en el Bautismo; no habría sido necesario que se hubiese instituido otro sacramento distinto de este, para lograr el perdón de los pecados” (Los sacramentos de la penitencia y de la extremaunción, capítulo 1)

La debilidad humana, unida a tantas distracciones que nos impiden reconocer y agradecer a fondo lo que significa ser redimidos, explica ese pecado que nos aparta de Dios, que nos hace ofender al prójimo, que nos destruye internamente.
Por eso, uno de los mejores antídotos contra el pecado radica precisamente en la gratitud. La invitación de san Pablo vale para cada generación cristiana: “Y sed agradecidos. La palabra de Cristo habite en vosotros con toda su riqueza; instruíos y amonestaos con toda sabiduría, cantad agradecidos, himnos y cánticos inspirados. Y todo cuanto hagáis, de palabra y de boca, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por su medio a Dios Padre” (Col 3,15b-17).

La gratitud, al mismo tiempo que nos aleja del mal, nos lleva a la fidelidad, a la entrega, a la búsqueda del bien y de la justicia. Quien es agradecido, no traiciona al Amigo.
Somos fieles, perseveramos firme en la fe, avanzamos en el amor, si continuamente damos gracias a Dios “porque es bueno, porque es eterna su misericordia” (Sal 118).
P. Fernando Pascual. Fuente: Catolic.net

sábado, 27 de agosto de 2011

¡Estad vigilantes!

Sabemos que Jesucristo anunció que vendría de nuevo a la Tierra, y que esa venida sería definitiva.
Nosotros, los cristianos, debemos estar preparados para el encuentro con nuestro Señor. Debemos esperar su llegada como la amada espera al Amado. La espera debe ser alegre, tranquila, sin miedo, pero viviendo como hijos de Dios y estando vigilantes.
Benedicto XVI en su segundo libro de “Jesús de Nazaret” dice: " Jesús nos ha invitado a la sobriedad y a la vigilancia, que ha desarrollado en algunas parábolas, particularmente en la de las vírgenes sabias y necias (Mt 25, 1-13), así como en las palabras sobre el portero vigilante (Mc 13, 33-36). Estas palabras muestran precisamente cómo ha de entenderse el término “vigilancia”. No es un salir del presente, un especular sobre el futuro, un olvidar el cometido actual; muy al contrario, vigilancia significa hacer aquí y ahora lo que es justo, tal como se debería obrar ante los ojos de Dios.

 
Ser vigilante significa saberse ante la mirada de Dios y obrar como suele hacerse ante sus ojos"

Señor, ayúdanos a no descuidarnos y a estar preparados para el encuentro definitivo contigo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Confianza en el consuelo que viene de Dios

“Yo cambiaré su duelo en risas, los consolaré y transformaré en alegría su dolor.”
Jeremías 31, 13

“Yo haré que cicatrice tu llaga, y sanaré tus heridas.” Jeremías 30, 17

“El que anda a oscuras y carece de claridad confíe en el nombre del Señor y apóyese en su Dios.”
Isaías 50, 10

“En lo excelso y sagrado yo moro, y estoy también con el humillado y abatido de espíritu, para avivar el espíritu de los abatidos, para avivar el ánimo de los humillados”.
Isaías 57, 15

“Clamarás, y Yahvé te responderá; pedirás socorro y dirá «aquí estoy».”
Isaías 58, 9

“Seréis alimentados, en brazos seréis llevados, sobre las rodillas seréis acariciados. Como aquél a quien su madre consuela, así yo os consolaré”. Isaías 66, 12-13

“¿Sufre alguno entre vosotros? Que ore.”
Santiago 5, 13
ORACIÓN
Lo que Jesús nos ofrece:
Si lloras, estoy deseando consolarte.
Si eres débil, te daré mi fuerza y mi energía.
Si nadie te necesita, yo te busco.
Si eres inútil, yo no puedo prescindir de ti.
Si estás vacío, mi plenitud te colmará.
Si tienes miedo, te llevo sobre mis espaldas.
Si quieres caminar, iré contigo.
Si me llamas, vengo siempre.
Si te pierdes, no duermo hasta encontrarte.
R. Prieto
Fuente: Catholic.net

San Bartolomé

Bartolomé es un sobrenombre o segundo nombre que le fue añadido a su antiguo nombre que era Natanael (que significa "regalo de Dios") Muchos autores creen que el personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el mismo que otros evangelistas llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San Lucas y San Marcos cuando nombran al apóstol Felipe, le colocan como compañero de Felipe a Natanael.

"Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»


-Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?»
-Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»


-Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
-Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.» (Jn 1:47-51)

El libro muy antiguo, y muy venerado, llamado el Martirologio Romano, resume así la vida posterior del santo de hoy: "San Bartolomé predicó el evangelio en la India. Después pasó a Armenia y allí convirtió a muchas gentes. Los enemigos de nuestra religión lo martirizaron quitándole la piel, y después le cortaron la cabeza".

Para San Bartolomé, como para nosotros, la santidad no se basa en hacer milagros, ni en deslumbrar a otros con hazañas extraordinarias, sino en dedicar la vida a amar a Dios, a hacer conocer y amar mas a Jesucristo, y a propagar su santa religión, y en tener una constante caridad con los demás y tratar de hacer a todos el mayor bien posible.

 

lunes, 22 de agosto de 2011

Y VOSOTROS, ¿QUIÉN DECIS QUE SOY YO?

En el evangelio que hemos escuchado (cf. Mt 16, 13-20), vemos representados como dos modos distintos de conocer a Cristo. El primero consistiría en un conocimiento externo, caracterizado por la opinión corriente. A la pregunta de Jesús: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?», los discípulos responden: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas». Es decir, se considera a Cristo como un personaje religioso más de los ya conocidos. Después, dirigiéndose personalmente a los discípulos, Jesús les pregunta: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Pedro responde con lo que es la primera confesión de fe: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». La fe va más allá de los simples datos empíricos o históricos, y es capaz de captar el misterio de la persona de Cristo en su profundidad.


Pero la fe no es fruto del esfuerzo humano, de su razón, sino que es un don de Dios: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos». Tiene su origen en la iniciativa de Dios, que nos desvela su intimidad y nos invita a participar de su misma vida divina. La fe no proporciona solo alguna información sobre la identidad de Cristo, sino que supone una relación personal con Él, la adhesión de toda la persona, con su inteligencia, voluntad y sentimientos, a la manifestación que Dios hace de sí mismo. Así, la pregunta de Jesús: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?», en el fondo está impulsando a los discípulos a tomar una decisión personal en relación a Él. Fe y seguimiento de Cristo están estrechamente relacionados. Y, puesto que supone seguir al Maestro, la fe tiene que consolidarse y crecer, hacerse más profunda y madura, a medida que se intensifica y fortalece la relación con Jesús, la intimidad con Él. También Pedro y los demás apóstoles tuvieron que avanzar por este camino, hasta que el encuentro con el Señor resucitado les abrió los ojos a una fe plena.



Queridos jóvenes, también hoy Cristo se dirige a vosotros con la misma pregunta que hizo a los apóstoles: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?». Respondedle con generosidad y valentía, como corresponde a un corazón joven como el vuestro. Decidle: Jesús, yo sé que Tú eres el Hijo de Dios que has dado tu vida por mí. Quiero seguirte con fidelidad y dejarme guiar por tu palabra. Tú me conoces y me amas. Yo me fío de ti y pongo mi vida entera en tus manos. Quiero que seas la fuerza que me sostenga, la alegría que nunca me abandone.


Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros. Os pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que os ha engendrado en la fe, que os ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que os ha hecho descubrir la belleza de su amor. Para el crecimiento de vuestra amistad con Cristo es fundamental reconocer la importancia de vuestra gozosa inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios.


BENEDICTO XVI- Eucaristía 21 de agosto

sábado, 20 de agosto de 2011

Pinceladas de la catequesis dada por el Obispo Munilla en la Parroquia

EVANGELIZACIÓN:

La clave de la evangelización no es tener más medios, es la santidad. Muchas veces nos quejamos de que es difícil evangelizar a las personas cercanas, si en el trabajo o en casa fuéramos más santos la evangelización nos saldría por los poros.
Debemos poner los medios donde está el soplo del Espíritu Santo y sobre todo, lo principal, nuestro corazón debe estar enamorado de Jesús.

Hay que tener modelos: es importante seguir a buenos modelos, en estos tiempos, el demonio ha conseguido sustituir los modelos de la vida de los santos por modelos de las revistas del corazón, de los programas basura de la televisión.
Faltan liderázgos cristianos, no siempre debemos ser ovejas dóciles, en algunas ocasiones hay que dar un paso adelante, como han hecho muchos santos.
El liderazgo no es el estrellato, el liderazgo es servicio, hay que ser humildes, mirar a los demás, no mirarse a sí mismo. Por eso algunas veces los líderes cristianos pasan desapercibidos.

