jueves, 13 de julio de 2017

Nueva "carta de Alepo": ¡Optemos por construir la paz!


Este domingo 9 de julio, hace muchísimo calor en Alepo. Por la calle donde está la comunidad, los vehículos circulan regularmente, como antes.
Ésa es la expresión: «COMO ANTES». Recuerdo muy bien que, cuando estuve 4 meses en Bouaké (Costa de Marfil), la gente hacía siempre referencia al tiempo de ‘'la crisis''. Hoy, los Alepinos utilizan con frecuencia la palabra «antes». Pero, ¿antes de qué? ¿Antes de que empezara la guerra en Alepo en 2012, o antes del fin de la guerra,en diciembre de 2016? Siempre hay un antes, una comparación, una mirada hacia atrás para leer la actualidad de nuestra vida, la actualidad de los sucesos que atravesamos, la actualidad demográfica de la ciudad, la actualidad de la industria, la actualidad de los servicios básicos como el agua y la electricidad, la actualidad de la seguridad.
Comparar, evaluar y predecir... Esos son los tres verbos que van entretejiendo las largas discusiones que mantenemos.
Hay igualmente otras palabras que aparecen a menudo: la reconstrucción, la rehabilitación de las viviendas y las tiendas, el regreso de los desplazados a sus antiguos barrios; y también otros términos que expresan nuestro deseo de vivir.
Estos días son también jornadas de grandes decisiones por parte del municipio con respecto a la mejora de las estructuras urbanas y la vuelta a lo normal: abrir las calles que estaban cerradas o bloqueadas; colocar señales de tráfico; retirar los barracones que remplazaban a las tiendas y que crecieron como setas en las aceras y calzadas durante la guerra; el municipio ha dispuesto algunos lugares especiales para poder instalar esos barracones; aprovechar la energía solar para iluminar las rotondas de la ciudad. Parece que se quiere recuperar el tempo perdido por una guerra que asoló la ciudad y la transformó en una ciudad mártir.
Muchas familias esperaban el final del curso escolar (a mediados de mayo en Siria) o el final de los exámenes de diploma o de bachillerato (a mediados de junio) o la clausura de los cursos universitarios (a mediados de julio), para regresar a sus hogares en la parte oriental de la ciudad. Prefieren volver a su barrio, a sus casas, de donde se vieron obligados a huir muy a pesar suyo. Los hay quienes, durante estos años de guerra, se quedaron en Siria, pero no en Alepo. Los que se instalaron en Tartous, en Lattaquia o en otras ciudades, han venido a ver la situación, y muchos de ellos han decidido volver antes de septiembre, que es cuando empiezan los colegios.

¿Se puede hablar de regreso de personas desplazadas? ¿Podemos imaginar que quienes se marcharon hace años van a emprender el camino de regreso? Es un deseo. Pero, para que se convierta en realidad, queda mucho camino por recorrer.
Alepo es también una historia de aciertos, éxitos y victorias. Os comparto algunas:
Dos de nuestros jóvenes han aprobado el examen oficial de diploma con un 100%. Fueron recibidos por la primera dama del país. A pesar de la guerra, a pesar de tantos desplazamientos, a pesar de todo lo que impedía un resultado favorable, estos jóvenes, decididos a superarse, a ir adelante, a salir victoriosos en la vida y en los estudios, constituyen un ejemplo.

El martes 11 de julio, en la famosa catedral maronita, cuya techumbre fue destruida durante la guerra, y donde celebramos de nuevo la misa de Navidad en 2016, pocos días después de la liberación de Alepo, en esa misma catedral habrá un concierto con la MISA SOLEMNE EN DO MENOR de Mozart. La orquesta vendrá de Damasco; la coral, de Alepo. Más de 70 músicos volverán a tomar el pulso musical de Alepo. Como podéis imaginar, nuestra ciudad tiene renombre por su cultura musical tradicional.
Varias de las señoras que han seguido un curso avanzado de corte y confección, empiezan ya a soñar su futuro como modistas en algunos talleres o incluso en abrir su propio negocio.

