viernes, 23 de junio de 2017

Mons. Matulonius, el obispo lituano mártir del comunismo será canonizado en Vilnius


Mons. Teófilo Matulionis (1876-1962), el arzobispo lituano que fue encarcelado 16 años y pasó otros 4 en arresto domiciliario por odio a la fe cristiana, será canonizado este 25 de junio en Vilnius.
La ceremonia será presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la causa de los santos, como enviado pontificio.
En la Web de la Conferencia Episcopal escriben: “El anuncio de la beatificación del venerable arzobispo Teófilo es don que recibe el pueblo lituano”. Añade que dio testimonio de fuerza y coraje con la cual una persona puede enfrentar la vida en un sistema que desprecia la religión y la conciencia”. Añade que “su martirio ha dado testimonio de la fidelidad al Evangelio y al amor por la Iglesia”.
Un arzobispo que soportó 16 años de prisión y 4 de arresto domiciliario, no por haber cometido algún crimen, sino simplemente “por odio a la fe cristiana”.
“Con su martirio ha dado testimonio de fidelidad al Evangelio y de amor por la Iglesia”. Y al honrar esta figura “la Iglesia recuerda y rinde homenaje a todos los mártires cristianos de fe y de conciencia, víctimas del comunismo ateo y cuya vida sacrificada por la fe y la libertad de la patria no es muy conocida”.
Mons. Matulonis siendo arzobispo de Kaišiadorys, murió envenenado, mártir del ateísmo de estado del régimen comunista soviético después de haber sido encarcelado y deportado a Siberia.
“Este no es solamente un evento histórico, pero una invitación a vivir con coraje el Evangelio en los desafíos de hoy delante de las persecuciones. Es una buena ocasión para encontrar a Jesús vivo y volverse su discípulo”, se lee en la web de los obispos.
Es la primera vez en la que una ceremonia de canonización se realiza en Lituania.

«Me dan miedo los cristianos que no caminan. Es mejor cojear». El Papa a Serra Internacional


El Papa Francisco recibió con gran alegría a los participantes, en la 75 Convención Internacional de la asociación de laicos, que inspira su nombre en San Junípero Serra, provenientes de tantas partes del mundo, con motivo del encuentro celebrado en Roma, con el lema Siempre adelante. El coraje de la vocación
«Con la alegría del Evangelio y la audacia típica de la misión cristiana, se han reunido para redescubrir – siguiendo la escuela del Maestro – el sentido de toda vocación cristiana: ofrecer la propia vida como don, ungiendo a los hermanos con la ternura y la misericordia de Dios».
El Santo Padre subrayó la importancia de la obra que desarrollan sosteniendo las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, y agradeciendo el saludo del presidente de Serra Internacional, Dante Vannini, destacó la importancia de la amistad:
«Ser amigos de los sacerdotes, sosteniendo su vocación y acompañando su ministerio: ¡éste es el gran don con el cual enriquecen a la Iglesia!».
A pesar de que la palabra amigo está algo desgastada en la actualidad, el Papa recordó que Jesús nos enseña la verdadera amistad. Y volviendo al lema de su encuentro romano – «siempre adelante» – destacó que la vida del discípulo misionero está marcada por el ritmo que le imprime la llamada; la voz del Señor que lo invita a abandonar sus seguridades y a emprender el santo viaje.
La vocación es la invitación a salir de sí mismos para comenzar a vivir la fiesta del encuentro con el Señor y a recorrer los caminos a donde Él nos envía.
Ponerse en camino, confiando en la misericordia divinaEl Papa Francisco evocó a Fray Junípero:
«¡Nos ilumina la imagen de San Junípero que, cojeando, se obstina en querer ponerse en camino hacia San Diego para plantar allí la Cruz! Me dan miedo los cristianos que no caminan y se encierran en su propio nicho. Es mejor proceder cojeando, cayendo algunas veces, pero confiando siempre en la misericordia de Dios, que ser cristianos de museo, que temen los cambios y que, un vez que han recibido un carisma o una vocación, en lugar de ponerse al servicio de la eterna novedad del Evangelio, se defienden a sí mismos y sus propios cargos».
El Obispo de Roma animó asimismo a los miembros de Serra Internacional a proseguir en su caminar con coraje, con creatividad y con audacia. Sin miedo a renovar sus estructuras y sin permitir que el precioso camino cumplido pierda el impulso de la novedad. Y culminó su discurso renovando su aliento y aprecio:
«Queridos hermanos y hermanas, los exhorto a ser verdaderos amigos de los seminaristas y de los sacerdotes, manifestando vuestro amor hacia ellos en la promoción de las vocaciones, en la oración y en la colaboración pastoral. Y recuerden: ¡siempre adelante! Adelante en la esperanza, adelante con vuestra misión, mirando más allá, abriendo horizontes de par en par, dejando espacio a los jóvenes y preparando el futuro. La Iglesia y las vocaciones sacerdotales tienen necesidad de ustedes. Que María Santísima, Madre de la Iglesia y de los sacerdotes, los acompañe. ¡Y, por favor, recen también por mí!»
Radio Vaticano