La fe es como el fuego, crece dándola y se apaga guardándola.
También hay que tener en cuenta que predicamos en nombre de Jesús: "El que a vosotros os escucha, a mí me escucha, el que a vosotros os rechaza, a mí me rechaza"

Dificultades: Confundir la tolerancia con la indiferencia. La tolerancia es para con el mal, la tolerancia con el bien es indiferencia.
Otra dificultad es que hay mucho miedo en nosotros, miedo al rechazo, miedo al ridículo. Debemos sobreponernos y utilizar todos los talentos que Dios nos ha dado.

Para hacer apostolado:
1- Oración y sacrificio.
2.-Buscar el tú a tú, el encuentro debe ser personal.
3.-Formarse bien. Emplear tiempo en nuestra formación. (Benedicto XVI insiste en una buena formación racional).
4.- Confiar mucho en María, sabemos que antes de llegar nosotros Ella ya estaba allí.

viernes, 19 de agosto de 2011

BENEDICTO XVI A LOS JÓVENES DE LA JMJ 2011

Aprovechad estos días para conocer mejor a Cristo y cercioraros de que, enraizados en Él, vuestro entusiasmo y alegría, vuestros deseos de ir a más, de llegar a lo más alto, hasta Dios, tienen siempre futuro cierto, porque la vida en plenitud ya se ha aposentado dentro de vuestro ser. Hacedla crecer con la gracia divina, generosamente y sin mediocridad, planteándoos seriamente la meta de la santidad. Y, ante nuestras flaquezas, que a veces nos abruman, contamos también con la misericordia del Señor, siempre dispuesto a darnos de nuevo la mano y que nos ofrece el perdón en el sacramento de la Penitencia.


Queridos amigos: sed prudentes y sabios, edificad vuestras vidas sobre el cimiento firme que es Cristo. Esta sabiduría y prudencia guiará vuestros pasos, nada os hará temblar y en vuestro corazón reinará la paz. Entonces seréis bienaventurados, dichosos, y vuestra alegría contagiará a los demás. Se preguntarán por el secreto de vuestra vida y descubrirán que la roca que sostiene todo el edificio y sobre la que se asienta toda vuestra existencia es la persona misma de Cristo, vuestro amigo, hermano y Señor, el Hijo de Dios hecho hombre, que da consistencia a todo el universo. Él murió por nosotros y resucitó para que tuviéramos vida, y ahora, desde el trono del Padre, sigue vivo y cercano a todos los hombres, velando continuamente con amor por cada uno de nosotros.


jueves, 18 de agosto de 2011

CARTA DE MARÍA: ¿HAY INTRANSIGENCIA HACIA LOS CATÓLICOS?



De antemano se que aunque mande esta carta a diferentes periódicos, no se publicara, no esta de moda estar en contra de los nuevos movimientos, y aunque miles de jóvenes estos días demuestren con su presencia en Madrid que existen otras ideas y pensamientos que también tendrían que respetarse, como nosotros respetamos profundamente que otros piensen diferente, muchos no están dispuestos a escuchar, ¿Quiénes son los intransigentes de verdad?

Las raíces de la Libertad y de la Democracia es la convivencia de diferentes pensamientos,y los que tanto defienden la libertad del Estado, olvidan que igual que unos tienen derecho a exigir libertad religiosa para no creer otros tenemos el mismo derecho a exigir la misma libertad para creer en lo que queramos.Los mismos que no quieren que se mezcle religión con política, piden que la política frene los pensamientos religiosos que no les gustan.No entiendo que en reivindicaciones políticas y económicas como las del 15 M,se mezcle la religión ,¿las pancartas en contra de los colegios católicos que son?,¿pedimos nosotros acaso que se eduque a todos como nosotros queramos? yo respeto que cada uno eduque a sus hijos como quiera Estoy muy de acuerdo en muchas de las peticiones políticas y económicas de este movimento,pero ellos me rechazan por católica ¿ por qué se ataca el que yo busque una educación católica o en otros casos de otras religiones?Yo no pregunto! a los niños que juegan en el parque con mi hija a quien rezan o si lo hacen, el crecer con libertad, relacionarse con diferentes personas le dara riqueza para que el día de mañana piense y decida por si misma No os confundáis, no educamos a nuestros hijos para ser cerrados, ni fundamenatlistas,les educamos en unos valores en los que creemos y que se basan en le amor y el respeto a los demás ¿eso os molesta de verdad? ¿Quién entonces educa de una manera mas intransigente? No nos escuchareis aleccionar a nuestros hijos en contra de nadie ¿podéis decir lo mismo?