Este verano ha visto la luz el libro «Le Journal de Myriam » (el Diario de Myriam),publicado por Fayard. Describe la vida de Myriam, hija de una de nuestras familias en Jabal el Sayed, durante la guerra de Alepo.
En el libro, describe su colegio, el desplazamiento de su familia, sus miedos, su amistad con Joudy, compañera de clase, sus sueños y su porvenir. Esta publicación ha recibido el Premio de Ensayo de la revista l'Express.
Otra buena noticia para este verano de 2017, es que tendremos colonias de verano fuera de la ciudad de Alepo. Para muchos jóvenes, será la primera ocasión que tengan de conocer otros rincones de Siria.
Toda esta hermosa panorámica de la realidad de la vida en Alepo tiene su contrapunto: otra visión desgraciadamente más triste y, para nosotros, más preocupante. Me refiero a la situación psíquica y humanitaria de la gente.
Actualmente, paso mucho tiempo escuchando los lamentos de las familias que ven cómo se degrada la situación de sus hijos, sobre todo los que son adolescentes. Un gran vacío se ha instalado en la vida de estos jóvenes. Hay una búsqueda de sentido que difícilmente encuentran; una necesidad de evadirse, de irse a otro sitio; una violencia que aumenta, dadas las características de su edad. Se dan cuestionamientos vitales: ¿Para qué vivir?¿Para qué luchar por el futuro? ¿Por qué actuar, por qué empeñarse cuando todo parece destrucción y desesperanza?
Muchos jóvenes han perdido a sus amigos, muertos durante la guerra o que se marcharon definitivamente del país. Sienten que son una pequeña minoría; el contacto con quienes emigraron les hace soñar con otros paraísos terrestres.
Varios dueños de industria o propietarios de talleres buscan obreros para relanzar sus proyectos; se enfrentan a una carencia de mano de obra cualificada. La vida es cara, los precios aumentan, el poder adquisitivo disminuye. Por eso, los Maristas azules siguen sosteniendo a las familias mediante una distribución regular, mensual, de bolsas de alimentos y productos higiénicos.
Es verdad que se elevan voces pidiendo que se cesen de distribuir estas bolsas de alimentos, y así forzar a la gente a volver a la vida normal; pero lo que estamos observando es que la miseria es muy grande, y las necesidades básicas son inmensas: pagar el alquiler de quienes no son propietarios, depósitos de agua, ropa, calzado, un poco de carne, agua, gastos escolares de los niños y de los universitarios, leche para los más pequeños, etc.
En enero pasado, Caritas Polonia lanzó un programa de seis meses de apadrinamiento de familias de Alepo por parte de familias polacas. En junio, varias familias Alepinas estaban angustiadas al ver que este programa llegaba a su fin. Felizmente no fue así: el apadrinamiento sigue. Ciertamente no hay que reducir las familias a un pueblo de mendigos, pero las consecuencias de la guerra son terribles y no paramos de descubrir situaciones dramáticas cada día
¿Ha acabado la guerra? En absoluto. Hay que ser realista. El hecho de que no haya bombardeos en Alepo, no quiere decir que la guerra haya terminado en Siria o en Alepo. Quedan todavía barrios periféricos de la ciudad que sufren bombardeos diarios por parte de facciones armadas. Sigue habiendo grandes amenazas locales, regionales e internacionales.
Como hemos hecho durante años, tenemos esperanza de que los esfuerzos diplomáticos y los cambios de postura de ciertas potencias mundiales, ayuden a instaurar la paz en nuestra amada Siria.
En medio de todo esto, nuestros proyectos continúan. Creemos que, aunque las bombas hayan cesado, hay muchos problemas explosivos en el interior de cada hombre, de cada mujer, de cada niño que esperan el momento para hacer estallar el futuro.