Nuevo ataque a la capilla de la Autónoma: «La universidad debería ser un lugar donde siempre se defienda la verdadera libertad»


Este viernes, 23 de junio, de madrugada, la capilla de la Universidad Autónoma de Madrid ha sufrido un nuevo ataque: en esta ocasión ha habido un intento de incendiarla arrojando un objeto prendido por una de las ventanas.
Además de una pintada en el exterior y la ventana rota, hay daños en las paredes, el suelo, una imagen de san José y una puerta. La Policía está investigando los hechos.
El Arzobispado de Madrid reza por los responsables y manifiesta su dolor por este tipo de actos que quiebran la verdadera convivencia en sociedad. La universidad debería ser el lugar por excelencia de búsqueda de la verdad y confrontación racional de ideas; un lugar donde siempre se defienda la verdadera libertad, cuya expresión más auténtica se manifiesta en la libertad religiosa como subraya la Iglesia y se reconoce en los Derechos Humanos.
El Arzobispado de Madrid agradece asimismo la condena del ataque por parte de las autoridades académicas de la Universidad Autónoma y su interés por esclarecer lo ocurrido.
Archidiócesis de Madrid

HOY, SOLEMNIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. ORACIÓN DE SAN PÍO DE PIETRELCINA




Queridos amigos, hoy la Iglesia se alegra celebrando la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, el corazón que más nos ama. Por eso hoy les ofrecemos este pequeño tesoro espiritual: la oración que san Pío de Pietrelcina -Padre Pío- rezaba todos días por las personas que le pedían oraciones. 

San Pío encomendaba las necesidades y dificultades de estas personas a Jesús, confiándolas a su Sagrado Corazón con estas palabras: 

I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, pidan y se les dará, busquen y encontrarán, llamen y se les abrirá!"; he aquí que, confiando en tus santas palabras, yo llamo, busco, y pido la gracia... (decir ahora a Jesús la gracia que se desea alcanzar) 

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, espero y confío en Ti. 

II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, pasarán los cielos y la tierra pero mis palabras jamás pasarán"; he ahí que yo, confiando en la infalibilidad de tus santas palabras pido la gracia...

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, espero y confío Ti. 

III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: "En verdad les digo, todo lo que pidáis a mi Padre en mi Nombre, se les concederá"; he ahí que yo, al Padre Eterno y en tu Nombre pido la gracia...

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, espero y confío Ti. 

¡Oh Sagrado Corazón de Jesús, a quien es imposible no sentir compasión por los infelices, ten piedad de nosotros, pobres pecadores, y concédenos las gracias que pedimos por medio del Inmaculado Corazón de María, tierna Madre tuya y nuestra!