Estoy viendo por la tele la marcha en contra del apoyo a la visita del Papa, y el lema de “mis impuestos cero”,me parece muy bien,yo propongo que den ustedes sus datos fiscales y en el caso de que paguen impuestos que lo tengan en cuenta, así mismo los que si quieran, que den los suyos para lo contrario, y así con todo, yo en mi caso quiero que me devuelvan lo que gastaron de mis impuestos en primas, viajes y celebraciones del mundial copiando a los manifestantes de hoy “el fútbol que lo pague el que lo vea”;así mismo como todas las mañanas que el moviendo 15 M se asentó en Sol se mandaron servicios de limpieza extra ,me gustaría que de mis impuestos no se usara nada para esto;, hace unas semanas se `pago un dispositivo policial increíble en Sol por el movimiento 15 M ¿también de mis impuestos? por cierto ya puestos no me gusta como ha quedado las obras de la M-30,por favor ¿cómo hago para que el ayuntamiento no use mis impuestos para ese fin?

Seamos serios, esta jornada se apoya por interés general, como otras cosas, unos están de acuerdo y otros no, y por supuesto, todos tenemos el mismo derecho a decir lo que pensamos, ¿interés general? ¡anda está!,pues si, para los católicos es una reunión de jóvenes con el Papa, para el Estado es miles de jóvenes en Madrid, comiendo y cenando,comprando,y publicitando Madrid y España en el mundo,o se olvidan de los más de cuatro millones de parados y la importancia del turismo en España.

Todos recordamos que el año pasado cuando nos visito la señora Obama(que también se gasto en seguridad),se dijo que no tenia precio la publicidad que nos hacia en el mundo, pues perdonen que les diga que si la primera Dama de EEUU tiene seguidores(que los tiene, yo entre ellos),el Papa tiene unos cuantos millones más, así que hagan cuentas.

¿De verdad su manifestación es por el supuesto gasto?¿no se esconde intransigencia hacia los católicos? cada uno que se responda así mismo,

Solo una cosa mas,las revoluciones del pueblo están no solo bien, incluso muy bien,y son necesarias,y espero que esta actual se centre el los problemas reales,en la economía, en las reformas políticas, en el bien común, en el paro, y que deje que cada uno piense y rece a quien quiera, todos podemos manifestarnos y reclamar.Si lo pensáis lo único que nos diferencia los domingos es que unos van al aperitivo primero y otros primero a misa, pero en todas partes existen personas buenas y que enriquecen la vida y la sociedad ,recordar que el mas revolucionario de todos fue Jesús ,¿o alguno de vosotros de reuniría con leprosos y se jugaría la vida contra el poder establecido?

Maria

EL EJEMPLO QUE NOS DAN LOS JÓVENES DE LA JMJ

Ayer Madrid estaba lleno de la alegría desbordante de  jóvenes de todo el mundo que habían venido a la JMJ 2011.
Unos estaban en las distintas acividades que se habían preparado para ellos, más tarde salieron a pasear por Madrid o a visitar museos.....Daba gusto caminar por la ciudad, su animación sana, sus ganas de que las jornadas fueran fructíferas, su educación, sus valores que se veían de lejos, todo esto nos daba a los habitantes de esta ciudad un montón de satisfación, ganas de ser mejores y una gran esperanza en las generaciones futuras.

Pero no todo el mundo lo comprendió así, unas cuantas personas quisieron quitarles un poco de ilusión, no lo consiguieron. En la fotografía vemos como respondieron algunos peregrinos a las provocaciones de este pequeño grupo: Rezando por ellos

Jesús dijo “Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos” y

 “Felices ustedes, cuando por causa mía los insulten, los persigan y les levanten toda clase de calumnias”
Chicas y Chicos  de Benedicto XVI, ¡muchas gracias por vuestro ejemplo!
MEMM





miércoles, 17 de agosto de 2011

Palabras del cardenal Rylko en la inaguración de la JMJ 2011

Nuestra reflexión y nuestra oración en estos días estarán guiadas por la palabra de San Pablo que ya todos conocéis: «Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe…» (Col. 2,7). ¡Es una palabra que nos compromete porque contiene un claro programa de vida para cada uno de nosotros! En estos días la fe estará en el centro de nuestra reflexión; porque la fe es un factor decisivo en la vida de cada hombre.
¡Si Dios existe o no existe, todo cambia! La fe es la raíz que nos nutre con la savia vital de la Palabra de Dios y los sacramentos; es el fundamento, la roca sobre la cual construir la vida, la brújula segura que guía nuestras decisiones y da a nuestra vida la orientación decisiva.


Sin embargo, muchos hoy se preguntan: en nuestro mundo, que tan a menudo rechaza a Dios y vive como si Dios no existiera, ¿es aún posible la fe? …

¡Queridísimos jóvenes! Os habéis reunido aquí, en Madrid, desde los rincones más remotos del planeta, para decir en voz alta a todo el mundo – y en particular a esta Europa que está dando signos de profunda desorientación – para decir vuestro firme “sí”! “Si”, ¡la fe es posible!