Las monitoras de los proyectos «Aprender a Crecer» y «Quiero aprender» están preparando nuestro propio programa educativo, y trabajan con tenacidad. Esperamos que al inicio del curso escolar 2017-2018, podamos tener un programa adaptado a la realidad de nuestros niños.
Como el año pasado, hemos lanzado nuestro club de verano. Se trata de un club gratuito en el que niños y familias pueden aprovechar un espacio para respirar, encontrarse y que los niños jueguen. Este año, los jóvenes de la «Escuela de Habilidades» organizaron actividades para los dos días de la fiesta del Fitr (que marca el final del Ramadán). Fue una iniciativa valorada por todos.
Por otra parte, estos mismos jóvenes de la "Escuela de Habilidades" tienen previstas iniciativas solidarias en la programación del verano. Queremos que pasen por esas experiencias vitales para construir un mundo más justo.
Los diferentes programas de alfabetización y aprendizaje de lenguas concluirán próximamente sus sesiones bimensuales. Hay que reconocer la valentía tanto de los instructores como de los participantes. Hay días en que la temperatura supera los 40 grados y, a pesar de eso, ¡no han fallado ni un solo día!
Hemos terminado, por este año, los ciclos formativos del MIT. Y, para septiembre, ya estamos pensando en un programa variado e intenso. El equipo de animación no para de prever sesiones que se adapten a las expectativas de los jóvenes y a las necesidades actuales de la población.
¡Creemos que la educación sigue siendo el único camino para la paz! La paz se construirá a partir de una educación que respeta al otro que es diferente, al otro tal cual es, al otro que terminará siendo mi hermano.
Este verano, en colaboración con el patriarca griego ortodoxo, y durante todo el mes de junio, hemos proporcionado agua a varios barrios de la parte oriental de la ciudad. Una experiencia realmente acertada. Los 4 jóvenes que ayudaron en este proyecto la han evaluado muy positivamente.
Hemos seguido ayudando a otras familias de los barrios del Oeste que carecían de agua. Hace apenas dos días que podemos hablar de una cierta normalización en la distribución de agua en toda la ciudad. ¡Toda una proeza! Esperemos que dure.
En una de mis intervenciones, cuando pasé por París, dije: «No podemos seguir en el confort cuando, delante de nosotros, oímos gritos de angustia. Si Siria es mundialmente conocida por su guerra, Siria es, ante todo, un lugar donde el ser humano se ha visto afectado en lo más íntimo. El hombre, la mujer, el niño, el adulto, el anciano, cada uno se ha visto afectado en lo más íntimo. En el mundo en que vivimos, lo importante es no olvidar que hay una persona humana a quien estoy vinculado, a quien mi destino está ligado, con quien mi sueño está unido. O bien optamos juntos por construir un mundo de paz, o todos perderemos, todos sin excepción, nuestra dignidad humana».
Os deseo unas felices vacaciones.
(Hno. Georges Sabé, maristas azules)

¿Un cristianismo de rogativas o de seguimiento?




