sábado, 24 de mayo de 2014

Oración de gracias


Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.

Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.

Temblad y no pequéis, reflexionad
en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.

Hay muchos que dicen: «¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»

Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.

En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir tranquilo.

Papa Francisco: «¡Salam!» Jordania, tierra rica en historia y de gran significado religioso para el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam

«Con la esperanza de que esta visita contribuya a incrementar y promover relaciones buenas y cordiales entre Cristianos y Musulmanes». En su primer discurso, en Amán, en la ceremonia de bienvenida, el Papa Francisco, empezó agradeciendo a Dios el poder comenzar su peregrinación, visitando el Reino Hachemita de Jordania - siguiendo las huellas de sus predecesores Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI - y agradeciendo al Rey Abdullah II, por sus cordiales palabras de bienvenida, y por ser conocido como «hombre de paz», con el vivo recuerdo del reciente encuentro en el Vaticano.
Abrazando al pueblo de Jordania, «tierra rica en historia y de gran significado religioso para el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam», el Papa Bergoglio señaló que este País «acoge generosamente a una gran cantidad de refugiados palestinos, iraquíes y de otras zonas en crisis, en especial de la vecina Siria, destruida por un conflicto que está durando demasiado tiempo».
Y, alentando el reconocimiento y la ayuda de la comunidad internacional, reiteró el compromiso de la Iglesia Católica, dentro de sus posibilidades, en la asistencia a los refugiados y a los necesitados, sobre todo mediante Caritas Jordania.
Junto con «su dolor, ante las fuertes tensiones en la región medio-oriental», y «su gratitud a las autoridades jordanas», animándolas «a seguir esforzándose por lograr la tan deseada paz duradera en toda la Región», el Obispo de Roma señaló que «para esto, es necesario y urgente encontrar una solución pacífica a la crisis siria, además de una justa solución al conflicto entre israelíes y palestinos».
Luego, renovó su profundo respeto y consideración a la comunidad Musulmana, y expresó reconocimiento por el liderazgo de Su Majestad el Rey en la promoción del entendimiento de las virtudes proclamadas por el Islam y la serena convivencia entre los fieles de las diversas religiones.
Un saludo lleno de afecto dirigió también el Papa a las comunidades cristianas – ahora numéricamente minoritarias - presentes en el País desde los tiempos apostólicos, que contribuyen al bien común de la sociedad en la que están plenamente insertadas. Comunidades que pueden profesar con tranquilidad su fe, respetando la libertad religiosa, que es un derecho humano fundamental, con el anhelo firme – dijo el Obispo de Roma de que «sea tenido en gran consideración en todo Oriente Medio y en el mundo entero».
(CdM - RV)

Papa Francisco: el rostro de Jesús en los refugiados y discapacitados

Los refugiados y los jóvenes discapacitados. En esta gente Francisco ve el rostro de Jesús y su amor, que restituye dignidad y dona salvación.

En su tercer discurso, un Papa sensible a la difícil situación que enfrentan personas golpeadas por las crueles situaciones del mundo expresa, en primer lugar, su especial interés en encontrar a quienes “a causa de sangrientos conflictos, han tenido que abandonar su Patria y “han encontrado refugio en la acogedora tierra de Jordania” y a los “queridos jóvenes, que experimentan el peso de alguna limitación física”.
 


Recordando el bautismo de Jesús en este mismo lugar, el Santo Padre hace hincapié en la humildad de Jesús quien, compartiendo la condición humana, vino a este lugar para ser bautizado y “con su amor nos restituyó la dignidad y nos dio la salvación”.

 En este contexto, el Obispo de Roma manifiesta abiertamente su aflicción por “los dramas y las heridas de nuestro tiempo, especialmente, por las que son fruto de los conflictos todavía abiertos en Oriente Medio”. El pensamiento del Papa va en primer lugar a la tierra siria, lacerada por tres años de lucha fratricida y a sus innumerables víctimas, un drama que ha obligado a millones de personas a convertirse en refugiados y a emigrar a otros países.
 


Las palabras del Papa se dirigen luego a las autoridades y al pueblo jordano, agradeciendo por la generosa acogida de “un número elevadísimo de refugiados provenientes de Siria y de Iraq” y a todos los que prestan asistencia y solidaridad, como así también a las obras de caridad desarrolladas por instituciones de la Iglesia que, “sin distinción de credo religioso, pertenencia étnica o ideológica, manifiestan el esplendor del rostro caritativo de Jesús misericordioso”.
 


El Obispo de Roma exhorta a la comunidad internacional “para que no deje sola a Jordania ante la emergencia humanitaria”, sino que continúe e incremente su apoyo y ayuda, al tiempo que renueva su llamamiento a la paz de Siria subrayando que “nadie se empeñe en que las armas solucionen los problemas” y se vuelva al camino de las negociaciones, indicando como única solución el diálogo y una solución política.
Francisco invitó también a los jóvenes a unirse a su oración de paz, a colaborar en la construcción de una sociedad respetuosa de los más débiles y a ser “signos de esperanza”.
 


Renovando su deseo de que prevalezca la razón y la moderación, el Santo Padre Francisco auspició que Siria encuentre su paz, que “Dios convierta a los violentos y quienes tienen proyectos de guerra” – dijo - y fortalezca corazones y mentes de quienes obran por la paz.
(MCM-RV)


La paz es un don que hemos de buscar con paciencia y construir artesanalmente: misa del Papa en Amán

Durante la Santa Misa celebrada en el estadio Internacional de Amán, el Papa ha reflexionado sobre el pasaje del Evangelio en el que se lee la promesa que Jesús hace a sus discípulos para que el Padre les envíe otro Paráclito que estuviera siempre con ellos. 

“El primer Paráclito es el mismo Jesús; el “otro” es el Espíritu Santo”, ha dicho. “Jesús es el enviado, lleno del Espíritu del Padre. Ungidos por el mismo Espíritu, también nosotros somos enviados como mensajeros y testigos de paz”. El Santo Padre ha dedicado profundas palabras al significado de la paz: 

“La paz no se puede comprar, es un don que hemos de buscar con paciencia y construir ‘artesanalmente’” mediante pequeños y grandes gestos en nuestra vida cotidiana.
(MZ-RV)

Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mi


Evangelio según San Juan 15,18-21.

Jesús dijo a sus discípulos: «Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí.

Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.

Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes.
Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió.»