Es más, es una aventura maravillosa que nos permite descubrir toda la grandeza y la belleza de nuestra vida. Porque Dios, que se ha revelado en el rostro de Jesucristo, no disminuye al hombre sino que lo enaltece mas allá de toda medida, mas allá de toda imaginación! En estos días, junto con los Apóstoles, queremos todos gritar al Señor: «¡Aumenta nuestra fe!» (Lc 17,5)… Queremos también nosotros orar con las palabras de San Anselmo: Señor, «enséñame a buscarte, muéstrate al que te busca, porque no puedo buscarte si no me enseñas el camino. No puedo encontrarte si no te haces presente.» (Proslogion 1,1)

martes, 16 de agosto de 2011

Enséñame Señor como buscarte de San Anselmo de Canterbury

Señor Dios, enséñame dónde y cómo buscarte,
dónde y cómo encontrarte.
 Tú eres mi Dios, tú eres mi Señor,
y yo nunca te he visto.

Tú me has modelado y me has remodelado,
y me has dado todas las cosas buenas que poseo,
y aún no te conozco.
Enséñame cómo buscarte
porque yo no sé buscarte si tú no me enseñas,
ni hallarte si tú mismo no te presentas a mí.

Que te busque en mi deseo ,
que te desee en mi búsqueda.
que te busque amándote
y que te ame cuando te encuentre.
Amén.

EL PAPA BENEDICTO XVI VIENE A MADRID

domingo, 14 de agosto de 2011

¡Qué difícil es a veces aceptar tu voluntad!

Cuando todo va bien en nuestras vidas, estamos alegres, nos sentimos muy cercanos a Dios y el amor a Dios y a los demás nos sale por todos nuestros poros. Nos sentimos fuertes y capaces de realizar todo por nuestro Dios y por nuestro prójimo.

Pero cuando se tuerce nuestra vida, cuando el dolor y la tristeza inunda nuestra existencia, nos hundimos, no sentimos tan cerca a nuestro Señor, aunque sabemos ¡que es cuando más cerca se encuentra de nosotros!.

Pablo presenta el tema del sufrimiento al resumir las bendiciones que los hijos de Dios reciben: : "Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados" (Rom. 8:17).

No tenemos que perder la esperanza, debemos confiar en Dios, ya que sabemos que Jesús dijo:

"No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos.
Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores, para que se conviertan." Lucas 5 ; 31-32
Señor, ayúdanos a aceptar siempre tu voluntad, Juan Pablo II nos dijo: "Los verdaderos discípulos de Cristo tienen conciencia de su propia debilidad. Por esto ponen toda su confianza en la gracia de Dios que acogen con corazón indiviso, convencidos de que sin Él no pueden hacer nada. Lo que les caracteriza y distingue del resto de los hombres no son los talentos o las disposiciones naturales. Es su firme determinación de caminar tras las huellas de Jesús."

Ayúdanos a tener plena confianza en Ti, a saber que siempre estás a nuestro lado y sobre todo cuando más te necesitamos.