A veces se encuentran tesoros en el arcón del tiempo y uno no tiene más remedio que gritar de alegría como "la mujer de la moneda hallada" (Lc 15,8) o enarbolarlos al viento, como "el padre de familia que saca del arca lo nuevo y lo antiguo" (Mt 13,52). Por eso te ofrezco hoy esta parábola cuya meditación podrá serte muy provechosa.
Un cuestionamiento síntesis: ¿Tu cristianismo es PASIVO, tu divinidad es el "dios perchero" al que le cuelgas todas las "necesidades"? ¿Tu religión está anclada en los ritos y ceremonias? ¿O tu cristianismo es ACTIVO, buscador apasionado del Dios Amor, con oración enraizada en tus "aspiraciones profundas", esas que te impulsan al seguimiento y la imitación?
Había una vez dos países. En uno corría la leche y la miel, el otro era árido, desgarrado por luchas y entristecido por inquietudes. Así pues, al primero le llamaban el "país de la felicidad" y al segundo el "país de la desgracia". Estaban separados por un caudaloso río, ancho y peligroso. Muchos se ahogaron tratando de cruzarlo.
Un día vino un hombre que, por amor a la humanidad, dijo: "En verdad, voy a tratar de echar una cuerda que una las dos orillas del río y, si perezco en el intento, poco importa, ya que otros podrán agarrarse a la cuerda y atravesar el río con toda seguridad".
Este hombre ejecutó su proyecto. Se preparó una cuerda, fijó un extremo a un árbol e hizo un nudo corredizo al otro extremo. Y así entró en el río en medio de la corriente, luchando contra los remolinos. En medio de los remolinos y de la espuma, unos cazadores le lanzaron unas flechas y lo hirieron de muerte, tomándolo por un animal.
En un último esfuerzo, antes de hundirse, logró atar la cuerda alrededor del tronco de un árbol. Perdió la vida, pero realizó su proyecto a pesar de la insensatez de los cazadores.
A partir de ese instante, los que fueron testigos del acontecimiento consideraron que este hombre había sido un héroe y lo adoraron diciendo: "Murió por salvarnos, es digno de nuestro amor".
Todos le rindieron culto, pero muy pocos siguieron su ejemplo tratando de cruzar el río. Ellos pensaban: no nos ahogaremos si nos agarramos a la cuerda, pero el agua está tan fría y el río es tan caudaloso que el peligro de atravesarlo siempre es grande.
Y así, al cabo del tiempo, se olvidaron de la cuerda casi por completo. Como no se utilizaba, se fue cubriendo de algas y se le enredaron las ramas, hasta tal punto que no había ya forma de encontrarla.
Pero el culto al héroe perduró. El pueblo levantó monumentos en su memoria, cantó himnos en su honor y continuó dedicándole oraciones en recuerdo del gran amor que les había demostrado.
Después vino una segunda, una tercera y una cuarta generación. Doctores, oradores y sabios predicaron las virtudes del héroe y dijeron cómo con su muerte había salvado a los hombres; pero nunca más se volvió a hablar de la cuerda que se tendió por encima del río. Se habían olvidado de ella totalmente. Los argumentos, los discursos y las enseñanzas de los letrados acabaron por crear una enorme confusión. Cundieron las supersticiones y fueron muy pocos los que pudieron distinguir el error de la verdad.
Surgieron discusiones y pleitos. Se organizaron persecuciones contra los que conservaban aún vestigios de la verdad. La pena y la inquietud aumentaron en el "país de la desgracia".
Por fin, un grupo de oradores declaró: "¿Por qué tanta disputa? Lo único que hay que hacer es adorar a nuestro héroe y creer que murió para salvarnos a todos. Y así, cuando muramos, entraremos sin ninguna dificultad en el "país de la felicidad".
Si nuestro cuerpo nos impide ahora atravesar el río, después de la muerte nuestra alma volará hacia la otra orilla. El amor, el poder, la valentía del héroe eran tan grandes que todo lo que pidamos a su espíritu nos será concedido; y, a cambio, nosotros le demostraremos cumplidamente nuestro amor".
Cuando el pueblo oyó esto, sintió una inmensa alegría y cubrió de honores a los oradores diciendo: "Grande es su sabiduría, porque nos han mostrado un camino fácil. Es muy sencillo adorar, rezar y recurrir a nuestro héroe para obtener nuestra salvación en el momento de nuestra muerte. Así pues, ahora comamos, bebamos, divirtámonos y saquemos el mejor partido de nuestra estancia en este "país de la desgracia".
Mientras tanto, el espíritu de este héroe contemplaba con tristeza a sus hermanos, escuchando sus oraciones y sus súplicas. Él trataba de ayudarles diciendo: "Hijos míos, en verdad estáis equivocados. He vivido para salvaros. Mi muerte no es más que un episodio del esfuerzo que he realizado. No puedo en ningún caso ser la causa de vuestra salvación.
Desgraciadamente, habéis olvidado la cuerda que lancé por encima del río entre el "país de la desgracia" y "el de la felicidad", vine únicamente para eso.
Por amor hacia vosotros, mi espíritu se encuentra presente para reconfortaros y animaros en la adversidad. Pero me es totalmente imposible transportaros al otro lado del río cualesquiera que sean vuestras oraciones y súplicas".
Pero el rumor de esas oraciones y súplicas eran tan grandes que no dejaban oír la voz de su espíritu. Así pues, se quedaron para siempre en el "país de la desgracia".

Un juez paraliza la deportación de cristianos iraquíes de EE.UU.

