Hoy debo darte gracias, como cada día, pero hoy de una forma especial.
Hoy te he sentido muy cerca, tan cerca que casi podía tocarte.
Te he sentido en las olas que se acercaban a la orilla.
En la brisa que acariciaba mi cara.
En el calor del sol, en el azul del cielo y en el azul verdoso del mar.
En las risas de los niños, en la alegría de los abuelos y en el amor de las familias unidas.
He vaciado mi corazón de los problemas, de las angustias y de los miedos y has entrado tú con toda tu fuerza.
Me he sentido unida a ti y he sido feliz, soy feliz, pero con esa felicidad que sólo tú puedes dar.
Gracias Señor.
Pero, también te quiero pedir por todas esas personas que lo están pasando mal, que cambie pronto su vida. ¡Ayúdales!
H. Carmen