H de Carmen

miércoles, 10 de agosto de 2011

CARTA DE AMOR DEL PADRE

Es probable que no me conozcas, pero yo te conozco perfectamente bien... Salmos 139.1
Sé cuando te sientas y cuando te levantas... Salmos 139.2
Todos tus caminos me son conocidos... Salmos 139.3
Pues aún tus cabellos están todos contados... Mateo 10.29-31
Porque fuiste creado a mi imagen... Génesis 1.27
En mi vives, te mueves y eres... Hechos 17.28
Porque linaje mío eres... Hechos 17.28
Antes que te formase en el vientre, te conocí... Jeremías 1.4-5
Fuiste predestinado conforme a mi propósito... Efesios 1.11-12
No fuiste un error... Salmo 139.15
En mi libro estaban escritos tus días... Salmos 139.16
Yo determiné el momento exacto de tu nacimiento y donde vivirías... Hechos 17.26
Tu creación fue maravillosa... Salmos 139.14
Te hice en el vientre de tu madre... Salmos 139.13
Te saqué de las entrañas de tu madre... Salmos 71.6
He sido mal representado por aquellos que no me conocen... Juan 8.41-44
No estoy enojado ni distante de ti; soy la manifestación perfecta del amor... 1 Juan 4.16
Y deseo derramar mi amor sobre ti... 1 Juan 3.1
Simplemente porque eres mi hijo y yo soy tu padre... 1 Juan 3.1
Te ofrezco mucho más de lo que te podría dar tu padre terrenal... Mateo 7.11
Porque soy el Padre perfecto... Mateo 5.48
Toda buena dádiva que recibes viene de mi... Santiago 1.17
Porque yo soy tu proveedor que suple tus necesidades... Mateo 6.31-33
Mi plan para tu futuro está lleno de esperanza... Jeremías 29.11
Porque te amo con amor eterno... Jeremías 31.3
Mis pensamientos sobre ti se multiplican más que la arena en la orilla del mar... Sal 139,17-18
Y me regocijo sobre ti con cánticos... Sofonías 3.17
Nunca me volveré atrás de hacerte bien... Jeremías 32.40
Tú eres mi especial tesoro... Éxodo 19.5
Deseo afirmarte de todo corazón y con toda mi alma... Jeremías 32.41
Y te quiero enseñar cosas grandes y ocultas que tú no conoces... Jeremías 33.3
Me hallarás, si me buscas de todo corazón... Deuteronomio 4.29
Deléitate en mí y te concederé las peticiones de tu corazón... Salmo 37.4
Porque yo inspiro tus deseos... Filipenses 2.13
Yo puedo hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pides o entiendes... Efesios 3.30
Porque yo soy quien más te alienta... 2 Tesalonicenses 2.16-17
Soy también el Padre que te consuela en todos tus problemas... 2 Corintios 1.3-4
Cuando tu corazón está quebrantado, yo estoy cerca a ti... Salmos 34.18
Como el pastor lleva en sus brazos a un cordero, yo te llevo cerca de mi corazón... Isaías 40.11
Un día enjugaré toda lágrima de tus ojos... Apocalipsis 21.3-4
Y quitaré todo el dolor que has sufrido en esta tierra... Apocalipsis 21.3-4
Yo soy tu Padre, y te he amado como a mi hijo, Jesucristo... Juan 17.23
Porque te he dado a conocer mi amor en Jesús... Juan 17.26
Él es la imagen misma de mi sustancia... Hebreos 1.3
Él vino a demostrar que yo estoy por ti y no contra ti... Romanos 8.31
Y para decirte que no tomaré en cuenta tus pecados... 2 Corintios 5.18-19
Porque Jesús murió para reconciliarnos... 2 Corintios 5.18-19
Su muerte fue mi máxima expresión de amor por ti... 1 Juan 4.10
Entregué todo lo que amaba para ganar tu amor... Romanos 8.31-32
Si recibes el regalo de mi Hijo Jesucristo, me recibes a mí... 1 Juan 2.23
Y nada te podrá volver a separar de mi amor... Romanos 8.38-39
Vuelve a casa y participa en la fiesta más grande que el Cielo ha celebrado... Lucas 15.7
Siempre he sido y por siempre seré tu Padre... Efesios 3.14-15
Mi pregunta es... ¿Quieres ser mi hijo? Juan 1.12-13
Aquí te espero... Lucas 15.11-32

Con amor, tu Padre

martes, 9 de agosto de 2011

¡NO TENGÁIS MIEDO!

«¡Animo, soy yo, no tengáis miedo!» Pedro le contestó: «Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.» Él le dijo: «Ven.» Pedro bajó de la barca y echó a andar sobre el agua, acercándose a Jesús. Pero, al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, empezó a hundirse y gritó: «Señor, ¡sálvame! » En seguida Jesús extendió la mano, lo agarró y le dijo: «¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado? » (Mt. 14)


¡Cuántas veces dudar de Dios nos hace naufragar! Cuando dudamos, nos alejamos de él y nos hundimos en el abismo por falta de fe. Pero Jesús no nos abandona. “¡Ánimo, soy yo!” Siempre está ahí, nunca se aparta de nosotros y nos sigue para tendernos la mano. Su presencia nos devuelve la calma.

Hoy el mundo se debate en medio de muchas tragedias, que nos hacen sangrar el corazón a todos, porque todos tenemos corazón al ver las angustias que aplastan a tantos hermanos nuestros. Y no se arreglará nada con las armas, sino con el amor a Jesucristo. Si hoy el mundo quiere respirar otros aires, nosotros no queremos respirar más que a Jesucristo, en quien tenemos nuestra paz y el descanso de nuestras almas.


¿Quién es Jesucristo?... Muchas veces nos hacemos y nos vamos a repetir esta pregunta. Pero nadie nos lo ha respondido como el apóstol San Pablo, cuando escribe:

- En Cristo tenemos la redención, el perdón de los pecados. ¡Jesucristo es nuestro Salvador!