Los iraquíes con órdenes de expulsión tendrán tiempo para defenderse ante los tribunales
Un juez federal estadounidense bloqueó el martes la deportación de más de 1.400 iraquíes, muchos de ellos cristianos, que alegaban que de ser devueltos de Estados Unidos a su país serían perseguidos.
El juez federal Mark Goldsmith, que el 22 de junio paralizó temporalmente las deportaciones, ratificó ayer su decisión y decretó que antes se les debe conceder tiempo para defender ante los tribunales cada caso. De deportarlos, se les expondría «a un riesgo comprobado de muerte, tortura u otras graves persecuciones».
Algunos de estos 1.400 iraquíes tienen órdenes de deportación desde hace años, incluso décadas, pero la negativa de Irak de aceptarlos les permitió permanecer en Estados Unidos. Su situación, sin embargo, cambió en marzo de este año cuando Irak accedió a recibirlos tras un acuerdo sellado por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
199 detenidos
Aunque la mayoría de los 1.400 iraquíes siguen en libertad, las autoridades migratorias detuvieron el mes pasado a 199, la mayoría en Detroit (Michigan) y Nashville (Tennessee), con la intención de deportarlos de inmediato. Estados Unidos argumenta que cometieron delitos graves, desde homicidios a crímenes relacionados con drogas o armas.
Los arrestados, sin embargo, interpusieron una demanda junto a la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), principal organización pro derechos civiles del país, para detener las deportaciones. Alegaron que por su condición de minorías (muchos de ellos son católicos caldeos y kurdos) estarían en riesgo de ser perseguidos. El Departamento de Justicia argumentaba que Goldsmith, nombrado por el expresidente Barack Obama, no tiene competencias para tomar decisiones de este tipo.
EFE/Alfa y Omega

Los obispos del Camino de Santiago piden más atención espiritual en los albergues



Piden que se cuiden los signos externos –crucifijos, imágenes de la Virgen, Biblias, documentos papales– y la atención pastoral con celebraciones religiosas, confesiones y bendiciones. Los albergues deberán ser de donativo o con un precio muy asequible
El Camino de Santiago viene batiendo récords de peregrinos año tras año. Casi 280.000 llegaron en todo el año 2016. Aunque la gran mayoría confiesa que lo hace por motivaciones religiosas al llegar al destino, la realidad es que probablemente se reparten a partes iguales aquellos que camina con fe y los que no. Incluso el Instituto de Estudios Turísticos de Galicia decía en 2007 que los que de verdad lo hacían por motivos religiosos eran el 38%.
Por ello, en un nuevo encuentro de obispos españoles y franceses por cuyas diócesis pasa el Camino de Santiago, que se celebra esta semana en la capital gallega, insisten en una carta pastoral titulada Acogida y Hospitalidad en el Camino de Santiago en la necesidad de ofrecer al peregrino una hospitalidad cristiana. Porque, en su opinión, «la presencia de cristianos en el camino es primordial para mantener la tradición religiosa de la gran peregrinación a Santiago de Compostela y ser activos testigos de la fe en Cristo».
¿Y cómo hacer esto? Los prelados proponen, en primer lugar, cuidar los signos externos en los albergues. «Sin ser exagerados», dicen, tendrá que haber algún crucifijo, alguna imagen del apóstol Santiago, así como folletos que expliquen su vida. También imágenes de la Virgen, mejor si es bajo la advocación de la zona en la que esté situado. Y Biblias en varios idiomas y, si se quiere, ejemplares de los últimos escritos de los Papas. Añaden: «Pero también guías del camino, guías locales, anuncios relativos a la ciudad de Santiago, fiestas locales, novenas en varios idiomas…».
Del mismo modo, consideran oportuno que si hay una iglesia no muy lejos del albergue, esta sea ofrecida a los peregrinos para rezar. Así, piden al hospitalero cristiano que se coordine con el párroco y los feligreses para mantenerla abierta a determinadas horas e invitar a sus huéspedes. «Si es posible, se harán unas vísperas, una misa vespertina o una bendición del peregrino cuando salga, y se ofrecerá el sacramento de la Penitencia al que lo pida. El hospitalero cristiano avisará a los demás –no cristianos– por si acogen en sus albergues a peregrinos interesados. Si entre los caminantes hay algún sacerdote, se le pedirá que oficie una eucaristía y se avisará a los vecinos para que puedan participar», recoge la carta presentada este miércoles.
Los obispos se detienen asimismo en la figura del hospitalero cristiano que, dicen, «necesita una formación que le permita profundizar en la fe propia» y dar razón de ella, porque el mero hecho de estar bautizado y ser católico practicante «no es suficiente». «El hospitalero tendrá que responder a preguntas muy diversas sobre los fundamentos de su fe, sobre la Iglesia, sobre lo que es la religión, sobre la moral…», añaden.
Apuntan que su acogida abierta, fraternal y alegre, sin distinciones, incluso cuando el caminante esté de mal humor, tenga mal carácter o huela mal. «En cada peregrino verá a Cristo y lo acogerá en su casa», explican. También le piden esté disponible para el peregrino si este quiere hablar, con un espíritu de escucha, pero sin rechazar contestar si se le hacen preguntas directas. Finalmente, recomiendan que los albergues cristianos sean de donativo o pongan un precio muy asequible.
«La labor de los hospitaleros, de cada hospitalero, a lo largo del Camino de Santiago preparará progresivamente al peregrino a meditar, a reencontrarse a sí mismo, a descubrir a Dios en su interior. Para que, cuando llegue a la meta, cuando se termine su largo andar, encuentre la esperanza y, recibiendo los sacramentos, comprenda en lo más íntimo de su ser el significado de «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí».
Monasterios y casas religiosas
La carta pastoral también aborda la hospitalidad en monasterios y casas parroquiales, una realidad debe ser promovida y ampliada.  En este sentido, los obispos dan claves para la atención en estos lugares: «Propondrán a los huéspedes seguir los oficios religiosos o monásticos, y guardar silencio. En algunos casos, pueden compartir mesa con los peregrinos, o proponer alguna conversación para explicar su vocación y escuchar al caminante». Para ello, piden que en cada monasterio haya un monje o monja dedicado a la acogida de peregrinos.
Fran Otero

