jueves, 13 de julio de 2017

Un juez paraliza la deportación de cristianos iraquíes de EE.UU.

Los iraquíes con órdenes de expulsión tendrán tiempo para defenderse ante los tribunales
Un juez federal estadounidense bloqueó el martes la deportación de más de 1.400 iraquíes, muchos de ellos cristianos, que alegaban que de ser devueltos de Estados Unidos a su país serían perseguidos.
El juez federal Mark Goldsmith, que el 22 de junio paralizó temporalmente las deportaciones, ratificó ayer su decisión y decretó que antes se les debe conceder tiempo para defender ante los tribunales cada caso. De deportarlos, se les expondría «a un riesgo comprobado de muerte, tortura u otras graves persecuciones».
Algunos de estos 1.400 iraquíes tienen órdenes de deportación desde hace años, incluso décadas, pero la negativa de Irak de aceptarlos les permitió permanecer en Estados Unidos. Su situación, sin embargo, cambió en marzo de este año cuando Irak accedió a recibirlos tras un acuerdo sellado por el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
199 detenidos
Aunque la mayoría de los 1.400 iraquíes siguen en libertad, las autoridades migratorias detuvieron el mes pasado a 199, la mayoría en Detroit (Michigan) y Nashville (Tennessee), con la intención de deportarlos de inmediato. Estados Unidos argumenta que cometieron delitos graves, desde homicidios a crímenes relacionados con drogas o armas.
Los arrestados, sin embargo, interpusieron una demanda junto a la Asociación Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), principal organización pro derechos civiles del país, para detener las deportaciones. Alegaron que por su condición de minorías (muchos de ellos son católicos caldeos y kurdos) estarían en riesgo de ser perseguidos. El Departamento de Justicia argumentaba que Goldsmith, nombrado por el expresidente Barack Obama, no tiene competencias para tomar decisiones de este tipo.
EFE/Alfa y Omega

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