- Él es imagen del Dios invisible, primogénito de Dios, existente antes que cualquier criatura. ¡Jesucristo es Dios! ¡Dios verdadero! ¿Más grande que Jesucristo, que es Dios? Nada ni nadie...

- Todas las cosas han sido creadas por él y en vistas a él. ¡Jesucristo es el Creador, y el centro de todo lo que existe, porque todo converge en Él, y en Él se resume todo!

- Él es el Cabeza de la Iglesia, el primero en haber resucitado de entre los muertos.

¡Jesucristo es y será siempre el primero en todo!

¡No tangáis miedo!
 No tengáis miedo" fueron las primeras palabras que Juan Pablo II lanzó al mundo entero desde la Plaza de San Pedro, cuando inauguró su pontificado, el 22 de octubre de 1978. Esas palabras recorrieron, como una melodía, todo su trabajo como Vicario de Cristo, hasta su muerte santa en el 2005.

"No tengáis miedo a la verdad de vosotros mismos"; es decir, el Papa propuso superar el miedo "del hombre y de lo que ha creado": " ¡no tengáis miedo de vosotros mismos!".

Desde el inicio hasta el fin de su pontificado el Papa exhortó a confiar en el hombre, desde la humilde aceptación de su contingencia y de su pecado, dirigiendo la mirada al único horizonte de esperanza: Jesucristo.

Jesucristo es el vencedor del mal y del pecado, el Autor de una nueva creación y de una humanidad reconciliada por su Muerte y Resurrección.

¡No tengáis miedo a abrir de par en par las puertas a Cristo! Esta expresión es, posiblemente, uno de los gritos más esperanzadores y revolucionarios del mundo contemporáneo, que se debate entre la angustia y los miedos hacia los monstruos que él mismo ha creado: la guerra, la cultura de la muerte, la pérdida de la dignidad humana...

viernes, 5 de agosto de 2011

TOMA TU CRUZ Y SÍGUEME

Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame" (Lc 9,23)


Estas palabras indican la radicalidad de una elección que no admite vacilaciones ni segundo. Es un requisito que exige sin resolver aún los discípulos y que, a lo largo de los siglos, ha impedido que muchos hombres y mujeres de seguir a Cristo. Pero precisamente este radicalismo también ha producido admirables ejemplos de santidad y de martirio que fortaleció y confirmó el camino de la Iglesia. Incluso hoy en día estas palabras son consideradas como un obstáculo y una locura (cf. 1 Cor 1, 22-25) Sin embargo, hay que afrontar, ya que el camino trazado por Dios para su Hijo es el camino que ha de realizar el discípulo que ha decidido seguir a Jesús. No hay dos caminos, pero sólo uno: el recorrido por el Maestro. El discípulo no puede inventar una manera diferente.

Jesús camina delante de sus seguidores y pide a cada uno hacer lo que él mismo ha hecho. Él dice: No he venido a ser servido, sino para servir, así, el que quiera ser como yo debe estar al servicio de todos. He venido a vosotros como el que no posee nada, por eso, puedo pedirle que deje detrás de todas las riquezas que le impiden entrar en el reino de los cielos. Acepto la negación y el rechazo de la mayoría de mi pueblo, por lo que se puede pedir a aceptar la negación y la oposición venga de donde venga.

En otras palabras, Jesús nos pide que valientemente elija el mismo camino. Tenemos que elegir entre nuestros corazones, porque las situaciones externas no dependen de nosotros. En la medida de lo posible, la voluntad de ser tan obediente como estaba con el Padre y estar dispuestos a aceptar el plan que Él tiene para cada persona hasta el final depende de cada uno de nosotros

"Niéguese a sí mismo". Negarse a sí mismo es renunciar a los propios planes, a menudo limitados y mezquinos, para aceptar el plan de Dios Este es el camino de la conversión, algo indispensable en la vida cristiana, y que Pablo llevó San decir, "que ya no soy yo quien vive, sino Cristo quien vive en mí" (Gal 2:20).

Jesús no nos pide renunciar a vivir, pero para aceptar una novedad y una plenitud de vida que sólo Él puede dar. El ser humano tiene una tendencia profundamente arraigada a "pensar sólo en sí mismo", lo que se refiere a la persona de uno mismo como el centro de interés y de verse a sí mismo como el estándar contra el cual medir todo. Quien sigue a Cristo, por el contrario, rechaza este repliegue en sí mismo y no valora las cosas según su interés personal. Se ve la vida en términos de don y la gratuidad, no en términos de conquista y posesión. La vida en su plenitud sólo se vive en el don de sí, y que es el fruto de la gracia de Cristo: una existencia libre y en comunión con Dios y al prójimo.