San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros. Amén.

Papa: Hay que hacerse pequeños para escuchar la voz del Señor




Para escuchar la voz del Señor es necesario hacerse pequeños. Lo recordó el Santo Padre en su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta, en la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús.  

El Señor nos ha elegido, se “ha implicado con nosotros en el camino de la vida” y “nos ha dado a su Hijo y la vida de su Hijo por nuestro amor”. Aludiendo a la Primera Lectura del día tomada del libro del Deuteronomio, en que Moisés dice que Dios nos ha elegido para ser su pueblo de entre todos los pueblos de la tierra, Francisco explicó el modo de alabar a Dios porque “en el corazón de Jesús nos da la gracia de celebrar con alegría los grandes misterios de nuestra salvación, de su amor por nosotros”, es decir, celebrando “nuestra fe”.

De modo especial el Pontífice se detuvo en dos palabras contenidas en el pasaje bíblico, a saber: elegir y pequeñez. De la primera dijo que no hemos sido nosotros quienes lo elegimos a Él, sino que es Dios quien se ha hecho “nuestro prisionero”:
“Se ha ligado a nuestra vida, no puede separarse. ¡Ha jugado fuertemente! Y permanece fiel en esta actitud. Hemos sido elegidos por amor y ésta es nuestra identidad. ‘Yo he elegido esta religión, he elegido…’: No, tú no has elegido. Es Él quien te ha elegido a ti, te ha llamado y se ha unido. Y ésta es nuestra fe. Si nosotros no creemos esto, no entendemos lo que es el mensaje de Cristo, no comprendemos el Evangelio”.

En cuanto a la segunda palabra, el Obispo de Roma recordó que Moisés especifica que el Señor ha elegido al pueblo de Israel porque es “el más pequeño de todos los pueblos”:

“Se ha enamorado de nuestra pequeñez y por esto nos ha elegido. Él elige a los pequeños: no a los grandes, a los pequeños. Y Él se revela a los pequeños: 

Él elige a los pequeños, se revela a los pequeños y llama a los pequeños. Pero, ¿a los grandes no los llama? Su corazón está abierto, pero los grandes no logran oír su voz porque están llenos de sí mismos. Para escuchar la voz del Señor, es necesario hacerse pequeños”.

De este modo, se llega al misterio del corazón de Cristo, que no es, “como alguien dice” – recordó el Papa Francisco – una “imagencita” para los devotos: el corazón traspasado de Cristo es “el corazón de la revelación, el corazón de nuestra fe porque Él se ha hecho pequeño, ha elegido este camino”.

El Santo Padre subrayó que la elección de humillarse a sí mismo y de “anonadarse hasta la muerte” en la Cruz “es una elección hacia la pequeñez para que la gloria de Dios se manifieste”. Del cuerpo de Cristo traspasado por el soldado con una lanza “salió sangre y agua” – agregó el Papa – y “éste es el misterio de Cristo”, en esta celebración de un “corazón que ama, que elige, que es fiel” y que “se une a nosotros, se revela a los pequeños, llama a los pequeños, se hace pequeño”:

Creemos en Dios, sí; sí, también en Jesús, sí… – ‘¿Jesús es Dios?’ – ‘Sí’. Y el misterio es éste. Ésta es la manifestación, ésta es la gloria de Dios. Fidelidad al elegir, al unirse y pequeñez también para sí mismo: llegar a ser pequeño, anonadarse. El problema de la fe es el núcleo de nuestra vida: podemos ser tan, tan virtuosos, pero con nada o poca fe; debemos comenzar desde aquí, del misterio de Jesucristo que nos ha salvado con su fidelidad”.

Francisco concluyó pidiendo al Señor que nos conceda la gracia de celebrar en el corazón de Jesucristo “las grandes gestas, las grandes obras de la salvación, las grandes obras de la redención”.
(María Fernanda Bernasconi - RV).