COMENTARIO DE PAPA FRANCISCO AL EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO (10,7-15)




Leyendo las Escrituras queda claro que la propuesta del Evangelio no es sólo la de una relación personal con Dios. Nuestra respuesta de amor tampoco debería entenderse como una mera suma de pequeños gestos personales dirigidos a algunos individuos necesitados, lo cual podría constituir una «caridad a la carta», una serie de acciones tendentes sólo a tranquilizar la propia conciencia. 

La propuesta es el Reino de Dios; se trata de amar a Dios que reina en el mundo. En la medida en que Él logre reinar entre nosotros, la vida social será ámbito de fraternidad, de justicia, de paz, de dignidad para todos. Tanto el anuncio como la experiencia cristiana tienden a provocar consecuencias sociales. Buscamos su Reino: «Buscad ante todo el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura» (Mt 6,33). El proyecto de Jesús es instaurar el Reino de su Padre; Él pide a sus discípulos: «¡Proclamad que está llegando el Reino de los cielos!» (Mt 10,7).

El Reino que se anticipa y crece entre nosotros lo toca todo y nos recuerda aquel principio de discernimiento que Pablo VI proponía con relación al verdadero desarrollo: «Todos los hombres y todo el hombre». Sabemos que «la evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la interpelación recíproca que en el curso de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social del hombre». 

Se trata del criterio de universalidad, propio de la dinámica del Evangelio, ya que el Padre desea que todos los hombres se salven y su plan de salvación consiste en «recapitular todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo» (Ef 1,10). 

El mandato es: «Id por todo el mundo, anunciad la Buena Noticia a toda la creación», porque «toda la creación espera ansiosamente esta revelación de los hijos de Dios» (Rm 8,19). Toda la creación quiere decir también todos los aspectos de la vida humana, de manera que «la misión del anuncio de la Buena Nueva de Jesucristo tiene una destinación universal. 

Su mandato de caridad abraza todas las dimensiones de la existencia, todas las personas, todos los ambientes de la convivencia y todos los pueblos. Nada de lo humano le puede resultar extraño». La verdadera esperanza cristiana, que busca el Reino escatológico, siempre genera historia.

(De “Evangelii Gaudium”, 180 y 181: El Reino que nos reclama)

EVANGELIO DE HOY: LO QUE HABÉIS RECIBIDO GRATIS, DADLO GRATIS





Lectura del santo Evangelio según san Mateo (10,7-15):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «ld y proclamad que el reino de los cielos está cerca. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. 

No llevéis en la faja oro, plata ni calderilla; ni tampoco alforja para el camino, ni túnica de repuesto, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. 

Cuando entréis en un pueblo o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. Al entrar en una casa, saludad; si la casa se lo merece, la paz que le deseáis vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros. 

Si alguno no os recibe o no os escucha, al salir de su casa o del pueblo, sacudid el polvo de los pies. Os aseguro que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra que a aquel pueblo.»

Palabra del Señor