La elección es entre ser y tener, entre una vida plena y una existencia vacía, entre la verdad y la falsedad.

"Tome su cruz cada día y sígame". A medida que la cruz puede ser reducido a ser un adorno ", a llevar la cruz" puede llegar a ser sólo una manera de hablar. En la enseñanza de Jesús, sin embargo, no implica la preeminencia de la mortificación y la negación. No se refiere principalmente a la necesidad de soportar pacientemente las tribulaciones, grandes y pequeños de la vida, ni mucho menos, a la exaltación del dolor como una forma de agradar a Dios. No es el sufrimiento por sí mismo que un cristiano tiene por objeto, sino el amor. Cuando la cruz acogida se transforma en un signo de amor y de entrega total. Llevarla en pos de Cristo significa estar unidos con él en la oferta de la mayor prueba de amor.

No podemos hablar de la cruz sin considerar el amor de Dios por nosotros, el hecho de que Dios quiere colmarnos de bienes. Con la invitación "sígueme", Jesús no sólo dice de nuevo a sus discípulos: tómame como modelo, sino también: comparte mi vida y mis decisiones y arriesgar la vida por amor a Dios y al prójimo junto a mí. Así es como Jesús nos abre el "camino de la vida". Desafortunadamente, esto está siendo constantemente amenazado por el "camino de la muerte. El pecado es así que separa a una persona de Dios y al prójimo y provoca la división y socava la sociedad desde dentro.

La "forma de vida", continúa y se renueva la mente de Cristo en nosotros y se convierte en el camino de la fe y la conversión. De hecho, es el camino de la cruz Es el camino que lleva a confiar en él y en su plan de salvación, y creer que Él murió el fin de mostrar el amor de Dios para cada uno. Es el camino de la salvación en una sociedad a menudo dividida, confusa y contradictoria. Es el camino a la felicidad en seguir a Cristo hasta el final, en las circunstancias a veces dramáticas de la vida cotidiana. Es la forma en que no temen al fracaso, las dificultades, el aislamiento, la soledad, porque llena nuestros corazones con la presencia de Jesús Es el camino de la paz, el autocontrol y la alegría del corazón
Juan Pablo II

miércoles, 3 de agosto de 2011

¿Cuánto resiste nuestra fe?

Cuántas angustias y necesidades experimentamos en la vida. El dolor nos visita, los problemas abundan, las tristezas nos sofocan. ¡Ten compasión de mí, Señor! Es el grito del alma a un Dios que siente lejano.

Sin duda, buscamos una respuesta inmediata. Y nos desalentamos si no llega. ¡Cuántas veces pedimos y, quizás, sin resultado! ¿Por qué Dios no nos escucha?

Nos desconcertamos, llegamos a dudar de Dios y hasta nos desesperamos. ¿No será que Dios nos pone a prueba? ¿Hasta cuánto resiste nuestra fe?

Espera un poco. Insiste. Dios permite esa angustia para purificar tu intención, para que sigas creyendo en Él aunque no te atienda a la primera. La mujer cananea del evangelio seguía a Jesús gritando. Los discípulos perdieron la paciencia y obligaron a Jesús a detenerse para atenderla. Nos sorprende la primera reacción de Cristo.

¿Acaso no se conmovió su Corazón, lleno de misericordia? Desde luego que sí. Pero prefirió esperar y ver hasta qué punto la mujer confiaba en Él. Como su fe era grande, Jesús le dijo finalmente: “que se cumpla lo que deseas”.
P. Clemente González  Fuente: Catholic.net

Y nosotros, ¿somos como la mujer cananea? o ¿cuando la vida se nos hace dura nustra fe se ve afectada?.
Debemos tener confianza en el Señor, tanto en los momentos alegres y felices como en los duros. Sabemos que Jesús está siempre a nuestro lado, es el camino para llegar al Padre, es nuestro amigo que nos conforta en los momentos difíciles. Y sabemos que Dios siempre quiere lo mejor para nosotros, pero debemos pedírselo con confianza, debemos orar, sabiendo que el Padre sabe todas nuestras necesidades antes de que se las pidamos. Porque el Señor recoge nuestras lágrimas en su odre y a él no se le ocultan nuestros gemidos, pues todo lo creó por medio de aquel que es su Palabra, y no necesita las palabras humanas.

Señor, ayúdanos a mantener siempre nuestra fe y que tengamos siempre muy presente el salmo:
Una cosa pido al Señor, eso buscaré: habitar en la casa del Señor por los días de mi vida; gozar de la dulzura del Señor, contemplando su templo.
MEMM